sábado, 5 de enero de 2013

MURALES CERÁMICOS.


                                              EL ALBAYZÍN Y LA CERÁMICA

 
Hablar del Albayzín sin tener en cuenta la importancia de sus talleres artesanales, (la mayoría de ellos desaparecidos en la actualidad) sería hacerle un flaco favor a la importancia y a los valores que, a través de los tiempos, han desempeñado en su larga trayectoria.

Talleres de tejidos alpujarreños, de cobre, de taracea, de bordados en tul para construir las mantillas que lucían y lucen las jóvenes granadinas, resaltando su belleza, en las corridas de toros, procesiones, fiestas populares y que han sido exportadas a diversos países del mundo. La gran importancia de las fraguas, donde a golpe de martillo, sobre el yunque, se forjaba y moldeaba el hierro candente, para construir las rejas, que podrían hablar de amores y requiebros entre enamorados y las cancelas de los cármenes albaicineros; entre todos ellos, ocupando un gran lugar, estaban  los talleres de alfarería.

En el arrabal de los Halconeros o del Albaicín (Rabad al Bayyazín) acceso a la parte más elevada del Albayzín, comunicando en la época cristiana dicho arrabal con el de los Alfareros, en este lugar 1517, existieron talleres de cerámica, algunos han permanecido activos pasando así a denominarse la cerámica popular granadina como cerámica de fajalauza.

En estos talleres además de platos, azulejos, jarras, fuentes, floreros…, enriquecidos con los colores azules y verdes, se hacen murales que son verdaderas pinturas que decoran patios, fachadas, estancias….

Con el artista Vicente Arroyo Valero, pintor, escultor, ceramista, grabador, tuve la suerte de realizar algunos murales cerámicos, siguiendo sus orientaciones, que expongo a continuación indicando los pasos seguidos en la construcción de los mismos.

 
1º.- Se eligen las losetas bizcochadas en cantidad que corresponda al tamaño del mural que se va a realizar. Se les numera por el dorso, ya que después han de entrar en el horno y se podría perder el orden de la composición.

2º.- Se bañan en un esmalte blanco brillante.

3º.- En papel cebolla se realiza el dibujo que plasmaremos en las losetas.

4º.- Una vez hecho el dibujo se pincha, siguiendo las líneas de dibujo, con un alfiler.

(Dato curioso. El dibujo se pincha por el lado del revés, ya que al pincharlo deja unos salientes que al colocarlos sobre las losetas podrían dañar el blanco).

Hay que procurar que no pase mucho tiempo, entre el bañado de las losetas y la aplicación del dibujo, a fin de que les quede un poco de humedad para que puedan absolver, sin brusquedad, los óxidos de color que se le van a dar.

5º.- Con una muñequilla llena de carboncillo se hace un estarcido sobre el dibujo, que, a través de las perforaciones realizadas, dejará la marca en las losetas.

 
(A los óxidos colorantes, para que peguen se les aplica un barniz transparente, cq3, mezclado con agua).

6º.- Se pinta utilizando los distintos óxidos colorantes, como si fuera una acuarela. Al exceso de óxido se le mezcla más o menos agua.

7º.- Una vez finalizado se desmonta colocando las distintas losetas en una caseta para introducirla en el horno a una temperatura de 980º.

Lo asombroso es ver la obra cuando sale del horno, porque a veces puede haber sorpresas, unas gratas y otras no tanto, ya que el horno es el que tiene la última palabra y el  que realiza la función final. ¡Inquietud, nerviosismo y expectación ante la terminación del “parto”!, para ver salir por la boca del crisol la obra terminada y más aún cuando “el rompecabezas” construido deja ver la finalización del trabajo.



Jardines del Partal en la Alhambra. (Mural cerámico 100 x 80)

El mural está dedicado a mi mujer, Conchita Arroyo.


Mercadillo de frutas y verduras en el Realejo.

Carrera del Darro.

En el Generalife.


Escudo de la familia Arroyo. Obra de mi mujer. Conchita.


Escudo de la familia. Medina. Obra de mi mujer. Conchita.

Obra de Conchita Arroyo. Mi mujer.
Pintando el mural de cerámica. Los jardines del Partal en la Alhambra.
 
 

 

 

 

3 comentarios:

  1. Precioso Don Manuel, me encanta la explicación que hadado sobre los azulejos, y me recuerdan mis tiempos en La Azulejera Granada, llevada por los hermanos Palomino, donde estuve hasta los 17 años y medio, o sea 2 años y medio de vida laboral que luego continué por otros derroteros.
    Pero me ha hecho recordar los tiempos de los azulejos, que yo manejé como ha dicho en su blog o algo similar, que es lo que se utilizaba en la fábrica donde estuve.
    Por tanto enhorabuena por el comentario del blog, un saludo afectuoso.

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  2. Precioso Don Manuel, me encanta la explicación que hadado sobre los azulejos, y me recuerdan mis tiempos en La Azulejera Granada, llevada por los hermanos Palomino, donde estuve hasta los 17 años y medio, o sea 2 años y medio de vida laboral que luego continué por otros derroteros.
    Pero me ha hecho recordar los tiempos de los azulejos, que yo manejé como ha dicho en su blog o algo similar, que es lo que se utilizaba en la fábrica donde estuve.
    Por tanto enhorabuena por el comentario del blog, un saludo afectuoso.


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    1. Mi agradecimiento a Conchi Mercedes, por su excelente comentario al archivo de mi blog sobre los murales cerámicos. Este reconocimiento viene avalado y tiene aún mayor fuerza al proceder de una persona que tiene un profundo conocimiento del arte de la cerámica y de todos los entresijos que van inmiscuidos en las excelencias de estos talleres que llevan implícito la profesionalidad artesana.
      Conchi Mercedes, te animo para que sigas cultivando esta práctica y si conservas alguno de tus trabajos espero me envíes alguna fotografía.
      Simplemente una objeción, sin mayor trascendencia mi nombre es José y no Manuel. Gracias de nuevo y un afectuosos saludo.

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