Primavera en el Colegio del Ave María. Casa Madre
Llevo años, desde que me jubilé,
acompañando a las visitas que vienen a visitar mi Colegio, el Colegio donde he
permanecido toda la vida. Por regla general, siempre han sido alumnos de las
Facultades relacionadas con la educación, o bien asociaciones o grupos de
distintos estamentos.
Hoy, 22 de abril, he vuelto a ser el
que convivió con la grey infantil, con sus venturas, y desventuras, con sus
problemas, y preocupaciones, con sus inquietudes, y devaneos…, intentando en
darles, primero ejemplo, en mis comportamientos, y después infundiéndoles los
fundamentos esenciales, los valores que han de hacer de los chicos y de las
chicas, hombres y mujeres cabales, dignos de ocupar un puesto en la sociedad en
la que vivimos.
Esta mañana, he sido el maestro que durante
cuarenta años estuvo junto a los seres más entrañables, base y fundamento constitutivo
del futuro de nuestra nación.
La mañana había comenzado con unos
tintes grises en el cielo que me produjeron cierto temor sin fundamento,
porque no se nos podía estropear y dar al traste, la ilusión de los chicos, de cuarto de Primaria, del Grupo Escolar Gómez Moreno, que venían a ver las Escuelas del Ave
María.
Además de pasar una jornada conociendo
al fundador, lo que aquí se “cuece”, y pasarlo bien, traen un objetivo
fundamental, la recogida de datos para un trabajo de campo, e investigación,
que están realizando sobre el Sacromonte, y que en él, no se podía excluir a
las Escuelas del Ave María, por su situación y por la íntima relación que
guardan con el barrio del Sacromonte.
D. Roberto Reinoso
Según la nota facilitada por su
maestro, D. Roberto, el objetivo de esta visita, en esta jornada mañanera, era la
de conocer el barrio del Sacromonte, su historia, su cultura, su entorno, y las
grandes figuras que marcaron su devenir.
La escuela y el maestro de Andrés Manjón
Todos, muy atentos, queriendo captar
mis explicaciones sobre la vida de D. Andrés Manjón, su pueblo, infancia,
escuela, maestro e incluso alguna travesura de su época de niño.
-¡Quién no hizo alguna jugarreta en su niñez!
-¡Quién no hizo alguna jugarreta en su niñez!
La Maestra Migas
Después vendrían sus estudios,
licenciatura, catedrático y llegada a Granada, sacerdote, canónigo y el
encuentro con la "Maestra Migas", y el nacimiento de las Escuelas del Ave María.
D. Andrés Maanjón canónigo y catedrático
La atención de los chicos es extrema,
sin embargo, algunos inquietos y nerviosos, quieren hacer preguntas levantando
la mano sobre cosas que después van a escuchar, por lo que les invito a que
tengan paciencia.
Primera introducción
Pasearíamos tranquilamente por el Colegio, disfrutando de una mañana primaveral que en estos momentos comienza a desmelenarse, quitándose el tinte gris con el que había comenzado, y dejando paso a un sol resplandeciente.
Los visitantes y sus maestros
Nos detuvimos en algunos miradores concretos, de los varios que hay, para contemplar el paisaje e incluso observar determinados carteles que nos hablan de la flora y la fauna que abunda en este maravilloso Valle de Valparaiso.
Carteles que nos indican las aves que habitan en Valparaiso
Una clase al aire libre
Vendría después la visita a una clase
al aire libre, las cuevas con sus recuerdos del pasado, los vehículos que
utilizó D. Andrés para desplazarse por la ciudad, y las anécdotas sobre sus tres
burras.
En la Capilla, cuando les comentaba,
entre otras muchas cosas, que allí estaba enterrado el fundador, algunos se
levantaron del banco, en el que se encontraban sentados, y alargando el cuello
quisieron, desde su sitio, ver las referencia que les iba haciendo sobre la
lápida.
Sepulcro de D. Andrés Manjón
Al comentar sobre el epitafio que, figura en la loza que cubre el sepulcro,
era muy sencillo, A. M., uno de los chicos se levantó y dijo:
- ¡Andrés Manjón!
- ¡Andrés Manjón!
Un grito, se le escapó a una de las niñas, no sé si de terror o de
admiración, al entrar en el museo y contemplar, de golpe y porrazo, a D. Andrés
Manjón subido sobre “la Morena”.
Se trata de un recuerdo, de la Cruz de Mayo de la Asociación de Vecinos del Barrio de San Pedro, que lo cedieron a las Escuelas del Ave María.
Se trata de un recuerdo, de la Cruz de Mayo de la Asociación de Vecinos del Barrio de San Pedro, que lo cedieron a las Escuelas del Ave María.
D. Roberto Reinoso
Dñª María José Santiago
La firmas sobre el libro de visitas,
plasmadas por los maestros del grupo: D. Roberto Reinoso y Dñª María José
Santiago, así como las impresiones que la visita les había causado, daría paso
finalmente para saborear el último trozo de esta “tarta”, que se llama “Ave
María”.
Este último trozo del gran pastel,
era el huerto escolar.
Bajamos a la pradera donde se encuentra el huerto escolar
Había un movimiento especial, un
ajetreo de laboreo, de carrillos transportando tierra, de un lugar a otro,
entre los diversos alcorques que contienen las plantas allí sembradas y
cuidadas por los alumnos.
D. Julio Hernández
Los niños seguían atentos las
explicaciones del maestro, encargado del huerto, D. Julio Hernández, mientras
los brócolis, lechugas, coles, coliflores, lombardas y una cantidad enorme de plantas
de habas, con sus pitillos en germen, parecían estar complacidos al ver a los
niños, y éstos de igual manera agradecidos las contemplaban.
El ecosistema de la charca con sus habitantes
El ecosistema acuático de la charca
les sedujo, comprobando la metamorfosis del sapo, vieron los
renacuajos en formación y otra serie de microorganismos y bacterias, con las funciones
que cada uno desempeña, así como los macroinvertebrados que limpian el agua,
que se encontraba cristalina completamente.
En contacto con la Alhambra, están esperando recibir un gallopato, una salimandra que vendrá a vivir en la charca.
En contacto con la Alhambra, están esperando recibir un gallopato, una salimandra que vendrá a vivir en la charca.
José Medina recibe como recuerdo, "el proyecto de los alumnos".
Al salir, y estando en la puerta que da al Camino del Sacromonte, donde les esperaban otros personajes a los que iban a entrevistar, tales como, Curro Albayzín y Manolete, un alumno me hacía entrega del proyecto, en ciernes, que están realizando, titulado: “SACRO MONTE VISTO POR LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL GÓMEZ MORENO”.
Al dorso aparecen, las firmas de los alumnos y sus maestros, dando las gracias por la visita y las atenciones que han recibido, llevándose un grato recuerdo.
Un aplauso rubricó el final de esta
deliciosa mañana.
- ¡Cuantos recuerdos, de mi época de maestro, han pasado por mi mente en este recorrido!
- ¡Cuantos recuerdos, de mi época de maestro, han pasado por mi mente en este recorrido!
Felicito, desde aquí, a este grupo de
alumnos y a sus maestros, por el comportamiento que esta mañana han demostrado
en la visita a estas escuelas, sirviendo de epílogo, la hermandad y unión entre estos dos
colegios del Albayzín, Ave María y Gómez Moreno.
José Medina
Villalba.
Entrañable visita y encomiable labor de publicación, una maravillosa mañana de primavera con un no menos maravilloso entorno, :P
ResponderEliminarSi esa mañana fue entrañable para los alumnos y sus maestros, del Grupo Escolar Gómez Moreno, no lo fue menos para el guía que les acompañó. Volver a los recuerdos del pasado en contacto con los niños, para todo el que se precie de haber sido y seguir siendo educador, es una gratificante satisfacción.
EliminarUn abrazo para esos alumnos y sus maestros.
Amigo Pepe: Hasta ahora normalmente, solo por la noche y quizá raras veces en la hora de la siesta, todos los mortales veníamos soñando con placer o disgusto según el contenido de dichos sueños, pero mira por donde acabo de descubrir, que tú amigo Pepe sueñas a plena luz, sin ayuda de nadie, porque no me negarás que este recorrido que acabas de hacer por los mismo lugares, que tú durante cuarenta años transitaste, no ha sido sino una repetición provocada, soñada y disfrutada.
ResponderEliminarEn los que se producen de noche la voluntad no sirve de nada, pero estos que tú con tanto acierto y repetición disfrutas, son consecuencia de algo interior que con una fuerza que no puedes controlar, te llevan de la mano a tu cuna, a tu propia vida, a tú tan ejercitada y sentida vocación. Estoy seguro que las ranas, las salamandras y hasta los plantones de las verduras estaban atentos a tus explicaciones, solo me cabe una duda, no sé quien tiene la más alta concentración de hierro si las habas granadinas o mi amigo Pepe Medina. Un fuerte abrazo. Pepe Cuadros.
Amigo Pepe:
EliminarMarcaron mucho la cantidad de años en los que estuve inmiscuido en la gratificante labor de ser maestro, y aunque realmente solamente hay un gran Maestro, norte y guía, de todas nuestras actividades diarias al que intentamos, en la medida de nuestras débiles fuerzas seguir, una vez retirado, en parte, de esta gran labor que ha llenado mi vida, cuando se me presenta, no con frecuencia, de volver a ejercer, aunque sea por unas horas, la que fue mi profesión, la mente y el cuerpo se vuelven a enriquecer al volver de nuevo a tener contacto con los que tantos buenos ratos me dieron e incluso, por qué no decirlo, más de una irritación.
En esta mañana primaveral me he vuelto a encontrar con los niños, la gran materia, delicada, dúctil, la que nos encomiendan sus progenitores, para infundirles las bases fundamentales que tienen que tener siempre presentes para ser personas de provecho.
Así es que todos hemos disfrutado, ellos escuchando anécdotas de la vida de nuestro fundador, de sus burras, de situaciones en su vida de ejemplaridad, con respecto a la responsabilidad, a la generosidad, al desprendimiento y entrega por una juventud en ciernes.
Y no digamos cuando le dieron rienda suelta al espíritu y al cuerpo en el huerto escolar, escuchando atentamente al maestro que lleva la organización, e incluso hubo algunos que se revolcaron en la hierba recién cortada en la pradera, para llevarse todo el aroma y el recuerdo de una mañana inolvidable, en doble medida, la del divertimento de ellos y la mía propia, de haber retornado por unas horas a lo que fue el sueño de toda mi vida, la de ser maestro.
Un fuerte abrazo. José Medina Villalba.
Hola desde la clase de 4ºA, hemos visto las fotos en clase de nuestra visita y nos ha encantado lo que ha escrito, un abrazo.
ResponderEliminarGracias a este anónimo, que representa a todo un grupo de alumnos que visitaron las Escuelas del Ave María y que habla en representación de todos sus compañeros.
EliminarMi felicitación por vuestro gran comportamiento.
Si disfrutasteis esa mañana, es el mejor precio con el que me pagáis vuestra visita, lo mismo si después el recuerdo al contemplar las fotos y mis palabras escritas os han hecho volver a recordar lo vivido con satisfacción. Un abrazo para todos.
Estimado Don José, solo dejarle unas palabras breves y tardías, con mucho retraso, para darle las gracias tanto por la experiencia vivida esa bonita mañana de abril como por las preciosas y cuidadas palabras dedicadas a la misma. Doy fe de que nuestro alumnado disfrutó muchísimo con sus amables explicaciones y la visita del colegio. ¡Su narración es magnífica! Me he permitido la licencia de incluir esta narración en el blog del colegio, para que pueda también ser leída y disfrutada por el resto de la comunidad educativa.
ResponderEliminarLe pongo aquí el enlace a la entrada del blog del colegio en el que enlazamos la experiencia vivida en el Ave María a través de sus palabras:
http://colegiogomezmorenogranada.blogspot.com.es/2016/05/visita-de-cuarto-al-colegio-ave-maria.html
También le enlazo la entrada en la que relatamos brevemente la segunda parte de la visita del sacromonte, por si fuera de su interés leerlo y conocer cómo terminó nuestra aventura de intentar comprender un poco más profundamente un barrio tan apasionante y emblemático.
http://colegiogomezmorenogranada.blogspot.com.es/2016/05/visita-de-cuarto-la-chumbera-y.html
Sin más, solo me queda mandarle un cordial saludo y agradecerle de nuevo toda su hospitalidad y cercanía. ¡Gracias por todo!
María José Santiago.