Panorámica del barrio del Albayzín
El Albayzín, este barrio montado
sobre paratas que se desprenden desde lo alto para dejarse caer sobre el Río Darro,
entre callejas, plazas, placetillas, miradores, balcones grandes y pequeños
repletos de geranios, perfumada por el ungüento exhalante que sale por los
tapiales de sus cármenes, laberinto de pasadizos, como las grandes Medinas de
Marrakech, tiene rincones inhóspitos, recovecos desconocidos para muchos, pero
buscados por todos.
Balcón de los pintores. Óleo de José Medina Villalba
Uno de estos recovecos resguardado, es
el que fue llamado “Balcón de los Pintores”, lugar buscado, para plasmarlo en
sus lienzos, por grandes pintores y en la retina de las cámaras, fotógrafos de la
propia ciudad o venidos de allende.
Pintores románticos que venían
buscando la belleza en el contraste de las construcciones centenarias del
barrio, en el ambiente costumbrista de la época, en la luz que a veces traspasa
los resquicios de las callejas como puñales que viene a estrellarse en el
tapial del carmen.
Bello amanecer en Granada
El sol, sin prisa, penetra por el ventanuco y
acaricia, deslizándose plácidamente, el cuerpo del albaicinero
La luz en el Albayzín es totalmente
diferente a cualquier otro lugar, amanece lentamente para despertar a los
albaicineros sin sobresaltos, para saborear el rayo de sol que se despereza
pausadamente, sin prisa, penetrando por la rendija de un ventanuco carcomido
por los años y deslizándose por los pies de un camastro donde plácidamente
duerme su dueño; sube hacia arriba para acariciar su cuerpo tocándole las
mejillas y dulcemente haciéndole abrir los ojos, para estrellarse en la pared
del cabecero, mientras en el “chambao” de un gallinero de la Calle Guinea rompe
el aire el kikirikí de un gallo.
Atardecer en el Albayzín
Los atardeceres son lentos, le cuesta
a la luz irse del barrio, ¡se ha encaprichado tanto del arrabal! sin haber
dejado antes la pátina del color anaranjado que cubre viejos tejados, tapiales,
torres de las mezquitas convertidas en iglesias, mientras la neblina oscura de
la noche va penetrando lentamente siguiendo a la zaga a la que se marcha, a
regañadientes, allá por lontananza.
El maltratado rincón de los pintores
El pintor romántico de tiempos
pasados supo plasmar en sus lienzos el encanto de este rincón, hoy sería
imposible captar la belleza de aquellas obras si las comparamos con la imagen
actual, rápidamente nos percatamos del escaso cuidado que se ha tenido para
conservar este rincón histórico.
Las normativas, depredadoras, de la
disciplina urbanística y los secuaces que las dirigen no entienden de arte y
tampoco de historia.
El Balcón de los Pintores actualmente.
Toda esta complejidad es la que ha
ido haciendo que en el intento de dar vida a un barrio que languidecía
lentamente se hayan cometido, valga la expresión, “sacrilegios urbanísticos",
transformando algunos lugares en otros que han perdido el sabor castizo que en
otros tiempos tuvo el Albayzín.
Si para el extranjero era dificultoso
encontrar el lugar donde este “Balcón de los Pintores” se ubica, hoy lo es aún
más.
Aljibe de Trillo
Por la calle Azacayuela, entre el
Aljibe de Trillo, Calle Guinea, donde aún queda un reducto de muralla árabe, y
Calle del Limón, se encuentra nuestro
perdido balcón.
Se le llama así, porque la casa que
da acceso, a dicho habitáculo, cuya entrada la tiene por la Calle Guinea, se
alquilaba para desde allí poder pintar la Alhambra.
Sin embargo, mi opinión se desvincula
bastante de este criterio, ya que para pintar la Alhambra no es necesario
alquilar una habitación, frente a ella, pues hay infinidad de lugares, en el
barrio, desde donde podemos realizar la obra.
La realidad es otra, ya que el balcón
era pintado o fotografiado desde fuera, desde la confluencia de la Calle del Limón
con la que baja de la Placeta del Aljibe de Trillo, por la Calle Azacayuela.
La perspectiva era genial
La perspectiva es genial ya que hay
una visión tomada de abajo hacia arriba, cogiendo la estrecha calleja que viene
al punto donde nos situamos y podemos observar el balcón en lo más alto.
Estudio del pintor Rafael Latorre, en la Carrera del Darro
Pintores como Rafael Latorre, que
vivió y tuvo su estudio en la Carrera del Darro, frente a la Iglesia de S.
Pedro, Enrique Marín, Isidoro Marín, Tomás Martín Rebollo, entre otros, y los
fotógrafos, Arturo Cerdá y Abelardo Linares este último tuvo su estudio en la
Alhambra, supieron dejarnos para el recuerdo el encanto y belleza de este
insólito rincón albaicinero, “que en paz descanse”.
Trabajo fotográfico de Abelardo Linares
Varias veces he pintado este rincón,
en tamaño normal e incluso gigantesco con dimensiones de 1,80 X 1,10 metros,
que dan luminosidad y encanto al pasillo del apartamento de mi hijo.
El Balcón de los Pintores, de grandes dimensiones 1,80 X 1,10.
Óleo de José Medina Villalba, situado en el pasillo de un apartamento
(Colección privada)
Para dar credibilidad al comentario
de la habitación que se alquilaba, para desde allí plasmar el monumento árabe,
he pintado el balcón desde el interior, que también tiene su encanto especial: los
cuarterones de las dos hojas del balcón,
con reminiscencias moriscas, una persiana enrollada para que no haya ningún
obstáculo que impida contemplar la
Alhambra, el inicio incipiente del artesonado,
El Balcón de los pintores. Óleo de José Medina Villalba
Visión del balcón desde el interior de la casa
(Colección privada)
el hierro torneado que ofrece la
baranda del balcón, el colorido de las macetas, la cerámica del suelo, dan una
fuerza e intensidad al cuadro, mientras un gatito me mira, en parte sorprendido y en otra relajado, uniéndose a mis intenciones.
Allá al fondo, entre la reja de la
balconada, difuminado y casi perdido el Barrio de San Pedro, con la torre de su
iglesia y el tajo del mismo nombre, en lo alto la Torre de la Vela, la
Alcazaba, las Torres del Homenaje, Quebrada y del Adarguero, junto al Cubo, fundiéndose con el cielo, culminan la escena.
Creo que mi razonamiento anterior, de
el por qué se llama así, no es porque se alquilara esa habitación para pintar
el balcón desde el interior, la sultana Alhambra, sino porque se pintaba tal
como nos lo han mostrado los lienzos y fotos que conservamos, como un gratísimo
recuerdo.
No obstante recomiendo que algún día
se dé, usted lector, un paseo por este lugar para que vea la “profanación”, que
se ha hecho de este emplazamiento, quitando la visión de un balcón volado al
espacio aéreo sin que haya ningún obstáculo que se le anteponga.
Apartamentos construidos delante del Balcón de los Pintores que han destrozado el lugar.
Actualmente le han colocado delante
un grupo de apartamentos que lo han dejado totalmente “ahogado” y apenas
imperceptible.
Sin embargo el Albayzín, que
agonizaba a finales del siglo pasado, está levantándose de su sepultura,
reconocido por la UNESCO COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD (17-12-1994) y aunque
lentamente se va restaurando, en reconstrucción de casonas, empedrado de
calles, arreglo de casas de vecinos que se han convertido en verdaderos
palacetes,
Carmen del Albayzín
cármenes transformados en restaurantes, (no de mi agrado, ni de buen gusto) pero por lo
menos, la gente pueda penetrar en la belleza de esos paraísos, según los
definía el poeta Soto de Rojas: “los
cármenes albaicineros son paraísos cerrados para muchos y jardines abiertos
para pocos.
Calle del Agua. Óleo de José Medina Villalba
Las perfumadas calles del Albayzín,
sus vistas a la Alhambra y su laberíntico urbanismo morisco son una experiencia
que ningún visitante que llegue a Granada debe perderse.
Plaza Larga y Calle Panaderos.Acuarela de José Medina Villalba
Pero el barrio es algo
más que un escenario turístico de cartón piedra; es un núcleo urbano con sus
habitantes que salen a comprar, van al médico, barren sus puertas y riegan sus
macetas. Son los que mantienen el barrio vivo, pero también son ellos los que
sufren sus limitaciones de un enclave con dificultades. No debemos olvidar que
el Albayzín además de ser Patrimonio Mundial, es, sobre todo, un barrio
habitado.
Placeta de las Escuelas., próxima a donde se encuentra el Balcón de los Pintores
Óleo de José Medina Villalba.
Al fondo el Carmen del fotógrafo Torres Molina
(Colección privada)
Se han realizo importantes
actuaciones financiadas por fondos europeos, Junta de Andalucía, Ayuntamiento,
que consiguieron mejorar los equipamientos y espacios públicos, pero estas
actuaciones han sido insuficientes, y en los últimos años, prácticamente han
desaparecido. Hay que seguir evitando la despoblación, las pintadas,
excrementos de perros, viviendas ruinosas, cableado…
Cuesta de la Victoria
Caldelería
Calle del Candil
Calle del Agua
Calle San Juan de los Reyes
Estimado lector, llévate el recuerdo
de uno de los muchos y bellos rincones del Albayzín aunque sea solamente con
las muestras pictóricas que te ofrezco.
José
Medina Villalba