martes, 23 de julio de 2013

BODAS DE ORO DE JOSÉ MEDINA VILLALBA Y CONCHITA ARROYO GUERRERO


                                                         12-7-1963. Nuestra boda
Día espléndido brilla el sol por todas partes, calienta el cuerpo e ilumina los corazones. Es tiempo de meditar y de reflexionar, se cumplen cincuenta años de un enlace matrimonial y quiere uno echarle la vista atrás y hacer una valoración del tiempo trascurrido.

                                                                       Mi Primera Comunión

Parece que fue ayer cuando jugábamos con los amigos en el colegio, cuando las clásicas enfermedades infantiles te tenían postrado durante unos días en la cama, cuando descubrías, a escondidas,  en el baúl de la casa el juguete que, se suponía, te traían los Reyes Magos,  aquella tan deseada  taza de chocolate  y la gota maldita que machó el traje de la Primera Comunión en el desayuno del Colegio, aquellos zapatos que por primera vez estrenaste el día del Corpus, la primera vez que, a los once años, tus ojos se deslumbraron y tu cuerpo se quedó atónito al contemplar, por primera vez, la inmensidad de un mar en la playa de Motril. Las pequeñas fechorías de los monaguillos ayudando a misa en el Colegio, la alegría de la beca para realizar los estudios de bachiller. La satisfacción de las notas obtenidas.


                                            Ante la Facultad de Medicina, los nuevos titulados A.T.S.
Bachiller Superior, ingreso en la Facultad de Medicina, título de Maestro de Educación, título de A.T.S.  Oposiciones al Cuerpo Nacional de Maestros de Enseñanza, todo fundido en un relámpago del tiempo.

                                                              Conchita con su madre María
La chispa amorosa que despertó el encuentro con aquella chiquilla del Albayzín que después sería tu compañera durante estos cincuenta y siete años.

                                                                    Cuando la conocí y me enamoré.
Los recuerdos de dos familias que se unen formando una unidad, días de celebraciones y encuentros que refuerzan los lazos familiares.

                                                                     Reuniones familiares
                                                             Nuestros hijos, Mari Carmen y Francis
El primer nido de amor en aquel carmen albaicinero, el primer fruto representado en nuestra hija Mari Carmen y la constitución de una familia; después vendría el segundo, Francis, la lucha diaria con el trabajo en el Colegio y el contacto con las gentes del barrio en la profesión de Practicante. Todo esto ha pasado vertiginosamente, aunque en aquellos momentos el tiempo marchara lentamente.

                                                                  La primera vespa
La primera moto vespa, el seiscientos que a toda la familia nos llevaba los domingos a la playa, el primer piso adquirido en propiedad con el esfuerzo del trabajo diario.

                                                              Con los compañeros en la Alfaguara
La salida al campo con todos los compañeros del Colegio sus mujeres e hijos para disfrutar de unas habas en la Alfaguara o una barbacoa en los pinares del Parque del Cubillas.

Satisfacciones y al mismo tiempo problemas y dificultades que en el ejercicio de ambas profesiones han ido surgiendo pero que el tiempo ha ido resolviendo.

                                                            La llegada de Laura
                                                             Mis nietos, Francisco y Pablo
                                                                 Tres soles, Antonio, María y Laura
                                                              Los esquiadores, Francisco, Pablo y Francis
                                                                      La Comunión de Pablo

Y la familia se fue agrandando, los matrimonios de los hijos  y el fruto de ellos; llegaron los nietos y con ellos nuevas alegrías y satisfacciones.

                                                             Boda de Mari Carmen y Pepe
El tiempo ha volado, los nietos ya son mayores y los pequeños vuelan por si solos.

                                                                            El senderista
Hay un apartado muy importante en mis últimos años, mi afición al senderismo para  empaparme del disfrute de la Naturaleza que envuelve a Granada.

¡Cómo ha pasado todo! En un abrir y cerrar de ojos.




                                                   Premio en el concurso literario del Ayuntamiento de Granada



                                                                            Nuestra enfermera





                                                                      Muchos momentos de alegría
                                                           Las alumnas de la academia de corte y confección
                                                              Primera Comunión de Antonio y María
                                                            Pregón en las fiestas de Lanteira
                                                                 Exposición de pintura


                                                                      De gira turística con la familia
                                                    
            Es el momento de cerrar filas, de recordar los espacios álgidos y maravillosos de esta pasada, de encerrar con veinte candados los momentos difíciles,  de contrariedades y de seguir recordando  los buenos momentos pasados y los que esperamos nos sigan sucediendo.

Hemos celebrado con gran alegría estas Bodas de Oro acompañados, en la intimidad, de los nuestros.

Todo ha sucedido como un pasaje inolvidable y como broche de oro para cerrar un largo capítulo de la vida de estas dos personas.



                                                
                 
                En esta velada ocurrieron los siguientes sucesos: Misa de acción de gracias, cena en el delicioso jardín, terraza y mirador del restaurante Moraima, bajo la atenta mirada de una luna llena, una Alhambra iluminada y una familia plena de alegría con intercambio de discursos, regalos y atenciones que han quedado grabados para siempre.

He aquí algunas de las palabras que se dijeron durante esta velada:

ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias Señor por haber permitido que hoy estemos reunidos en tu casa, mi familia junto a nuestro amigo y sacerdote Miguel Ángel, para poder celebrar esta Eucaristía, que ha sido un homenaje a nuestros padres en su Cincuenta Aniversario de Bodas.




                                   

Papá, mamá.

Con trabajo y esfuerzo se pueden conseguir muchas cosas, pero tener amor incondicional y sincero de vosotros es algo que no se consigue ni con todo el oro del mundo, es algo que nos da la vida y que debemos agradecer para siempre.

No voy a nombrar todas las razones por las que os queremos, pues de ser así nunca terminaría de hacerlo, sólo voy a deciros que nos sentimos orgullosos de ser vuestros hijos porque ambos sois seres extraordinarios.




Damos gracias al Señor por habernos dado unos padres tan maravillosos como vosotros.


Te damos gracias Señor.






               La noche era majestuosa, en uno de esos cármenes albaicineros convertido hoy en restaurante, carmen que en más de una ocasión visité cuando era propietario el famoso abogado y miembro del Patronato de las Escuelas del Ave María D. Julio Moreno Dávila, en la intimidad, seguimos celebrando esta singular día.

La Alhambra toda arrogante con su vestido iluminado de un rojo aterciopelado, desde la distancia, contemplaba la escena y una luna llena querían ser testigos fieles de lo que se iba a desarrollar.

Por la encrucijada de  las callejas que desembocan en el antiguo “Callejón de las Vacas”, hoy titulado del Pianista Carrillo”, penetramos a través de un portón de madera en el interior del paraíso que comprende el restaurante Moraima, antiguo Carmen de los Patos.

En una de sus terrazas recoletas, los primeros en llegar, con algún refresco para atemperar el calor de esta noche de julio, conversamos y nos deleitamos en el entorno. Luces escondidas entre los bojes del jardín resaltan el verdor, luces que no se perciben pero que permanecen vivas realzando el entorno.











Las diversas paratas-terrazas, empedradas al estilo granadino, están repletas de gente, parejas de enamorados que han buscado el rincón adecuado, grupos de extranjeros, celebraciones de cumpleaños, pero hay una  especie de silencio especial, ni una voz más alta que otra, ni un grito que rompa el velo silencioso de la noche.

Solo el ir y venir de los camareros portando las viandas que, como especialidades de la casa van a satisfacer el gusto de los comensales, es el movimiento que más se percibe.

 Una larga mesa reservada de antemano espera la llegada de doce personas.

Entre conversaciones amenas con recuerdos del pasado se va consumiendo un menú variado constituido por pequeñas degustaciones que dejan plenamente satisfechos a todos los comensales.

Vendrían después los diversos regalos, primero con palabras de agradecimiento a los homenajeados y después con ramo de flores y diversos objetos que estarán siempre presentes en los lugares más destacados de nuestro hogar.

La voz de nuestro hijo Francis rompe en un momento la marcha del acto con la lectura siguiente:




Con el paso de los años me he dado cuenta de cuánto amor y sacrificio habéis hecho por nosotros; recuerdo con cariño cosas de mi infancia que no cambiaría jamás, con este motivo quiero deciros que me siento muy orgulloso de ser vuestro hijo.

El tiempo que representa 50 años en la vida de cualquier ser humano es considerable, es casi una vida entera, pero el recorrerlo, mano a mano, junto a la persona que une elige es un desafío aún mayor. Y con esto, quiero decir, que lo que estamos celebrando hoy, lo que mis padres han construido durante este tiempo ha sido producto de un sacrificio diario, de entrega mutua, respeto, paciencia, y sobre todas las cosas ha sido producto del amor. Gracias a vosotros llegué a este mundo, gracias a vosotros tuve una infancia que recordaré con cariño siempre, gracias a vosotros crecí conociendo y aprendiendo los más nobles valores, y es ahora también, gracias a vosotros, que trato de ejercer con responsabilidad mi papel de padre mirándome en el espejo de vuestros principios.

Cincuenta años de matrimonio, medio siglo caminando de la mano, a veces por calzadas de buen firme y otras muchas por tortuosos senderos… La vida es caprichosa y nos evalúa a diario con las más inverosímiles pruebas. Vosotros habéis superado el examen con Matrícula de Honor.

A ti papá, persona sencilla, trabajadora, humilde, dedicada a su familia, dedicado a la enseñanza, a la pedagogía manjoniana, dejando una gran huella en el Ave María, como maestro, como director…, qué decir de tus libros, de tus obras artísticas, de tu blogg que día a día estás construyendo.

A ti mamá, persona ejemplar, con un corazón inmenso que nunca quiebra y con el cual se puede contar siempre y en todo momento. Jamás en la vida encontraré ternura mejor, más profunda más desinteresada, ni verdadera que la tuya mamá, siempre entregada a nosotros y dando palabras sinceras y tu incondicional amor.

Recuerdo esos ratos en los que invertías para hacerme ese traje de gitano, tan bonito, que aún conservas, esa forma tuya de administrar tu casa, que gracias a ello tenemos.

Con todo mi cariño os regalo estas palabras, nacidas de mi corazón y con toda la felicidad que tengo, deseo que esto perdure para siempre en todos los corazones que hay ahora presentes y en los que no han podido asistir.

Francisco José Medina Arroyo.

A continuación nuestra hija Mari Carmen, se dirigía a nosotros con el siguiente mensaje:




A MIS PADRES

A lo largo de mi vida, pero muy especialmente hoy, me siento muy afortunada y orgullosa de vosotros.
Hoy estamos reunida la familia, para celebrar estos cincuenta años de vida en común. Pero son muchos momentos los que habéis presenciado juntos, desde el nacimiento de mi hermano y mío, pasando por cumpleaños, comuniones, bodas y nacimientos de vuestros queridos nietos, que también son una satisfacción para vosotros al verlos crecer y desarrollarse en la vida. Siempre he querido enseñarles lo que vosotros habéis sembrado en mí, esos valores que hoy están tan descuidados: amor, respeto, sinceridad y perseverancia a la hora de hacer las cosas.
Quiero daros las gracias por todo lo que me habéis enseñado. He procurado llevarlo a la práctica, aunque nunca como vosotros porque los seres humanos no somos dos gotas de agua.
Papá eres un ejemplo a seguir. Siempre tengo presente tu paciencia para llevar las cosas, incluso en esos momentos difíciles que la vida ha puesto en tu camino, pero tu fuerza y ánimo, han hecho que rompas todas las barreras. Admiro esa energía que siempre has derrochado compaginando tus dos trabajos, pero nunca descuidando tu familia. Y ahora, dedicando esta etapa de tu vida, a lo que siempre te ha gustado. El arte de pintar, esculpir y escribir. Incluso te has atrevido con las nuevas tecnologías, demostrándolo con tu blogg en internet, donde disfrutas con esos artículos que cuelgas. En ellos se ve la dedicación, que has tenido y tienes a las Escuelas del Ave María y a todos los rincones de tu querida Granada.
Mamá siempre has estado y estás ahí, apoyando en todo momento a papá, velando en cada momento por toda la familia. Siempre, has demostrado esa perseverancia a la hora de hacer las cosas. Un ejemplo de ello han sido, esas noches que te pasabas en vela, para terminar esos trajes que con todo el  cariño nos has hecho a todos.
Tu forma de ser y la preocupación que tienes por todos, no deja que disfrutes plenamente de ese regalo que es la vida. Ahora ha llegado el momento que lo hagas al lado de papá, y sepas valorar la oportunidad que la vida te ha brindado.
                                                              Os quiere vuestra hija.
CINCUENTA AÑOS JUNTOS

Que por julio era, por julio,

cuando sellasteis vuestro amor

y hace ya cincuenta años,

volando el tiempo pasó.

Un doce de julio

os casasteis los dos

y del brazo comenzasteis

la vida en común unión.




Que por julio es, por julio,

cuando os miráis los dos

con cariño y con respeto,

recordáis con emoción

los momentos más felices

que ha habido en vuestra relación

y las distintas etapas

que habéis superado con tesón.


Que por julio es, sí, por julio,

¡cómo el tiempo nos cambió!

crecimos, corrieron los años,

y cada hijo seguimos

nuestro camino en los estudios,

la profesión y el amor

y desarrollamos nuestra vida

con gran ilusión.










 


Que por julio es, sí, por julio,

¡sigue corriendo el reloj!

vino otra satisfacción:

la llegada de los nietos,

cinco, que brillan como el sol,

contagiándonos energía,

alegría e ilusión.


Que por julio es, sí, por julio,

nuestras bodas de oro son,

cumplís los cincuenta años

en esta celebración.

Hoy vuestros hijos y nietos

le damos gracias a Dios

y, contentos, le pedimos

un deseo de corazón:

que sigáis por muchos años

compartiendo vuestro amor.










                   Los “discursos” terminaron con las palabras de los homenajeados.

                                                             BODAS DE ORO

Cuando se cumplen 50 años de una empresa formada por dos personas que hicieron un proyecto de vida, si esa empresa al cabo de este tiempo sigue funcionando es porque ese proyecto, con mayor o menor dificultad se ha ido realizando.

Toda sociedad, periódicamente, hace un balance sobre su trayectoria, lo que llamamos inventario; mi mente ha hecho también el arqueo de estos cincuenta años de convivencia.

Sin embargo, entiendo, cuando hoy día en diversos  foros de la TV se compara a la familia como una empresa,  bajo mi opinión, la familia supera el concepto frio  de empresa.

La familia es la mayor de las empresas, porque tiene como base el amor, que va creciendo con la llegada de los hijos, el esfuerzo y el trabajo cotidiano por prosperar y hacer que brille, sobre todo, cuando ha funcionado.

Cuando me siento a escribir unas líneas sobre el tiempo que ha pasado desde que Conchita y yo decidimos unirnos, lo primero que pasa por mi cuerpo es una sensación de satisfacción, por una parte, pero al mismo tiempo de  desasosiego al ver la rapidez con la que ha trascurrido.

                                                             Aquí la conocí. S. Miguel Alto
Parece que fue ayer cuando una tarde de otoño, apostada en el mirador desde donde se domina una visión panorámica del Albayzín, me encontré con ella.

Curiosamente una manzana desunió a Adán y Eva, en cambió un membrillo fue el principio de lo que después sería una unión definitiva.

Al principio una amistad que, con el paso de los días, se convirtió en compromiso, que duró siete años hasta que lo refrendamos en un altar.

Todavía diariamente, es raro que no sueñe con la época de estudiante, exámenes, oposiciones, vespa corriendo por todas las calles del Albayzín, tomando tensiones, poniendo inyecciones, haciendo curas…, horas de consultorio…

Como la mejor cinta que se haya podido filmar, voy viendo la trayectoria de aquel noviazgo: nuestros paseos los fines de semana, normalmente a casa de sus tías, aquellas noches cuando precipitadamente íbamos al cine Albayzín, acompañados con su madre, las partidas al parchis, los paseos en la vespa recién estrenada, el montaje y pintado de las mesas que iban a constituir la Academia de Corte y Confección que pronto se vio abarrotada de alumnas, y una novia ilusionada con la confección de su ajuar.

En una de las callejas del Albayzín, llega a nuestros oídos el cepillado de la madera de un ebanista y percibimos el olor característico de un taller. Allí comenzaría la construcción de lo que sería después nuestro matrimonio con la ilusión de un dormitorio que día tras día vimos construir.

Muchos recuerdos que sería muy difícil describir en estos momentos: ilusión al montar nuestro primer nido, (se mezclan en mi mente hechos que se amontonan pero que recuerdo con satisfacción)  mi primer escuela en Jayena, sus gentes y alumnos, escapadas esporádicas en aquel camión que traía las aceitunas al molino y aprovechaba para darme una vuelta rápida de dos horas para ver a la novia.

                                                          Recuerdos del Colegio de mis amores.
                                                  El graduado como economista. Mi nieto Antonio
Después escuela, familia y trabajo, alegría para toda la familia con la llegada de los hijos, tristeza cuando se fueron marchando los seres queridos, y entre satisfacciones y otras no tanto, el tiempo ha ido pasando tan vertiginosamente que, cuando se echa la vista atrás, parece como si todo esto hubiera ocurrido hace breves momentos.

En estos instantes pienso sobre todo en las cosas positivas que durante la vida nos han ido ocurriendo e intento ignorar los problemas y dificultades que han ido surgiendo, pero que con fuerza y carácter se han ido superando, y han fortalecido nuestro matrimonio.

Doy gracias a Dios por haber llegado a este momento, por nuestro matrimonio, por nuestros hijos y nietos y por haber tenido una vida  de la que no nos podemos quejar sino llenarnos  la boca de agradecimientos a todos vosotros.

Esperamos, estos dos que celebramos este día, que sigáis como lo venís haciendo, caminando en la vida con ese sentido de la responsabilidad y de los valores que intentamos inculcaros que siempre será el triunfo de vuestras vidas  y de los vuestros.

Nosotros, padres y abuelos, deseamos lo mejor, que no os desaniméis ante las adversidades que luchéis con tesón y con carácter en todas las empresas que acometáis; la constancia en la vida es el triunfo seguro.

Nosotros ya hemos hecho el camino de nuestras vidas, vosotros lo tenéis a medio hacer,  y algunos en los comienzos.

A Mari Carmen y Pepe, nuestro deseo de ver a vuestros hijos situados en la vida, orgullo y satisfacción  vuestro y de  todos.

Para Antonio, nuestro ánimo para que consiga el puesto que se merece en función de sus estudios, esfuerzos y laboriosidad.



A María, que siga con esa dedicación plena a una profesión que ama y produce muchas satisfacciones y el sufrimiento de los que asistes se enmascara con el sentido de vocación, que me consta tienes.



A Laura, mi ahijada, deseamos verla un día en un quirófano, bisturí en mano salvando vidas; penetrando en los entresijos neurológicos, o en cualquier otro puesto que le ofrezca la carrera elegida, todos ellos llevados con dignidad y profesionalidad engrandecerán tu persona.

A Francis que las dificultades que te ha presentado la vida, te sirvan de experiencia, te hayan fortalecido para seguir caminando y luchando por los tuyos. La vida tiene muchos obstáculos, pero con prudencia y perseverancia se va alcanzando lo que uno desea, que nunca el desánimo haga mella en ti.

Además de toda tu familia, Motril y en concreto una persona, te ha acogido y te ha apoyado en tus momentos críticos, a esa motrileña, que hoy nos acompaña, y sigue a tu lado, nuestras palabras de agradecimiento.

 A Francisco, ya casi todo un hombre, nuestra satisfacción al ver cómo va progresando en sus estudios, nuestra inyección de ánimo, de tus abuelos, para que continúes en esta línea, para triunfar hay que sacrificarse. La madurez te irá poco a poco fortaleciendo y desvelándote cortinas de humo que te han podido confundir en determinados momentos. Respeto a tus padres, que no te quepa la menor duda, siempre querrán lo mejor para ti, aunque en algún momento no lo comprendas.

Al futbolista número uno, Pablo, continua con el deporte, pero siempre con precaución sin sobrepasarse en los esfuerzos que pueden perjudicar la salud. Pero para ser un buen profesional no basta sólo con el deporte y el ejercicio, es muy fundamental otro ejercicio de tipo mental y de formación cultural y eso sólo se consigue con el estudio que también nos satisface ver cómo vas progresando. Quiere mucho, cómo nos consta, a tus padres y la simpatía que derrochas por los cuatro costados no decaiga.

Y aquí tenéis a dos personas robotizadas, gracias a los adelantos médicos podemos seguir contando sucesos del pasado y del presente y como siempre hemos hecho, seguiremos mientras el cuerpo lo permita, siendo los pilares en los que os podéis apoyar, aunque en cierta medida estos dos pilares, socavados en la base, también necesitan vuestro apoyo del que no nos cabe la menor duda nos lo estáis prestando ya. Gracias. 

A todos los presentes, Conchita y yo os agradecemos vuestra participación en este acto íntimo familiar, deseándoos toda clase de felicidades y parabienes.

Firmado: José Medina y Conchito Arroyo.

 Brindis al final por la felicidad de todos los presentes y ausentes en este día.

Un CD, repleto de fotografías desde la infancia de este longevo matrimonio, proyectado en una pantalla, acompañado de  su complemento literario daría fin, siendo las tres de la madrugada, a una larga, agotadora, pero deliciosa velada.

                                                                          José Medina Villalba.







7 comentarios:

  1. Muchas gracias por sus palabras tan emotivas a esa Motrileña, siempre estarán en mi corazón

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  2. Me deja boquiabierta.con sus palabras que inyectan setimientos verdaderos. Felicidades por ese maravilloso aniversario rodeados de sus familiares y que cumplan muchos años más un fuerte abrazo de parte de Lupe

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  3. Me deja boquiabierta.con sus palabras que inyectan setimientos verdaderos. Felicidades por ese maravilloso aniversario rodeados de sus familiares y que cumplan muchos años más un fuerte abrazo de parte de Lupe

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    1. Muy agradecido a ese emotivo comentario. Las personas con sensibilidad, como eres tu, aprecian los mensajes que se transmiten a través de la palabra escrita. Anímate a seguir leyendo, cuando el tiempo te lo permita, otros spot o archivos de mi blogg, creo que te han de gustar y podrás conocer más cosas de Granada y del barrio del Albayzín. Recomiéndalo a tus amistades. Gracias por incluirme en círculos. Un fuerte abrazo.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. ¡Muchas felicidades!Siempre es una alegría ver a una familia así de unida y de querida. ¡Enhorabuena por su familia! ¡Un abrazo!

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  6. Esta noche me has cogido de la mano y hemos estado paseando un buen rato los dos juntos por las calles de Granada, que paz Dios mío he sentido al tenerte a mi lado, el poder contarte todos mis sentimientos mis inquietudes mis problemas que no son pocos y como siempre me has escuchado.
    Ha sido tan grande, tan hermoso, tan real, que no puedo describirlo solo he sentido paz mucha paz y amor, amor de una madre y eso es lo más grande y hermoso que se puede tener .
    Me he sentado un buen rato y me he puesto a leer este hermoso relato, las bodas de oro y las lagrimas ya no me salen, porque no me quedan más. Gracias mamá por ser una mujer diez, por haberme dado todo lo que me has dado, tú amor te quiero te amo.

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