Este archivo, dedicado al
pueblo de Lanteira, tiene como uno de los objetivos dar a conocer esta
localidad. Las raíces, a las que se refiere el título, son el origen de mi
existencia y la procedencia de mis padres y antepasados.
José Medina Villalba, proclamando el pregón de las fiestas de Lanteira |
En el año 1994 tuve el honor
de ser el pregonero de las fiestas patronales, de ahí que, otro de los
objetivos, sea dejar constancia de dicho pregón.
Pueblo de Lanteira
Marquesado del Zenete. La Calahorra
Jérez del Marquesado. Al fon el Picón
Lanteira, es un municipio
español situado en la parte meridional de la comarca de Guadix, en la provincia
de Granada y comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios de
Valle del Zalabí, La Calahorra, Alquife, Aldeire, Válor, Alpujarra de la
Sierra, Bérchules y Jérez del Marquesado.
Alquife, pueblo minero del Marquesado del Zenete
Entre sus actividades
culturales podemos citas la celebración
de la función de moros y cristianos durante sus fiestas patronales y la Pasión
del Señor, el Domingo de Ramos, cuyos actores son los propios habitantes. Como
personaje ilustre, Manuel Medina Olmos, declarado beato, por la Iglesia, siendo
Papa, Juan Pablo II.
Representación de la Pasión del Señor en Lanteira.
Beato Manuel Medina Olmos
Tajo del Toril
Castillo de la Reina. Guarda un aljibe árabe
Río del Barrio
Cercanos al pueblo y
adentrándose en la montaña existen parajes de fácil acceso y gran belleza como
son el mirador el Peñón, el Tajo del Toril, el Tajo de los Vencejos y la
Rinconá. El paraje del Canal es una zona recreativa situada a tan sólo dos
kilómetros del pueblo, bañada por el río del Barrio y es un espacio perfecto
para pasar una tarde al aire libre. En cuanto a la gastronomía, aparte de sus
buenos quesos pastoriles, su plato más popular son los llamados “sustentos”, un
guiso hecho con patatas, chorizo, pimientos rojos, y harina de maíz.
El pueblo de Lanteira
PREGÓN DE LAS FIESTAS DE
LANTEIRA EN HONOR DEL SANTO CRISTO DE LAS PENAS. AÑO 1994. (PREGONERO: JOSÉ
MEDINA VILLALBA)
Muy noble, hidalga e ilustre
Villa de Lanteira.
Señor Alcalde, señor
Presidente y miembros de la comisión de fiestas, señores concejales de esta
Corporación Municipal, señoras y señores, Lanteiranos todos.
José Medina Villalba, proclama el pregón de las fiestas.
El río se alimenta, nutre y
bebe en la fuente que le vio nacer, ella es el origen fundamental y la razón de
su existencia.
Hoy, este pequeño río
representado en mi persona, por razones de ascendencia, por reflexiones de
correspondencia y gratitud, remontando desde el curso bajo del caminar de la
vida, hasta las fuentes que me dieron el ser, modesta, llana y sencillamente se
acerca hasta aquí con el más profundo
reconocimiento de gratitud y agradecimiento a este pueblo de Lanteira, a su
Alcalde, al señor Presidente de la Comisión de fiestas, por depositar en mi
persona la confianza para llevar a cabo el pregón de las fiestas de esta año.
Público asistente al pregón. De izquierda a derecha: Mariano y mi prima Manuela.
Mi primo Torcuato y su mujer Sole. Conchita, la mujer del pregonero. Vicente, amigo.
Este pueblo es, origen, cuna,
estirpe y germen del linaje de mis padres y en cierta medida el mío propio, al
que me siento unido como un lanteirano más.
Quiero hacer notorio en voz
alta y con las fuerzas más intensas que brotan de mi alma y que son capaces de
lanzar al aire la solidez de mis pulmones, para manifestar ante todos las excelencias
de esta Villa.
Como el brotar y florecer de los campos......
Cómo la aurora, desperezándose
y lanzando de su cuerpo las sábanas tenebrosas con las que se arropa durante la
noche, pregona el despertar del nuevo día, cómo el lucero de la tarde, con su
brillo refulgente augura la llegada del crepúsculo, como el brotar y florecer
de los campos notifica la llegada de la Primavera, sea este pregón el anuncio y
proclama de las fiestas de este año del Señor, de 1994.
Cuando el Todopoderoso creó la
Tierra, en esta convulsión interna de choque de fuerzas, nació esa corona
excelsa, esa reina, esa Sierra Nevada, con la que se enorgullece nuestra tierra
y la asentó en su real trono, cubriéndola con su capa regia.
En ese manto albo, supo
colocarle para adornarla una serie de brillantes y esmeraldas con las que la
soberana Sierra luce su realeza.
Estos pueblos que, tanto al
sur como al norte de esta cadena pétrea, se incrustan en el tejido de su manto,
son los corindones, zafiros y rubíes, entre cuyas piedras preciosas se destaca
ésta, que puesta sobre su basamento de plata fue construida por orfebres que
supieron escoger para tallarla el taller más privilegiado de la Naturaleza,
haciendo salir a la vida, ésta que en otros tiempos se llamó Argenteira, donde
la princesa Himilde esposa de Aníbal tuvo sus minas que le daban tan ricas
minas de plata.
Argenteira, donde la princesa Himilde, esposa de Aníbal tuvo sus minas.
Argenteira, convertida en la
actualidad en Lanteira, y dados los acontecimientos recientemente sucedidos, se
ha hecho conocedora de todo el orbe, transformando su temple y ductilidad de
plata en luminoso, radiante y brillante oro.
Castaño de la Cañada
Lanteira, Dios te ha adornado
colocándote al pie de la Sierra, cubriéndote con el manto verde de tu vega,
colocándote gargantilla de plata que son estos dos arroyuelos que nacen en el
Glacial de las Cabras y en el de la Rinconada y que son dos aderezos con los
que cubres tu cuerpo, que se ramifica hasta Jérez, entre las esmeraldas verdes
de sus castaños, para calmar la sed de los accitanos que allí abajo aguardan.
Tu belleza se encuentra
esparcida, diseminada y repartida por esta Plaza, por sus calles y rincones,
por tus construcciones y casas, por este paisaje serrano que te circunda, por
esas lastras y pizarras que como espejos reflejan la luz del Sol y arrancadas
de la tierra son las alfombras y basamentos de las moradas lanteiranas.
Este atractivo tuyo se ve
incrementado por tus costumbres y tradiciones, por tus comidas especiales, por
tu fiesta mayor, por tus rosarios y procesiones, por tus representaciones
pasionales de Semana Santa, por tus legumbres y hortalizas, por el rito
litúrgico de tus matanzas, por esos geranios, cual vestidos de gitana cubres
tus fachadas y balcones para engalanarlas y adornarlas, por tu ganado y
cinegética.
Molino harinero
Esos molinos construcciones
del pasado y recuerdos del presente, de Toñillo, tío José, Pepe, Chispas,
Maguelo y Fernando.
Esos cortijos de Félix,
Triguero, del Cano, Chindín y Corominas. Las ermitas de S. Marcos, Santo Cristo
de las Penas, de Ánimas y de la Torre Vieja, todo esto son los vestidos con los
que a diario engalanas y vistes tu cuerpo.
En éste manifiesto, en esta
proclama, en este pregón de fiestas, quiero poner en mi boca la voz de los que
continuamente, de forma callada y silenciosa, nos están diciendo que son los
verdaderos pregoneros de esta Villa de Lanteira.
Así podemos decir que pregoneras
son: las calles, escenario permanente de la existencia de un pueblo, que vibran
de emoción durante este tiempo.
Pregoneras son tus calles
Ellas soportan con paciencia, durante
todo el año, el paso chirriante de los carros, el caminar de las bestias,
tractores y remolques que al campo van y vienen en su quehacer diario, ellas
son los testigos mudos y permanentes de las lágrimas y sudores del esfuerzo en
las faenas del campo, de las algarabías y juegos de los niños, del cuchicheo de
las comadres, del paso de rosarios y procesiones, de la idas y venidas del
minero que busca día a día el sustento de los suyos, arrancándolo de las
entrañas de la tierra, ellas velan y custodian el sueño de los suyos entre las
sombras de la noche, ellas les dan a todos el adiós supremo cuando dejamos este
barrio para unirnos al Eterno, ellas saben de enigmas y misterios, de
galanteos, y enamoramientos, de amores y amoríos. Para ti, Calle del Agua, hoy
de Medina Olmos, la poesía.
Calle del beato Manuel Medina Olmos
CALLE DEL AGUA (MEDINA OLMOS)
Mi primo Juan Medina Tapia en medio.
Mis primas: Isabel, Manuela y Maruja entre otras lanteiranas.
Dos bellezas Lanteiranas, mi tía Remedios García Remacho, (izquierda)
esposa de mi tío Bernabé Medina Baena y mi hermana María Medina Villalba.
hija de Torcuato Medina Baena.
yo la veía pasar
tan bonita y tan soltera,
guapa hasta no poder más.
Hoy, por la calle del Agua
he vuelto a verla pasar
bonita, pero casada.
Casada, pero bonita.
ser madre da la belleza
que el no ser ya novia quita.
Pero lo que yo daría
callecita de Lanteira,
por verla otra vez pasar
bonita, pero soltera.
Zona de recreo
Fuente de la Ermita de la Torre Vieja
Pregonera es esa agua cristalina y transparente, de estas
tres fuentes que riegan y vivifican con su música cantarina, recrean el oído
del que por su lado pasa, y como tres madres con su pecho nos refrescan y
alimentan. Para vosotras, fuentes del Altozano, Plaza y Ermita de la Torre
Vieja, para vosotras, la poesía:
Fuente de la Plaza del pasado
¿Y nunca te has de cansar
de cantar,
agua cantaora
que a la fuente vas?
Por la noche, centinela,
te pasas la noche en vela
dando el alto a las estrellas.
Y, como no tienes sueño,
al alba, niño pequeño,
vas pisándoles las huellas
a la estrella y a la aurora.
Fuente de la Plaza actual
Al mediodía, caliente
oro, nostalgia cantaora,
te enredas por las hortalizas.
Y por las noches, aún te queda
voz y vidrio con que cantar
llenando de canto y seda
la tarde y el bancal.
Pasas burlando verdes chopos
Pasas el día cantando sin saber de dónde vienes,
pasas la noche cantando sin saber a dónde vas,
pasas el tiempo cantando
y burlando
verdes chopos, y no tienes
esta amargura de muerte que tenemos los demás.
¡Agua cantaora
que vas por el Altozano
soliviantando a la aurora!
Pasas soliviantando a la aurora
Yo también quiero pasar,
sin pensar
que existen muertes y cunas,
y burlar
albas, chopos, rosas, lunas,
desde la tarde a la aurora;
y cantar ¡y cantar!
como tú, agua cantaora,
que a la Plaza, Torre Vieja y Altozano vas.
Fuente de la Plaza, del pasado
Pregonera es esta torre de la iglesia, airosa y sencilla
como el alma del lanteirano. Tus ojos vacíos esperan con impaciencia la vuelta
de las cinco pupilas que, como la mejor mocita con tu alta peineta de gitana
albaicinera , con ellas te contoneabas.
Dicen los más viejos del lugar
que oír las campanas hablar en su tañer y repicar era oír música celestial, ya
estuviera en la sierra, en la vega o en cualquier lugar.
¡Ay campanas: gorda, delgada,
mediana, esquilón y esquilín quien os volviera a escuchar! Hoy, estas dos del
reloj, os vienen a suplantar cumpliendo lo mejor que pueden, vuestro lenguaje
especial; tristes en la hora de la muerte, alegres en nacimientos, bodas y
bautizos, llamando con vehemencia y pasión en los momentos de siniestros,
catástrofes y angustias.
Artesonado mudéjar de la iglesia
Campanas de mi torre, en algún
lugar tenéis que estar. Este pueblo algún día de vuestro cautiverio, estéis
donde estéis, os tendrá que sacar y en el lugar que os corresponde os tendrá
que colocar.
El coro
Capilla dedicada al beato Manuel Medina Olmos
Pregoneros son estos toros que
vienen de la sierra, trayendo la incógnita de su destino, que bajan por la
“cañá” Camino de la plaza.
Pregoneros son los toros que bajan por la "cañá"
está en vela el mayoral
para no dormirse canta
por soleá.
Nunca torito más bravo
ni más bonito se vio
¡ qué buena leche tenía
la vaca que lo parió!
Ya llegan los mozos
entre algaradas, risas, carreras
y cantos
ya suben por la calle del Agua,
al Altozano
para la quietud de los toros
soliviantar.
Ellos, los miran y observan
entre los portones de los
corrales
esperando la hora fatídica
que pronto les llegará.
¡Ya bajan corriendo madre!
ya vienen por la cañá
los mozos delante
los toros detrás.
Ya llegan a la plaza
Después de las calles atravesar
entre empujones y aprietos
llegan aqueste lugar,
donde se van a lidiar.
Toro bravo, toro bravo,
Que bien supiste morir,
las vacas, llaman y llaman
y están llorando por ti.
Pregonera es esta feria, que
arrastra año tras año las tradiciones y costumbres de nuestros antepasados,
estas fiestas no se dejan bambolear, ni adulterar por los vientos que
actualmente soplan, estas fiestas que concentran, reúnen y aglutinan a estos
tus hijos una vez al año, dándose cita a la llamada imperiosa del clarín de
feria.
Pregoneros son los lanteiranos
Pregonero es cualquier lanteirano,
tanto los residentes aquí, como los que procediendo de cualquier parte dejan
sus obligaciones para volver puntualmente, en septiembre preludio del otoño, al
seno de la madre, de ésta que os vio nacer, para repostar y tomar energías
nuevas, para poder seguir caminando durante todo el año; energías que fluyen
del aire que hay en el ambiente, de este olor y aroma característico que sólo
tiene este pueblo; energías encubiertas de recuerdos del pasado, de los años de
juventud e infancia; energías alimentadas del encuentro de nuevo, un año más,
con la familia, que es la que constituye todo este pueblo; energías de saborear
las propias comidas que en ninguna parte tienen el sabor que les dan, los
productos del pueblo; energías para correr delante de esos toros que bajan por
la cañá camino de la plaza; energías para participar en esa liturgia del
montaje de las barreras, que darán consistencia al espectáculo; energías para
enfrentarse al toro del quehacer diario, poniéndole todas las banderillas del
esfuerzo y del trabajo; energías para hincarse en silencio y a solas de rodillas delante de este Santo Cristo,
para darle gracias y pedirle ánimo; energías para sacarlo en andas, darle
vueltas y vueltas, vitorearlo, aplaudirlo y metérnoslo muy dentro.
Pregonera eres tú, mujer
lanteirana, niña, mocita, novia, madre, esposa y reina.
Eres más bonita niña
eres más bonita mujer lanteirana
que la nieve en el barranco
que el clavel en la maceta
y la azucena en el campo.
De tal forma se lleva grabada
esta tierra que por la mente resuena este verso:
Yo quiero vivir en Lanteira
Y morir en Lanteira quiero,
que corre el aire más puro
y estoy más cerca el cielo.
Hay un pregonero mayor, que ha
hecho que el nombre de Lanteira resuene en todos los confines de la tierra.
Cuando el día 10 de octubre del
pasado año, las campanas de la Basílica de S. Pedro, en Roma, en el tañer
continuado lanzaron a los cuatro vientos las ondas vibrantes del palpitar
emocionado de las zayas de sus bronces, pregonando oficialmente las virtudes de
santidad de nuestro hermano el beato Manuel Justo Medina Olmos, capitaneando
estos timbres melódicos que corrían por todo el mundo, iba por delante como
pregonero anticipado, como onda expansiva, como escolta pregonera el nombre de
este pueblo, el nombre de Lanteira.
D. Andrés Manjón y Manjón fundador de las Escuelas del Ave María.
Manuel Medina Olmos reunía en su
persona todos los valores que da esta tierra y que se vieron acrecentados
cuando escuchó la llamada de angustia de D. Andrés Manjón que había iniciado
una obra educativa-social, para remediar la grave situación cultural, moral,
social y religiosa en la que vivían los habitantes del Camino del Sacromonte,
en su mayoría cueveros.
Capilla de las Escuelas del Ave María. En el altar mayor
están los retratos de los beatos Manuel Medina Olmos (derecha))
y Diego Ventaja Milán. Directores de las Escuelas del Ave María.
Durante más de cuarenta años
nuestro beato permaneció ligado a las Escuelas del Ave María, como subdirector,
primero, y director general después.
El autor de este archivo, en una lección práctica de Geografía
Actualmente me enorgullece estar
dentro de esta institución en la que he permanecido toda la vida, poder seguir,
en la medida de mis fuerzas, sus huellas, llevando la dirección de la Casa
Madre.
José Medina Villalba, maestro y director de la Casa Madre del Ave María
Manuel Medina Olmos fue un amigo
fiel, un sacerdote celoso de su ministerio, un canónigo ejemplar, un escritor
fecundo, un pedagogo y catequista consumado, un obispo al servicio de los más
pobres y un digno sucesor del santo y sabio D. Andrés Manjón.
Mi padre Torcuato Medina Baena (derecha) Mis primos Torcuato
y José portando las andas del Santo Cristo.
Esta noche, bajo este manto
celeste de estrellas, bajo la potencia arrolladora del fulgor resplandeciente
de los astros, se atisba todo orgulloso, satisfecho y centelleante, como el
astro que más brilla en el firmamento, nuestro pregonero mayor, nuestro beato,
que igual que en el año 1927, presidió aquí todos los actos de aquellas fiestas,
hoy desde el cielo contempla a su pueblo, descorre el telón y se pone en escena
para presidir la fiesta mayor de este año.
Cómo aurora, que en los primeros
albores
acaricia tenuemente el despertar
del día
cómo rocío que adorna y engalana
en collares la hierba.
Como el rocío que adorna y engalana
Cómo calor intenso de sol de
estío
que tiñe en dorado oro las
mieses
que después nos alimentan.
Cómo agua que en cascada inmensa
apaga el apetito de los campos
sedientos.
Cómo manto celeste de estrellas
que en las noche orientas.
Así eres tú, beato Manuel Medina
aurora, rocío, calor intenso,
cascada, cielo de noche
estrellada,
que con tus virtudes
das calor a nuestras vidas
riegas y apagas la sed del
espíritu
orientas, acaricias y adornas
nuestro caminar errante, hacia
tu encuentro.
Pregoneros son los lanteiranos
que dejaron esta tierra para unirse al Eterno, unos recientemente, otros en
tiempos pasados. Pregoneros son, Torcuato Medina Baena y Josefa Villalba López,
mis padres, a los que les debo lo que soy y el ser de este pueblo, orgullosos
desde el cielo, todos contemplan por mi boca el pregón en este momento.
Mis padres Torcuato Medina Baena y Josefa Villalba López
Finalmente, tenemos delante de
todos al Mayor de los Pregoneros, al Proclamador por Excelencia, nuestro Santo
Cristo de las Penas.
Cuando aún era niño, de los
labios de mi madre escuché, en más de una ocasión, como en suplicante oración,
a ti Santo Cristo acudía, con aquella expresión, que en el fondo de mi alma
como dardos se hundía.
¡Ay, Santo Cristo de las Penas!
con esta declamación, en más de una ocasión a Ti acudía.
Una estampa tuya en un cuadro en
la cabecera de mi cama había; todas estas circunstancias hicieron que sin
conocerte, hacia Ti mi devoción y admiración se despertara; después, con el
tiempo, en esta tu casa te conocí y al contemplar tu figura, tal impacto me
ocasionó que todo mi cuerpo se estremeció y desde aquel día en lo más profundo
de mi ser estás como algo excepcional.
He preguntado, buscado e
indagado, en la calle, en la biblioteca y con los más antiguos del lugar, pero
del nombre del escultor que te creó nadie me supo hablar. La única información
que he obtenido, es la de que unos niños jugando al “arroyuelo” en la ermita te
descubrieron.
Tu imagen es tan sensacional que
ni Velázquez, ni Risueño, ni Mora, tienen en sus esculturas, sobre Cristo,
semejanza igual, a todos ellos superas, por lo que me hace pensar que el
artista que te hizo, del cielo directamente, ayuda le ofrecieron.
¡ Lo amaba, lo amaba!
¡ No fue sólo milagro del genio!
El artista lo vio como era
lo sintió Dios y mártir a un
mismo tiempo
lo amó con entrañas
cargadas de fuego
invocó a la Divina Belleza
donde beben belleza lo genios,
los justos, los santos,
los impíos, los buenos…
y al conjuro bajaron dos ángeles
que continuamente a tu lado
están
y al artista inspirado
asistieron
arrancándose plumas de raso
formones, escoplos y gubias le
hicieron.
Y el mago del arte,
el sublime elegido,
entreabriendo
los extáticos ojos cargados
tomó las herramientas
sonámbulo, trémulo…
De rodillas cayeron los ángeles
y en el aire solemne cayeron
todas las tristezas
todos los silencios…
Y el genio del arte
con fiebre en la frente
con fuego en el pecho
con mirada de Dios en los ojos
y en la mente arrebatos de genio
el artista tallaba y tallaba,
transformando aquel leño
y el sueño del hombre
quedó sobre la madera
convertido en este Santo Cristo
de las Penas.
¡Lo amaba, lo amaba!
¡El amor es un ala del genio!
¡Santo Cristo de las Penas!
¡Te quise siempre, te quise!
¡Te quiero siempre, te quiero!
Aunque no pudiera quererte, te
quiero.
Aunque en cunas de tu casa
almendros se están meciendo. ¡
Te quiero!
Aunque tú tengas dos ángeles
que continuamente velan tu sueño
¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Te
quiero!
¡Te quise siempre, te quiero!
¡Te querré siempre, te quiero!
Seamos todos juntos pregoneros
al unísono de estas fiestas, gritando con las veras y fuerzas que, de lo más
profundo de nuestro ser, podamos sacar.
¡Viva nuestro beato Manuel
Medina Olmos!
¡Viva nuestro Santo Cristo de
las Penas!
¡Viva Lanteira!
Lanteiranos, gracias y felices
fiestas.
Mis tíos, de izquierda a derecha: Jesús, José "el molinero, Frasquito,
Juan "el alguacil, Bernabé, todos apellidados: Medina Baena.
Hola buenas tardes! Escribo en este blog porque mi padre y mis abuelos son de lanteira mi abuelo se llamaba Juan Medina rueda y mi abuela era dolores cobo lopez y el hermano de mi abuelo era Antonio Medina rueda y Francisco. Estamos buscando información, si fuera tan amable me gustaría saber si usted tiene conocimiento de algunos familiares directos de ellos incluso sus padres. Muchas gracias
ResponderEliminarSe ve los recuerdos que tienes de pequeño y que tús padres. Te inculcaron el amor a nuestro cristo de las penas ,al que tantos nos refugiamos ..precioso pregón y preciosas imágenes ...un 🫂
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