El vocablo saeta puede tener varias acepciones y tratándose del tiempo, que durante unos días nos envuelve, va a estar muy en boga, porque saeta al traerla hoy a estas páginas no va tener otra connotación sino la de manecilla, y al mismo tiempo de brújula; dejemos pues, aparte el dolor, la tortura desgarradora con que se lanza al aire desde cualquier balcón, ventana enrejada de las callejas albaicineras, al paso de los Cristos y Dolorosas, los ayes desgarradores que se clavan como dardos en los que las escuchan.
El Realejo, el barrio más semanasantero de Granada.
Huele a incienso, en el ambiente callejero hace días se respira algo que no se percibe durante los demás días del año, lo dice el que escribe que vive en el barrio más semanasantero de toda Granada, por no decir de toda Andalucía.
Huele a incienso, en el ambiente callejero hace días se respira algo que no se percibe durante los demás días del año, lo dice el que escribe que vive en el barrio más semanasantero de toda Granada, por no decir de toda Andalucía.
Atardecer desde el lavadero de la Puerta del Sol
Mi barrio es castizo, guarda el sabor de tiempos pasados, sus callejas estrechas, cuando te introduces en su corazón; sus cármenes derraman por sus tapiales el perfume de las flores que encierra en su interior; sus tertulias, la movida de la compra por la mañana, el chismorreo de las vecinas que se detienen para contarse los sucesos ocurridos más recientemente, el amanecer y el atardecer, las puestas de sol desde los miradores, un sinfín de cosas que hacen que esto no sea un barrio más, sino una gran familia, que vive en una gran casona amueblada ricamente.
a los judíos, que en tiempos pretéritos, vivieron en este barrio.
Sin embargo, algunas mentes “preclaras”, especuladores de la pala, el pico y cemento, le han dado sus buenas “puñaladas”, para enriquecerse a costa de un lugar donde hace siglos vivieron los “greñuos” , y a los nativos de aquí así se les sigue reconociendo.
-¿ Cómo se llama este barrio?
-Cómo se conoce que no eres de
“Graná".
EL REALEJO.
Los costaleros practicando en los días previos a la procesión.
Por los alrededores de la Iglesia de Santo Domingo, he visto el preludio de la Semana Santa: oficios religiosos, bandas de música después de imponer las medallas a los nuevos hermanos de ésta o aquella cofradía, ensayos a altas horas de la noche portando los costaleros los tronos cargados de sacos de arena, con el peso equivalente a la figuras que tendrán que soportar sobre sus cerviz, celebraciones de aniversarios, portadores de faroles, enseñas, estandartes, navetas…, ricamente enriquecidas con los trabajos plateados de la orfebrería granadina, que han pasado la criba del abrillantamiento para despertarlos del sueño placentero de todo un año.
Valle de Valparaiso
Mi saeta hoy está en el Albayzín, yo diría, más bien, en el bajo Albayzín, donde arranca uno de los valles más preclaros y hermosos, donde pudo estar al principio de los tiempos, el llamado “Paraíso Terrenal”.
Simulacro de mantilla
Capuchón de penitente
Durante estos días ha habido un movimiento especial, los chicos y chicas de las Escuelas del Ave María han estado trabajando en un “Centro de Interés”, sobre el que han girado todas las materias básicas de los programas de enseñanza.
Capuchón de penitente
Durante estos días ha habido un movimiento especial, los chicos y chicas de las Escuelas del Ave María han estado trabajando en un “Centro de Interés”, sobre el que han girado todas las materias básicas de los programas de enseñanza.
El Centro de Interés lo podríamos
titular: “Nuestra procesión”.
Con un derroche de entusiasmo, por
equipos, han ido construyendo todos los elementos fundamentales que tiene que
tener cualquier desfile procesional.
Bajo la dirección de sus profesores, se han construidos los tronos, con todos sus aditamentos, de candelería, imágenes, palio, mantillas para las chicas, capirotes para los chicos, Cruz de Guía, estandarte del Colegio con su anagrama correspondiente.
Por eso he comentado al principio que
nuestra saeta tiene hoy otro significado, manecilla para los alumnos, con sus
manos han elaborado todo lo necesario para ornamentar el desfile mañanero y
brújula como elemento orientador realizados por sus profesores.
Por la Calle San Juan de los Reyes
Por la Calle San Juan de los Reyes
Aparte de los fines pedagógicos que durante estos días se han conseguido con estos preparativos, también hay un trasfondo de Historia y de tipo religioso: los orígenes de estas celebraciones, su sentido religiosos, el por qué de las vestimentas y de los comportamientos, la orfebrería, la elaboración de las velas, la cera, los estandartes, las colmenas, cívicos que habrán de manifestar durante el recorrido, no solo en el interior del Colegio sino en el que harán por todo el barrio....
Las glicinias se derramaban por el muro
La mañana derrochaba luz a raudales, las glicinias, aterciopeladas colgaban sobre el muro, las acacias reventando de flores blancas adornaban el paseo, los jardines del Colegio se habían cubierto con sus mejor colores, hasta las flores habían escalado la estatua de D. Andrés
Hasta las aves habían salido de su caseta, para unirse a la fiesta
y se habían subido a su regazo, las aves que anidan en la caseta del bosque se habían marchado para acudir a lo que se estaba preparando.
Los colores rojos de los uniformes de los
alumnos se asociaban a los morados de los lirios, al malva de los capiruchos,
al negro de los vestidos y mantillas, al verde de las hojas de los árboles del
bosque, recién nacidas, formando una paleta de colores.
El jolgorio era fiesta, sonidos de
tambores y trompeta que ensayan los
toque precisos. La Cruz de Guía que se coloca en vanguardia y unos tronos del
Cristo y de la Virgen, de las Escuelas del Ave María, que hacen su
presencia.
La comitiva se dirige hacia la salida
triunfal al barrio, donde han de lucir sus mejores galas, madres que están
pendientes de la marcha de sus criaturas pequeñas, cámaras, grabadoras y
móviles, que recogen todo lo que está pasando y un atronador aplauso cuando
desembocan, a la salida, en la Cuesta del Chapiz.
Hay escenas y cuadros muy emotivos, que serían modelos para cualquiera que se precie, para dejarlas plasmadas en un lienzo, porque la luz
de Granada es inconmensurable, en cualquier época, pero especialmente esta
mañana.
La luz de Granada es inconmensurable
La luz de Granada es inconmensurable
La Calle San Juan de los Reyes se
estrecha, como queriendo abrazar a la comitiva, algunos vecinos se asoman por
los balcones a contemplar el espectáculo, en algunos rincones, cuajados de
celindas, a falta de incienso, esparcen el perfume embriagador de sus enracimadas
flores, sobre la empedrada rue.
Mientras los altos pinos del Carmen de Torres Molina, enormes, hieráticos con su gigantesco capuchón verde, también quiere participar, asomándose por encima del portón de entrada.
La gran Sultana Alhambra, curiosa
ella, fisgoneadora, husmeante y curiosa, asoma su imagen, por las callejas, no se quiere perder nada del espectáculo, esta mañana bien temprano se ha acicalado con los primeros rayos solares, y su rostro se ha vestido de un rosado, mientras los vivas a
la Virgen y al Señor no cesan.
La Alhambra se asoma por las callejas, se une a la procesión con su peineta
de la Torre de la Vela, y su rica mantilla del Peinador de la Reina.
La Alhambra se asoma por las callejas, se une a la procesión con su peineta
de la Torre de la Vela, y su rica mantilla del Peinador de la Reina.
Por la Concepción, sus monjas se asoman a las rejas mientras la Concha, Virgen que procesionará el Jueves Santo, se estremece desde el interior de su convento, porque ha visto el fervor que hay en su calle.
Sor Josefa, del convento de la Concepción, se asoma a la reja.
Por la Carrera del Carro, los
numerosos turistas, que por ellí pasean, se ven improvisados ante lo que
contemplan sus ojos.
Alguno de ellos le oí decir:
-¿Pero la Semana Santa, no empieza el
lunes?
La Iglesia de San Pedro, el Museo Arqueológico y su leyenda de “Esperándola del Cielo”, ven el cotejo pasar, mientras los fotógrafos se han adelantado para coger posiciones en el Paseo del Padre Manjón, para captar las mejores escenas.
Al Paseo de los Tristes, como corrientemente se le llama, hoy no estaba triste, y el Padre Manjón, nombre que le corresponde sentía, el aire festivo y desde allá arriba se regocijaba de ver, el disfrute de chicos, mayores, viandantes, nativos, y extranjeros, de lo que estaba sucediendo.
Subir la Cuesta del Chapiz para dar
fin al recorrido, y recogerse en su casa, daría pie para que alguno de los
chiquitines mostrara un poco su desenfado por lo extenso del trayecto.
De nuevo por toda la extensión del
Colegio, hasta llegar a la Capilla, en su placeta se darían los últimos
vivas, las correspondientes fotografías de grupo, y unas oraciones de acción de
gracias.
Felicitamos, desde estas páginas, a
todos los que han colaborado, en un tiempo record, en la confección de
atuendos, los que durante el recorrido han hecho que la comitiva marchara en
orden, madres, padres, dirección del
Centro, colaboración de los agentes del Ayuntamiento, logrando que haya resultado un gran evento.
José
Medina Villalba
VÍDEOS Y FOTOGRAFÍAS
La noticia en la prensa del periódico Ideal
José Medina Villalba