El termómetro de Puerta Real
A la sombra del granado de Puerta Real.
D. Andrés Manjón da una lección práctica ante el Ministro de Instrucción Pública
Tal día como hoy, 10 de julio del año 1923, Granada perdió a un gran hombre, D. Andrés Manjón, sembró la semilla de la educación, que sigue dando sus frutos.
La climatología
del estío en Granada, de un continental extremado, es inamovible y se repite
año tras años. El aire se hace irrespirable, una calina envuelve a la ciudad,
caminar cuesta trabajo
Caminar cuesta trabajo
porque nos recubrimos con un traje especial hecho en los
talleres atmosféricos, con un tejido único traído de las Medinas de Marruecos y
del desierto del Zahara, y confeccionado con la aguja dorada salida de los
hornos del dios Febo e hilvanada con los hilos de los rayos de “Lorenzo”, que deja
caer su chispa, con tal intensidad,
que son dardos que intentan atravesarnos,
dejando sobre nuestros cuerpos el traje calenturiento construido a nuestra
medida.
D. Andrés Manjón expira en la Abadía del Sacromonte
En la madrugada del día 23 de julio de 1923, corría por la ciudad
el clamor lastimero de sus gentes, un personaje de alta alcurnia catedralicia,
Doctor y Catedrático de Derecho Civil y Canónigo de nuestra Universidad nos
dejaba habiendo entregado su inteligencia, economía, cuerpo y alma por Granada
y los granadinos.
Barrio del Sacromonte
“Del Norte nos vino la luz”, este sería
el título para encabezar una crónica sobre nuestro personaje, que sembró la
semilla social,
Era necesario redimir al pueblo gitano
para redimir a una clase que clamaba “a voz en cuello” la necesidad de calmar las carencias
corporales y culturales que padecía.
Sargentes de la Lora. (Burgos)
Efectivamente de una pequeña aldea,
donde nació, Sargentes de la Lora, Burgos, vendría la luminosidad que redimiría
de la incultura a una buena parte de la sociedad granadina.
Lema: Enseñar haciendo para educar enseñando
Para ello utilizó como arma principal
“LA EDUCACIÓN”, y asedió a la ciudad de
Granada por todo el cinturón creando Escuelas
tituladas del Ave María, donde hoy, después de 125 años, se siguen forjando
niños y niñas en los valores más importantes, con el objeto de hacer de ellos
hombres y mujeres cabales capaces de ocupar un puesto en la sociedad tan
necesitadas de tales personas.
Una clase de Geografía al aire libre
Los chicos vendedores de la prensa
pregonaban por el centro de la ciudad los titulares que encabezaban, señalando
la muerte de D. Andrés Manjón y Manjón, burgalés de nacimiento, pero Hijo
Adoptivo y Predilecto de nuestra ciudad.
“Por sus frutos los conoceréis”. (Mateo
7: 15-20) y estos fueron y son sus frutos, más de trescientas Escuelas del Ave
María por España y el extranjero con una Pedagogía Nueva, Activa y
experimental, precursor de la que otros se atribuyeron posteriormente, tales
como los pedagogos: Pestalozzi, Decroly, Montessori.
Por las veredas del Sacromonte subían y
bajaban los moradores de las cuevas, y de todas las calles de la ciudad las
gentes dirigían sus pasos a la Abadía Sacomontana, deseosos de dar su última
despedida, al que durante varias décadas dejó su huella imperecedera en la
Universidad y en el pueblo de Granada.
El pueblo se levantó para traer el cadáver a la ciudad
Por el Camino del Sacromonte. (Puente Quebrada)
A pesar de su sencillez y humildad y
haber manifestado que sus exequias fueran lo más sencillas, sin algaradas ni
estridencias, sin embargo el pueblo se levantó para traer a la ciudad y darle las
pompas fúnebres que requería.
Fueron muchas las muestras de sencillez
que durante su vida puso de manifiesto, una de ellas es la que a continuación
relato:
Diez veces, veinte veces vimos a D.
Andrés Manjón trémulo, avergonzado, balbuceando como un niño torpe en el
examen, con la vista clavada en tierra, decir a los miembros de la comisión
organizadora de su proyectado homenaje.
-No, no. ¿Para qué quiero yo eso? Yo no
soy nada, no hago nada, ni merezco nada. En vez de eso, ayuden a mis Escuelas.
Ellas lo necesitan todo. Mis muchachos y muchachas son numerosos y todo es poco
para ellos.
No era falsa modestia al uso. No era
humildad premeditada. Las palabras se premeditan; se regula el timbre de voz; se
ensaya la actitud; pero el carmíneo rubor no puede ser suplantado, y de carmín
se cubrían las mejías del anciano y venerable sacerdote, denunciando la
angélica humildad de su alma, cada vez que le hablaban de monumentos y
homenajes.
El carmín del rubor no puede ya colorear
aquel rostro bondadoso, blanqueado por la muerte, una muerte que ha sido, la
apoteosis de la humildad, la sublime exaltación de la humildad.
Quien, avergonzado, rechazaba el
homenaje de un monumento en vida, descansa ahora en el monumento inmarcesible
que en veinticuatro horas le ha erigido el corazón de un pueblo.
Veíamos pasar el cadáver entre masas
humanas imponentes, rodeado de los más altos honores que a un gran hombre se le
pueden tributar, y cuando al son de los clarines presentaban armas las tropas
de la guarnición y se abatían los estandartes militares como si de un príncipe
de la milicia se tratara, venían a nuestra memoria aquel carmín de sincero
rubor que tantas veces cubrió las venerables mejillas y aquellas palabras
pronunciadas por labios que sólo supieron bendecir. No, no: ¿Para qué quiero yo
eso? Yo no soy nada ni merezco nada.
¡Providencial contraste! ¡Grandiosa
exaltación de la verdadera humildad! Quiso Dios que quien nada deseaba para sí
en vida, lo haya tenido todo en muerte. Una cosa, solo una cosa deseaba Don
Andrés Manjón, y la deseaba vivamente: que se protegiera a sus Escuelas, que se
garantizase la vida de sus Escuelas.
¿Cumplirá el mundo esta sublime clausula
testamentaria del sabio y del santo?
Desde la Abadía, una multitud, en caja
descubierta, bajó el cadáver hasta el Salón de Plenos del Ayuntamiento donde
estuvo expuesto; por allí desfiló todo el pueblo de Granada: intelectuales,
gentes humildes y sencillas, ricos, pobres, nobleza, avemarianos, personalidades, de todos los rincones de la
península…
CRÓNICA DEL DÍA
(Publicado
por “Gaceta del Sur” de Granada en su número 6.249 , del viernes 13 de julio
del año 1923)
El cadáver expuesto en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada
D. Segundo Arce Manjón, en primer plano, a la derecha. D. Pedro Manjón
a la izquierda
En
la capilla ardiente, el Salón de Sesiones del Ayuntamiento, celebraron la Santa
Misa a las cuatro de la mañana D. Pedro Manjón y D. Segundo Arce.
Se
reunieron en el Ayuntamiento…
Por
la Escuela de Artes e Industrias D. José Ruiz de Almodóvar, D. Luis Molina de
Haro…
Por
la Cámara de Comercio, el Presidente D. José Pérez de la Blanca, el Secretario
D. Fermín Camacho López…
Por
la Unión Mercantil, D. Antonio Dalmases, D. Manuel Codoni…
Por
la Unión Comercial, D. Bernabé López Cepas, D. Carlos Morenilla …
D. Luis Seco de Lucena
Por
el Cuerpo Consular, D. José Casinello Núñez, D. José Moreno Agrela…
Por
el Real Colegio de S. Bartolomé y Santiago, el Catedrático D. Luis Seco de
Lucena…
Por
el Regimiento de Infantería de Córdoba, D. José Nestares…
D. Antonio Gallego Burín
Por
la Facultad de Filosofía, los profesores D. Antonio Gallego Burín y D. Fernando
Marín Ocete…
D. Víctor Escribano
Por
la Facultad de Medicina, el Decano D. Víctor Escribano y los Catedráticos D.
Miguel Guirao, D. Fernando Escobar Manzano, D. Alejandro Otero…
D. Juan Antonio Tercedor
Por
la Facultad de Ciencias, los Catedráticos D. Juan Antonio Tercedor…
D. Manuel Benítez Carrrasco
Por
la Cofradía del Santo Vía Crucis del Albaicín, D. Manuel Benítez…
Por
el Colegio de Farmacéuticos, D. Antonio Ocaña Ramos…
El
Arquitecto provincial D. Fernando
Wilhelmi.
Por
la Graduada Aneja a la Normal de Maestros, D. Justo Casares, D. Juan Bueno y
Chica, D. Miguel Sánchez…
Los
Curas Párrocos D. Francisco Gómez Polo, D. Antonio Vargas García …
Una
comisión de alumnos del Seminario Conciliar con sus superiores D. Gabriel
García Martín, D. Manuel Martín Sierra…
Por
los PP. Jesuitas, los PP. Zaldívar y Francisco Lirola .
Por
el Colegio Médico, su Presidente D. Felipe Villalobos.
D. Antonio García Trevijano
El
Decano del Colegio Notarial, D. Antonio García Trevijano.
El
Secretario de la Universidad D. Juan Gallego.
Por
la Prensa Local, D. Narciso de la Fuente y D. Diego Torres Cabrerizo (“Defensor
de Granada”), D. Francisco Barrios Talavera (“La Publicidad”), D. Federico
Álvarez y D. Ricardo Tortosa (“Noticiero Granadino”), D. Arturo Martínez Puga
(“La Voz de Granada”), D. Carlos López Martín y D. José Antonio Mesa (Gaceta del Sur”).
Algunos
de los nombres que aparecen descritos les podrán ser familiares a algunas de las personas que lean esta
crónica.
CONDUCCIÓN DEL CADÁVER
Después
de permanecer en el Ayuntamiento, durante una larga jornada para que el pueblo
rindiera honores, acompañado por la Banda
de Música del Consistorio, con su director D. José Montero Gallegos, emprendió
la marcha hacia la Catedral.
D. Manuel Medina Olmos, Director General de las Escuelas del Ave María
Las
cintas del féretro eran llevadas por D. Antonio Molina de Haro, y D. Luis Seco
de Lucena, D. José Moreno Agrela, D. Víctor Escribano, D. Manuel Medina Olmos…
El Alcalde, D. Germán Gil de Gibaja
El
Ayuntamiento bajo mazas… D. Germán García Gil de Gibaja, D. Enrique Hernández
Carrillo, D. Juan Leiva Narváez, D. Rafael Roldán Antelo, D. Joaquín Corral
Almagro, D. Abelardo Mora Guarnido… y el Secretario D. Miguel Horques Villalba.
La
comitiva recorrió las calles del Príncipe, Plaza Bibrrambla, Colegio Catalino,
y Plaza de las Pasiegas, entrando
EN LA CATEDRAL
…Sostenía
la cruz arzobispal el beneficiado D. Paulino Cobo.
Después
de cantarse solemne responso, el cadáver del Padre Manjón fue conducido nuevamente
al armón…, siguiendo la comitiva por las Calles de la Cárcel Baja y San
Jerónimo, penetrando
EN LA UNIVERSIDAD
El
féretro fue llevado a hombros por los Catedráticos Sres. Fernández de Córdoba,
Amor y Rico, Gallego Burín, Mora (D. Rafael)…
La comitiva llega a la Universidad
La
capilla de música del maestro Vidal cantó el “Credo quod Redemptor meus vivit”.
Multitudinaria muchedumbre por la Gran Vía
HACIA LAS ESCUELAS AVEMARIANAS
No
recordamos un homenaje más unánime, más sincero. No era el forzado tributo
oficial que termina donde el protocolo acaba, sino el acto eminentemente
cordial, afectivo, que no se sacia.
Buena
prueba de nuestra devoción la tenemos en lo ocurrido al llegar la comitiva a
Plaza Nueva, donde oficialmente se despedía el duelo. En efecto, se hizo la
acostumbrada despedida, pero Granada entera con sus Autoridades a la cabeza
siguieron por la Carrera del Darro, por el Paseo que lleva el nombre del
llorado Pedagogo, por la Cuesta del Chapiz …, por los sitios que están
impregnados del exquisito aroma de bondad, de caridad, de placidez que exhalaba
el Apóstol de la borriquilla color moreno.
La chiquillería, llora la muerte, del padre de todos
Como
en múltiples ocasiones, salía a su paso el vecindario, la retozona
chiquillería. Mas, por desgracia, no a tributarle el cariñoso saludo, sino a
lanzar en desgarradores gritos el supremo adiós al padre de todos.
Desde el Camino del Avellano, la gente seguía el desarrollo del entierro
Y
en las veredas, en las recónditas plazoletas, en las puertas de las cuevas, en
los bardales de las tapias y, a lo lejos, en los cerros que bordean las
Escuelas, en el Camino del Avellano, en los poéticos torreones de la Alhambra,
en los blancos miradores del Generalife, en la agreste altura de la Silla del
Moro, había racimos humanos contemplando el espectáculo único en Granada…
El altar mayor en la época de Manjón. El sepulcro al pie
Epitafio del sepulcro: A. M. Puede significar Ave María o Andrés Manjón
CÁMARA DE COMERCIO
La
Cámara de Comercio dirigió ayer un oficio al señor Alcalde, rogándole cite a la
mayor brevedad a una asamblea de los organismos y fuerzas sociales de Granada,
para con unidad de acción resolver y llevar a la práctica cuanto se estime
oportuno para perpetuar la memoria del santo fundador de las Escuelas del Ave
María, y para el sostenimiento de dichas Escuelas, dándoles vida propia que les
asegure el porvenir sin temor al olvido del tiempo o de los hombres.
Entre
la diversidad de personajes importantes que ha dado Granada en todas las
facetas: artísticas, literarias, políticas, filosóficas…, no nos cabe la menor
duda que hay dos que podrían ocupar la cabeza, en ese ranking de personalidades
ilustres, por su entrega de servicio desinteresado a los granadinos, D. Andrés Manjón y Manjón y San Juan de Dios, ambos
se entregaron y lo dieron todo por la redención corporal y espiritual de los
granadinos.
La ciudad sigue en deuda con el que
sembró su semilla, que germinó y dio sus frutos, D. Andrés Manjón y Manjón.
José
Medina Villalba
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