Este año, durante la primavera, hemos
estado jugando al escondite, el entretiempo y los habitantes de esta ciudad de
Granada, y digo esto, porque lo mismo aparecía un día de temperaturas que no, correspondían realmente con la época en la que nos encontrábamos, otros en los que
las ranas, como decía un humorista, tenían que llevar cantimplora, por la
enorme sequía, y últimamente, estos mismos batracios disfrutaban, a todo placer, por la cantidad de agua que ha caído, para satisfacción de campesinos y
urbanos.
Facultad de Filosofía y Letras de Granada
Tenía una cita, el 17 de mayo, en la
Facultad de Filosofía y Letras, a las doce y media, para asistir a una
importante entrevista, pública, que iba a realizar la Catedrática de Literatura
de esta Facultad, Dñª Amelina Correa Ramón, con el Catedrático de Literatura de
Universidad Complutense de Madrid, D. Ángel Gómez Moreno. (Hay que aclarar que no existe ningún
vínculo familiar, ni de otro tipo, con nuestro granadino Manuel Gómez Moreno)
Dñª Amelina Correa y D. Ángel Gómez
El día anterior, D. Ángel, había cerrado el ciclo de Conferencias dedicadas al V Centenario de la muerte del Rey Católico D. Fernando, en la Madraza, con el título: Los retratos literarios del Rey Fernando el Católico.
Conferencia de D. Ángel Gómez Moreno, con el título: Los relatos literarios
del Rey Fernando el Católico.
del Rey Fernando el Católico.
Este acto, organizado por el Decanato de la propia Facultad, (a través de su Vicedecana de Actividades Culturales e Investigación) en una nueva edición del ciclo el “Intelectual y su memoria”, cuya iniciativa ha corrido a cargo de Rafael G. Peinado Santaella.
El martes, día 17 de mayo, el sol
lucía en todo lo alto y sus rayos se dejaban sentir en los cuerpos. Una vez
dejado el vehículo, que me había traído, comencé a penetrar en el recinto de
esta Facultad, teniendo el honor de
pisar, por primera vez, éste Centro de intelectualidad filosófica y literaria.
Mi cámara, no tuvo más remedio que captar
las escenas que se le ofrecían a la vista: una fachada moderna del edificio
correspondiente a la Facultad, unos jardines pletóricos de rosales en plena
floración, el verde intenso de la arboleda, cuya hojas, recientemente lavadas
por las últimas lluvias, brillaban con gran intensidad, los alumnos que acudían
a clase, y la catedrática que iba a realizar la entrevista, Dñª Amelina, junto a su esposo, en esos momentos hacían acto de presencia.
Dos poetas, Dñª Amelina y Elena
Sobre un basamento se encuentra la
cabeza, en bronce, de la poeta granadina, Elena Martín Vivaldi, junto a ella posaría
otra gran poeta, la Catedrática, Dñª Amelina Correa.
El empedrado que compone el escudo de
la Universidad, con el águila bicéfala, representando el progreso y el orden,
sirve de alfombra para ascender al interior.
Gran pasillo de la Facultad
La Facultad, es grandiosa, posee unos pasillos enormes y el bullicio de los alumnos, que deambulan, de un lado para otro, me hacen rejuvenecer, acordándome de aquellos años pasados, en los que el recuerdo de mi adolescencia, también se deslizó por los corredores de otra Facultad granadina, la de Medicina.
De pie, primero por la izquierda, José Medina Villalba, época de estudiante en la Facultad de Medicina.
Grupo musical
Hay un grupo que pretende dar un concierto, mientras, acoplan los instrumentos.
La Sala de Federico García Lorca, donde
se va a realizar la entrevista, no es excesivamente grande, pero es bastante
acogedora. Butacas tapizadas en colores claros, grandes cortinajes para cubrir
las enormes cristaleras, fotografías alusivas a García Lorca,
tarima de madera,
y un enorme tapiz, a la cabecera de la tribuna, con el águila bicéfala,
coronada, los elementos de las columnas de Hércules, con el Non Plus Ultra, y el parte
inferior, en cada una de las esquinas, una granada.
Hay dos grandes pantallas para recibir
las proyecciones que desde el portátil enviará el conferenciante, y sobre la
larga mesa, micrófonos, botellines de agua, copas de cristal, y el portátil.
La presidencia la componía: a la
izquierda, el Decano de la Facultad, D. José Antonio Pérez Tapia, en el centro,
Dñª Amelina Correa Ramón, y a la derecha, D. Ángel Gómez Moreno.
D. José Antonio Pérez Tapia
Dio comienzo, con las palabras del Decano, felicitando a las Cátedras de Domingo García Ortiz, la Cátedra de Federico García Lorca, y otros organismos, por las diversas actividades desarrollas durante el curso,
siendo grato, para nosotros, tener aquí la figura
del profesor Ángel Gómez Moreno y la conversación que van a sostener, sobre su trayectoria académica y humana, y mi agradecimiento a todas las personas
que habéis hecho posible este acto, y a todos ustedes en esta mañana, que ya
podemos decir es primavera de verdad, y poder contar, ahora y en adelante, con este
documento.
Dñª Amelina, saludó al Decano, a la Vicedecana de Actividades Culturales y de Investigación, y a los presentes.
Como punto de partida, dio la bienvenida a una
nueva versión del ciclo “El Intelectual
y su Memoria”, y de las muchas personas que han pasado, dejando inscrito su
nombre, en la Historia del Pensamiento y de la Cultura Hispánica.
El doctor, D. Ángel Gómez Moreno
Nos visita en esta ocasión el Catedrático de Literatura Española, de la Universidad Complutense de Madrid, Ángel Gómez Moreno, que les hará, a través de nuestra conversación, un poco más sabios y más críticos.
Me voy a permitir,
dar comienzo, con unos versos que nos dejó, allá por 1990, otro ilustre
visitante, con su voz y sus palabras.
(Para que yo me llame Ángel González)
"Para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinocios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos".
"Para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinocios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos".
(Hacer una recopilación de esta magnífica entrevista, e
incluso un resumen, sería tan prolijo como querer sacar el agua de un pozo, con
un pequeño acetre en el espacio breve de una hora.
En este caso, -valga el símil- el pozo con el contenido del
agua, sería la gran sabiduría del profesor Ángel Gómez Moreno, y el atrevido acetre,
sería mi limitada capacidad, para traer a colación, en este archivo, su
extenso mensaje. Pinceladas sueltas y a veces deshilvanadas, serán el
testimonio de esta entrevista, para que quede constancia)
A raíz de esto.
- ¿Qué ha sido necesario para que se conforme el ser humano,
el ser académico, el profesor Ángel Gómez Moreno?
-Quizás unos compañeros de clase, unos profesores, uno de ellos, D. Cesáreo, con un corazón extraordinario, me puso una tema de tesis, una niñez, pero sobre todo me conectó con lo más granado del hispanismo, con las filologías románicas y otras disciplinas, la relación con personas que me han servido de estímulo, de acicate, yo poco mérito poseo, pero sobre todo, tengo que hablar de mis padres, en concreto de mi madre, que ha influido en mi vida, mis dos últimos trabajos tienen como base la memoria prodigiosa de mi madre.
-Es muy importante tu vinculación con el mundo rural, con tu afición por la botánica y por el mundo de la literatura.
-Realmente sé más de plantas que del resto, la afición a la
botánica me viene de mano de mi madre, de tal manera que cuando sale a dar un
paseo conmigo, me dice:
Cerraja
Cerraja
-Mira, hijo, una cerraja, buena para las caballerías.
Una vez me llevaron a
un Congreso para hablar de los Reyes Católicos, y hablé de plantas en la
Alhambra.
San Jerónimo
En una visita a San Jerónimo, manifiesta Amelina, estaba más interesado por el beleño, que por las explicaciones artísticas del lugar.
Beleño
El beleño tiene unas semillas con propiedades antrópicas sofocantes.
Cuanta una anécdota, de D. Ramón Menéndez Pidal, comentando con los grandes y expertos árabes en Aristóteles, dijo unas frases en latín, que nadie entendía, hasta que uno de ellos dijo, beleño, está en mi pueblo.
D. Ramón Menéndez Pidal
-Cómo podrán ustedes observar, Ángel es una persona treméndamente polifacética.
-Ángel, ¿cómo te gusta que te definan?
-Yo soy un poco fantasma, yo no me alimento de palabras ni de
etiquetas, simplemente como Ángel Gómez Moreno, me gusta conversar con la gente,
compartir el vino, me identifico con la Botánica y la Literatura.
Ahora estoy liado con una planta llamada genciana, con propiedades curativas estomacales, se cultiva esta joya por Segovia.
Genciana
El acónito anapelo y en acónito pulparia, mata lobos, es la planta más venenosa del mundo, más que la del curare del Amazonas, esta es una de mis plantas favoritas.
Destaca la figura de Piero della Francesca, y un cuadro de él, atribuido a Pedro Berruguete, es el noble
bibliófilo, culto, que tiene una biblioteca extraordinaria, el hombre del
renacimiento, el más exaltado por los humanistas.
Libro escrito en pergamino
-Vespasiano decía que todos los libros tenían que estar escritos en manuscrito, sobre pergamino, impresos no, y de gran tamaño.
-Esto me lleva a la siguiente pregunta, que eres un gran amante del arte y de los libros, eres un gran bibliófilo y un gran amante del arte.
-¿Me puedes hablar de estas dos facetas interrelacionadas?
-Algunos amigos míos hacen del libro un objeto de culto y yo
he aprendido de ellos. Hizo una relación de los libros más importantes que
posee, de difícil adquisición, así como con las obras de arte.
Manifestó, que posee un documento del año 1404, escrito por un notario zaragozano, cien años antes que la humanística comenzara a tener fuerza en España.
-Actualmente trabajas más en la época del siglo XVI.
Alfonso XIII
-Normalmente suelo escribir, sobre lo que no sé mucho, me pongo a leer, me tiro dos años leyendo, y cuando tengo las ideas más claras me lanzo, pintura y literatura, artes plásticas, ahora me he metido en un berenjenal sobre Alfonso XIII, un artículo de laboratorio, que ya no se lleva, creo que es una época fascinante.
A raíz de la lectura de un verso sobre, “Bárbara niña,
presiente su martirio”, que pertenece al libro, Devocionario, de Ana Roseti, cuyo
comienzo es: no hubo otro rubí más incesantemente codiciado,
que aquel que por mi cuerpo tumultuoso y núbil, y sabía que toda la hermosura y el peligro se encontraba allí, como en todos los sueños de los mártires….
que aquel que por mi cuerpo tumultuoso y núbil, y sabía que toda la hermosura y el peligro se encontraba allí, como en todos los sueños de los mártires….
Trabajo de la fotógrafa OUKA Leele
-Hace unos años relacionaste este Texto de Ana Roseti, nada más que con el trabajo de la fotógrafa OUKA Leele.
-¿Nos podrías hablar de este trabajo?
- Se puede representar de varias maneras, pero en este caso, pasando a un peregrino en una embarcación, traigo esta imagen porque es el
punto de partida de mi libro.
El Cid Campeador
Se refiere, durante su comentario, a exponer diversas escenas, como cuando el Cid va a postrarse delante de Santiago de Compostela, y al volver se encuentra con la gente discutiendo, porque un leproso quiere atravesar el río, le cubre con su capa y le pasa.
El Cid Campeador
Se refiere, durante su comentario, a exponer diversas escenas, como cuando el Cid va a postrarse delante de Santiago de Compostela, y al volver se encuentra con la gente discutiendo, porque un leproso quiere atravesar el río, le cubre con su capa y le pasa.
Zeus
La escena del cazador que intenta matar a un ciervo y éste le dice si tu me matas, matarás a tu padre y a tu madre… Aparecen también personajes mitológicos como Hércules, Zeus…, hizo relación a las santas y su virginidad, Santa Paula de Ávila, que se encontraba acosada por un tío, rogó al cielo y de pronto le salió una barba, la mujer barbuda, María Coronel,
El tambor del Bruch
Hace mención también, al Quijote, al tambor del Bruch, que espantó a las tropas francesas tocando el tambor en un desfiladero, y de otras películas como, el Príncipe Valiente, o el Niño que Amaba los Caballos
-Una de las características de Ángel Gómez Moreno es la de Interrelacionar Arte y Literatura, Arte y Cultura en el sentido más amplio, y en este aspecto hay un artículo tuyo que me impresionó bastante titulado: La Revaluación de Juan Valdés claves de…, con las danzas macabras de la muerte, memento mori, la figura de la caridad, la figura de D. Juan de Mañara…
-Ya que eres un historiador de la cultura.
-Este artículo habla de lo mío, del vino, porque me aclara un
montón de secuencias.
Cuando me preguntan:
-¿Qué método sigues, en el trabajo de tus artículos?
-Intento darle a cada palabra, a cada laguna, el lugar que le corresponde; en algún lugar puede ser el conocimiento del vino, en otro lugar puede ser, la historia de Shakespeare, la raza judía..., en el caso concreto de Juan Valdés Leal, ese artículo que está en la red, lo que hago es mostrar como la tradición, no es la que se ha expresado en los trabajos serios, hay algo más, sobre todo, elementos nuevos, que corresponden al momento en que se hace este cuadro, como es el anti-intelectualismo que nace con los cistercienses, con frases como ésta: "no te esfuerces en estudiar, cuando te mueras sabrás la verdad".
Franciscanos y Jesuitas
Alude, en otro momento, a los listos de los franciscanos y a los listos de los jesuitas, son de la misma condición, soberbios.
Surgen los nombres de Fray Luis de León, la Epístola Moral a Fabio, hizo alusión a su familia, mi padre pastor, murió hace poco con noventa y tres años, mi abuelo pastor, mi madre una campesina.
El haya
El sauce llorón y las hayas también ocuparon su lugar, en el paisaje de la bucólica; hayas por todas partes, la margarita también tuvo su sitio, en esta amplia y profunda conferencia, y en los lugares donde predominan estas plantas.
La expresión, "amarga como las tueras" la utiliza Cervantes, y es
la que usaba mi madre.
La algarroba El algarrobo, planta que abunda a partir de Murcia en adelante, y en las Baleares, su fruto se utiliza en pastelería, lo compraba, cuando pequeño, en el kiosco y las semillas eran los proyectiles que utilizaba con el tirachinas; cuatro docenas hay que meterlas en un saco, y no se las comerían media docena de elefantes.
-Vamos a ir terminando con la entrevista, dice Amelina.
-Ahora, no, que estoy entrando en faena, ten en cuenta que no
hemos hablado del vino.
-Tu eres una persona muy vocacional, pero al mismo tiempo,
eres una persona muy humilde, a pesar de que eres sabio entre los sabios.
-Tu te considerarías, a la manera de Gonzalo de Barceo, recompensado con un vaso de buen vino.
-Pues si, me gusta mucho y sobre todo, compartir con las personas que quieres; no espero a que mi hijo haya sacado la carrera, no, la mejor botella la abro con el mejor amigo.
-Tu te considerarías, a la manera de Gonzalo de Barceo, recompensado con un vaso de buen vino.
-Pues si, me gusta mucho y sobre todo, compartir con las personas que quieres; no espero a que mi hijo haya sacado la carrera, no, la mejor botella la abro con el mejor amigo.
Al hablar del vino hace referencia a Rinconcete y Cortadillo, cita también un pasaje del Arcipreste en el que se habla del vino.
Explica cómo se hace el vino tinto, el proceso para aclararlo;
hay vinos que tienen la virtud de devolver la salud hasta a los muertos.
-Pregunta final con connotación doble, por un lado, en estos
tiempos tan inciertos que atravesamos.
-¿Se te ocurre algún argumento sólido, en defensa de las humanidades, y por otro que le dirías a los estudiantes de Filología Hispánica, estudiantes que de manera vocacional aman la literatura, pero que ante ellos se presenta un panorama bastante incierto?
Atapuerca
Lo primero, frente a lo que dicen muchos desinformados, las humanidades generan un volumen de negocio superior al de las Ciencias en España. Atapuerca ha generado más ingresos que los trabajos realizados por los ingenieros en cualquier provincia.
-Hay plazas en todas partes para nuestra especialidad.
A los estudiantes, yo les diría que hagan un poco de Historia
Antigua, y otro poco de Literatura, y otro poco de Lengua Española, porque hacen
falta lectores.
Dñª Amelina, dio las gracias al conferenciante, por compartir entre nosotros su sabiduría, a todos por su asistencia, el haber podido compartir la erudición de este sabio de la tribu, y a él por dejarse caer por Granada.
-El que quiera pueda venir por casa, y le obsequiaré con uno
de mis mejores vinos.
El que suscribe, este artículo, pidió la palabra para comentar una anécdota con respecto al vino tinto.
Siendo niño, me mandó
mi madre a por un cuarto de litro de vino tinto, al Portalón. Esta bodega se
encontraba situada en el Peso de la Harina, próxima a la entrada al Sacromonte.
Había una tienda contigua, en aquella época, aquellas tiendecitas eran
supermercados en miniatura, lo mismo podías comprar, carbón, que un litro de
vinagre, un alfiler, un peine, un racimo de uvas, o una loncha de queso, de un cuarto
de queso que es lo que solía haber en la tienda.
Pellejos de vino
Nada más entrar al Portalón, se mascaba el olor a vino, pero vino peleón, había unos enormes pellejos que contenían el morapio, que a mí me impresionaban, carteles de toros, en las paredes, de las corridas del Corpus, y sillas de anea sin espaldar, donde los trabajadores, cuando volvían de la faena diaria, se tomaban su cuartillo de aquel vino peleón, antes de volver a casa, como paño edulcorante para cubrir las penurias y amarguras, debidas a los tiempos que se atravesaban.
Volví a casa con mi
cuarto de vino, sin haberme fijado en el color de lo que portaba.
-Hijo, esto no es lo
que yo te he dicho que me traigas.
-¡Pepe, mi madre dice
que es tinto!
-¡Ah,sí!
¡No te preocupes! metió
la botella debajo del mostrador, y en menos que canta un gallo, me lo devolvió,
convertido en otro color.
-Bueno, -dijo el conferenciante- hay plantas que pueden cambiar
el color del vino blanco, y eso es lo que hizo el bodeguero.
A raíz de lo sucedido, contó un suceso que le ocurrió a su padre en la contienda española, en la batalla de Teruel. A un soldado lo dieron por muerto, víctima de un disparo, acercándose a él un compañero, le dio a beber un trago de coñac y raudo y veloz se levantó y fue a dar el parte, a la tienda de campaña, donde estaba el jefe que mandaba la tropa.
Mi padre era un buen amante del vino, cualquier vino por el
que se le preguntara, siempre decía, ¡es bueno! ¡es bueno!
Litro y medio, al medio día, para almorzar y otro tanto para
la cena.
Vídeo completo de toda la entrevista
José Medina
Villalba