Las figuritas que habían estado
durmiendo el sueño de todo un año, cuidadosamente envueltas en papel de
periódico, ahora de nuevo tomaban vida en nuestro “Portalico de Belén”.
El pastor con sus ovejas, las lavanderas en el río, la matanza del marrano, el molino de viento, las casitas, la cueva con la mula, el buey, la Virgen, San José, el Niño Jesús, los Magos de Oriente, el Castillo del Rey Herodes, el viejo cagando, el pastor con la gallina, los que adoran al Niño delante del portal, la estrella de oriente, el labrador arando, el herrero en la fragua…, todos fueron ocupando sus respectivos lugares, en el momento de montar el belén en casa.
Todos ocuparon sus lugares respectivos....
Mi barrio, el Albayzín, es un auténtico belén. En más de una ocasión he cerrado los ojos y su imagen ha ido pasando por mi mente como una remembranza de la ciudad de Belén.
Miraba desde el Cubo de la Alhambra...
Miraba, desde el Cubo de la Alhambra, hacia ese conjunto de casas que constituyen el Albayzín y lo veía como un gigantesco “Portalico de Belén”. Decidido en convertirme en un personaje más de los que constituyen cualquiera de los belenes, que en hogares e iglesias se montan en estos días, me revestí con una manta de lana, me calcé las albarcas, los peales cubrieron mis pies, con la cachava en la mano y el zurrón en el hombro, comencé a caminar, como un pastor más.
Mi imaginación, tomando alas, volaba y se metía por las estrechas callejas albaicineras, como si fuera un pastorcillo más de este conjunto urbanístico y monumental belén, deseoso de conectar con todos los personajes y llegar finalmente a la cueva donde quiero adorar al Niño recién nacido.
Por el río Darro están las mujeres con sus tablas de lavar, jabonando la ropa, otras tendiéndola en el romero, mientras los peces beben y beben en el río. El río de los belenes tradicionales tiene sus patitos, este belén albaicinero tiene gatos, que también son animales dignos de estar en este grandioso “Portal”.
En este "Portal de Belén" los gatos sustituyen a los patos
Mientras subo la Cuesta del Chapiz, escucho los gruñidos de un cerdo que, “de matute”, están matando en una casa de vecinos mientras las mujeres se afanan en limpiar las tripas que después servirán para embutir las morcillas.
Matanza de matute, de un cerdo en una casa del Albayzín
No podía faltar, como en cualquier belén, el cagón que, en el Callejón de los Frailes, está haciendo sus necesidades.
El molino, del belén albaicinero, con sus enormes piedras de moler el trigo, las encontramos en la puerta del Molino del Negro en la Cuesta del Chapiz.
Molino del Negro
Todavía resuenan en mis oídos, en el silencio de la noche, cómo sonaba la gruesa rueda que giraba sobre otra movida por el agua de la acequia de San Juan y el sonido del agua me adormecía, cayendo en brazos del dios del sueño. Veo los pequeños huertos de los cármenes albaicineros y a sus moradores recogiendo los productos de su cantero;
Sacando agua del aljibe, es el pozo del belén albaicinero
más arriba un grupo de vecinas se afanan en pequeñas discusiones, mientras sacan el agua del pozo de su calle; en el Albayzín, el pozo de los belenes, son las diversas aljibes distribuidas por todo el entorno. "En mi recuerdo y en el de abril, cómo resuena mi voz de niño, por los aljibes del Albaicín".
Por la calleja estrecha de S. Martín viene la manada de cabras de Miguel Peña, el cabrero del Albaicín, Miguel trae a hombros un cabritillo parido recientemente en los altos de San Miguel donde, diariamente, van a pastar las cabras. Miguel Peña es el pastor de este belén viviente.
Las mozuelas, pastoras del belén albaicinero, bordan las mantillas de tul
para lucirlas cuando vayan al Portal.
Las mozuelas, en las puertas de las casas, bordadoras en tul en los bastidores, perfilan y bordan las maravillosas mantillas, que elegantemente lucirán en las corridas de toros, para realzar la belleza femenina que conserva el embrujo de los ojos moros, y para ir esta noche al Sacromonte donde en una cueva nace un Niño.
La esbeltez de las torres de las iglesias, sustituye a los minaretes de
los belenes tradicionales.
Minarete de la Iglesia de San José, en el Albayzín
El muecín en lo alto del minarete llama a la oración. En nuestro barrio, la esbeltez de las torres de las iglesias se dirige hacia el firmamento, sus torres son flechas que con estilo rompen el cielo. Suenan las campanas del reloj, en la torre de la Iglesia del Salvador, golpe tras golpe, marcan las doce del mediodía, una anciana se dirige al portal, de pronto se detiene para rezar el “Ángelus”.
María la panadera del Horno del Moral
Huele a pan recién sacado del Horno del Moral, el panadero mayor del Albayzín, con los serones de su burro repletos de panes los va repartiendo. Puedo oír el murmullo de la gente y los pregones que salen de la pescadería y del mercadillo, con sus tenderetes cubiertos por coloridos toldos, en la plaza más importante del barrio, Plaza Larga.
¡Niñas, vamos a la rica “pescá” de Motril! ¡boquerooones como la plataaa! Se oyen los golpes del martillo, sobre el yunque, y el horno de la fragua poniendo el hierro al rojo vivo para doblegarlo y someterlo a la voluntad del artesano, construyendo la reja donde los enamorados, en las noches de la primavera, harán requiebros amorosos bajo la luz de una luna llena.
El golpeteo de las lanzaderas del telar moruno, del maestro Barragán, en la Cuesta de la Alhacaba me llama la atención y puedo observar cómo va manejando, lizos, levas y pedales, para confeccionar una bella jarapa.
Cecilio, el alfarero de Fajalauza, moviendo los pedales de su torno levanta, como por arte de magia, la pella de barro y dándole forma construye diversos objetos.
La ermita de San Miguel, el castillo de nuestro belén albaicinero
El castillo del Rey Herodes, también tiene su lugar. En lo alto del Cerro del Aceituno, en tiempos pasados, hubo un torreón, ese es el castillo del Rey Herodes de nuestro belén albaicinero.
San Miguel es el ángel de nuestro portal, que aplasta al malvado Herodes
Ha ocurrido un suceso importante, en nuestro Nacimiento, el Arcángel San Miguel enterado de la maldad de Herodes lo tiene doblegado y bajo sus plantas atado con cadenas. Éste es el ángel de nuestro belén. He visto pasar a los tres magos. El primero, Melchor viene montado sobre una burra. Melchor le llevó al Niño oro metal muy preciado y valioso.
D. Andrés Manjón es el Rey Melchor de nuestro belén viviente
Nuestro Melchor es D. Andrés Manjón que le ofrece, al Niño Dios, el oro de su Pedagogía redentora, y busca formar personas completas, corporal y espiritualmente, con la educación.
Manuel Benítez Carrasco, nuestro Rey Gaspar
Gaspar le ofreció incienso, perfume aromático, con su olor balsámico produce un ambiente que tranquiliza y enriquece. Nuestro Gaspar es el poeta albaicinero, Manuel Benítez Carrasco, el incienso de su poesía y la forma, “su generis” de recitar, embarga y cautiva el espíritu del que la oye. ¿Y Baltazar, el mago que le ofreció mirra, cuyo significado era el sufrimiento que como humano habría de padecer?
El abandono del barrio es nuestro Rey Baltazar
Nuestro Baltazar, viene andando este mago está representado por todas la gentes del barrio que, en el trascurso de los años, han sufrido las penurias de un barrio abandonado.
Las gitanas se pusieron sus batas de cola
Por el Camino del Sacro Monte, las guitarras comenzaron a afinarse, las gitanas se pusieron las batas de cola y del cerro bajaron las familias enteras para unirse a la comitiva en dirección a la cueva.
Pedro Soto de Rojas, el poeta de la Casa de
los Mascarones, llama a José de Mora que está terminando de tallar el Cristo de
la Misericordia, vive dos puertas más abajo.
Cristo de la Misericordia, de José de Mora
-José, la gente va al Sacromonte a adorar al Niño, que dicen ha nacido en una cueva, ¿vienes? José soltando la gubia y el martillo se une a Pedro. La nieve caída durante la noche ha dejado su manto níveo cubriendo todo el barrio.
D. Antonio Sánchez Santiago el médico de los pobres, se quita la bata blanca, deja el fonendo en la mesa y se une a la cuadrilla.
Estrella y Enrique Morente cantan por bulerías en la Plaza Aliatar
Al llegar a la Plaza de Aliatar se detienen, un cante por bulerías brota de la garganta de Enrique Morente que, al alimón, canta con su hija Estrella un villancico. Por la calle Panaderos llega “La Porrona” cantando por alegrías: Ay mare que me perdí/ yo vivo en el Albayzín/ orilla de Plaza Larga/ y enfrente del cafetín.
"La Porrona" viene cantando por alegrías
Con aquellos cantes, el frío por momentos se atenuaba y el conjunto de albaicineros iba creciendo; de la Placeta “La Charca” salían cada vez más gente. Carmela, “La Pasteles”, repartiendo mantecados, Pepico el practicante, jeringa en mano, dejando con el culo al aire a un cliente, Pepe el tintorero, con una chaqueta recién tintada para entregar,
Torcuato, el del bar de las cuatro esquinas se une a la comitiva
Torcuato, el dueño de la tasca de las cuatro esquinas, con una botella de anís desde lejos gritaba: ¡esperad!
Chorrojumo se bajó del podium
Al llegar al peso de la Harina el tumulto era tal que había que poner orden. Chorrojumo se bajó del podium desde donde vigilaba la entrada al Sacromonte.
D. Antonio, “El sargento Colomera”, con semblante agrio muy característico en él, y su gran mostacho, acompañado por una pareja de guardias civiles, intentaban poner orden.
D. Andrés Manjón y su médico D. Víctor Escribano
D. Víctor Escribano, el famoso cirujano amigo íntimo de D. Andrés Manjón, salía de las Escuelas del Ave María, donde había pasado, desinteresadamente, consulta a los niños del Colegio,
Puente del Aljibillo
San Juan de la Cruz
se detuvo, miró hacia el final de la Cuesta y por el Puente del Aljibillo, venía San Juan de la Cruz, sí, ese santo Prior del Convento de los Mártires dejó de escribir, “Noche oscura del alma”, para ir a la cueva del belén albaicinero: “En una noche oscura,/con ansias en amores inflamada,/ (Oh dichosa ventura)/ salí sin ser notada,/ estando ya mi casa sosegada”,
Manuel de Falla y el "Amor brujo"
se detuvo un momento, al dar comienzo la Cuesta, porque llegaba detrás de él Manuel de Falla que, dando tropiezos, había bajado por la Cuesta de los Chinos desde la Antequeruela, dejando en el aire las últimas notas de su “Amor brujo”.
Manuel Gómez Moreno y Antonio Gallego Burín
Manuel Gómez Moreno y Antonio Gallego Burín entraban en la Carrera del Darro, comentando sus "Guías de Granada" para que las gentes puedan conocer la ciudad.
Casa donde vivió Mariana Pineda en la Carrera del Darro
Mariana Pineda, manifestando los cánones genéricos dominantes en la mujer granadina: fragilidad, delicadeza, flexibilidad y fineza, dejando ver sus encantos, pecho y cintura, cabellera larga descansando en sus hombros semejando a la palmera por su talle, y al sol por su hermosura, sus rasgados ojos, labios y mejillas con fragancia y sabor especial, en la puerta de su casa espetaba que algo extraño estaba ocurriendo, los vio pasar y a ellos se unió.
Zaguán en el Palacio de los Agreda
Mario Maya se encuentra a la entrada del Paseo de los Tristes, (del Padre Manjón) subido en una peana con pose de gran bailaor, percibe la remolina de gentes que pasan y de personajes ilustres.
-¿Qué pasa? Pregunta.
Entre la vorágine, que transita nadie le responde, pero él decide unirse al tumulto.
El bailaor Mario Maya, en el Paseo del Padre Manjón
El cielo cubierto de estrellas jaleaba al mismo tiempo, mientras una luna llena, en forma de estrella de oriente, asomando por la Silla del Moro, se colocó encima de la cueva. A la comitiva se le unen los jefes de las zambras, Manolo Amaya, Joaquín el de “la Chocolata” “La Faraona” y su pléyade, han dejado la fragua y cogiendo las guitarras, los fandangos y seguiriyas de las cuerdas brotan; más allá esperando estaban “La Rocío” con su hija “la Salvaora”, su nieto Juan Andrés Maya.
Juan Andrés Maya
Aquello se va engrosando y el Camino del Monte es todo un revuelo, algunos han cogido las panderetas, las palmas echan chispas y las castañuelas se lucían por fandangos, mientras en la otra parte del Valle de Valparaiso, el agua de la Fuente del Avellano calmaba la sed del ambiente que de emoción se le había secado el alma, y las gitanas portando sobre sus caderas los cántaros la llevaban.
Las gitanas llevaban, al "Portal del Belén Albaicinero", agua de la Fuente del Avellano
Hasta en la fragua resuenan los versos de Federico: La luna vino a la fragua/ con su polizón de nardos./ El niño la mira mira./ El niño la está mirando. El suelo, cubierto de nieve, brillaba con más intensidad que nunca ante una noche con un cielo de azul intenso protegido por cientos de luceros.
Curro Albayzín, el San José del Portal
María la Canastera, será la Virgen del Portal
Curro Albayzín con lengua barba y bastón en la mano, no báculo, porque los gitanos gastan bastones bien adornados, orgulloso hace de San José, María la Canastera, hija de “Cagachín”, el canastero, vanidosa y arrogante hace de Virgen María y su hijo Enrique, recién nacido, de Niño Jesús. La genial bailaora “La Pillina”, y el cantaor flamenco “Farina”, su esposo, esperan en la puerta de la cueva a la comitiva que va llegando;
Farina se arranca por fandangos
"La Pillina" alzó los brazos al cielo
“Farina” se arranca por fandangos y un villancico brota de su garganta, mientras que la bailaora alzó los brazos al cielo llenándolos de canela, dos jaulas eran sus manos, dando a los pájaros suelta, y a requiebros, a giros, y a todas las cosas buenas se echó a medir el tablao de la fiesta.
Ángel y Julio Rubio Linares. "Los Gemelos de Granada"
De Puente Quebrada llega la familia de "Los Bandurria" encabezada por Trini, y "Los Gemelos de Granada", junto con Estela para completar una fiesta que se celebra delante de la cueva de Curro Albayzín, allí se festeja el "Nacimiento del Belén Viviente del Albayzín".
Poco a poco la plazoletita se fue llenando de gente que entrando en la cueva ofrecieron al recién nacido sus mejores ofrendas. Este pastorcillo que se unió a la muchedumbre se inclina ante el Niño, ofreciéndole los avatares de toda una vida cuando en las postrimerías y en el atardecer de su existencia las trae en el zurrón, buenas y menos buenas pero con el agradecimiento infinito de su supervivencia.
Éste es el Belén Viviente del Albayzín, nadie me puede negar que sea, después del Belén de Palestina, el mejor del mundo.
El pastor con sus ovejas, las lavanderas en el río, la matanza del marrano, el molino de viento, las casitas, la cueva con la mula, el buey, la Virgen, San José, el Niño Jesús, los Magos de Oriente, el Castillo del Rey Herodes, el viejo cagando, el pastor con la gallina, los que adoran al Niño delante del portal, la estrella de oriente, el labrador arando, el herrero en la fragua…, todos fueron ocupando sus respectivos lugares, en el momento de montar el belén en casa.
Todos ocuparon sus lugares respectivos....
Mi barrio, el Albayzín, es un auténtico belén. En más de una ocasión he cerrado los ojos y su imagen ha ido pasando por mi mente como una remembranza de la ciudad de Belén.
Miraba desde el Cubo de la Alhambra...
Miraba, desde el Cubo de la Alhambra, hacia ese conjunto de casas que constituyen el Albayzín y lo veía como un gigantesco “Portalico de Belén”. Decidido en convertirme en un personaje más de los que constituyen cualquiera de los belenes, que en hogares e iglesias se montan en estos días, me revestí con una manta de lana, me calcé las albarcas, los peales cubrieron mis pies, con la cachava en la mano y el zurrón en el hombro, comencé a caminar, como un pastor más.
Mi imaginación, tomando alas, volaba y se metía por las estrechas callejas albaicineras, como si fuera un pastorcillo más de este conjunto urbanístico y monumental belén, deseoso de conectar con todos los personajes y llegar finalmente a la cueva donde quiero adorar al Niño recién nacido.
Por el río Darro están las mujeres con sus tablas de lavar, jabonando la ropa, otras tendiéndola en el romero, mientras los peces beben y beben en el río. El río de los belenes tradicionales tiene sus patitos, este belén albaicinero tiene gatos, que también son animales dignos de estar en este grandioso “Portal”.
En este "Portal de Belén" los gatos sustituyen a los patos
Mientras subo la Cuesta del Chapiz, escucho los gruñidos de un cerdo que, “de matute”, están matando en una casa de vecinos mientras las mujeres se afanan en limpiar las tripas que después servirán para embutir las morcillas.
Matanza de matute, de un cerdo en una casa del Albayzín
No podía faltar, como en cualquier belén, el cagón que, en el Callejón de los Frailes, está haciendo sus necesidades.
El molino, del belén albaicinero, con sus enormes piedras de moler el trigo, las encontramos en la puerta del Molino del Negro en la Cuesta del Chapiz.
Molino del Negro
Todavía resuenan en mis oídos, en el silencio de la noche, cómo sonaba la gruesa rueda que giraba sobre otra movida por el agua de la acequia de San Juan y el sonido del agua me adormecía, cayendo en brazos del dios del sueño. Veo los pequeños huertos de los cármenes albaicineros y a sus moradores recogiendo los productos de su cantero;
Sacando agua del aljibe, es el pozo del belén albaicinero
más arriba un grupo de vecinas se afanan en pequeñas discusiones, mientras sacan el agua del pozo de su calle; en el Albayzín, el pozo de los belenes, son las diversas aljibes distribuidas por todo el entorno. "En mi recuerdo y en el de abril, cómo resuena mi voz de niño, por los aljibes del Albaicín".
Por la calleja estrecha de S. Martín viene la manada de cabras de Miguel Peña, el cabrero del Albaicín, Miguel trae a hombros un cabritillo parido recientemente en los altos de San Miguel donde, diariamente, van a pastar las cabras. Miguel Peña es el pastor de este belén viviente.
Las mozuelas, pastoras del belén albaicinero, bordan las mantillas de tul
para lucirlas cuando vayan al Portal.
Las mozuelas, en las puertas de las casas, bordadoras en tul en los bastidores, perfilan y bordan las maravillosas mantillas, que elegantemente lucirán en las corridas de toros, para realzar la belleza femenina que conserva el embrujo de los ojos moros, y para ir esta noche al Sacromonte donde en una cueva nace un Niño.
La esbeltez de las torres de las iglesias, sustituye a los minaretes de
los belenes tradicionales.
Minarete de la Iglesia de San José, en el Albayzín
El muecín en lo alto del minarete llama a la oración. En nuestro barrio, la esbeltez de las torres de las iglesias se dirige hacia el firmamento, sus torres son flechas que con estilo rompen el cielo. Suenan las campanas del reloj, en la torre de la Iglesia del Salvador, golpe tras golpe, marcan las doce del mediodía, una anciana se dirige al portal, de pronto se detiene para rezar el “Ángelus”.
María la panadera del Horno del Moral
Huele a pan recién sacado del Horno del Moral, el panadero mayor del Albayzín, con los serones de su burro repletos de panes los va repartiendo. Puedo oír el murmullo de la gente y los pregones que salen de la pescadería y del mercadillo, con sus tenderetes cubiertos por coloridos toldos, en la plaza más importante del barrio, Plaza Larga.
¡Niñas, vamos a la rica “pescá” de Motril! ¡boquerooones como la plataaa! Se oyen los golpes del martillo, sobre el yunque, y el horno de la fragua poniendo el hierro al rojo vivo para doblegarlo y someterlo a la voluntad del artesano, construyendo la reja donde los enamorados, en las noches de la primavera, harán requiebros amorosos bajo la luz de una luna llena.
El golpeteo de las lanzaderas del telar moruno, del maestro Barragán, en la Cuesta de la Alhacaba me llama la atención y puedo observar cómo va manejando, lizos, levas y pedales, para confeccionar una bella jarapa.
Cecilio, el alfarero de Fajalauza, moviendo los pedales de su torno levanta, como por arte de magia, la pella de barro y dándole forma construye diversos objetos.
El castillo del Rey Herodes, también tiene su lugar. En lo alto del Cerro del Aceituno, en tiempos pasados, hubo un torreón, ese es el castillo del Rey Herodes de nuestro belén albaicinero.
San Miguel es el ángel de nuestro portal, que aplasta al malvado Herodes
Ha ocurrido un suceso importante, en nuestro Nacimiento, el Arcángel San Miguel enterado de la maldad de Herodes lo tiene doblegado y bajo sus plantas atado con cadenas. Éste es el ángel de nuestro belén. He visto pasar a los tres magos. El primero, Melchor viene montado sobre una burra. Melchor le llevó al Niño oro metal muy preciado y valioso.
D. Andrés Manjón es el Rey Melchor de nuestro belén viviente
Nuestro Melchor es D. Andrés Manjón que le ofrece, al Niño Dios, el oro de su Pedagogía redentora, y busca formar personas completas, corporal y espiritualmente, con la educación.
Manuel Benítez Carrasco, nuestro Rey Gaspar
Gaspar le ofreció incienso, perfume aromático, con su olor balsámico produce un ambiente que tranquiliza y enriquece. Nuestro Gaspar es el poeta albaicinero, Manuel Benítez Carrasco, el incienso de su poesía y la forma, “su generis” de recitar, embarga y cautiva el espíritu del que la oye. ¿Y Baltazar, el mago que le ofreció mirra, cuyo significado era el sufrimiento que como humano habría de padecer?
El abandono del barrio es nuestro Rey Baltazar
Nuestro Baltazar, viene andando este mago está representado por todas la gentes del barrio que, en el trascurso de los años, han sufrido las penurias de un barrio abandonado.
Las gitanas se pusieron sus batas de cola
Por el Camino del Sacro Monte, las guitarras comenzaron a afinarse, las gitanas se pusieron las batas de cola y del cerro bajaron las familias enteras para unirse a la comitiva en dirección a la cueva.
Cristo de la Misericordia, de José de Mora
-José, la gente va al Sacromonte a adorar al Niño, que dicen ha nacido en una cueva, ¿vienes? José soltando la gubia y el martillo se une a Pedro. La nieve caída durante la noche ha dejado su manto níveo cubriendo todo el barrio.
Las gentes del Portal de Belén del Albayzín se preparan con zambobas, guitarras...
Por las distintas callejas van asomando grupos de gentes con zambombas,
almireces, guitarras y panderetas, tocando y cantando villancicos se dirigen al
portal. D. Antonio Sánchez Santiago el médico de los pobres, se quita la bata blanca, deja el fonendo en la mesa y se une a la cuadrilla.
Estrella y Enrique Morente cantan por bulerías en la Plaza Aliatar
Al llegar a la Plaza de Aliatar se detienen, un cante por bulerías brota de la garganta de Enrique Morente que, al alimón, canta con su hija Estrella un villancico. Por la calle Panaderos llega “La Porrona” cantando por alegrías: Ay mare que me perdí/ yo vivo en el Albayzín/ orilla de Plaza Larga/ y enfrente del cafetín.
"La Porrona" viene cantando por alegrías
Con aquellos cantes, el frío por momentos se atenuaba y el conjunto de albaicineros iba creciendo; de la Placeta “La Charca” salían cada vez más gente. Carmela, “La Pasteles”, repartiendo mantecados, Pepico el practicante, jeringa en mano, dejando con el culo al aire a un cliente, Pepe el tintorero, con una chaqueta recién tintada para entregar,
Torcuato, el del bar de las cuatro esquinas se une a la comitiva
Torcuato, el dueño de la tasca de las cuatro esquinas, con una botella de anís desde lejos gritaba: ¡esperad!
Chorrojumo se bajó del podium
Al llegar al peso de la Harina el tumulto era tal que había que poner orden. Chorrojumo se bajó del podium desde donde vigilaba la entrada al Sacromonte.
D. Antonio, “El sargento Colomera”, con semblante agrio muy característico en él, y su gran mostacho, acompañado por una pareja de guardias civiles, intentaban poner orden.
D. Andrés Manjón y su médico D. Víctor Escribano
D. Víctor Escribano, el famoso cirujano amigo íntimo de D. Andrés Manjón, salía de las Escuelas del Ave María, donde había pasado, desinteresadamente, consulta a los niños del Colegio,
Puente del Aljibillo
San Juan de la Cruz
se detuvo, miró hacia el final de la Cuesta y por el Puente del Aljibillo, venía San Juan de la Cruz, sí, ese santo Prior del Convento de los Mártires dejó de escribir, “Noche oscura del alma”, para ir a la cueva del belén albaicinero: “En una noche oscura,/con ansias en amores inflamada,/ (Oh dichosa ventura)/ salí sin ser notada,/ estando ya mi casa sosegada”,
Manuel de Falla y el "Amor brujo"
se detuvo un momento, al dar comienzo la Cuesta, porque llegaba detrás de él Manuel de Falla que, dando tropiezos, había bajado por la Cuesta de los Chinos desde la Antequeruela, dejando en el aire las últimas notas de su “Amor brujo”.
Manuel Gómez Moreno y Antonio Gallego Burín
Manuel Gómez Moreno y Antonio Gallego Burín entraban en la Carrera del Darro, comentando sus "Guías de Granada" para que las gentes puedan conocer la ciudad.
Casa donde vivió Mariana Pineda en la Carrera del Darro
Mariana Pineda, manifestando los cánones genéricos dominantes en la mujer granadina: fragilidad, delicadeza, flexibilidad y fineza, dejando ver sus encantos, pecho y cintura, cabellera larga descansando en sus hombros semejando a la palmera por su talle, y al sol por su hermosura, sus rasgados ojos, labios y mejillas con fragancia y sabor especial, en la puerta de su casa espetaba que algo extraño estaba ocurriendo, los vio pasar y a ellos se unió.
Zaguán en el Palacio de los Agreda
Juan de Dios, el limosnero de Granada
En la Cuesta de Santa
Inés, en el zaguán del portal del Palacio de los Agreda, el hermano limosnero Juan de Dios
descansa, bajó precipitadamente la calle con un indigente acuestas y al
trío que camina por la Carrera del Darro se incorpora. Mario Maya se encuentra a la entrada del Paseo de los Tristes, (del Padre Manjón) subido en una peana con pose de gran bailaor, percibe la remolina de gentes que pasan y de personajes ilustres.
-¿Qué pasa? Pregunta.
Entre la vorágine, que transita nadie le responde, pero él decide unirse al tumulto.
El bailaor Mario Maya, en el Paseo del Padre Manjón
El cielo cubierto de estrellas jaleaba al mismo tiempo, mientras una luna llena, en forma de estrella de oriente, asomando por la Silla del Moro, se colocó encima de la cueva. A la comitiva se le unen los jefes de las zambras, Manolo Amaya, Joaquín el de “la Chocolata” “La Faraona” y su pléyade, han dejado la fragua y cogiendo las guitarras, los fandangos y seguiriyas de las cuerdas brotan; más allá esperando estaban “La Rocío” con su hija “la Salvaora”, su nieto Juan Andrés Maya.
Juan Andrés Maya
Aquello se va engrosando y el Camino del Monte es todo un revuelo, algunos han cogido las panderetas, las palmas echan chispas y las castañuelas se lucían por fandangos, mientras en la otra parte del Valle de Valparaiso, el agua de la Fuente del Avellano calmaba la sed del ambiente que de emoción se le había secado el alma, y las gitanas portando sobre sus caderas los cántaros la llevaban.
Las gitanas llevaban, al "Portal del Belén Albaicinero", agua de la Fuente del Avellano
Hasta en la fragua resuenan los versos de Federico: La luna vino a la fragua/ con su polizón de nardos./ El niño la mira mira./ El niño la está mirando. El suelo, cubierto de nieve, brillaba con más intensidad que nunca ante una noche con un cielo de azul intenso protegido por cientos de luceros.
Curro Albayzín, el San José del Portal
María la Canastera, será la Virgen del Portal
Curro Albayzín con lengua barba y bastón en la mano, no báculo, porque los gitanos gastan bastones bien adornados, orgulloso hace de San José, María la Canastera, hija de “Cagachín”, el canastero, vanidosa y arrogante hace de Virgen María y su hijo Enrique, recién nacido, de Niño Jesús. La genial bailaora “La Pillina”, y el cantaor flamenco “Farina”, su esposo, esperan en la puerta de la cueva a la comitiva que va llegando;
Farina se arranca por fandangos
"La Pillina" alzó los brazos al cielo
“Farina” se arranca por fandangos y un villancico brota de su garganta, mientras que la bailaora alzó los brazos al cielo llenándolos de canela, dos jaulas eran sus manos, dando a los pájaros suelta, y a requiebros, a giros, y a todas las cosas buenas se echó a medir el tablao de la fiesta.
Ángel y Julio Rubio Linares. "Los Gemelos de Granada"
De Puente Quebrada llega la familia de "Los Bandurria" encabezada por Trini, y "Los Gemelos de Granada", junto con Estela para completar una fiesta que se celebra delante de la cueva de Curro Albayzín, allí se festeja el "Nacimiento del Belén Viviente del Albayzín".
Poco a poco la plazoletita se fue llenando de gente que entrando en la cueva ofrecieron al recién nacido sus mejores ofrendas. Este pastorcillo que se unió a la muchedumbre se inclina ante el Niño, ofreciéndole los avatares de toda una vida cuando en las postrimerías y en el atardecer de su existencia las trae en el zurrón, buenas y menos buenas pero con el agradecimiento infinito de su supervivencia.
Éste es el Belén Viviente del Albayzín, nadie me puede negar que sea, después del Belén de Palestina, el mejor del mundo.
José Medina Villalba
Amigo Pepe:Este belén viviente, de personajes ilustres del barrio del Albayzin, son fiel reflejo de un tiempo y de una época vivida y ya pasada, cuajada de recuerdos infantiles, que siguen guardados en los rincones del alma y que afloran de tiempo en tiempo con la brillantez que solo tu sabes imprimir. Una vida familiar sencilla, que ha servido para forjar el carácter y para ser consecuente con la educación recibida. Como siempre un fuerte abrazo y una feliz entrada de año junto con toda tu familia. Pepe Cuadros.
ResponderEliminarAmigo Pepe, ciertamente este belén es producto de las vivencias de un pasado que se hacen presente en estos momentos navideños cuando sigue existiendo, en muchas familias, la tradición de colocar el belén presidiendo la mejor estancia de cada una de las casas.
ResponderEliminarRecuerdo de niño ir, a la Silla del Moro, a coger musgo para mi belén pequeño, pero lleno de calor humano. Después con mis hijos, cuando aún estaban en casa y no habían formado su propio hogar, entre todos lo montábamos.
Los personajes que aparecen en este nacimiento, son reales no hay nada de ficción, unos pasados y otros presentes en la actualidad. He querido montar este año este belén, que no necesita pastores de arcilla ni me obliga a ir al Avellano a por musgo; solamente ha sido producto de mi imaginación en colaboración con mi ordenador.
Una vez más mi agradecimiento por tu comentario. Feliz año para ti y toda tu familia, que el Niño Dios nos ayude este año a todos y que tus deseos se vean hechos realidad. Un abrazo.
Pues si que tiene usted razón, este es uno de los mejores belenes del mundo, por su gente, por su historia, por esos parajes que merecen la pena visitar y conocer; invito a la gente que sigue su bloc que se animen a conocer este barrio de Granada y desde aquí un feliz año 2016 a todos y que al llegar el segundo de este año nuevo, todos nuestros deseos se vean echos realidad
ResponderEliminarNo sé si te vestiste de pastora, pero estoy seguro que tu imaginación voló mientras lo leías por el Albayzín, porque me consta que los lugares que aparecen los conoces. Mi agradecimiento por invitar a la gente a visitar este arrabal granadino y sobre todo mi gratitud por tu comentario. Que el próximo año traiga para todos la paz corporal y espiritual que es la menor salud a la que podemos aspirar. Feliz año para ti y para todos tus seres queridos.
Eliminar¡¡¡Pero qué bonito!!! Y qué original. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo y la felicitación de Amelina Correa
Ignoro si te vestiste de pastora, lo que sí tengo claro es que hiciste todo el recorrido por este Belén aparentemente imaginario, pero con el sello de autenticidad real.
ResponderEliminarEspero y deseo que el traspiés del otro día, que dejó tu cuerpo maltrecho, haya quedado en un simple susto y la recuperación sea la mejor entrada para el 2016 que ya está corriendo la cortina para entrar en escena. FELIZ AÑO NUEVO.
Hermoso relato, imposible sin vivencias y recuerdos de un tiempo vivido intensamente y fruto de un observador sensible que mira y ve con los ojos del alma.
ResponderEliminarEnhorabuena amigo.
Feliz Navidad y que 2017 sea clemente con todos.
Emilio,si este Belén albayzinero tuvo la fuerza suficiente para que, imaginariamente, te unieras al grupo de pastores, como uno más, con tus alforjas a las espaldas cargadas de ilusiones y preocupaciones, deseo fervientemente que en el próximo 2017, que se deshace entre bambalinas, deseando desprenderse del cordón umbilical del tiempo para hacerse realidad,se vean aumentadas tus ilusiones y proyectos y resueltas eficazmente tus preocupaciones.
ResponderEliminarDicen que, "año de nones, año de dones, que se cumpla en ti, en tus seres queridos y en todos los proyectos de nuestras queridas Escuelas del Ave María. Un abrazo.
Maravillosa y entrañable tradición a la que me uno como el más humilde de los pastores, al que nadie reconocerá por no ser albaycinero, lástima, pero el sueño ya ha sido mio y está sellado y ya siento la Paz que ese Niño me ha dado. Muchas gracias y Feliz Navidad.
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