Nuestro refranero español, está cargado
de una cantidad de sentencias que nos indican comportamientos, conductas,
formas de vida, o de seguimientos en todas las facetas: humanas, de naturaleza,
del tiempo, de oficios, comida, vino, negocios…, éste con el que hoy encabezo mi relato se utiliza para
indicar que una persona fue aprendiz o practicó un oficio antes de ponerse a
dirigirlo; el que fue monaguillo antes que fraile, lo que pasa en el convento
bien lo sabe, o dicho de otro modo la experiencia es la madre de la ciencia.
Traigo esto a colación para hacer
referencia a mis conocimientos desde que fui monaguillo en mi Institución,
Colegio del Ave María Casa Madre, allá por la década de los cuarenta del pasado
siglo, para hacer referencia a cómo se ha venido celebrando,en el transcurso del
tiempo, el aniversario de la muerte, del fundador de las Escuelas del Ave María,
D. Andrés Manjón.
Ciertamente no es una paradoja sino una
realidad, ayudé como monaguillo raso, hasta terminar como jefe de los
monaguillos, para finalizar como maestro,
como director del Grupo Escolar, Casa Madre, y hasta el día de hoy, porque allí
sigo, cumpliendo diversas funciones.
José Medina Villalba
Como testigo presencial, quiero exponer cómo,
en el transcurso del tiempo, se ha venido conmemorando esta onomástica, para
conocimiento de los que actualmente forman parte como profesionales del Ave
María: maestros, empleados de la administración, de servicios, miembros del Patronato,
Asociaciones de Antiguos Alumnos, granadinos y simpatizantes de la obra
manjoniana en general.
Todo, con el transcurso de los tiempos, va
cambiando y adaptándose a las circunstancias y exigencias que impone el proceso
evolutivo de la sociedad.
Lo importante es que el aniversario de
la muerte de D. Andrés Manjón se sigue manteniendo y celebrando y así seguirá en el transcurso de los años.
Josefa Villalba López. mi madre, la que me dio a luz en la portería del Colegio.
Cuando hacía 14 años del fallecimiento de
nuestro insigne catedrático, sacerdote y pedagogo, éste que escribe venía al
mundo en la portería de este Colegio, tengo conciencia exacta de ésta y otras
muchas celebraciones, a partir de cuando ingresé en el cuerpo de monaguillos de Casa Madre.
Entrada a las Escuelas del Ave María, Casa Madre. (1920)
Era el año 1943, se cumplía el vigésimo
aniversario del óbito, y los monaguillos observábamos desde nuestro puesto de la capilla,
Altar mayor de la capilla, al pie está la sepultura. (1923)
Sepulcro de D. Andrés Manjón. (2015) Epitafio: A. M. (interpretación: Ave María o Andrés Manjón)
donde se encuentran los restos, cómo iban llegando
a través del paseo del Colegio una muchedumbre de gente: granadinos,
simpatizantes de la obra, concurrencia venida de distintos lugares a rendir homenaje
con los actos religiosos que se celebraban.
Había unas vestimentas especiales tanto
para el celebrante como para los acólitos, que solamente se usaban en ese día.
Dñª Águeda Verde Gonzalo, maestra de párvulos, era la sacristana y la encargada
de elegir a los privilegiados que se pondrían el atavío que enorgullecía a los
veteranos elegidos para esta solemnidad, admiración de los otros compañeros, y
de la grey infantil femenina que sentía cierta atracción afectiva por alguno de
los elegidos.
Dª Águeda Verde Gonzalo
Recuerdo como, con ciriales en mano, se
acompañaba al predicador a la tribuna, donde la oratoria, ensalzando la figura
del fundador, sobrecogía a los presentes.
Uno de aquellos oradores, que con más
énfasis predicó, durante diversos años, fue el Rector del Colegio de la Abadía del
Sacromonte D. José Jiménez Casquet, que en algún momento fue Rector del
Seminario de Maestros.
Durante todo el día, desde las primeras
horas el reguero de gentes era incesante para visitar la tumba y portar diversa
ofrendas.
Hay que tener presente que el alumnado y
profesorado aún estaban en plena actividad, en todos los Colegios del Ave María,
pues la jornada escolar continuaba en
sesiones de mañana y tarde; a partir de esta fecha se daban las llamadas medias
vacaciones, que consistían en tener clase solamente por la mañana hasta finales
del mes de julio.
Pasada esa caseta se encontraba la alberca, donde nos bañábamos los niños
Había una alberca en el Barranco de los
Naranjos, (dentro del Colegio) que se llenaba con agua de la Acequia de San
Juan, donde los niños, al terminar la jornada matinal, nos refrescábamos; el
mes de agosto era de vacaciones completas. Esta situación influía notablemente
en el gran número de asistentes: alumnos, maestros, y público en general.
De esta manera continuó durante muchos
años, hasta la década de los sesenta, esta celebración. Los horarios escolares
fueron cambiando a partir de los setenta, las vacaciones veraniegas se fueron
ampliando y posteriormente para el día 10 de julio, prácticamente, ni alumnos
ni profesores permanecen en los colegios.
El aniversario se sigue y seguirá
celebrando, ciertamente con menos afluencia de público, pero con el mismo
interés con el que se hizo a partir del primer año.
En este año 2015, a las siete y media de
la tarde nos reuníamos un buen número de maestros, miembros del Patronato, de
las Asociaciones de Antiguos Alumnos de Casa Madre y del Colegio Seminario de Maestros
del Ave María, y simpatizantes de la obra manjoniana, para dar cumplimiento
anual a esta celebración, con una misa celebrada por el párroco del Santo Sepulcro, D. Francisco.
Ni los 40º, ni el canto de la chicharra, ni el aplazamiento vacacional, impidieron la asistencia
Nada impidió, ni la climatología del día
con un calor de 40º, ni el canto repetitivo y machacón de las chicharras acopladas
en la inmensa arboleda que cubre el Colegio, cuyas sombras producen descanso,
sosiego y reponen fuerzas, ni el traslado desde distintos lugares de los
asistentes, ni el retraso vacacional de algunos para estar presentes en ese día,
dando gloria al fundador, como se lanzó a los cuatro vientos al terminar la
misa, con la interpretación solemne del himno:...¡Gloria, Gloria, Gloria, al fundador,
por siempre gloria al fundador, gloria al fundador, gloria al fundador, gloria
al fundador!
En la placeta de la capilla, después
habría un espacio de tiempo dedicado a la conversación reposada, al encuentro
con compañeros llegados de otros Colegios del Ave María, y a dejar grabado en la
retina de mi cámara, algunos momentos de esta jornada.
Queda todavía un año por delante, hasta el
próximo 10 de julio de 2016, quiera Dios que estemos allí presentes los de
éste año y otros muchos, avemarianos, granadinos y simpatizantes de Manjón
y de las Escuelas del Ave María.
Muy lejana está la fecha, pero apúntela
cada uno en su agenda para el próximo año, están todos invitados.
¡Feliz verano!
REPORTAJE FOTOGRÁFICO
José Medina Villalba
Como siempre, ¡interesantísimo!!! Y me han encantado las fotos.
ResponderEliminarUn abrazo de Amelina Correa
Estimada Amelina, mi agradecimiento a tu comentario, corto pero ¡interesantísimo!!! Siempre son inyecciones para seguir escribiendo, sobre todo, cuando proceden de Amelina Correa, Catedrática de Literatura. Deseo que desde el Balcón de Europa estés disfrutando de un buen verano. Gracias de nuevo.
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