En dos momentos claves del año, los Antiguos Alumnos del Ave María Casa
Madre, tomamos cuerpo y nos introducimos dentro de nuestro Colegio para
rememorar cosas del pasado y vivir unas jornadas en fraternidad y amistad. Es
una forma especial de encarnarse.
Estos dos momentos coinciden con la Encarnación, de Dios hecho hombre en
una sencilla mujer y otra situación corresponde a la festividad de S. Andrés y
con ella la onomástica del fundador D. Andrés
Manjón.
Hoy, domingo 21 de abril, nos hemos reunido un número bastante amplio
para conmemorar la Patrona de las Escuelas del Ave María, La Encarnación.
El invierno de este año ha sido bastante duro climatológicamente, frío
intenso y lluvias a raudales, tales que desde hacía años no se conocían.
Granada, atmosféricamente hablando, tiene una connotaciones especiales,
lo mismo nos helamos de frío que pasamos rápidamente al calor.
La primavera se asoma tímidamente entre bambalinas, en el teatro de la
Naturaleza, y quiere ejercer su protagonismo haciendo acto de presencia en
todas las facetas, pero ¿qué es lo que ocurre en nuestra ciudad?, el ambicioso
verano queriendo demostrar que es el mandón y jefe de las estaciones, se
precipita de una forma avariciosa no dejándole espacio para su presencia.
De los diez grados e incluso menos, en días pasados, nos hemos levantado
con el sofoco agobiante de los treinta.
Fantaseando un poco, se establece una lucha, a mi modo de ver, entre
ambas épocas, la primavera reniega de este agobio al que le quiere someter el
estío, las yemas de los rosales del jardín del Colegio gritan desesperadas
porque no pueden despertar tan rápidamente, quieren salir del letargo
parsimoniosamente, según las leyes que les dicta la Naturaleza, para poder perfumar el ambiente, vestirse con
los colores propios que le corresponden y recrear la vista de todos sus
admiradores. Desean que no se les quite ni un solo minuto de lo que establece
el calendario como tiempo primaveral. En éste toma y daca, la primavera le gana
la partida algunos días al verano e impone sus normas, haciendo que los
granadinos algunos días podamos usar
ropa propia de lo que la estación manda.
La primavera desea que los cármenes albaicineros y los de nuestras
Escuelas, expongan durante el mayor tiempo posible sus galas multicolores, el
perfume embriagador de los tulipanes, jazmines, galanes de noche, plantas trepadores,
yerbaluisa, madreselva…, que nuestro río recree nuestros oídos con la
orquestalidad sinfónica de sus aguas abundantes, copiosas, recién paridas,
producto del deshielo del manto blanco que cubre la Sierra Nevada.
Metido en estos pensamientos queriéndole, metafóricamente hablando,
echarle una mano al entretiempo, me deslizaba por el paseo central de nuestro
escenario.
Esta mañana el Colegio era una perla, una más de las muchas que abundan
en nuestra ciudad: limpieza de atmósfera, plantas despertando a la vida, bosque
intentando cubrir la desnudez de sus árboles con el vestido verde de unas hojas
incipientes, todo parece saludarnos de forma entusiasta en nuestro caminar.
Comienzan los encuentros con los
amigos, los saludos pertinentes y el comentario del tesorero, José Rodríguez
Franco, que en estos días pasados ha tenido en su casa la visita del cuerpo de
bomberos. ¿Fuego? ¿Inundación por rotura de tuberías? ¿Derrumbe? Él nos lo
explica detenidamente, mientras caminamos hacia la capilla.
-Veníamos observando, días pasados,
sobre la cubierta de la casa en la que vivo, unos animalitos, llamados abejas,
sí, las que nos deleitan el paladar con la rica miel que producen, salían y
entraban por las comisuras del tejado; no le dimos mayor importancia, al
principio, creíamos que se trataba de un número reducido de estos animales. Uno
de nuestros vecinos dio la alarma al comprobar, desde su vivienda, que aquello
era mucho mayor de lo que nosotros pensábamos, hubo necesidad de llamar al
cuerpo de bomberos; tuvieron que levantar el tejado donde el número de estos
insectos era tal que, con su presencia, por millares podían oscurecer el sol en
cualquier momento.
La normativa, respeta la supervivencia
de estos animales por el aporte productivo a la sociedad; implacable para el
ciudadano que ose, destruir o simplemente violentar la vida de estos
animalitos. Se trataba de una colmena
trashumante que se había disgregado eligiendo una nueva reina.
Todo se solucionó con la llegada de
una nueva soberana y por tanto de una recién nacida nueva colmena y su traslado
a otro lugar. Tejado colocado de nuevo en su sitio y episodio concluido.
Antonio Laín, nuestro corresponsal en
la revista “Valparaiso”, con los artículos dedicados a la banda de música, en
“Cosas de antaño”, comenta: la calle a
la que el Ayuntamiento de Granada, después de intensas solicitudes, por parte
de los músicos y antiguos alumnos, le puso el apelativo del músico José
Rodríguez, hay un señor que se ha propuesto quitarle el nombre arrancando la
placa, porque dice que aquella calle es la del Partal.
En la placeta de la capilla los
corrillos de amigos comentan en animadas conversaciones los sucesos
recientemente acaecidos. Son las once y media, puntualmente se da paso a la celebración de la misa.
Cuarto domingo de Pascua dedicado al
Buen Pastor.
Comentario al Evangelio de S. Juan
10, 27-30
Dijo Jesús: “Mis ovejas escuchan mi
voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no
perecerán para siempre, y nadie les arrebatará mi mano. Mi Padre que me las ha
dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el
Padre somos uno”.
Comentario del sacerdote: Todos
nosotros somos ovejas del rebaño del Señor y nadie nos arrebatará de sus manos;
tengamos confianza, seguridad y esperanza en el Buen Pastor; el Papa Francisco
nos anima con esas palabras.
Gloria, gloria el genial pedagogo de la escuela cristiana sostén, que
pasó por la tierra triunfante, derramando a raudales el bien. Gloria, gloria al
mentor de la infancia que la senda de Cristo siguió y las Escuelas del Ave
María en la hermosa Granada fundó…, sería la letra de nuestro himno, cantado
con emoción por todos los asistentes, la que pondría fin al acto religioso.
Grupos de asistentes esparcidos por
la placeta disfrutando de la mañana y en espera de decidir dónde vamos a
celebrar la Asamblea de este año.
Los años pesan lo suyo, (entre todos
los asistentes podemos sumar varios siglos) algunos ya han subido al Salón de
Actos, en cambio el resto se resiste a ascender. Otros marchan hacia el lugar
del ágape, el tesorero sentado en los bancos de la fachada cobra recibos;
finalmente se opta por el cobertizo de D. Enrique Amaya y hacia allá dirigimos
nuestros pasos.
Nuestro Presidente, D. Antonio
Salazar García, da paso a la apertura dando la bienvenida a los asistentes; el
Secretario, D. Emilio Ramos Salas, da lectura al Acta aprobada en la última
Asamblea y D. José Rodríguez Franco, tesorero, rinde cuentas y presenta el
nuevo presupuesto para el próximo curso. Comenta con satisfacción la
inscripción de tres nuevos socios, y lamenta la pérdida de otros tantos que
últimamente han tomado el camino de la eternidad.
Este reportero, informa sobre las
redes sociales y su nuevo blogg en el que podrán encontrar el reportaje del día
de hoy con toda la serie de fotografías del momento. Invita para que conozcan
todos los archivos, donde van a encontrar temas diversos: el Albayzín, los
cármenes albaicineros, temas relacionados con el Colegio, costumbres y formas
de vida del pasado en nuestra ciudad, Pedagogía, arte pictórico y escultórico…
Las bandejas de viandas comienzan a
fluir, las recién cortadas habas se esparcen por la mesa colocada a todo lo
largo de la estancia; riqueza de alimentos cuidadosamente preparados van
recreando el paladar de los allí presentes: saladillas, patatas fritas,
aceitunas aliñadas, tomate con atún, variedad de frutos secos, tortilla
española, taquitos de jamón, un sabroso gazpacho con aires de salmorejo, cascos
de cebolleta, canapés, cortezas, vino para hacer más fluido el paso de todo
este refrigerio. Unos ricos fresones, como postre, pondrían el final
Hay que mencionar la buena
preparación de los productos consumidos al buen hacer de Alejandro Caballero,
Ángel Porcel y Miguel Girela.
La gente se va despidiendo, los
últimos rezagados ayudan a retirar los vestigios finales y terminando de paladear las
bellezas del entorno que nos rodea nos vamos hacia nuestros hogares con el
ánimo de podernos encontrar en el próximo noviembre.
José Medina Villalba
Interesante lo de las abejas. Hemos presenciado ese magnífico espectáculo por el bosque de ribera del colegio en dos ocasiones. Un año, se fueron ellas solas de la rama en la que se agarraron. Otro año, se las llevó el personal del ayuntamiento.
ResponderEliminarcon qué emocion he ido recordando sitios...
ResponderEliminarHace tiempo vengo pensando en visitar mi Colegio, porque pienso en él sin parar.
Estuve en el colegio desde 1968 hasta 1975. tambien quiero visitar el colegio. me gustaria que alguien me dijera si sigue habiendo comida de antiguos alumnos anualmente
ResponderEliminarHola qué alegría encontrarme con este blog y con usted Don José, yo estuve en el colegio desde el curso 88 u 89 hasta el año 2002, la verdad que añoro mucho aquellos años, un saludo.
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