Día uno de julio, siete y
media de la mañana, aquellos largos pasillos entremezclados, de un laberinto
donde te pierdes si careces del sentido de la orientación, sienten el rodar
monótono de las ruedas de las maletas que dicen adiós, porque cambian de
destino.
El alimento corporal con un
ligero desayuno bajo la atenta mirada de unos bombos de feria, más que de hotel
de cuatro estrellas.
Maletas y portadores que siguen
rodando en busca de la madriguera que los tiene que transportar.
Conversaciones mañaneras, en espera de la llegada de nuestro compañero de viaje que nos tiene que trasladar, el monstruo metálico.
Conversaciones mañaneras, en espera de la llegada de nuestro compañero de viaje que nos tiene que trasladar, el monstruo metálico.
Acomodados en el autobús, en el
asiento correspondiente que se nos tiene asignado,
recibimos el saludo de la persona que nos va a acompañar para darnos toda la información, en el recorrido turístico a vista de cristalera movible, por esta ciudad de Bergen.
recibimos el saludo de la persona que nos va a acompañar para darnos toda la información, en el recorrido turístico a vista de cristalera movible, por esta ciudad de Bergen.
Nuestro cicerone femenino, de
nombre Grisel, de habla melódica, muy sudamericana, más pegada al hemisferio
Sur, a la Argentina, que a estos lugares del Norte de Europa, usando con
bastante frecuencia “la muletilla”, al hablar, de “cierto”, en lugar de esa otra
“éste”, muy característica entre los argentinos, como tendrás ocasión de comprobar.
Nuestra guía Grisel
Nuestra guía Grisel
De aspecto y presencia agradable, nos da las recomendaciones pertinentes.
-Abróchense los cinturones porque esto está
regulado por ley en Noruega, y si usted
no lo hace le podrá caer una multa de ciento cincuenta euros.
De agua, a estas alturas, no es que estemos
hartos, pero visualmente nuestras retinas están completamente saturadas, no
obstante el orgullo noruego de tener la mejor agua, (claro porque no han bebido
la de “Graná”) surge de nuevo.
-No compren agua que los van a
“clavar”, se van a encontrar lugares donde beber agua en: El Mercado, Las Casitas
de Colores, el barrio antiguo de Briguen, y en la Plaza, en el centro de la
ciudad. Se evitarán gastarse las veinticinco coronas de una botellita y
tranquilos porque no les dolerá “la barriga”, “cierto”.
Haremos un recorrido en el
autobús, y otra parte que está en obras la realizaremos a pie. Iremos hasta la Fortaleza y después hasta el
barrio de Briguen.
Fortaleza
Casitas de Briguen
Como nos quedará un poquito de tiempo caminaremos hasta el centro de la ciudad.
Fortaleza
Casitas de Briguen
Como nos quedará un poquito de tiempo caminaremos hasta el centro de la ciudad.
Nos habló extensamente de
Olaf III rey de Noruega.
Olaf Haraldsson, llamado el Tranquilo o el Pacífico.
Olaf participó junto a su padre Harald Haardrade en la invasión
a Inglaterra, pero no formó parte de la expedición que sería derrotada en
la batalla del Puente Stamford en 1066, donde el rey falleció.
Al año siguiente, regresó a Noruega, donde sería investido como rey junto a su
hermano Magnus. La rápida muerte de Magnus en 1069 dejó a Olaf
como único gobernante.
Olaf III
Olaf III
El reinado que encabezó se distinguió por ser un período de paz en el país.
Casó con Ingerid, la hija de Svend II, quien era un pretendiente al trono
noruego.
Olaf llevó a cabo una
reorganización del ejército que se asemejaba más al modelo europeo;
mejoraron las relaciones con el Papa, lo que derivó en la instalación de
sedes episcopales en varios lugares de Noruega. Asimismo, se cree que Olaf fue
el fundador de la ciudad de Bergen en 1070.
Olaf III
Olaf III
Fue el primer monarca noruego que aprendió a leer y escribir en
caracteres latinos. Su sucesor, Magnus Olavsson, era un hijo ilegítimo.
Grisel nos fue comentando el número de
visitantes que vienen todos los años a la ciudad, hoteles y cruceros alrededor
de cuatrocientos.
Museo Hanseatico
Museo Hanseatico
Los museos se encuentran en el
centro de la ciudad, y en el trayecto pasaríamos por la biblioteca, el Salón
Internacional de la música que se celebra todos los años, visto desde la
montaña tiene forma de piano, Colegio Internacional para todos aquellos que
vienen de fuera para vivir en Noruega, Pabellón de la Música, para la
celebración de conciertos al aire libre, antiguo Ayuntamiento de la ciudad.
Templete de Byparken
Estación de ferrocarril de Bergen
Plaza y laguna que está conectada con el fiordo de la ciudad.
Mercado del Pescado, donde se van a encontrar entre los diversos puestos, uno regentado por españoles.
Pasaríamos por el lugar de atraque en el puerto de catamaranes. Brigen que significa embarcadero, con las casitas de colores y por allí caminaríamos un ratito.
Estación de ferrocarril de Bergen
Plaza y laguna que está conectada con el fiordo de la ciudad.
Mercado del Pescado, donde se van a encontrar entre los diversos puestos, uno regentado por españoles.
Pasaríamos por el lugar de atraque en el puerto de catamaranes. Brigen que significa embarcadero, con las casitas de colores y por allí caminaríamos un ratito.
Ésta ha sido una ciudad donde
los incendios hicieron mella, uno de los más grandes fue en 1702 que
destruyó el noventa por ciento del centro. Las razones estaban en que las
edificaciones eran todas de madera, después se han ido construyendo más
sólidamente.
Ha habido otras catástrofes
como la que ocurrió en 1944, un barco holandés cargado de explosivos estalló y
destruyó parte de la ciudad, además de las numerosas muertes que originó. El
ancla del barco fue a parar a lo alto de la montaña.
La mañana soleada, invitaba a
pasear, bajo un cielo vestido de un azul intenso, y un sol que dejaba clavado
en el asfalto la sombra oscura de nuestros cuerpos que se aferraban al suelo,
como un imán que los atraía .
El gran crucero fumando
tranquilamente en su enorme pipa y dejando en el aire la estela vaporosa de un
hilo vertical, que buscaba perderse por el espacio. Todas estas sensaciones eras las primeras inyecciones que daban energía a nuestros ánimos, recién arrancados de los brazos de Morfeo.
En Bergen, esta pequeña y
gran ciudad al mismo tiempo, pequeña en dimensiones pero rica en valores
artísticos, vamos a echar de menos la inmensidad de paisajes vividos en las
jornadas anteriores, el verde continuo mezclado con los amarillos y aunque el
agua no va a faltar, pero ningún punto de comparación con los ríos, lagos y cascadas
que hasta ahora nos han acompañado. Sin
embargo la montaña completamente llena de aceituno intenso se ha dejado caer
para bañase en la aguas del puerto.
Anclados había toda clase de
barcos, desde los monstruosos cruceros, pasando por los ferrys, y mercantiles; la resonancia de alguna sirena que parte o que llega, deja en el aire un sonido
sordo, como salido de las profundidades de una caverna, a veces de angustia, y
otras de regocijo, me recuerda aquella película portuaria en blanco y negro,
protagonizada por Marlon Brandon, “La Ley del Silencio”·
La Ley del Silencio. Protagonista: Marlon Brando
La Ley del Silencio. Protagonista: Marlon Brando
Grisel, desde un lugar del
muelle nos va a ir informando de las distintas edificaciones que desde allí se
observan, el Ayuntamiento con siete plantas que dio origen a una polémica entre
los habitantes de la ciudad cuando estaba en construcción, porque venía a
romper con el entorno, con un contenido ampliamente medieval, de ahí el
adoquinado de la ciudad, aquella fortaleza que se ve al fondo y que fue
realizada para el asentamiento de los reyes, hasta el año 1260 que dejó de ser
residencia real, la torre que se ve contigua cubierta por un plástico azul fue
construida entre los años 1241 y 1261 por el rey Haakon I que la hizo para el
casamiento de su hijo como una señal de fausto y arrogancia de poder.
Ayuntamiento de Bergen, irónicamente le llaman la octava montaña de Bergen
Ayuntamiento de Bergen, irónicamente le llaman la octava montaña de Bergen
Construir en piedra era un privilegio solo y exclusivo de los reyes y si querías hacer una construcción de este tipo, tenías que tener el permiso del rey, esta es la razón de la cantidad de incendios que hubo en la ciudad.
La ciudad está rodeada por siete
oteros, si Roma está cercada por siete colinas, el dramaturgo Ludvig Holberg,
le puso el nombre de las siete colinas de Bergen.
Al fonfo la más alta de las colinas de Bergen
La más alta de las colinas tiene 645 metros.
Teleférico para subir a la colina
Al fonfo la más alta de las colinas de Bergen
La más alta de las colinas tiene 645 metros.
Teleférico para subir a la colina
Nuestras sombras sigilosas,
producto de un Sol radiante que proyecta nuestra imagen sobre el suelo, con
ánimo de perpetuar nuestra estancia en un lugar que, ha marcado un espacio de
nuestro tiempo, a las nueve y media de la mañana, en esta ciudad con sabor
medieval.
Había que seguir explorando todo
el derroche de monumentalidad e historia que contiene esta metrópoli; nuestra guía, mientas caminábamos llevados en
andas por el impulso de un combustible, nos fue informando.
Los incendios que dieron al
traste en más de una ocasión con la urbe, obligaron a establecer en
determinados lugares amplios espacios entre las casas, construyendo edificios de piedra, llamados cortafuegos.
A usted, a mí, y a todos los que
ponemos a disposición de los contenedores de basura nuestros despojos, cuántas
veces hemos tenido que soportar el olor nauseabundo, que sale como un monstruo
arrollador impregnando nuestra pituitaria, de esos pequeños almacenes que engullen diariamente nuestras inmundicias fétidas y repulsivas.
No digamos nada de aquellas
ocasiones en las que los montones se acumulan, los animalejos de largo rabo y
enormes bigotes hacen de las suyas, y las bolsas permanecen en montones que
crecen por días, debido a la huelga de los señores que tienen diariamente
retirarlas.
Noruega está considerada como
la ciudad inteligente del reciclado de la basura, existen unos contenedores
donde el noruego deposita los desperdicios; previamente abiertos con una llave, que cada vecino posee, los contenedores están conectados con una red de
tuberías subterráneas, de siete mil quinientos metros, que van a actuar como
turbinas, una aspiradora que la succiona
a una velocidad de setenta kilómetros
por hora, y la traslada fuera de la ciudad donde se hace el reciclaje, la mitad
se convierta en energía, se traslada a la ciudad y la otra mitad se transporta a Suecia.
Una frase muy repetida, pero
al mismo tiempo interesante, surge cuando pasamos por delante de una tienda,
donde se vende la mejor ropa para la lluvia, el eslogan que ha tomado cuerpo de
naturaleza y que ya conocemos es que en, “Noruega no existe el mal tiempo, sino
la mala ropa”.
En Noruega no existe mal tiempo.....
En Noruega no existe mal tiempo.....
Todos los años se celebra un
campeonato por las montañas, las familias tienen que recorrer treinta y cinco
kilómetros.
Pasamos por delante del Palacio
de Justicia,
Palacio de Justicia
y las Virtudes Cardinales salen a la palestra, aunque parece que, hasta la misma guía, ignora una de ellas cuando la quiere sustituir por la inteligencia.
Palacio de Justicia
y las Virtudes Cardinales salen a la palestra, aunque parece que, hasta la misma guía, ignora una de ellas cuando la quiere sustituir por la inteligencia.
Una voz tajante aclaró la
situación: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, son las Virtudes Cardinales, y un silencio inundó el
habitáculo.
El primer teatro nacional de Bergen data de 1850, se fundó para
promocionar el trabajo de los dramaturgos noruegos, es en 1909 cuando se
trasladó al monumental edificio actual, diseñado por Einar Oscar Schou, y que
tuvo que ser ampliado dadas sus pequeñas dimensiones.
La reforma de 2001 le devolvió su esplendor primitivo ya que fue destruido en la segunda guerra mundial, tiene tres salas y se representan más de veinte producciones anuales de distintas disciplinas.
Teatro Nacional de Bergen
La reforma de 2001 le devolvió su esplendor primitivo ya que fue destruido en la segunda guerra mundial, tiene tres salas y se representan más de veinte producciones anuales de distintas disciplinas.
Teatro Nacional de Bergen
La estatua´que hay delante del teatro está dedicada a Henrik Ibsen.
Casa de muñecas es
una obra dramática de Henrik Ibsen. Su obra teatral se estrenó el 21 de
diciembre de 1879 en el Det Kongelige Teater de Copenhague.
Casa de muñecas fue escrita dos años después de Las columnas de la sociedad y
fue la primera obra dramática de Ibsen que causó sensación. En la actualidad es
quizá su obra más famosa y su lectura es obligatoria en muchas escuelas y
universidades. Cuando Casa de muñecas se publicó, generó gran
controversia, ya que critica fuertemente las normas matrimoniales del siglo
XIX. Aunque Ibsen negó que su obra fuera feminista, es considerada por muchos
críticos como la primera verdadera obra teatral feminista.
Bergen a pesar de estar considerada como la segunda gran ciudad de
Noruega, está completamente asequible a cualquiera que no se aprecie de ser un
gran andarín y siempre, o casi siempre, venimos a encontrarnos con su puerto,
como el imán que atrae a los que llegan aquí, plagado del colorido y la luminosidad que
inunda desde los veleros, yates, hasta los grandes y gigantescos cruceros.
Pasaríamos por la zona donde reside el gremio universitario y las
posibilidades de acceder a la
Universidad Pública, la enseñanza es totalmente gratuita. El que quiere
estudiar puede.
Universidad de Bergen
Los campos universitarios están repartidos por toda la ciudad, que tiene siete Facultades. El cine, una iglesia neoclásica luterana, la Iglesia de San Pablo única iglesia católica, luteranos, católicos, islámicos y otra religiones, son las que conviven por aquí.
Iglesia de San Pablo
Universidad de Bergen
Los campos universitarios están repartidos por toda la ciudad, que tiene siete Facultades. El cine, una iglesia neoclásica luterana, la Iglesia de San Pablo única iglesia católica, luteranos, católicos, islámicos y otra religiones, son las que conviven por aquí.
Iglesia de San Pablo
La mano de obra que se utiliza aquí procede de Polonia, gente muy trabajadora, una mano de obra
más económica. (En todos lados se suele explotar al obrero).
Llegamos de nuevo al centro, y apreciamos el nuevo Ayuntamiento con sus
catorce pisos. La estatua dedicada a los vikingos y a
sus famosos cuernos, sirvieron para dejar un poco de humor y alguna carcajada.
Un
enorme barco velero, construido por la marina mercante alemana en el año 1914, dejaría
una exclamación en el aire al observarlo, y las casas de Bryggen enarbolando sus
coloridos, catalogadas entre las diez más famosas del mundo y reconocidas
como Patrimonio de la Humanidad.
Mientas continuamos navegando, no por mar sino por tierra, Grisel nos
sigue hablando de Bergen una ciudad industrial con oficinas internacionales, un
museo de la pesca
Museo de la pesca
y entre todas las casas, la más pequeña que mide veintinueve metros cuadrados donde vivió en el siglo XVIII un señor con sus cuatro hijos.
La casa más pequeña
Museo de la pesca
y entre todas las casas, la más pequeña que mide veintinueve metros cuadrados donde vivió en el siglo XVIII un señor con sus cuatro hijos.
La casa más pequeña
Las casas, muy pegadas las unas a las otras causa principal de los incendios, con sus ventanales enormes, desprovistas de cortinas para aprovechar al máximo la luz solar ya que en invierno desparece, y a las tres de la tarde ya es de noche, y si nos vamos al norte de Noruega solamente tienen una hora de luz al día.
Noche en el norte de Noruega
Llegamos en nuestro caminar al fiordo de Bergen, los fiordos suelen estar rodeados de montañas, éste carece de colinas pero es muy profundo, los salmones que se crían aquí al disfrutar de las aguas entre saladas y agua fresca, tienen una carne muy sabrosa y suave.
Antes de llegar al final de este paseo mañanero nos encontramos con una
iglesia medieval construida entre los años 1130 y 1140, se llama Santa María,
fue católica y actualmente luterana y posee imágenes en su interior.
El
autobús después de este recorrido por la ciudad en una mañana espléndida, hizo
la parada correspondiente para estirar las piernas y caminar un poquito.
El
sonido de las campanas es el lenguaje de bronce que deja en el aire el clamor
de un instrumento solitario, perdido en lo alto de una torre, y que quiere
dejarse sentir ante una muchedumbre que continuamente pasa por debajo escuchándolas, pero con indiferencia absoluta.
Hoy
nos ha visto llegar a este grupo de granadinos, eran las once y media de la
mañana, y su voz clamorosa me ha hecho recapacitar. Me ha recordado el tañer
lastimero cuando doblan porque un amigo nos dejó, el toque misterioso de
nuestra Campana de la Vela, en las madrugadas
cuando el sueño ha hecho presa en mi cuerpo,
Campana de la Vela
o la locura de las campanas de nuestra Catedral en Granada, cuando en la fiesta solemne del Corpus Crhisti, la más gorda, puesto que forman una familia, con su voz ronca, impone el ritmo de las demás.
Campanas de la Catedral de Granada
Si alguna vez las campanas enmudecieran qué tristeza en el aire, que silencio en las iglesias, hasta las palomas echarían de menos su sinfonía que les hace emprender el vuelo.
o la locura de las campanas de nuestra Catedral en Granada, cuando en la fiesta solemne del Corpus Crhisti, la más gorda, puesto que forman una familia, con su voz ronca, impone el ritmo de las demás.
Campanas de la Catedral de Granada
Si alguna vez las campanas enmudecieran qué tristeza en el aire, que silencio en las iglesias, hasta las palomas echarían de menos su sinfonía que les hace emprender el vuelo.
Las
tumbas, en ese silencio impenetrable, establecen un contacto directo con el
sigilo misterioso, que continuamente se cierne sobre ellas.
En
el interior, contemplando tanta obra artística con la que se encuentra
enriquecida, acompañada por la música de
un órgano, que invita al recogimiento, no podemos por menos arrebatarle su
encanto para llevárnoslo en nuestra filmadora, convertida en un film. Mientras
unos meditan otros tiritan de emoción.
Había que partir hacia otros lugares donde la religiosidad quedara en su sitio y nuestro ánimo cambiara de rumbo, la sonrisa de algún miembro del grupo indicaba el grado de satisfacción que se poseía.
Otros aprovechan para dejar plasmada su figura ante el bronce, verde esmeralda de personajes ilustres de Bergen.
Con paso marcial, como la escuadra de
gastadores de un desfile militar, nuestra guía enarbolando la bandera de
Noruega, toda arrogante y orgullosa, dirige la marcha de este escuadrón.
Grisel, como la profesora que conduce a un grupo de parvulitos,
dejando sus expresiones de una forma muy pedagógica y elegante, para no querer
molestar e importunar a nadie, nos va a dar una lección de cómo hay que cruzar
una calle y mucho cuidado, chicos, con ese que nos mira, y de pronto se pone
rojo, porque se le suben los colores a la cara, otras veces nos guiña y se sitúa en color calabaza y mucho cuidadín cuando se coloca en verde y nos da paso.
-¿Quieres comprobarlo? Pues abre este vídeo y aprende la lección,
querido lector, que a veces se nos olvida y pasamos cuando nos da “la real de
la gana”.
Las
once y media de la mañana, caminamos en dirección a la fortaleza de
Bergenhus, más que para visitarla, hacer
una breve parada en busca de un lugar donde, aunque haya que ponerse en fila,
poder darle salida a los líquidos del cuerpo que también tienen sus exigencias.
En la Fortaleza de Bergenhus
En la Fortaleza de Bergenhus
Cada cual va a emplear su tiempo en lo que más le satisfaga al cuerpo o al alma, unos conversan, otros contemplan, algunos meditan, e incluso se le da salida explosiva a la risa como una expresión de alegría y felicidad,
bajo un cielo azul que es el color de la sangre de la sensibilidad, en esa opacidad de la forma, transformando la Naturaleza en artificio, es un canto entre la realidad diaria y todo lo que estos días nos están deparando.
Pasar por la fortaleza, simplemente para desaguar o descansar un poco, no era suficiente, habría que completarlo con algo de historia.
El
término más correcto para referirse a Bergenhus es el de Castillo de Bergenhus
ya que fue la residencia del rey y el centro de administración cuando Bergen
era la capital de Noruega.
La fortaleza contiene edificios que datan de
1240, aunque hay construcciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y
la mayoría del área cerrada data del siglo XIX.
Las instalaciones de la fortaleza abarcan el
área entre Koengen, al este, Bradbenken, al
sur, Festningskaien al oeste y Bontelabo,al norte.
Fortaleza de Bergenhus
Fortaleza de Bergenhus
Nuestros pasos se dirigen hacia el poblado de Brigen, que significa
embarcadero, dirigidos por nuestra capitana que enarbolando su bandera y con la
arrogancia y prestancia con la que se manifiesta subida en un podio, nos va a
declamar toda la trayectoria histórica de este lugar.
Aquí
se estableció la liga ansiática formado por un grupo de alemanes que se
dedicaban a la comercialización del bacalao, cuyo secado lo hacían cubriéndolo
de sal sobre la piedra, y permaneciendo tres meses para su secado, o bien colgado
a la orilla del mar. Una vez secado su
duración para el consumo era de quince años.
Normas, reglamentos, formas de vida, jóvenes de dieciséis y diecisiete
años como aprendices, y dificultades que tenían que soportar, las mujeres sonrientes que cubrían las
exigencias de esta población masculina, la Peste Negra, el famoso aceite de
hígado de bacalao,
con sus propiedades de vitaminas, proteínas, que toman desde que nacen hasta que se mueren, los crueles rituales que realizaban para poner a prueba la fortaleza de los jóvenes, así como los azotes de la lepra, pero siempre Bergen ha surgido de sus cenizas como el Ave Fenix, todo esto y mucho más fue ampliamente puesto a nuestra disposición para después dar paso a recorrer las calles de este poblado donde la madera es el elemento fundamental de todas las casas.
con sus propiedades de vitaminas, proteínas, que toman desde que nacen hasta que se mueren, los crueles rituales que realizaban para poner a prueba la fortaleza de los jóvenes, así como los azotes de la lepra, pero siempre Bergen ha surgido de sus cenizas como el Ave Fenix, todo esto y mucho más fue ampliamente puesto a nuestra disposición para después dar paso a recorrer las calles de este poblado donde la madera es el elemento fundamental de todas las casas.
Un
gigantesco bacalao construido en madera, daría paso a refrendar todo lo dicho
por Grisel, y lugar para dejar la impronta de nuestras figuras en una
instantánea como recuerdo.
Mateo, después de todo lo visto y escuchado nos da las órdenes precisas
a seguir hasta la hora del almuerzo, así es que, sin perder tiempo, nos fuimos
deleitando en las casitas de colores de Brigen.
Parecen gigantes de feria de los que en la Pública de Granada, con motivo de los preliminares de las fiestas del Corpus recorren la ciudad, estos gigantones de Brigen, están estáticos mirando eternamente al puerto dando una nota de color que es una verdadera policromía, blanco, rosa, naranja, negro, marrón violeta, conjuntado con el color del tejado es una verdadera explosión de pigmentos fijos, construyendo un espectro de color que se podría hermanar con cualquiera de los arcos iris que cubren el firmamento en estas latitudes.
Parecen gigantes de feria de los que en la Pública de Granada, con motivo de los preliminares de las fiestas del Corpus recorren la ciudad, estos gigantones de Brigen, están estáticos mirando eternamente al puerto dando una nota de color que es una verdadera policromía, blanco, rosa, naranja, negro, marrón violeta, conjuntado con el color del tejado es una verdadera explosión de pigmentos fijos, construyendo un espectro de color que se podría hermanar con cualquiera de los arcos iris que cubren el firmamento en estas latitudes.
En
nuestro caminar, las casas de colores se van quedando atrás, el airecillo que
viene del puerto nos anima a seguir caminando pero sobre todo las impresiones
que espontáneamente nos comenta nuestro doctor el señor Pepe Álvarez, siempre
con buen talante y la sonrisa como primera tarjeta de presentación, acompañado
por la de su esposa Encarnita, nos recuerdan que no nos vamos de vacío,
sino que nos estamos cargando de adrenalina.
-¿Qué decir del mercado?
-Un
derroche de todo tipo de alimentos, donde no solo se recrea la vista, sino
también el gusto y haciendo provisiones de la estrella de estos lugares el
salmón, que al vacío algunas señoras se llevan para España, adquirido en el puesto de unos españoles.
-
Sonidos de instrumentos musicales llegan a nuestros oídos, y como es natural
había que acercarse para ver cómo llegan las diversas bandas con sus majorettes,
elegantes, luciendo sus atuendos e incluso, alguna de ellas, haciendo exhibiciones
con el bastón de mando, portando el blasón de su bandera representativa,
aludiendo a su procedencia.
No había que perderse el momento y nuestras cámaras hicieron acopio de todo lo que sucedía.
No había que perderse el momento y nuestras cámaras hicieron acopio de todo lo que sucedía.
-
¿Qué pasa? Dice la jovencita mayoret, al verse enfocada, por la que se quiere
llevar su imagen, lanza al aire su bastón dando con él en el suelo, en lugar de
en su mano. Pero no hay problema, ella toda arrogante no solo quiere lucir su
traje rojo, botas blancas y elegante sombrero, sino que en la segunda repetición, bajo el asombro de
los que contemplábamos del difícil ejercicio, salió victoriosa.
Muy
cerca del lugar, junto al puerto, percibiendo el olor de la marisma, que sabe a
sal, al bullicio de la gente, a sonidos de sirenas que se pierden en el aire, a
atracción de propios y extraños, con las jarras de cerveza en la mano había que
brindar por el éxito de este viaje.
Bajo
la mirada de los comensales que desean formar parte de otras muchas fotos que se
guardan en la cámara, para volcarlas después en el archivo, cada cual opta por
la postura más cómoda porque tienen la certeza, que éste reportero sabrá
seleccionar aquellas que sean del agrado, para poder recordarlas en un futuro.
La
terraza, sumamente acogedora, bajo una carpa roja, saboreado el exquisito
salmón, bajo la atenta mirada de las gaviotas que como las enormes aspas de un
ventilador, realizaban sus vuelos oteando alguna migaja que se pueda caer de
las mesas, teniendo como decorado los yates de lujo anclados, las casas de
colores de Brigen al fondo como espectadoras de lujo, abrigadas por el verdor
de la montaña, y por techo de este escenario un cielo al que no le cabía más
intensidad de azul.
La batería se queja de que está
realizando una gran misión, me dice:
-¿Te puedes permitir el lujo de sacar tanto
reportaje, y no has tenido el detalle de mostrarme, ni hablar de mi?
Ella es mi gran ayudante, y su labor es muy importante para mi trabajo, no tengo más remedio que darle las gracias.
Ella es mi gran ayudante, y su labor es muy importante para mi trabajo, no tengo más remedio que darle las gracias.
Después de un agradable almuerzo,
compartido con la amistad, sabroso alimento del espíritu, y los continuos
saludos de las gaviotas que, a hurtadillas, han querido raptar las migajas que
se caían de las mesas, agradable compañía pero algo inquietante, porque no te
puedes fiar de los aleteos de estos habitante perennes de la casa que los
cobija el mar.
Siendo las 14:52, tomamos nuestro cuerpo
portador de viaje para continuar explorando nuevos terrenos y mares en esta
maravillosa aventura.
Introducirse por una madriguera, aunque esté
perfectamente iluminada, cual hurones
enlatados dentro de una caja con ruedas, no es muy atractivo, pero por suerte o
desgracia, serán bastantes los cubiles subterráneos que tendremos que
atravesar, incluso por debajo del mar.
-¿Por debajo del mar,
dice?
Recibida toda la información por parte de
nuestro guía, seguimos contemplando las escenas que nos depara la gran pantalla
de la Naturaleza, como un film sobre una enorme pantalla nos deja el
paisaje, las casas próximas a nuestro recorrido, los monolitos de piedra,
perfectamente alineados indicando que allí yacen los que en otros tiempos
hicieron su historia y la de Noruega y que sus descendientes los tienen muy cerquita, para recordarles continuamente cuando se asomen a la ventana, y que
ellos también pueden seguir engrandeciendo a su nación.
-¡Jesús, Dios mío! Se oye decir, con voz apagada y profunda.
Nuestro chofer que parece
haber captado el mensaje, ni corto ni perezoso, se sale de la carretera y nos
mete dentro del dormitorio.
-
¿De qué dormitorio, señor escritor?
En otras ocasiones,
nuestro piloto para refrescarnos la memoria, por si no nos habíamos enterado de
que el verde es el color que se coloca a la cabeza en este país, nos pone no
solo a que nos empapemos de las pigmentaciones, sino que quiere que nos las
comamos. Él es el primero en dar ejemplo.
Nuestro conductor está rumiando el seto de la carretera
Nuestro conductor está rumiando el seto de la carretera
Hay momentos que las
imágenes hacen la mejor lectura que penetra por la ventana de nuestras pupilas.
Pues dejemos a la vista actuar, y a los dedos de teclear.
Si has tenido la
curiosidad de contemplar el vídeo, no sé si te has percatado del balanceo del
vehículo, es la enorme boca de cincuenta otras tantas, que juntas forman una
sola unidad, vamos devorando todo lo que se no pone por delante.
Hemos llegado al Fiordo
de Os.
Nos hemos tragado una distancia de treinta y cuatro kilómetros, se nos indica que será las cuatro de la tarde la hora del embarque, tiempo que emplearemos para seguir atrapando todo lo que se nos depare.
Nos hemos tragado una distancia de treinta y cuatro kilómetros, se nos indica que será las cuatro de la tarde la hora del embarque, tiempo que emplearemos para seguir atrapando todo lo que se nos depare.
Un patito blanco se
desplaza por las tranquilas aguas de la zona de embarque, dejando la blanca
cola prolongarse, mientras su elegante figura se sumerge en las cristalinas
aguas que apaciblemente dormitan.
Una enorme bocana se nos
abre como marquesina para penetrar en el interior de esta enorme “ballena”, la
contemplo desde la barandilla del embarcadero mientras comento, con mi amigo
Pepe Pérez Urda, que la hora de embarcar se aproxima.
Constituyendo uno de los
alimentos que va a devorar nuestro ballenato, con cierto recelo, penetramos en
el interior, allí se fueron colocando en aquel enorme sótano, en perfecta
formación, los diversos autobuses en los que íbamos a hacer la travesía.
Desde la parte alta de
nuestro barco, varios macizos a modo de islotes, yo día de enorme cocodrilos, nos están esperando para poder pasar a través de ellos.
Cada cual eligió el lugar
más apropiado, uno sentados, otros deambulando de acá para allá, algunos con la
sonrisa a flor de piel, pero todos deseosos de llevarse todo lo que surja en
cualquier momento, por que el hambre por satisfacer nuestra afectividad no tiene hartura.
Sorpresas, ¡por supuesto
que las habría!
Nuestro barco ha dejado
de caminar a la velocidad que le marca el viento, ha comenzado a navega muy
lento, se va aproximando a la orilla como el que desea coger algo sin formar el
menor ruido posible, el pasaje se ha percatado y se aproxima a los lugares más
idóneos, para contemplar el espectáculo.
-¡Hay cierto recelo!
-¡Hay cierto recelo!
La marcha se ha
aminorado, algo extraño está ocurriendo.
Estamos próximo a la ribera y ante nuestro ojos unos animalitos, ermitaños que habitan en la falda
de la montaña, suben y bajan por vericuetos ansiosos de ser los protagonistas
principales de una especie de teatro al aire libre, donde las butacas para los
espectadores están en el agua, y los actores han salido de sus camerinos para
comenzar la función.
Ya estamos casi tocando
tierra, el pasaje ha tendido una rampa y podríamos ser nosotros mismos los
que realizáramos la función.
Son unos magníficos
escaladores, podríamos decir, equilibrista de un circo cuya carpa es el
cielo y el escenario la roca de la montaña al desnudo.
Saben cuál es el lugar
exacto donde colocarse, para recibir el premio a su osadía y demostración
circense para júbilo de los espectadores; unos trozos de pan, permítaseme decir, mendrugos, son arrojados con precisión milimétrica, como alimento de estos cuadrúpedos, mientras los aguiluchos graznan en las alturas.
Estábamos emocionados de
ver como recibían el alimento, e incluso la actuación de las gaviotas que
ávidas por coger algo de lo que se les arrojaba deambulaban esperando el
momento propicio.
Comentarios no faltaban
entre los espectadores:
-¡Están lustrosas estas cabras para estar solitarias!
-Seguro que comerán
varias veces al día, porque este numerito, de divertimento para los visitantes,
se repetirá a lo largo de la jornada, por este barco y por otros que lo tendrán
incluido en su repertorio.
Un intento de aplauso
protagonizado por el contramaestre, que no fue acompañado por el público, dio
por finalizada la función, mientras la sirena del barco, con su característico
sonido, se iba despegando del escenario para buscar su ruta a pleno mar
abierto, y nuestras cabritas inclinaban la cabeza, agradeciendo al
público y a los alimentos recibidos.
Continuábamos navegando
sorteando los verdes islotes que nos salían al encuentro,
contemplando un celeste del cielo hermanado con un azul intenso del mar que se le rinde a sus pies.
contemplando un celeste del cielo hermanado con un azul intenso del mar que se le rinde a sus pies.
El viento también tiene
su lenguaje especial, y habla de diversas maneras, a veces es delicado y
agradable, acariciándonos el rostro, pero otras, porque cree que le estamos
violando su espacio arrecia, y los cabellos se erizan protestones ondeando, las
faldas de las señoras se bambolean, los caballeros tienen que apretarse los
sombreros, y hay que abrigarse un poco más, sino queremos pagar las
consecuencias.
Hasta las aguas se
sienten molestas y dejan unos destellos luminosos que brillan con más
intensidad que en otras ocasiones.
Ancho y con gran amplitud
es el fiordo, y en consonancia, nuestro navegador holgado como él solo, va
dejando una enorme estela de espuma blanca, con encajes de hilo azul, como la
larga y extensa cola de una novia camino del altar.
Mientas unos dormitan,
otros discuten, alguna medita, alguien pasea por la cubierta del barco, respirando
el aire con lenguaje de viento, con una sensación de libertad como el que, en
cierto modo, nos fustiga.
Recorrer el barco de
babor a estribor, de proa a popa me recuerda el brindis del marinero:
De babor a estribor
de la proa a la popa
de la quilla a la perilla
al centro y adentro.
El amplio fiordo se ha
ido estrechando, hasta convertirse en uno que nos va a permitir desembarcar, ha
llegado el momento de dejarlo para tomar nuestro compañero de calzado de yantas
de goma y continuar nuestro viaje.
Vamos camino de otro
fiordo, tenemos que recorrer ciento ocho kilómetros y tardaremos
aproximadamente una hora y media. Nuestros cuerpos tendrán que soportar cinco
horas de viaje para recorrer unos doscientos diez kilómetros.
Algunas notas de humor y
de jolgorio hacen más ameno el rodaje,
aunque en algún momento para los futboleros decepción en el mundial, España al borde del abismo.
aunque en algún momento para los futboleros decepción en el mundial, España al borde del abismo.
Nuestro caminar se dirige
al Fiordo de Lysefjord, donde unos subirán a las alturas y otros desde abajo
contemplaremos el Preikestolem, pero ese escenario sería al día siguiente.
Más todo no iba a ser
risas, jolgorio y diversión una noticia triste y muy desagradable llegó en
aquellos momentos, nuestra querida Presidenta Laly, ha tomado rumbo a otro
fiordo, el fiordo de la eternidad, dejándonos un gran vacío a todos los que
durante mucho tiempo hemos convivido con ella. Persona entregada en cuerpo y
alma por esta asociación que siempre tuvo la sonrisa en su rostro, que jamás
desfalleció y que hizo agradables siempre los viajes con su presencia. Un
minuto de silencio y un recuerdo para Laly que ha marcado una trayectoria
difícil de igualar.
Nuestra madriguera por
donde vamos a pasar ahora, nos demuestra la capacidad humana al construir un
túnel debajo del mar.
-Sí, querido lector, y si
te apetece atravesarlo conmigo, no
tienes que hacer nada más que pulsar el siguiente vídeo.
-Pero, ¿y si se hunde y nos ahogamos?
-Anda no tengas miedo, si solo estás leyendo y tranquilamente sentado en la butaca.
- Es que estoy tan metido en el viaje que me creía que iba a suceder de verdad.
-Pero, ¿y si se hunde y nos ahogamos?
-Anda no tengas miedo, si solo estás leyendo y tranquilamente sentado en la butaca.
- Es que estoy tan metido en el viaje que me creía que iba a suceder de verdad.
Era uno de julio, domingo,
las 18.23, la tarde agradable, habíamos sentido la experiencia de haber estado
bajo el mar durante más de cinco minutos, el sol nos acompañaba sobre un mar
que parecía un lago de fuego y en la distancia percibíamos lo que nos esperaba,
una larga cadena de vehículos caminando lentamente hasta poder llegar a conseguir
el ferry que nos trasladaría.
Había una especie de espejismo
y por el gran cristal desde donde se contempla en panorámica, a modo de una
pantalla de cinemascop, una luz tenue se deslizaba y podíamos contemplar el
lento caminar de la caravana que para mayor inri nos tocó delante una caravana de verdad, de las que ruedan por las carreteras, auténtica de hacer camping.
En este lento caminar,
Mateo fue dando todas las explicaciones sobre las próximas horas relacionadas
con el siguiente día, y la aventura del famoso Preikestolem en el Fiordo de
Lyse, que para un número reducido de personas era una gran ilusión, subir al
famoso Púlpito.
Existe un cierto
nerviosismo porque el último ferry parte a las 20.30 y algunos listillos no están
respetando la cola y se aventuran a pasar delante.
Mientras tanto, nuestro lazarillo, intenta poner una
nota de tranquilidad explicando los colores rojo y blanco en las viviendas
noruegas, con distinto significado en la ciudad y en el campo, así como el simbolismo
de los colores, blanco, azul y rojo en la bandera Noruega.
Vamos camino de
Stavanger,
Stavanger es una ciudad
portuaria y municipio del sudoeste de Noruega, perteneciente a
la provincia de Rogaland, de la que es capital. Es la cuarta ciudad del
país por su población con 132102 habitantes según el censo de 2015 detrás
de Oslo, Bergen y Trondheim y es el centro de la
tercera aglomeración noruega. Es la capital noruega del petróleo. Las
actividades tradicionales de Stavanger son el transporte marítimo, la
construcción naval y la industria conservera, aunque esta última ha perdido
importancia con el paso de los años.
Nos sigue hablando de los
vikingos, que aparte de ser unos grandes guerreros, saqueadores brutales, es la
idea que se tiene de ellos, pero a pesar de este concepto, eran unos buenos
mercaderes, y sobre todo muy buenos navegantes. La agricultura era en aquellos
tiempos, la base fundamental de la que vivían, pero estas tierras son pobres y
esto les hizo salir a la aventura, a buscar tierras más fértiles. Inventaron una brújula solar que les indicaba
el Este y el Oeste, de esta manera pudieron navegar hacia el Oeste, llegando al
norte de Escocia, Inglaterra, Irlanda,
Islandia, Groenlandia y norte del Canadá.
Los vikingos de Dinamarca
fueron más al sur de Inglaterra y hacia Francia, incluso España que en aquellos
tiempos estaba bajo la dominación musulmana. Saquearon las Repúblicas Bálticas,
llegaron a Ucrania, Rusia y fundaron Kiev, tenía una tecnología náutica muy
avanzada. Las embarcaciones eran muy ligeras tenían capacidad para cincuenta
hombres y las podían trasladar fácilmente por tierra.
Mientras Mateo nos
contaba toda esta serie de historias e incluso de aventuras, la caravana iba
avanzando y nos aproximábamos al embarcadero.
Después de hora y media
de caminar lentamente hemos conseguido entrar en el ferry.
Nuestro primer paseo fue
explorarlo, así que con cámara en mano nos dimos una vuelta y me encontré al doctor algo pensativo echado sobre la barra, él que entiende bastante de enfermedades,
pero quizás desconozca la que no es tan fácil de curar, la costumbre, por
suerte estos días no nos ha invadido porque no ha habido tiempo de acostumbrarse
a nada.
Había que seguir
explorando el exterior, nuestro barco se desplazaba sobre las agua de un mar
inmenso con un color ultramar intenso, las orillas lejanas, las casitas como
pequeños puntitos perdidos y un horizonte formado por una línea casi
imperceptible de montañitas que se hilvanaba con un cielo de azul degradado.
Tal era la amplitud que
yo dudaba de que aquello pudiera ser un fiordo.
La bodega cargada de coches,
camiones, autocares y algunos pasajeros echados en la barandilla, aspirando el
aire puro, contemplando el paisaje, mientras otros deleitan el paladar con un café.
El Sol dejaba una estela
blanquecina sobre la superficie del agua, un Sol dueño de la mitología de los
dioses, un Sol que no conoce la noche, un Sol grandioso, un Sol que no se acuesta, un Sol que no deja de alumbrar, pero que cabe en una
sola sílaba, el que hace que veamos las cosas de colores por la luz que nos da,
el horizonte lo llama para arroparlo con las oscuras sábanas de la noche, pero
él no le hace caso.
Un sol que se rompía en
el mar, y dejaba una parte estrellarse sobre la cristalera del camarote,
libando la superficie de una mesa, mientras acariciaba mis espaldas y se
escondía por la parte de mi rostro, para paladear la superficie de la mesa y escaparse
silencioso haciendo mutis por el foro.
Había que encontrar la
instantánea más propicia, para dejarla plasmada, en nuestra retina.
Aquello ocasionó una ocupación de tiempo, que nos desligó del grupo que ya nos esperaban impacientes en el
autocar para emprender rumbo a nuestro destino.
La paleta de colores es
inagotable: verdes, en toda su gama, en las inmensas praderas, blancos, rojos,
grises, en las casitas desperdigadas pastando como ovejitas, al mismo tiempo
que lo hacen realmente estos animales,
violetas, azules, de un mar y un cielo que se funden, y la sombra de nuestro vehículo, adelantándose ávida por llegar antes, meciéndonos en un vaivén continuo. Nuevas y largas guaridas, alguna de ellas por debajo del mar.
violetas, azules, de un mar y un cielo que se funden, y la sombra de nuestro vehículo, adelantándose ávida por llegar antes, meciéndonos en un vaivén continuo. Nuevas y largas guaridas, alguna de ellas por debajo del mar.
Hay quien comenta, para
darle más emoción al momento que ha visto filtraciones de agua, a lo que otro
bromeando le contesta.
Por fin llegamos a
Stavanger, aterrizamos en nuestro nuevo hotel, ESCANDIC STAVANGER CITY, son en
estos momentos las 21.10.
Cena y a descansar. Hemos
dado término a un día delicioso de fiordos y paisajes, el cuerpo algo cansado y
el espíritu con la mochila bien cargada de almacenar tanta belleza.
-¿Tendrá espacio para seguir atesorando tanta grandeza?
Creo que habrá que hacer un esfuerzo, y apretar el macuto para seguir cargando.
Vamos a por el sexto día.
-¿Tendrá espacio para seguir atesorando tanta grandeza?
Creo que habrá que hacer un esfuerzo, y apretar el macuto para seguir cargando.
Vamos a por el sexto día.
José Medina Villalba
amigo Pepe: Este reportaje que acabo de ver y disfrutar, confirman esa frase tan conocida, de que no hay quinto malo, a partir de ahora habrá que convertirla en casi un dogma,
ResponderEliminarla comida enlatada o envasáda al vacío de Noruega, que comprasteis en el puesto del mercado regentado por españoles, o en cualquier otro lugar, que sirven para alimentar el cuerpo. se ha visto completada con otro tipo de comida, que alimentan el espíritu, completando así el circuito vital que toda persona necesita para vivir como organismo provisto de cuerpo y alma, sin por mi parte de más importancia a uno que a otro; en el caso que nos ocupa, nuestro amigo Pepe, se ha encargado de proporcionar ese alimento espiritual que toda persona precisa para seguir adelante; gran responsabilidad amigo pepe te has adjudicado, pero para ti no supone ni ha supuesto un cargo ni una obligación,sino un placer y un gozo ocupar tu tiempo y tu trabajo en repartir ilusión por la vida, valorar la amistad, compartir con los demás tu propia vida, tu forma de enfocar las experiencias vitales y todo ello expresado con una prosa alegre, vivaracha, comprometida, una sincera actitud personal y un compromiso con los demás sin esperar otro premio, que la satisfacción de hacer aquello que toda tu vida has hecho.
Como veras no digo nada de la ruta seguida en este quinto día, porque no podría mejorar lo que tu ya has relatado, completo, brillante, ameno y todo expresado con viveza alegre y poético. Amigo Pepe mi agradecimiento por este nuevo circuito, quedo a la espera del sexto día con la mochila preparada y el animo subido. Un fuerte abrazo de tu amigo Pepe Cuadros.
MARIA AMPARO MORA MONTES
ResponderEliminarQuerido amigo: Termino de leer tu trabajo sobre la segunda gran ciudad de Noruega, BERGEN y no he desaprovechado el viaje por la cantidad de cosas que he aprendido.
En primer lugar, la historia de la ciudad luego su situación geográfica con sus siete colinas, la laguna conectada con fiordos, el barrio Brigen con su puerto y las casitas de colores. Sus monumentos como el horrible Ayuntamiento que desentona del lugar, la Fortaleza, el Palacio de Justicia, el Teatro, las Iglesias, las Facultades, el mercado del pescado, el Museo de la pesca y los geniales contenedores de basura. No ha faltado conocer su forma de vida, la enseñanza gratuíta, las ayudas sociales, el salario medio, impuestos ....
Con tu magnífico reportaje tengo una visión muy real de todo el viaje. Creo que imagino a Bergen tal como es. Gracias por haberme permitido vivir este quinto día en Noruega. Un abrazo
Amelina Correa Ramón. ¡Menudo viaje apasionante del que has tenido ocasión de disfrutar este verano, querido Pepe José Medina Villalba!!! Un fuerte abrazo
ResponderEliminarRosi MuñozRosi. Gracias Don José h,e visto fotos y es precioso , es que yo soy muy viajanta y si ya me ha dado usted una idea para cualquier próximo viaje nunca había visitado Noruega es preciosa, gracias, Algunos vídeos no se me han abierto por eso no no he visto todo y me ha llevado a confucion , pero si también lo he disfrutado como si hubiera viajado con usted y lo que he leído , le pasa igual que a mí yo cuando viaje también pongo fotos para que mis amigos de alguna manera vean las fotos y viajen aún que sea un viaje Virtual y puedan disfrutar un poquito conmigo ,
ResponderEliminarUn fuerte besazo y abrazo don José espero siga disfrutando de viajes de fin de curso con sus alumnos y siga tan bien como siempre primor
ResponderEliminarMIguel Carrascosa Salas
Querido José Medina: He leído -con el interés de siempre-tu crónica sobre vuestro vieja a los países nórdicos. ¿Y qué te puedo decir de su contenido y de sus ilustraciones? ¡Lo de siempre!, que son una descripción detallada, ágil, completa y sorpresiva por la abundancia de de datos y la perfecta y lograda complementariedad de los mismos. El que lea tu crónica podrá afirmar, sin duda, que ha viajado a los fiords noruegos y ha captado la belleza y variedad de sus contrastes, sin moverse de casa... Un fuerte abrazo y hasta cuando quieras.
Miguel J. Carrascosa