domingo, 20 de diciembre de 2015

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA, LA DIOSA DEL LADRILLO

                                      " La "Diosa del ladrillo". Autor Jesuías Castelnuovo. Presentador  José Medina Villalba. 
                                                                                 Por la editorial Dauro, Pilar Sánchez.
                                                            
                     “Granada es bella por cualquier costado que se la mire”.


El reloj de la Chancillería estaba mecánicamente cumpliendo con su deber, daba los dos cuartos que corresponden a la media hora de las siete de la tarde, cuando mi rostro recibía el primer bofetón al doblar la esquina de la Calle de la Colcha, para desembocar en la majestuosa y señorial Calle de Reyes Católicos.


Dejo atrás aquel aforismo popular, “eres más delicado que la Calle de la Colcha”, al que siempre se echaba mano cuando se le reprochaba a alguien que era un “tiquismiquis”, por ser una persona con remilgos, dubitativa, escrupulosa.

                                      La estrechez de la calle se acentuaba al final
                           Colocando las vías para el paso del tranvía por la angostura de la Calle Colcha

                                                                            El tranvía de Vistillas por la Calle de la Colcha

A las nuevas generaciones, y no tan nuevas, este proverbio popular les suena a “música celestial”, como palabras vacías y sin contenido, porque ignoran la estrechez y angostura para que pudieran pasar al mismo tiempo el tranvía y la delgadez de una persona.

                                       La brisa de Valparaiso

Vienes tranquilamente, después de dejar atrás el barrio judío del Realejo, y de pronto, sea la época del año que sea, por supuesto con más intensidad en el invierno, la brisa gélida que viene de Valparaiso te sacude el rostro y te pone en guardia, las manos se dirigen instintivamente a abrocharte el chaquetón y a esconder la cara, hasta la nariz, en el tabardo.


Esta tarde la fachada de la Audiencia Territorial, daba la impresión que lucía con más esplendor, por lo menos a mí me lo parecía. La torre de la aljama Almanzra, (torre actual) como abanderada del acto, estaba expectante, como vigía viendo al público que se iba acercando para el evento que en pocos instantes se iba a celebrar; había otro tercer elemento, al pie de los anteriores con los que se formaba el trío: Chacillería, torre de Santa Ana y Pilar del Toro.

                               Pilar del Toro, al lado del restaurante del mismo nombre

A este pilar, se le dio vida cuando en el 1941 se le trasladó desde la Calle Elvira, para que luciera toda su majestuosidad en esta señorial plaza.


                                       Entrada al Restaurante Pilar del Toro

Nunca se le pudo poner mejor nombre, ni escoger mejor sitio para presentar la novela, de Jesuías Castelnuovo, “La Diosa del Ladrillo”, al restaurante que lleva el mismo título que el pilar que acabamos de dejar atrás.

                                      Entrada al restaurante-Hotel, Pilar del Toro

Nada más entrar, se me viene al pensamiento el carmen albaicinero; un cancel de hierro da paso a un elegante patio cuadrangular, limitado en sus cuatro costados por columnas de mármol revestidas con bandas rojas, que las recorren de abajo hacia arriba, fundiéndose en un apretado abrazo.

                    Nada más entrar en el patio, el espíritu se embarga de la paz y serenidad que aquí se respira

 El patio se encuentra  ricamente engalanado con diversidad de carteles, fotografías, esculturas y pinturas, relativos a resaltar gráficamente las bellezas de nuestra ciudad; lo decora, una elegante fuente en medio rodeada de aspidistras y todo lo concerniente a un restaurante: 


mesas con taburetes altos, otras bajas con sillones de mimbre, cubiertos con elegantes cojines y presidiendo la estancia, como no podía ser menos, una escultural figura de bronce representada en dos toros  que dan crédito al nombre.




La presentación de esta obra había tenido su preludio en el comentario que el día anterior se había hecho, en la prensa granadina, por el periodista Antonio Arenas, junto al famoso Pilar del Toro, exhibiendo el autor la portada de la novela. También las redes sociales, a través del facebook le habían dado publicidad.

                                           Elementos decorativos del patio

El ambiente que se respira es sumamente agradable, no solo por el decorado que impregna las paredes del patio, sino por la cantidad de aditamentos ornamentales y estéticos que lo enriquecen,


                                    Los pajarillos revolotean por el patio

(e incluso en horas de relajación hasta los pajarillos revolotean por los sillones mientras el hospedado descansa) junto a un auditorio formado por: periodistas, fotógrafos, grabadores de imagen, pintores, músicos, catedráticos de la Universidad de Almería, familiares y amigos.

                                     El auditorio presto a recibir el mensaje

Una vez hechos los preparativos oportunos y estando el auditorio presto a recibir el mensaje, colocado el escritor en medio, y a ambos lados la representante de la editorial y el presentador, se descorre el bastidor para dar comienzo, ante un variado auditorio.

                        La delegada  de la Editorial Dauro, Pilar Sánchez, presenta al autor de la obra

Pilar Sánchez de la Editorial Dauro, después de agradecer la presencia de los que en esta tarde nos acompañan, da unas ligeras pincelas sobre el progenitor de esta creación, poniendo de manifiesto que ésta es la primera de una trilogía que tiene como artífice principal a la misma protagonista; esperamos, con grandes deseos, poder entrar en el horno de la impresión, con la segunda, para finales del próximo año dado la expectación y acogida sobre la que preside la mesa.


La editorial Dauro está comprometida en apoyar incondicionalmente a esta generación de escritores modernos, que tienen muchas posibilidades de éxito en la narrativa literaria,  correspondientes a la novela negra.
Comentó que uno de los condicionamientos esenciales de todo escritor es la de ser fiel a sus principios para poder conseguir sus objetivos finales, y esto se da perfectamente en nuestro representado aquí esta tarde.

                                            Jesuías Castelnuovo

En una de mis preguntas sobre cómo había conseguido llevar a término la novela, su respuesta fue clara y terminante, ni yo mismo sé cómo lo he logrado.

                                              Esperamos con expectación la segunda novela de esta trilogía.

Jesuías, muestra al personaje en su esencia, con un estilo puro en su lenguaje. La narrativa no es obscena pero lleva una alta dosis de sexualidad. Es un buen regalo  para estas próximas fechas de Navidad.
Terminó diciendo: ¡Todo es posible en Granada!
Cede la palabra a José Medina Villalba que es el encargado de hacer la presentación.


Buenas tardes.
      Cuando el amigo Isaías (Jesuías Castelnuovo), a través del whatsatApp, me comunicó que si quería participar en la presentación de su novela “La Diosa del Ladrillo”, incluso sin conocer el contenido de la obra, le dije que contara conmigo por varias razones, una de ellas por la amistad que nos une y por qué no decirlo, para mi es una satisfacción apoyar el trabajo que durante varios años ha invertido en su confección.

                    Pueblo de Gójar, al pie de Siera Nevada. Como centinela el Pico del Trevenque y al fondo el Picacho Veleta
     
      Este pavero, así se conocen a los oriundos del pueblo de Gojar, quizás por aquello de la crianza de estos navideños animales, que se hacía en abundancia, como elemento de economía doméstica, no había casa donde no se criaran pavos e incluso a nivel de al por mayor.


      “La Niña Rosa”, era una de las personas que potenciaba la cría de estos animales, se enseñoreaba guiándolos por las calles del pueblo con una larga caña que le servía de guía.
     
                                                  "La Niña Rosa"
     
       Llegadas estas fiestas navideñas, la “Niña Rosa”, con su manada de pavos se desplazaba a la Plaza de la Trinidad para hacer la venta mientras los niños y curiosos se acercaban, unos a comprar y otros simplemente a fisgonear, mientras los chavales les gritaban: ¡Ya viene la Pascua! y la manada respondía, 

                                             ¡Glu, glu, glu!

inflándosele las plumas con un ruido característico, ¡glu, glu, glu!
    

                                                   Los veranos por Gójar

     De mi gentilicio, una pequeña parte corresponde a Gójar, -gojareño- por pasar temporadas en este delicioso pueblo, donde tengo vivienda.  Yo no sé si Isaías ha criado pavos pero sí que ha criado, y ha hecho crecer la alimaña de su sabiduría que tiene sus derroteros en su labor pedagógica y en la cantidad de trabajos, obras literarias, y de investigación realizados.
    

   Allá por la década de los ochenta conocí a Isaías cuando era un adolescente, con motivo de que apoyara a mi hijo en los estudios. Descubrí, por aquellos entonces, que aquel chico tenía unas capacidades fuera de lo normal y que sus habilidades y conocimientos musicales en el manejo del acordeón eran magistrales.

                                   Concierto ante la mirada de la luna plena, que asomaba por el Tevenque
                                                  Isaías en plena actuación
  
      Recuerdo aquel concierto que nos dio, a toda la familia, en un atardecer, bajo la atenta mirada de una luna plena que comenzaba a saludarnos asomando por el Trevenque, dejando sobre nuestros rostros su plateada luz, mientras los acordes musicales que salían de su instrumento nos tenían embaucados.


                                          Concierto en la Cruz de Mayo en un patio del Realejo
     
      En uno de esos patios andaluces, del barrio del Realejo, un día de la Cruz, de no hace mucho tiempo, nos deleitó con sus boleros, pasodobles y medias granaínas, mientras el talle de las señoritas vestidas de gitanas se cimbreaba, y los pies se deslizaban alrededor de unas plantas de aspidistras, bajo la atenta mirada de una cruz repleta de claveles reventones.


     Nuestro personaje, que hoy nos trae su último trabajo recién horneado, irradia juventud por los cuatro costados, deportista y viajero incansable, pronto se descubre, en el trato, su personalidad. De raíces pueblerinas, “pavero”, se le atisba con un corazón noble que se manifiesta en la sinceridad de sus palabras, con mirada elegante, siempre fija en los ojos del que con él conversa, con una gran capacidad intelectual, pero con una forma de manifestarse sencilla, acogedora, llana, tratable, sincera, honesta y campechana, sin prepotencia de intelectual pedante, sino todo lo contrario, frente amplia, mirada serena, cabeza bien poblada y musculatura muy trabajada. 


     Escritor consumado, traductor y pedagogo, en sus clases universitarias muy estimado por sus alumnos, doctor en Filología Inglesa y profesor titular de Filología Inglesa en la Universidad de Almería. Es además especialista en literatura inglesa del siglo XX, en ciencia ficción y distopías literarias, y en poética contemporánea en lengua inglesa.

                                                 Viajero incansable

     Sus publicaciones se enmarcan dentro de la investigación filológica y la traducción literaria, con una vasta producción académica avalada por obras recientes como: Roy Campbell, poemas escogidos (UAL); Aldous Huxley, poesía completa (Cátedra) ; 




Aldous Huxley: Un mundo feliz (Cátedra); Ray Bradburny, poesía completa (Cátedra); Aldous Huxley, poeta de paraísos perdidos (Síntesis).
       Esta es la primera obra de ficción publicada por el escritor, autor de otras tantas fábulas y relatos que esperan el momento más in-oporuno para entrar en imprenta.

                                  Paseo de los Tristes, donde el autor de la diosa del ladrillo, la conoció

      Con la diosa del ladrillo, el autor inicia una trilogía cuyas secuelas guarda celosamente, a requerimiento de la heroína de la novela, en cierta guarida del espacio, el tiempo y el infinito.
      Aunque la novela tiene mucho de fantasía e invención, dicho por el autor, sin embargo la tramoya es real, así como los personajes, simplemente con el mero hecho de cambiar de nombre actores y lugares.
     El autor de la novela, perfecto conocedor de Bárbara, la protagonista de la diosa del ladrillo, a la que conoció un día allá por los finales del pasado siglo, caminaba junto a otras dos esculturales féminas; ocurrió una noche que daba en solitario un paseo, valga la redundancia, por el Paseo del Padre Manjón, o Paseo de los Tristes; después de conectar con ellas haciéndose pasar por un americano despistado que buscaba su hospedaje en el Hotel Alhambra Palas , 

                                                 Hotel Alhambra Palas

cosa que era ficticia, y que lo puso en un grave aprieto cuando ellas, que se hospedaban cerca de allí, decidieron acompañarle hasta el hotel. Pudo zafarse al final con la habilidad especial de un fino “cateto pueblerino”, después de tomar café en la terraza del hotel. 

                                 Terraza del Hotel Alhambra Palas donde tomaron café el autor y Bárbara
     
    Este sería el arranque para conectarse, a través de los años, con la que le ha ido desembuchando toda su misteriosa vida enriquecida a través de la burbuja del ladrillo.
     Bárbara Pineda Alguacil, al inicio de su carrera de la vida, Sor Lujuria, y tras la consecución de su mundano sueño, la diosa del ladrillo, es una joven granadina de exquisita formación cultural, descendiente de una lujosa extirpe de barraganas y de un influyente párroco de la ciudad; a sus 22 años decide valerse de su extraordinaria belleza e inteligencia para alcanzar el sueño que en el 2003 volvía loca a media España y a medio Occidente: bienes, muebles y dinero negro. Ella lo hace a lo grande porque sus aspiraciones son gigantes. 

                                                   Supermercado del sexo
    
      En el camino se encuentra con piojos resucitados y casposos de la época como don Leocadio, fundador de una de las cadenas de supermercados del sexo más importantes de toda Andalucía, fiel exponente del desmadre materialista y de la locura social de finales de una efímera, Belle Époque, o era de la burbuja inmobiliaria; 

                                                    La burbuja inmobiliaria

con el Paquitín y sus padres, Los Ladrones de Güevejar, baluartes de la falsa moral y de los últimos coletazos de unas creencias y tradiciones que empezaban a derrumbarse sobre sus propias miserias e inconsistencia; y con ella misma, que en el 2008, justo al borde del pinchazo de la inmensa burbuja capitalista, ha conseguido pisotear a todos cuantos le estorbaban, y logrado un inconmensurable capital procedente del ladrillo. 

                                                         Bárbara
    
      Bárbara entra en la crisis indemne, para salir millonaria; y lo más importante, fiel a sí misma: virgo intacta.
  
                                      El Albayzín se libró, en parte, de la vorágine de la construcción

       Hablando de la burbuja de la construcción y de la cantidad de viviendas que proliferaron por todas partes hubo un lugar en la ciudad que se libró, en parte, de esa vorágine, y digo en parte, porque uno de los barrios de más prestigios de la ciudad, como es el Albayzín, se salvó del cemento, de la picota, del pico y la pala, a pesar de que se han cometido algunos desmanes por notables errores de los políticos de turno.

                                               Entrada al Carmen del Negro

     Caso del Carmen del Negro, en la Cuesta del Chapiz, donde se ha cometido uno de las profanaciones arquitectónicas más grandilocuente, rayando en un "sacrilegio de estupefacción". El carmen está totalmente abandonado, vivienda, jardines y huerta, donde se ha construido un enorme y mastodóntico mamotreto de cemento, para no sé que fines, habiendo perdido uno de los mejores cármenes de la ciudad, cuyo propietario fue Guerri, el dueño de Fotomatón en la Calle Reyes Católicos.

                                                   El Carmen del Negro destruido

     Sin embargo leyendo la novela, (página 21) descubrimos como era la vida en las casonas, casa de vecinos, corralas y corralones donde la familiaridad llegaba a extremos inusitados; yo puedo dar fe de ello que conozco la mayor parte de las viviendas albaicineras desde la década de los cuarenta hasta los noventa por mi doble profesión de profesor y practicante del barrio del Albayzín. 

                                                   Corrala de vecinos

     Esta familiaridad tomaba consistencia en el quehacer y vida cotidiana de los habitantes de las llamadas “casas de vecinos”, que se manifestaban en las ayudas personales, tanto de comida como de vestido, cuando la vecina lo necesitaba: consejera en situaciones difíciles, reparto de tareas comunitarias como horarios para usar las lavadoras, que en aquella época eran las pilas de lavar que estaban en el patio, 


limpieza del retrete colectivo para una comunidad de siete, ocho o más vecinos, lectora de cartas de soldados y de viudas, tertulias en las noches calurosas del verano cuando alrededor de una “anfitriona”, niños y mayores, cada uno con sus sillas de anea, bien en el patio, o en la puerta de la corrala contaba leyendas albaicineras del pasado, tenebrosas y de misterio, como “los ahorcados del arco de las monjas” o “el fantasma de la Calle Panaderos”, y todos embaucados esperaban deseosos que llegara la hora de la tertulia vecinal, en las tenebrosas sombras del anochecer del día siguiente.
    Alguna que otra vez, como consecuencia de las  disputas frecuentes, en los juegos de los chicos, éstas trascendían a las mamás, y los tirones de pelos de los moños estaban a la orden del día dando un curioso  espectáculo; 

como escuchar a voz en cuello “GUARRA” con letras mayúsculas, porque la Pepa que le tocaba la limpieza del retrete no lo había hecho y la “mierda”, -con perdón del respetable- salía por la puerta, o por el uso indebido de las pilas de lavar; pero lo curioso es que al rato aquellas vecinas que se habían peleado, se estaban regalando e intercambiando los roscos de Navidad o Semana Santa que acababan de freír, con el plato de arroz con leche que había hecho la otra vecina.


    En resumen, era una vida verdaderamente familiar, cosa que no ocurre hoy, todos lo sabemos, porque lo vivimos hoy día,  en un edifico de varios pisos en una misma planta no se llegan ni siquiera a conocer los vecinos.
   Otra vivienda típica del Albayzín son los cármenes, que existen y se siguen potenciando y cuidando.

                                                Entada a un carmen del Albayzín

    Rita, la madre de Bárbara Pineda Alguicil conoció este ambiente costumbrista del pasado siglo, de casas vecinales, antes de irse a vivir a la Plaza de Mariana Pineda donde tuvo lugar el nacimiento de la protagonista de esta novela, también tuvo que conocer la otra vivienda típica del Albayzín como es el carmen, e incluso tener relaciones con cármenes regentados por meretrices, 

                                                    Carmen del Albayzín

de alto standing, me refiero al carmen de San Juan de los Reyes regentado por Joaquina, o el de Dª Luisa en el Albayzín Alto y la problemática que se le creó a un conocido guardia civil de mediana graduación, escueto, alto, con un gran mostacho, y de ejemplares castigos a los maleantes, delincuentes y malhechores  que le costó la salida del cuerpo, después de una hoja de servicios modélica, por intervenir en un asunto, al margen de la ley, en relación con el Patrimonio de la meretriz  Dª Luisa.
  
                                                   Carmen albayzinero
   
    Seguramente esta zaga de barraganas, Bárbara la abuela, Rita la hija, y Bárbara Pineda Alguacil la nieta, pudieron conocer e incluso visitar los cármenes de Joaquina y Dª Luisa que se dedicaban a la prostitución de alto standing.
     Posiblemente alguno de ustedes se estará preguntando, ¡pero bueno! ¿qué es un carmen granaíno? Porque tengo la completa seguridad que pocos, por decir algunos, han tenido la posibilidad de entrar en un carmen, ya lo decía el poeta Pedro Soto de Rojas, amigo de Cervantes y Lope de Vega, muy apreciado por Góngora y Quevedo, que construyó uno de los más bellos cármenes, el de "Los Mascarones".


    "Los cármenes son paraísos cerrados para muchos y jardines abiertos para pocos”. Si les apetece después de haber visto someramente una casa de vecinos, vamos a entrar en un carmen haciendo uso de vuestra imaginación.
     Recorrimos un carmen, entrando en  la vivienda, pasando por el patio con todos sus aditamentos, por las habitaciones íntimas con ricos artesonados mudéjares, nos deleitamos en el jardín meditando sentados en las glorietas y dimos un paseo nocturno por las callejas del Albayzín, bajo una luna resplandeciente y exhalando el perfume embriagador que se derrama por las paredes de este maravilloso cofre que es el carmen.
   
                                               Las tapias de un carmen del Albayzín

     Terminada la descripción de un carmen, y de un paseo nocturno por el Albayzín, continuamos con el comentario de la novela.
     La novela que Isaías presenta esta tarde, con el título de la Diosa del ladrillo es una novela con un buen estilo literario, con algunos pasajes con belleza poética, no podía ser menos del Catedrático de Filología Inglesa, dominador de esta lengua, y por supuesto del castellano (la española), su trabajo hermenéutico al menos en la medida que interpreta las manifestaciones idiomáticas en cuanto constituyen la expresión de una comunidad cultural determinada.

                                                   Burdel de alto standing

     La novela tiene tintes, en determinados momentos, de novela negra, es una manera de llevar al lector e introducirlo en los burdeles de alto standing para que conozcan el ambiente que en ellos se respira, la vida de las protagonistas, sus estados anímicos a veces desgarradores y competitivos.


    El lenguaje soez, chabacano, grosero, que utiliza en las escenas que describe con toda la crueldad, que no es otro sino el que se emplea, según su autor, en estos lugares.


   Los personajes que frecuentan estos burdeles donde el derroche del lujo ,arquitectónico y decorativo llega a extremos inusitados, personas que frecuentan estos lugares y que en la sociedad ocupan puestos importantes: personajes de la política, de la cultural, de diversos estamentos sociales, de la mafia rusa e incluso religiosos.
    Saco la conclusión de la miseria humana, que derrocha su patrimonio, destroza sus familias, gastándose fortunas escalofriantes con unas chicas, por unos momentos escasos de placer.

                                             Ermita de La Virgen de las Nieves en Dílar
   
 La novela engancha al lector desde el principio y como las grandes sinfonías musicales, que comienzan con un movimiento lento, y van poco a poco, "in crescendo", hasta alcanzar la estruendocidad  máxima terminando con el éxito de la sinfonía, como le ocurre a esta composición literaria que comienza con escenas que al principio podrían tener esa lentitud de contenido, para ir poco a poco aumentando la complicidad para terminar con el éxito de la protagonista que sale indemne de todos los avatares que en la novela  se desarrollan; terminando con un casamiento extremadamente original y nunca visto, la virginidad de Bárbara Pineda Alguacil con el Santo Ángel Custodio de la ermita de Dílar que el autor, 

                                            Santo Ángel Custodio

muy acertadamente ha escogido, no solo por ser un paraje al pie de Sierra Nevada con unas inconmensurables vistas, sino porque es lugar de sus asiduos paseos en bicicleta y que yo he disfrutado diariamente en mis excursiones matinales, en los meses de verano, viendo despertar los primeros rayos solares, llegados de las cubres del Veleta, acariciando suavemente mi rostro, y el de la Virgen de las Nieves que tiene su residencia en este lugar.   


      He de advertirles que la lectura de esta novela, como muy bien decía Isaac Muñoz que en el año 1906, escribió la novela Voluptuosidad: (Novela rescatada por la catedrática de Literatura de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada, Dª Amelina Correa Ramón) para vosotros, caballeros grises de los lienzos del Greco, castellanos austeros, rígidos hidalgos calderonianos, estas páginas que doy, perfumadas de amor, son inmorales. No las leáis.

                                                 Dª Amelina Correa Ramón
  
     Yo añado algo más, ya no estamos en la época de castellanos austeros, aunque los seguirá habiendo,  pero sí de aquellos que se sientan forjados con una buena formación moral y cultural y a estas alturas de su vida, dicen, no se escandalizan por nada ni por nadie, puede que el rubor haga presa de ellos al leerlas. 



    No es la Positio Super Virtutibus para su beatificación. Cuidado con los tutores y padres de familia que la novela no caiga en manos de sus vástagos menores.
  No la leáis pues, ni dejéis que la lean.
Que les aproveche. Muchas gracias.   


A continuación, Jesuías Castelnuovo, el autor, vestido con tonalidades de azul y una pajarita de color rojo, gafas a lo Woody Allen, en consonancia estética con el ambiente, -en algún momento de la novela- comienza su intervención, agradeciendo la presencia del público asistente, tanto los de la ciudad como compañeros de la Universidad de Almería, familiares y amigos.


Jesuías inicia su intervención diciendo: esta novela que se desenvuelve entre el siglo XX y XXI es una novela negrísima, erótica pero no pornográfica, desarrollada en una narrativa figurativa. La protagonista es una triunfadora de la época que le ha tocado vivir y por lo tanto transgresora de las monolíticas estructuras masculinas que hasta ahora han imperado en la sociedad, rompiendo con las normas clásicas de otras heroínas, que como simples sombras de sus amantes, sucumben a las influencias que éstos ejercen sobre ellas. En el caso de la protagonista de la novela son éstos, los hombres, el medio y hasta la época los que sucumben ante ella.


Bárbara es una heroína, poderosa y ambiciosa, con criterio y fundamento de una mujer creada a sí misma, mujer postmoderna, que simboliza el renacimiento de la mujer post feminista, del siglo XXI sin complejos y sin excusas, con la valentía de sentirse y saberse realmente libre y liberada de caducos clichés y de la falsa moral de un mundo contemporáneo, pero decadente. Bárbara Pineda Alguacil no es sumisa, ni sodomizada, ni sometida, ella es quien engulle todo aquel y aquello que intente desafiarla.  

                                     Bárbara no es sumisa ni sodomizada

Hace alusión a que todos, escritores, pintores, músicos…, nos contagiamos de aquellos escenarios que nos rodean, esta heroína de la burbuja inmobiliaria, comparte genes físicos y sicológicos con otros personajes femeninos de la Historia de la Literatura como Molly Bloo, con la protagonista central de la novela “Ulises”, del irlandés James Joyce, Bárbara comparte el monólogo interior como fórmula de expresar su infinito mundo interior, aunque en su caso llegando a formarse una especie de metaficción que deriva en unos formes puntos de inflexión narrativos destinados a crear un eje central de la trama en el que ella, la protagonista es la intérprete de un mundo donde la racionalidad va marcada con un tempo profundamente surrealista.


Esta novela, indica, es tremendamente descriptiva pudiendo semejarse a “Cincuenta sombras de Grey, aunque ésta es además de descriptiva, es gráfica.


Agradece a los propietarios de este lugar el haber permitido la presentación y muestra la satisfacción por el lugar elegido para la exposición ya que por su arquitectura, con un patio o corrala típicamente granadina, coincide con los escenarios centrales por donde deambula su protagonista y personajes secundarios.

                                         Entrada al patio delRestaurante "El Pilar del Toro".

Así mismo señala, que esta obra es una poderosa metáfora de nuestro tiempo, que intenta, desde la ficción y dentro del reino de la imaginación, analizar la génesis, el desarrollo y el desenlace de nuestra particular Belle Epoque, de la primera década del presente siglo.


Abriendo el libro por distintas escenas, va comentando algunos de los trances que durante el desarrollo aparecen, como el que ocurrió en el club de D. Leocadio con motivo de la visita de la mafia rusa, cuyo jefe Sergei prendado de Bárbara en una gran fiesta le traía  una gran sorpresa,  una caja de muerto llena de billetes de quinientos euros, como regalo, que después  serviría para introducir, ya finiquitado, a su lugarteniente Stanislaf que le había traicionado vendiéndole confidencias a otra mafia rusa, que se querían establecer en Marbella, donde Sergei tenía su emporio.


 Todo este escenario terminaría con once muertos y un horno crematario, que existía en el mismo club, donde fueron hechos ceniza que alimentaría a las plantas del jardín.

                                            Bárbara en una de sus exhibiciones

Todos absolutamente todos los que se le acercan van cayendo, ella tiene muy claro el papel de hombre que quiere.

                                   La Iglesia del Palmar de los Carmelitas de la Santa Faz

Abriendo el libro por otra parte donde se describe la religiosidad superticiosa de D. Leocadio, benefactor de la Religión que se desarrolla en la Iglesia Católica Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz.
En un lenguaje jocoso, a instancias de alguno de los oyentes, dijo a ver si podía traer, en la próxima presentación, a la protagonista, como espero  la presencia de todos ustedes.
Felicita y agradece a los propietarios del restaurante, padre e hijo, por haber apoyado esta presentación.
Dio las gracias de nuevo a los asistentes por la asistencia y le manifestó al presentador, José Medina Villalba, que ya estaba fichado para la próxima presentación de la segunda novela de la trilogía.


Con el brindis de una copa de champán, las felicitaciones, comentarios, fotografías para el recuerdo, conversaciones animadas, poco a poco, se fue cerrando esta velada.

                        REPORTAJE FOTOGRÁFICO
      













































                                       José Medina Villalba








2 comentarios:

  1. ¡¡Gracias por recordar a "mi" Isaac Muñoz y el rescate de su novela "Voluptuosidad" (1906)!!
    Como siempre en todos tus casos, excelente reportaje.
    Felicitaciones y un abrazo de Amelina Correa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agradezco tu comentario hacia el archivo dedicado a la presentación de la novela, "La diosa del Ladrillo". Por la similitud entre ésta y "Voluptuosidad", era obligado, por mi parte, hacer referencia a la obra y a tu persona. Nuevamente te felicito por el gran trabajo bibliográfico, anotaciones y aclaratorias a pie de página, catálogo de perversiones, diversas menciones en publicaciones y un largo etc., que le dan a la novela un gran complemento de un valor incalculable. Un abrazo.

      Eliminar