El bodegón, también conocido como naturaleza muerta, es una
obra de arte que representa objetos inanimados, generalmente extraídos de la
vida cotidiana, que pueden ser naturales (animales, frutas, flores, comida,
plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa
o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, etc.) en un espacio
determinado. Esta rama de la pintura sirve normalmente del diseño, el
cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y
armonía.
El bodegón da al artista más libertad compositiva que otros
géneros pictóricos como el paisaje o el retrato.
Los bodegones ya adornaban el interior de las tumbas del
Antiguo Egipto. También se han encontrado en la Antiguas Grecia y Roma y en
mosaicos en Pompeya.
En la Edad Media, la pintura del bodegón revivió con temas
religiosos y después pintura de flores en jarros u otros objetos con contenido
heráldico.
En el Renacimiento entre los primeros en liberarse del
significado religioso del bodegón estuvieron Leonardo da Vinci, quien creó
estudios sobre frutas como parte de su incansable examen de la naturaleza.
Aparecieron bodegones con conchas, insectos, frutas exóticas flores, productos
hortícolas
Siglo XVI. Caravagio fue uno de los primeros artistas que
representó naturalezas muertas con conciencia de naturalezas muertas. Su cesto
con frutas es uno de los primeros ejemplos de bodegón puro, presentado con precisión
y ubicado a la altura del ojo.
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| Bodegón del cardo de Sánchez Cotán. Museo de Bellas Artes de Granada. |
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Giuseppe Arcimboldo, italiano, pintaba bodegones
con representación humana utilizando frutas y productos vegetales. |
La importancia que adquirió el bodegón en la España del siglo
XVII sólo ha empezado a ser reconocida en fechas recientes. La revalorización
comenzó en 1935 con la exposición de Floreros
y bodegones en la pintura española, donde destacó la presentación del
bodegón de caza, hortalizas y frutas de Juan Sánchez Cotán y prosiguió en 1941
al llegar al Prado por donación el bodegón de cacharros de Zurbarán.
Las pinturas de Girasoles de Vincent Van Gogh son algunos de
los bodegones más conocidos del siglo XIX.
La pintura del bodegón ha ido evolucionando así tenemos
bodegones en abstracto, cubismo, futurismo, subrrealismo, bodegón por
fotografía, por ordenador…
Aquí tienes una muestra de mis bodegones realizados al óleo.
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| Postre de verano |
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Desvestir la manzana.
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| Llegaron de Valencia. |
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| Cordero asado al calor de la chimenea. |
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| Espuerta con frutas. |
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| Frutas de Otoño. |
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| La granada fruta símbolo de la ciudad de Granada. |
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| Los filtros juegan su papel en cualquier pintura. |
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| Cesta con frutas. |
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| Reflejo de ajos. |
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| Cesto con flores. |
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| La mesa de camilla se engalana con el florero. |
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| Te ofrezco mi ciudad, aquí representada. |
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La tortilla española, bien acompañada.
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En el Renacimiento entre los primeros en liberarse del
significado religioso del bodegón estuvieron Leonardo da Vinci, quien creó
estudios sobre frutas como parte de su incansable examen de la naturaleza.
Aparecieron bodegones con conchas, insectos, frutas exóticas flores, productos
hortícolas
La importancia que adquirió el bodegón en la España del siglo
XVII sólo ha empezado a ser reconocida en fechas recientes. La revalorización
comenzó en 1935 con la exposición de Floreros
y bodegones en la pintura española, donde destacó la presentación del
bodegón de caza, hortalizas y frutas de Juan Sánchez Cotán y prosiguió en 1941
al llegar al Prado por donación el bodegón de cacharros de Zurbarán. 
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