Eran las nueve de la mañana, una
mañana de ilusión, de esperanza, para una cantidad de gente que anhela y desea
ver resuelta la clave, de lo que entienden por felicidad, bueno, felicidad a
medias, porque el “parné” no da la felicidad pero al menos hace la vida, si no
más agradable, por lo menos más llevadera.
Por la pantalla de la televisión van
pasando escenas de todo este montaje, que de soslayo voy contemplando, más con
el oído que con la vista, mientras realizo las matinales exigencias corporales.
A mis oídos llegaban los primeros
sonidos de unos bombos que recibían, en el Teatro Real de Madrid, la cascada de
bolitas con los números impresos, para entrar prisioneras en unos gigantescos
globos dorados que encarcelaban a las que poco después darían la alegría para
unos pocos, y la decepción a una gran cantidad, que soñaban con ver hechos
realidad su hipotéticos deseos.
Rejas doradas de estas dos cárceles, que darán rienda suelta a sus
prisioneras, portadoras de millones de euros y de otras muchas que quedarán
cautivas, teniendo que esperar un año más, para poder tener la suerte de dar alegrías al dejar
la cárcel que las aprisiona.
El "gordo" de 2015
Ha terminado un trimestre, quizás el
más duro, -el primero del curso 2015- 2016- con sus condicionamientos: acoplamiento a los nuevos alumnos,
nueva asignatura que dar, estrenando la profesión… El profesorado de la Casa
Madre del Ave María, ha cumplido perfectamente con su labor educativa, se han
llevado a cabo los objetivos marcados, se han dado los últimos toques haciendo
un análisis del trabajo, para ver los rendimientos a través de las evaluaciones
correspondientes, y las clases destilan la emoción propia de estas últimas
jornadas:
belenes, villancicos que envuelven el ambiente en un anticipo de las
fiestas que llegan y sobre todo del descanso bien merecido para profesores,
alumnos, personal administrativo y de servicios. ¡Es el día de las MIGAS!
Todos los días son importantes en el
quehacer diario, pero el 22 de diciembre tiene un espacio muy importante de
fraternidad, alegría, alborozo, regocijo, regodeo y júbilo entre el profesorado
de Casa Madre, acompañado por miembros de la Juntas Directivas de los Antiguos
Alumnos que se aúnan a esta motivación.
Son breves horas pero las suficientes
para intensificar, lo que durante las jornadas diarias no se puede hacer, por
el ajetreo de las idas y venidas, de clases, de esa lucha diaria por cumplir
con cada uno de los propósitos marcados,
de preparaciones fuera del horario escolar, que no se ven pero que ocupan una
gran parte de laboreo cotidiano; este espacio de tiempo nos da la oportunidad para
tener unos momentos de relajación, para poder compartir instantes con los demás
compañeros…, en todo esto juega un papel muy importante las tradicionales
MIGAS.
Para los granadinos la palabra migas
es muy familiar, no tanto para muchos de mis seguidores, en diversas partes del
mundo, pero que no se preocupen, porque poco a poco lo iremos aclarando.
Hogaza de pan
El refranero español, que es muy
sabio, nos dice refiriéndose al poder alimenticio de las migas: “Las migas,
hasta la haza; las sopas hasta la plaza”. Además son muy baratas porque se
utiliza el pan duro y unos ingredientes que nunca faltan en las casas
andaluzas, pan cateto y asentado, (el que fue cocido hace varios días) aceite
de oliva, sal y ajos.
Pero si a todo eso le agregamos el
acompañamiento alimenticio que llevan, el escenario se desborda tomando tintes
del majar más exquisito que puede colocarse sobre cualquier mesa.
De entrada unos buenos trozos de
longaniza acompañados, en un casamiento íntimo, con unas buenas morcillas
fabricadas artesanalmente por las diestras manos pueblerinas que hacen de la
matanza del cerdo un arte, aceitunas aliñadas, criadas en buena orza con la
boca abierta tomando el sabor del tomillo, del romero, cáscaras de limón y de media
cabeza de ajos, le dan un sabor especial.
Melón de la Mancha
Todos estos aditamentos llevados a la boca con
unos trocitos de melón traído de la Mancha, que chorrea el dulce caldo jugoso,
cuando nuestros molares hacen presa sobre ellos, dejando lentamente que el
aderezo invada nuestra boca y se convierta en manjar celestial;
boqueroncitos
fritos, cascos de naranjas, pimientos verdes y rica panceta, e incluso
algunos taquitos de jamón serrano traído de Trevélez, unas buenas lonchas de
queso, y unos cogollos de lechuga aderezados con aceite de oliva y unos ajitos
fritos, actúan de complemento indispensable para dar mucho más realce a este
rico manjar.
“Las migas de pan a dos vueltas
están, las del pastor cuanto más vueltas mejor”. “Donde pan pones migas
quedan”.
Podría seguir citando más refranes
que nos dan perfectamente a entender la importancia del pan, que juega un papel
valioso en la confección de las migas, como elemento básico.
Hay una frase que se suele usar
cuando existe concordia, cuando las personas se llevan bien, cuando se consigue
que haya una buena relación: “hacer buenas migas”.
Hoy he sacado la conclusión de que la
finalización del primer trimestre, se haya realizado, como se viene haciendo
desde hace muchos años, como no podía ser de otra manera, celebrando las tradicionales
MIGAS, para hacer realidad este dicho popular: “hacer buenas migas entre todo
el profesorado”.
Si las relaciones en algún momento se
han visto atenuadas con los compañeros, con las migas de hoy, todo vuelve a la
normalidad e incluso la hermandad, armonía, la concordia y las buenas
relaciones se reconducen al cauce de la
serenidad, y la fraternidad vuelve a reinar entre toda la comunidad educativa.
Las migas es una comida humilde pero
muy nutritiva y popular, hechas para las clases más modestas, que encaja
perfectamente en el Pensamiento en el
que se basa nuestra pedagogía manjoniana; así comenzó en el barrio más popular de Granada, en el Barrio del Sacro Monte,
El lugar más idílico de Granada
se atienden a todas las clases sociales, sin discriminación de razas,
creencias, nutriendo a través de una Pedagogía lúdica, activa por parte del alumno y del profesor, metódica, campestre, al aire libre, y potenciando los valores que hacen a las personas completas, corporal y mentalmente dignas de ocupar un puesto en la sociedad tan necesitada, hoy día, de este tipo de personas.
Risas y carcajadas abiertas es el
decorado que envuelve esta comida dentro del mejor ambiente que se puede dar,
entre unos profesores que disfrutan de la conversación distendida, mientras
este reportero intenta captar los momentos más significativos para que queden
en el recuerdo histórico de unos instantes de laxitud, que forman parte
anecdótica de la memoria de una jornada más, que ennoblece al cuerpo avemariano
de la Casa Madre.
Los mantecados, hojaldrinas, bombones
y demás dulces propios de estas fiestas, que en el día de hoy han dado el
campanazo de salida, junto al complementos de los licores que les acompañan dan
más energía, incluso para hacer una ola humana que arrancando de un extremo se
desliza cogiendo de improviso a aquellos que siguen azorados en sus conversaciones más íntimas.
El cuerpo de las bellas señoritas educadoras,
encabezado por Juanmi, y demás educadores, le dieron un color especial, en determinados momentos, a
la celebración, con sus aplausos enfervorecidos, ante cualquier situación espontánea,
que se presentaba, como la respuesta, de unos novios que están en capilla ante
una petición del grupo,
¡Que se besen! ¡Que se besen! No se hacían mucho de
rogar para que se convirtiera en realidad.
Con las copas llenas de “champán”,
levantadas al aire, haciendo chocar los vidrios, acompañadas por las palabras
emotivas del director, D. Antonio Casquet Chacón
con las que unía al numeroso
grupo en una felicitación navideña, animando a que aprovechen estas vacaciones
para relajarse y almacenar fuerzas para seguir con la trayectoria del curso.
Abrazos de despedida, a los que me
uno con una enorme pancarta en la que aparece: FELICES FIESTAS, QUE LA PAZ, LA
ARMONÍA REINE EN VOSOTROS Y EN VUESTRAS FAMILIAS PARA SIEMPRE.
José Medina Villalba
REPORTAJE FOTOGRÁFICO