viernes, 3 de junio de 2016

JOSÉ MONTERO VIVES, MARCA UNA PROFUNDA HUELLA EN EL AVE MARÍA



      Las Escuelas del Ave María se encuentran, en estos momentos, de luto por la pérdida de una persona que desde 1955, entregó su vida a esta Institución.


     
                                                                       D. José Montero Vives
     
       La labor intensa y de aportaciones materiales e intelectuales, a las Escuelas del Ave María, por José Montero Vives, y la cantidad de estudios realizados, sobre la obra manjoniana, y de adaptación a la evolución que la Pedagogía requiere en cada momento, han sido de tal calado e importancia, que deja una huella, marcando un hito en la Historia de las Escuelas Avemarianas, un modelo a imitar por todos, y en especial por los profesionales del Ave María.
                                        
                                                    Descanse en paz.





     Nació el 13 de julio de 1928 en la ciudad de Motril. Era miembro de una familia de 14 hermanos, puesto que su padre, Federico Montero, contrajo matrimonio por tres veces. Él es hijo primero de la tercera esposa, Isabel Vives. Cursó los estudios de bachillerato en el Instituto P. Suárez de Granada.
      

                                                       El día de su Primera Comunión

        Con 18 años comenzó los estudios de Filosofía, durante tres años con los padres jesuitas en el Seminario de Granada, y después cursó dos años de Teología en la Facultad de Cartuja.
     La influencia que el ambiente familiar ejerció en el desarrollo de su personalidad está relatada por él mismo, cuando describe la figura de sus padres.
-En mi infancia influyó mucho la actitud respetuosa de mi madre, Isabel Vives, natural de Gandía (Valencia) , hacia los pobres. Nos enseñó a dar limosnas con respeto y cariño. De ella aprendí a tratar a todos con respeto.

                                              José Montero Bachiller en el Instituto Padre Suárez 

En 1940 (tenía yo entonces 12 años y había muerto ya mi padre), recuerdo que nos dijo a los cuatro más pequeños ¡éramos catorce hermanos!
-“Mi deseo es que nos vayamos a Granada para que podáis estudiar allí y al mismo tiempo podáis pertenecer a las Congregaciones Marianas que organizan los jesuitas. Cuando yo era joven tomé parte de ellas y aprendí a ser cristiana. Tampoco me gusta el ambiente del barrio en que vivimos. Su lenguaje y costumbres influyen negativamente en vuestras vidas”.
“Reflexionando sobre mi infancia en relación con mi padre, yo destacaría tres aspectos que creo han influido poderosamente en mí: su espíritu de trabajo y su sentido de la austeridad”.

       Estando en el Seminario y cursando el segundo año de Teología recibió una invitación que cambió la orientación de su vida.
D. José Jiménez Fajardo, joven sacerdote, me dijo un día que había conseguido una beca cuantiosa para estudiar en la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y que estaba dispuesto a compartirla con un grupo de seminaristas que quisieran prepararse bien en Pedagogía y Psicología para, a la vuelta, entregarse a las Escuelas del Ave María.


Mi experiencia en Bélgica fue intensísima (1951-1954)
En junio de 1955 terminé la licenciatura en Pedagogía y orientación Profesional y en octubre me incorporé al claustro de profesores de la recién estrenada Escuela Normal del Ave María.


Además de las clases que impartía en la Escuela Normal del Ave María, tenía que asistir, por la mañana, a la Facultad de Teología para terminar dos años que me quedaban para concluir los estudios eclesiásticos”.


    El 28 de octubre de 1956 recibió la ordenación sacerdotal y el día uno de noviembre celebró su primera Misa en la Casa Madre de las Escuelas del Ave María. Previamente el 30 de octubre había celebrado su primera misa en Motril.

                                                        D. Pedro Manjón Lastra
    
      En junio de 1963 fallecía D. Pedro Manjón Lastra, que había sido el alma de las Escuelas del Ave María desde 1936, fecha en que asumió la dirección. A los pocos meses el Patronato lo requirió para dirigir las Escuelas.
En el mes de septiembre de 1963 el Presidente del Patronato, a la sazón D. Antonio Méndez Rodríguez Acosta, lo presentaba a los maestros de las Escuelas como nuevo director después del fallecimiento de D. Pedro Manjón Lastra.

                                                 El Ave María de la Esparraguera en Motril
                                           Colegio del Ave María en el Varadero. Playa de Motril

     Sería prolijo resumir su labor durante estos cincuenta años al servicio de las Escuelas del Ave María; sin embargo apuntaremos el ser promotor de:
-Las Escuelas del Ave María en la playa de Motil, bendecidas en marzo de 1958.
-Las Escuelas del Ave María en la Chana, para atender a una población desplazada desde el Sacromonte y de otros barrios pobres, a causa de la pertinaz lluvia que había caído en 1963, ocasionando el derrumbamiento de varias cuevas y casas ruinosas.

                                           Sección filial e internado, después sería Escuela de Magisterio 

    -Al comienzo del curso 1965-66 puso en marcha la modalidad del bachillerato elemental cursado en la Sección Filial podían continuar gratuitamente el bachillerato superior y tener acceso a la Universidad.
-En 1965 obtuvo, por donación de Dñª Carmen González Méndez, la cesión de unos terrenos junto a las Escuelas del Ave María de San Cristóbal, para construir una residencia para 300 chicos de pueblo.

                                                     Escuelas del Ave María de Vistillas

-La Escuela Hogar, en las Escuelas del Ave María de Vistillas, para atender a niños de población diseminada, se realizó gracias a su intervención, así como la creación de un nuevo edificio para la sección Filial, destinada a residencia de estudiantes en la Escuela Profesional y en la Sección Filial.

                                                    Escuelas del Ave María de Albolote. Orígenes
-La Escuela del Ave María de Albolote.

                                               Escuelas del Ave María en Albolote. Actualidad.
-Cursillos, Congresos, viajes, realizados constantemente, dentro y fuera de España, para estar al día en todas las novedades catequéticas y pedagógicas para trasmitirlas a los profesionales del Ave María.


-Ampliación de aulas en los Colegios de la Playa y de la Esparraguera en Motril, en el curso 1971-72.

                                                          Cuadernos de Vida Cristiana

-Los Cuadernos de Vida Cristiana, para todos los cursos de Educación Primaria fueron un buen material de trabajo para los alumnos, adaptados a los nuevos Catecismos Escolares.


      En 1988 fue nombrado director del Secretariado diocesano de catequesis. Quiso el arzobispo que su larga experiencia de educador de la fe redundara, más allá del Ave María en las parroquias de la diócesis mediante su aliento y orientación. Aunque en numerosas ocasiones había intervenido en reuniones y cursillos con los catequistas diocesanos, ahora se le pedía atender este responsabilidad ciudadana.

                                                  San Bartolomé, cuando estaba en cultos aún. 
    
      Pero le faltaba experimentar otro campo de actividad pastoral. Durante su dilatada vida sacerdotal no había tenido nunca el encargo de dirigir una parroquia. Fue el cuatro de 1988 cuando le llegó la propuesta. Contaba ya sesenta años, e iniciaba una nueva etapa de su vida. El arzobispo José Méndez, que ya le había llamado a colaborar en la puesta en marcha del sínodo diocesano, le encargó el cuidado de la parroquia de Nto. Salvador en el Albayzín Alto.


       El famoso barrio granadino le era conocido ya que había sido la zona donde había desarrollado sus actividades desde los años cincuenta y cinco, tanto en la Casa Madre del Ave María como en las Escuelas Profesionales, en el Colegio Menor, en la Escuela de Magisterio y en la capellanía de las Hijas de Cristo Rey.

                                                     Entrada a la iglesia y al museo

      Su labor en la parroquia se dejó sentir en todas las facetas: catequética, de renovación litúrgica, pastoral, grupo boys scout, clases gratuitas de recuperación, colonias veraniegas en el cortijo de Güejar Sierra, consiguió ayuda para encontrar una nueva vivienda para familias que vivían en condiciones precarias, potenció Cáritas Diocesanas, etc.


      El templo recibió una renovación total. Se trajeron retablos, imágenes y cuadros de la iglesia de San Bartolomé, se construyó un magnífico órgano, catalogado como uno de los mejores de la ciudad, se restauró el pórtico de la iglesia, consiguió la iluminación exterior de la iglesia subvencionada por la Compañía Sevillana de electricidad; firmó un convenio con la Facultad de Bellas Artes para restaurar imágenes y cuadros. 

                                                     Museo de la Iglesia del Salvador

      Montó un museo en las dependencias de la parroquia con diversa piezas artísticas, traídas de la iglesia de San Bartolomé y del depósito de la Catedral de Granada. 

                                                           Parroquia del Salvador
      
        Consiguió de las religiosas de la Compañía de María del convento de Santa Fe imágenes y diversos enseres; también le dejaron una serie de piezas artísticas que había en los almacenes del Monasterio de Cartuja, restauró el edificio del templo quitándole humedades, se pintó el templo, se pulió el suelo, el templo quedó acogedor.

     En el año 1997 retoma de nuevo el Ave María dejando la parroquia del Salvador.


“Día 8 de abril.- “He asistido a la reunión del Patronato de las Escuelas del Ave María. Se comenzó leyendo los cargos. Director Andrés López Osuna; director técnico, Víctor Burgos; Presidente, D. Manuel Fenollera. Yo quedé de vocal, encargado de la Pastoral.

                                      Maestras y maestros en los primeros años de estar en el Ave María.

      En cuanto a mí, pienso que puede ser bueno quedarme como servidor del Evangelio en las Escuelas del Ave María. Creo que será un buen testimonio de que o vuelvo por ambición, como alguien dijo, sino a servir ala Iglesia”.


     “Desde 1953 hasta octubre de 2005 el número de publicaciones que tiene Montero como autor es de 431 entre libros, artículos en el Magisterio Avemariano y otras revistas. 


       Los temas predominantes son: la Institución del Ave María, sus Escuelas, D. Andrés y sus escritos, su tiempo, seguidores, la catequesis en su evolución, instrumentos didácticos, la Pedagogía y su renovación, los diferentes planes en España y su aplicación a la escuela, la vida eclesial.

                                                            Tesis doctoral

     Los trabajos de investigación para su graduación universitaria han tenido como médula lo avemariano: desde la tesina en Lovaina en los años cincuenta hasta la tesis doctoral defendida en Salamanca en los años ochenta”.
  

      La relación de sus obras se puede encontrar en la obra de Manuel Prellezo García, Bibliografía de Manjón, y de forma más completa en el anexo a su libro: 



      Las Escuelas del Ave María: Cien años al servicio de la catequesis en España.
No podemos dejar de citar los cuadernos de enseñanza religiosa del Ave María. “La educación de los escolares en la fe, objetivo fundamental de Manjón y de su obra, ha ocupado un lugar preeminente en su actividad de pedagogo y sacerdote. 

       Sus centenares de publicaciones sobre la catequesis y las Escuelas del Ave María se han sumado a los escritos de Manjón, buscando el desarrollo integral de los niños. Y al mismo tiempo han ayudado a mostrar públicamente que la fundación del Ave María, creada en 1889 sigue viva y vigorosa.


      Nos vamos a referir brevemente a los Cuadernos de Vida Cristiana, que desde 1969 comenzó a publicar y que forman hoy una colección de instrumentos didácticos para la educación de la fe católica, que recuerdan las Hojas Catequísticas de Manjón”.


     En octubre de 1955 un joven motrileño se incorporaba al equipo de responsables de las Escuelas del Ave María de Granada que fundara en 1889 el benemérito sacerdote Andrés Manjón. A pesar de sus 27 años , ya venía de graduarse en la Universidad de Lovaina, junto a un excelente sacerdote y perspicaz educador, José Jiménez Fajardo. Llevado de su mano estudió en Bélgica, y de su mano también entraba a formar parte de la familia avemariana, donde él dirigía el colegio internado de la Cuesta del Chapiz.
      

      En principio, tras su regreso de Bélgica fue nombrado profesor de Pedagogía en el Seminario de Maestros del Ave María. Dirigía entonces la obra educativa de Manjón su sobrino, Pedro Manjón Lastra, sacerdote íntegro, que había convivido con su tío en la Abadía del Sacro Monte y que después de su muerte, 

                                                      D.Manuel Medina olmos

tras la dirección de las Escuelas encomendadas a Manuel Medina Olmos y Diego Ventaja Milán, asumió esta responsabilidad en 1936 con entrega absoluta y con la admiración de los granadinos.

                                 D. José Montero, con Juan Pablo II,, entregándole las obras de D. Andrés Manjón
     
      Don José Montero ha hecho discurrir los últimos cincuenta años de su vida por el mismo camino que anduvo Manjón; educar de forma integral y con preferencia a los más pobres. El objetivo marcado por el sacerdote pedagogo iba mucho más allá de la simple liberación de la incultura que aquejaba a la infancia de los arrabales granadinos. 


     Nunca pensó que formar la inteligencia de los niños de las escuelas, con ser tarea fundamental, fuera la única misión de su obra. 




      Descubrir en cada niño la imagen de Dios y ayudarle mediante la formación religiosa y la catequesis a ser “hombre cabal”, fue objetivo irrenunciable de su pensamiento y de sus escuelas. Constituiría una traición a la visión manjoniana de la educación moverse sólo en el plano cultural, sin ir más allá de la enseñanza, aunque esta sea rigurosa, adaptada a los tiempos modernos, y hasta preferente para los más desfavorecidos. 


      El horizonte trascendente y la invitación al comportamiento honrado y cristiano son esenciales en su concepción educativa y por tanto en la vida de las escuelas.
     


     No hay faceta del binomio Andrés Manjón y Ave María que no haya investigado y popularizado D. José Montero, haciendo valer que los pretendidos descubrimientos de hoy ya estuvieron en el pensamiento de tan ilustre pedagogo.


     Lo que avala sobre manera  el estudio que ha hecho y hace de todo fenómeno avemariano, es la constante preocupación por situarlo en el contexto social, educativo y eclesial de hoy.


      Su espíritu está siempre abierto a las corrientes del pensamiento moderno, a la renovación profunda de la catequesis, a los diversos planes de estudios en España, a los cambios eclesiales, a los avatares institucionales y personales. 


     En medio de este escenario ha pregonado de forma decidida la solidez original, tantas veces precursora, de la doctrina manjoniana.
Su obra intelectual de desplieguen actualizado de la herencia manjoniana se ha realizado al mismo tiempo que desempeñaba importantes responsabilidades de dirección durante muchos años, con graves preocupaciones por encontrar medios para construir nuevas aulas y nuevos espacios educativos, entre cursillos y jornadas para la formación continua de los maestros, con numerosos viajes nocturnos a Madrid para arañar ayudas en los ministerios y con la asistencia a congresos y jornadas de reflexión pedagógica y catequética con el objetivo de estar al día. 


    Ha sido constante su inquietud por renovar y revitalizar el trabajo educativo de las escuelas en la búsqueda de una sociedad mejor, hurgando en la virtualidad del legado manjoniano y superando la tentación del anquilosamiento. Ha transitado durante este largo trecho de tiempo por el mismo camino que inició Manjón.


     La generosidad de su entrega y la austeridad en su vida personal han acompañado su trabajo diario. Por herencia familiar no ha necesitado ni necesita de manera imprescindible buscar medios para su propia subsistencia. Le ha guiado un laudable sentido de desprendimiento y contentamiento con poco. Más de uno le hemos visto vivir y dormir durante años en el hueco de una escalera del gran edificio de las Escuelas Profesionales de S. Cristóbal que nacieron a causa de su gestión.


    Hay que reconocer su densa trayectoria de trabajo avemariano, su pasión por la obra manjoniana en el ámbito pedagógico y pastoral, sus esfuerzos de renovación en el seno de la institución y su afán en divulgar el pensamiento y actualizar el acervo pedagógico recibido de tan singular pedagogo. Empeño meritorio que se ha visto acompañado con frecuencia de muchos sufrimientos y también de muchos gozos, a lo largo de más sesenta años.

                                                      Casa Madre del Ave María

                                              José Medina Villalba














5 comentarios:

  1. Amigo Pepe: Con Gran Pena, he recibido la triste noticia, del fallecimiento de nuestro querido amigo, D José Montero Vives. Un importante eslabón de esa cadena indestructible de personas entregadas en cuerpo y alma a la institución Ave Mariana. El primer eslabón de esa cadena, su fundador D. Andrés Manjón,seguido por D. Manuél Medina Olmos, Segundo Arce Manjón, Amancio Renes, D. pedro Manjón., D. José Jimenez Fajardo, todos ellos fieles seguidores del pensamiento de su fundador.
    Ya, antes de llegar al colegio todos le conocíamos a través de las palabras de nuestro querido, admirado y nuca olvidado rector D. José Jimenez Fajardo; en el año 1955 llegó con su pelado a cepillo y su aspecto atlético,adornado con un carácter y un buen humor envidiable, con una incansable voluntad de ampliar y engrandecer en todo lo posible y lo imposible, la obra que sus antecesores le habían confiado. Su entrega su plena disposición, sus continuas publicaciones para mejorar y difundir el ideario, le ha ocupado de una manera total, toda su vida, fiel ejemplo de compromiso, de entrega y de defensa, de aquello que tanto amaba; no le apartó de ello ni las enfermedades ni los contratiempos, su cuerpo y su dinero, solo tenían un único destino al que se entregó en cuerpo y alma.
    Defensor de las ideas manjoniánas sobre la justicia, la vocación, formando hombres aptos para vivir en su tiempo, dirigidas no solo a algunos, sino para todos y para todo hombre y para que sea humana, cristiana y cabal, debe ser eminentemente social.
    Todos hemos leído y conocido a través de lecturas las cualidades que adornaban a muchos de los Santos de la Iglesia; Yo pienso que a D. José Montero le adornan y enriquecen todas las virtudes necesarias, para nombrarle y considerarle un Santo de su tiempo.
    Con mi admiración y agradecimiento personal a tan ilustre personaje, no le pido a Dios que lo acoja en su seno, porque ya esta en el. Mi más sentido pésame a todos los Avemarianos, vuestro amigo y compañero Pepe Cuadros.

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    1. Querido amigo Pepe:
      Mi agradecimiento más sincero, por esa exégesis que apostilla perfectamente la personalidad de nuestro querido D. José Montero.

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  2. Muy buen trabajo, tan justo como necesario que honra tanto a D. José Montero como a este gran Avemariano que es D. José Medina.
    Enhorabuena amigo.

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  3. Muy buen trabajo, tan justo como necesario que honra tanto a D. José Montero como a este gran Avemariano que es D. José Medina.
    Enhorabuena amigo.

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    1. Mi sincero agradecimiento a D. Emilio Atienza por el comentario, a este archivo, que simplemente ha tenido como objetivo sacar a relucir, un poco de la vida de D. José Montero.

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