ALUMA Y SUS SOCIOS CELEBRAN LA NAVIDAD
En la Navidad no solo se trata de abrir regalos solamente, sino lo más
importante, abrir corazones.
En estos días, un numeroso grupo, de los que siempre se han sentido jóvenes y lo
seguirán siendo, pertenecientes al Aula de Mayores de la Universidad,
se han reunido en una comida de amistad en un céntrico hotel de la ciudad.
Ésta metrópoli admirada
y visitada continuamente por sus encantos naturales, arquitectónicos,
artísticos, paisajístico, tierra llena de lindas mujeres, como pregona a los
cuatro vientos, la canción que dejó para el mundo entero el mejicano Agustín
Lara, que sin conocer esta urbe ya pronosticaba sus encantos.
Monumento dedicado a Agustín Lara
La bella ciudad de Granada
El otoño nos está diciendo adiós, y se despide con la gallardía y gentileza que sabe hacerlo quitándose el sombrero, hecho con el variopinto color de la fronda que ha cubierto durante varios meses la arboleda, para dejarnos una alfombra multivariada de colores, para que nos deleitemos con la musicalidad que desprenden al depositar nuestros pasos sobre ella.
Plaza del Campillo
Carrera de la Virgen de las Angustias
Esta comida no es una más, sino una muy importante, a nivel de amistades la principal.
Las doce de la mañana, en cada casa hay un ajetreo para irse acicalando
y poniendo las mejores galas para asistir, durante unas horas, a una convivencia de fraternidad y amistad,
para un grupo de personas que se conocen de sus contactos en las clases que se
imparten diariamente en la Antigua Facultad de Medicina, en viajes y
excursiones, donde los vínculos se refuerza por la coexistencia y el
entendimiento que se origina por las
muchas horas de convivencia, donde los vínculos se refuerzan en la sintonía y
tolerancia, que hace que la amistad crezca en el día a día.
Antigua Facultad de Medicina en Granada
Para darle el broche de lujo que cierra este año que se nos va, nos
encontramos aquí disfrutando del contacto, las viandas, la inquietud por ver si
me va a tocar en la rifa alguno de los regalos, o el estruendo espontáneo que
surge de una garganta, allá perdida entre el bosque de mesas, cuando ese objeto anhelado se pregona por el
micro que porta Pepe Rodríguez director de la orquesta,
cuyos instrumentos no
son otros sino la satisfacción, la alegría de una colmena de amistad que están gozando de la confraternidad, en una jornada memorable, de un diciembre
cuya hoja del almanaque está, como el pedúnculo de cualquier hojuela, a punto de
desprenderse.
Nada más entrar en el lugar donde se van a tener unas horas de plena
jovialidad, se masca, y empleo este vocablo, porque se palpaba algo en el
ambiente que era, no solo, para disfrutarlo sino para degustarlo y paladearlo.
Una diminuta campanita dorada, cogida con un imperdible enarbolando los
colores de la bandera de Granada, es
colocada en los lugares más visibles de solapas y pechos de caballeros y damas,
como elemento distintivo para dar más solemnidad a este evento.
La campanita de la amistad
La campanita de la amistad
En el hall del hotel se respiraba un aire festivo, saludos compartidos de manos que se aprietan, brazos que se rodean, besos plagados de calor y todos los aditamentos que de una forma efusiva puedan ser el mejor símbolo para expresar la amistad.
Corrillos comentado, no sé cuántas aventuras pasadas, de recuerdos de
antaño contados hogaño, gestos expresivos que dicen más que las mismas palabras,
porque también el cuerpo habla mucho más, a veces, que el propio lenguaje
.
.
Collar humano cuyas perlas son la belleza de las encantadoras damas,
cuyos hilos de engarce son sus propios brazos.
El champán, líquido elemento refrescando gargantas, en sorbos cortos y
pausados para recrear el paladar, y el primer brindis de entrada como clarín
anunciador de una velada fraternal.
El primer brindis
El primer brindis
Después vendrían otros muchos durante toda la tarde, porque brindar es la mejor manifestación del disfrute de todos los sentidos, por lo que es muy importante el choque de las copas para que no quede postergado el único que quedaría al margen, el oído.
El blancor de las mesas y asientos vestidos con los níveos manteles que
los cubrían, bautizadas con nombres de flores y perfumes como elementos que
embriagaran más el ambiente, fueron pronto ocupadas.
Con micrófono en mano, y con un poco de paciencia para que el auditorio
frenara un poco la euforia que embargaba el entorno, nuestro Presidente, Pepe
Rodríguez, dio la bienvenida a toda esta gran familia de Aluma, para desear unas
felices fiesta y prosperidad para el próximo año.
Levantando la copa brindo por la felicidad de todos, por la amistad y el compañerismo, ¡FELIZ NAVIDAD!, al unísono sin previo ensayo, por todos los asistentes una FELIZ NAVIDAD resonó con plena fuerza levantando las copas al aire.
Levantando la copa brindo por la felicidad de todos, por la amistad y el compañerismo, ¡FELIZ NAVIDAD!, al unísono sin previo ensayo, por todos los asistentes una FELIZ NAVIDAD resonó con plena fuerza levantando las copas al aire.
Pronto comenzaron a hacer acto de presencia los entrantes con una crema
de calabaza, esfera de foie y caza; primero aparecieron el foie y caza para
después ser bañados por la crema, parecían diminutos barquitos navegado
por un mar amarillento.
Solomillo Ibérico-Thai, wok vegetal y buñuelos de patata, nada más
escuchar el rimbombante nombre te sientes trasladado a una especie de paraíso,
al majar exquisito de los dioses del Olimpo. Bueno, tierno y jugoso.
Todo bien regado, como no podía ser menos, con refrescos, cerveza,
vino blanco y tinto de la bodega del hotel y para los absolutamente abstemios, agua
mineral.
El complemento del yantar, un rico pastel con la grandilocuente denominación:
Lingote de mango-pasión y canela e
infusión de frutos rojos.
Había que darse una vueltecita por las distintas mesas para comprobar qué grado de ambientación se percibía en la atmósfera, se denotaba en las manifestaciones que los
comensales expresaban en sus rostros; era un estado especial, caras de
regocijo después de satisfacer el cuerpo con los ricos manjares.
La pose adecuada para salir lo mejor posible en la foto, que no era necesaria por parte de ninguna dama, puesto que todas estaban admirables y encantadoras.
La pose adecuada para salir lo mejor posible en la foto, que no era necesaria por parte de ninguna dama, puesto que todas estaban admirables y encantadoras.
La de los enamorados que lo manifiestan espontáneamente, y
los que no lo exteriorizan pero que lo
guardan en su interior.
Este reportero se encuentra con dos compañeras de profesión a las
que admira por su forma de ser y profesionalidad.
Junto con los que no tiene inconveniente en seguir brindando por la felicidad de
todos.
Aquel que mira de reojo porque no se fía mucho de donde irá a parar la
foto. ¡Tranquilo, amigo Juan Valverde! Siempre
será un grato recuerdo esta convivencia, porque bendito es el tiempo en el que
nos dedicamos a una conspiración de amor y amistad.
La alegría plena en los rostros sonrientes de aquellos que están
pensando: “La paz en la tierra se vivirá cuando todos los días del año sea
Navidad”.
El que saluda transmitiendo con su pensamiento un mensaje: “Sigamos
potenciando la amistad, que no sea solo estos momentos de Navidad, mantengamos aquella
mente que tuvimos cuando fuimos niños”.
Con los estómagos, repletos y la euforia de la camaradería compartida comenzaría un segundo acto con el
reparto de premios, para satisfacción plena de los agraciados, y un poco de
frialdad para los menos, pero todos plenamente premiados por las horas de
convivencia plena, que han servido para reforzar los vínculos de amistad.
Se hizo entrega a los premiados en el concurso de fotografía, cuyo
primer galardón correspondió a Mariano Hernández Sánchez, por la obra que
portaba el título de: “A freír espárragos”, diploma y tarjeta valorada en
trescientos euros obsequio de Viajes Barceló.
El segundo premio con el título: “Surcos de vida” correspondió a D.
Francisco Jiménez Moreno, diploma y una tarjeta regalo de doscientos euros,
obsequio de Viajes Barceló.
Sucesivamente se entregaron el tercero y cuarto premio cuyos autores se
encontraban ausentes.
No hay cosa mejor que sentirse niños, con las ansias de ver colmada la
ilusión por obtener un premio de los que formarían parte, como complemento a
este lapso de tiempo.
Había que buscar la mano prodigiosa e inocente que introducida en el
bombo, en este caso una bolsa, sacara el número correspondiente a los diversos
premios.
Una gran señora, que ya está pronosticando para quien va a ser el
premio, “mucho cuidado, que de tongo nada”, se sortea un décimo de lotería, de
los que según el portador del micro, corresponderá a uno de los premiados en el
sorteo de Navidad, introduce la mano en
la bolsa y con la expectación propia del momento sale agraciado el número veinte
y ocho.
Las exclamaciones al unísono, surgían cada vez que salía al aire un
nuevo número y la satisfacción personal del agraciado. Se fueron sucediendo una
cena para dos personas.
Los ¡UUUUUYYYYYYYY!, se sucedían cada vez que salían un nuevo
número, de aquellos que estuvieron a punto de dar en la diana del número
premiado.
Los agraciados no pueden dejar de expresar su alegría y satisfacción no
solo con la manifestación en la sonrisa, sino con los gestos del cuerpo.
Una caja sorpresa correspondiente
al número veinte, parte ya hacia un rincón del salón cuyo afortunado surge del
lugar, cual paloma blanca agitada en las manos, para recoger el galardón
correspondiente, sin dejar de manifestar la alegría que le embarga.
Paradores a elegir para dos personas, fue el estruendo de emoción que
se acogió con un atronador ¡OOOHHHH! que invadió el habitáculo.
Los ánimos se acrecentaban por momentos, los regalos iban creciendo de categoría, y llegó
el de un collar con medallón, hecho a mano por una de nuestras compañeras,
donación expresa de Francis Mangas, la joya lleva un mosquetón de plata, fue
acogido con un sonoro aplauso.
La satisfacción plena se desprendía a raudales por la afortunada premiada,
mientras se deslizaba a recoger el premio.
Todo el equipo organizador a cuya cabeza está el Presidente, Pepe
Rodríguez ha realizado una gran labor para que se pudiese llevar a cabo este
momento de camaradería y fraternidad.
Labor encomiable la de Toñi "la Americana", dama extraordinaria, vivaracha
como ella sola, emprendedora, resolutiva, capaz de levantar montañas de
entusiasmo con un trabajo ímprobo, en el anonimato, magnífico fichaje de Aluma.
Con micrófono en mano hizo la presentación de un sencillo centro de
luz, donado para recoger donativos para una importante causa, que podríamos perfectamente
encajar con aquella expresión de Washington Irving: “La Navidad es la temporada
para encender el fuego de la hospitalidad en el salón, y la genial llama de la
caridad en el corazón”.
Toñi, después de dar las gracia a todos los organizadores, deseando que
se haya pasado un día feliz, dejó en el aire un ¡Viva ALUMA y sus socios!
La mayor parte de las cosas que suelen suceder en la vida tienen un
sentido común, una razón de ser, la sabiduría se rodea de sabiduría, el bien se
acrecienta con el bien, la luz destierra las tinieblas, y la belleza se
incrementa con belleza, por lo que no podía ser menos que la luz del último
regalo fuese a parar a manos de otra dama portadora de lindeza, encanto,
desprendiendo luz a raudales por su
magnificencia, hermosura y belleza, Teresa Trinidad.
La satisfacción plena se observaba en el rostro, después de una comida
suculenta, unos regalos sensacionales y unas pinceladas de solidaridad con los
más necesitados.
Hay una frase evangélica que dijo Jesús cuando haciendo, antes de su
pasión, ayuno en el desierto, fue tentado por el demonio: “No solo de pan vive
el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, para enriquecer
nuestro espíritu”.
Paragonando esta expresión y después de alimentar nuestros cuerpos,
había que digerir lo comido para enriquecer nuestro espíritu, y eso no lo podía
hacer sino la música y el baile.
Mientras unos plácidamente sentados y relajados disfrutan de unas
copas, observando los movimientos de aquellos que dan rienda suelta a sus esqueletos,
bajo el amparo de una luz tenue entre violetas y rojos pálidos.
Mientas, los cuerpos no solo se agitan con el baile sino que acompañan
con las voces la canción que se mece en la pista. “Yo te daré, te daré niña
hermosa una cosa que yo solo sé café”.
La barra del bar así como las diversas mesas que rodeaban la pista de
baile eran sitios propicios para continuar satisfaciendo el cuerpo y el espíritu,
con la conversación animada, y la alegría que se asomaba por la ventana de unas
pieles sonrosadas, plenas de regocijo, alborozo y felicidad.
La euforia y el gozo llegan a enardecer no solo el espíritu, sino el
cuerpo que pronto se manifiesta con un fuerte apretón de brazos.
Así entre risas, cantos, contemplaciones, y divertimento, poco a poco
se fue disipando la tarde hasta llegar a un final, broche de oro, de una jornada
inolvidable.
Este reportero finaliza esta crónica documentada, dando las gracias a
todos por permitirme sacar instantáneas y vídeos, para poder realizar este
archivo que quedará como recuerdo de este evento para la posterioridad, en los anales de Aluma y sus socios, aprovecho para con la copa en alto brindar por la felicidad de todos los presentes y de los que no se hayan podido unir a nosotros en esta fabulosa tarde
Mi despedida no puede ser otra sino aquella que dijo nuestro genial “loco”
D. Quijote, cuando llegó a la venta y fue ayudado por las doncellas para quitarse la armadura. NUNCA HUBO CABALLERO DE DAMAS MEJOR SERVIDO.
En este caso el atrevido es este reportero que pone en su boca, plagiando la de nuestro
genial hidalgo. "NUNCA ME SENTÍ TAN CABALLERO, POR DAMAS MEJOR SERVIDO.
Gracias a todos por vuestra generosidad, feliz Navidad y que la paz y
la tranquilidad reine en este próximo 2019, que está a punto de dar a luz.
José Medina Villalba
REPORTAJE FOTOGRÁFICO. FOTOS Y VÍDEOS
José Medina Villalba