domingo, 26 de enero de 2014

ALBAYZÍN. PLAZA LARGA

                          Albayzín. Plaza Larga. Óleo de José Medina Villalba

                                      Los pinceles han salido del letargo...
Los pinceles, que durante un tiempo han permanecido inactivos, han salido del letargo de un sueño temporal para ponerse de nuevo a cumplir con su misión, que no es otra sino la de dejar plasmado en el lienzo el color, la luz y la belleza de nuestras plazas albaicineras.
                                   La mañana ha amanecido radiante...
La mañana, cuando se cumple un mes de haber entrado el invierno, ha amanecido luciendo las galas de un cuerpo que se manifiesta frío, pero radiante como los rayos solares que proceden de un cielo azul intenso en esta Granada.
Ha sido el último cuadro que he pintado el que me ha motivado para que salga de casa y me dirija al lugar de los hechos, donde previamente estuve tomando las anotaciones correspondientes.

                                         Apuntes tomados "in situ".
Desde el Realejo, barrio hermano del Albayzín por sus características similares, que me adoptó hace ya unos cuantos años, cámara en mano me dirijo hacia la parada de autobús que me ha de subir al arrabal de mis sueños.

               Sus granos relucen con el color rojo... Óleo de José Medina Villalba

Mirando a través de los cristales se va abriendo ante mis ojos la grandeza de una Granada que se va abriendo poco a poco conforme vamos ascendiendo; sus granos relucen con el color rojo de esa fruta que le ha dado nombre.

                          Aparecen espléndidos esos granos escarlatas...
Tomando la curva del Tambor aparecen esplendidos esos granos escarlatas, representados en las torres de la Catedral, Basílica de S. Juan de Dios, S. Jerónimo, rodeados por una multitud de edificios que se manifiestan arrodillándose a sus plantas.


                            La grandeza de la fortaleza del palacio árabe...
Me bajo en S. Cristóbal, desde su mirador se postra a mis plantas todo el encanto de una ciudad mora, judía y cristiana, las murallas de la Alcazaba Cadima, Puerta Monaita, la torre mudéjar de Santa Isabel la Real, la torre de la iglesia de S. Miguel Bajo, más lejos, Torres Bermejas, a su izquierda la sultana, la grandeza de la fortaleza del palacio árabe, la Alhambra.

                            Llora como mujer lo que no has sido capaz 
                            de defender como hombre.
Más al fondo en la lejanía, las letras grabadas sobre la piedra del pretil del mirador, me dirigen la vista hacia “El Suspiro del Moro”, en mis oídos  resuenan las últimas palabras que Aixa, “ Fátima la Horra” “La Señora”, una reina firme y enérgica, al detenerse la comitiva que se dirigía al destierro para contemplar por última vez el tesoro que habían entregado a los Reyes Católicos, a su hijo, Boabdil, el Rey Chico, con el brillo en sus ojos de unas lágrimas contenidas, como puñal sangriento que se clava en el corazón musitó: “llora como mujer lo que no has sido capaz de defender como hombre”.
La extensa sábana blanca con su Veleta que dirige los vientos que airean la ciudad, allá en el horizonte como una enorme tarta decorada con Los Machos, y el Mulhacén cumplimentan este único escenario.
Al observar tanta belleza, con el resplandor centelleante  que surge de las cristaleras de los diversos edificios, de esa gran maqueta que hay allá abajo, contemplándonos recíprocamente, entra uno  en un sopor de éxtasis, pero hay que continuar.
                          Calle Larga de S. Cristóbal. Aljibe de Xarea...
Por la calle Larga de S. Cristóbal dirijo mis pasos hacia mi objetivo.
Paso por delante del aljibe Colorado o de Xarea del siglo XIV y me parece ver las figuras fantasmagóricas de los morabitos de este arrabal dirigirse a la mezquita de Xarea (Masyid al-Saria) para realizar la oración del mediodía mientras el muecín desde el alminar les llama.
                                 Último tramo de la Cuesta Alhacaba
Subo el último tramo de la Cuesta de la Alhacaba; curiosamente al pronunciar esta palabra incurrimos en un pleonasmo, ya que Alhacaba significa cuesta, por lo que decimos la cuesta de la cuesta.

                          Plaza Larga centro comercial y de encuentros
Desemboco en Plaza Larga, punto de confluencia para los habitantes del barrio del Albayzín, centro comercial y de encuentros. Esta zona refleja el pulso albayzinero, el encanto de su mestizaje y calidez de pequeña comunidad. En Plaza Larga y sus principales afluentes, que son la calle del Agua y la calle Panaderos se puede comprar de todo sin necesidad de bajar a la ciudad.





“Bajar a la ciudad” es una expresión muy típica entre los habitantes del barrio, cuando tienen que ir al centro de la capital.

                           Plaza Larga, centro neurálgico del Albayzín
A ello contribuye también el mercadillo que se instala en la plaza, como alegre zoco de la ciudad. La Plaza Larga tiene una configuración ligeramente rectangular y dimensiones modestas. Esta equilibrada proporción no se ve compensada por las alturas de los edificios que la rodean, casi todos de tres plantas. 

                                     Fachada neoárabe Casa Pasteles
Sus fachadas algunas del siglo XVII, no tienen mayor interés, salvo la neoárabe Casa Pasteles, nombre popular otorgado por los granadinos, pues en ella se emplaza una cafetería castiza en la que se pueden saborear exquisitos dulces que preparan en su propio obrador y sirven una singularidad por todos conocida: la famosa “leche rizada”. 

                                       Leche rizada de Casa Pasteles

Los mantecados y demás dulces navideños tienen un gran atractivo y se venden en diversos comercios tanto locales como en otras ciudades.

                           Inscripción colocada en la Puerta de las Pesas
Como era de esperar, la imagen de la plaza ha cambiado a lo largo de los tiempos, incluyendo la desaparición de importantes infraestructuras y ornato. Para hacernos una idea de su evolución, hay una inscripción colocada en la puerta de las Pesas para recordarnos que el espacio fue abierto en 1576 y que en él instalaron unas carnicerías, un lavadero y una fuente con una imagen de Cristo, sustituida a su vez por una cruz de piedra en 1694, también desaparecida.
Estas obras, realizadas después de la expulsión de los moriscos, tenían como objeto castellanizar el barrio y dotarlo de infraestructuras para evitar que no se fueran los pocos colonos que habían llegado a llenar el vacío demográfico dejado por los moriscos.
Al entrar en Plaza Larga me viene el recuerdo del ambiente que allí se respiraba en la década de los años cuarenta del siglo XX.

                                          Cafetería "Casa Pasteles"
Casa Pasteles, era un pequeño cafetín que con el trascurso de los años y con el esfuerzo y trabajo de Angelicas y su hija Carmela supieron elevar el establecimiento a la presencia grandiosa que tienen en la  actualidad.
Frente “al Pastales” María “la cojilla” tenía su puesto de frutas que, en canastas y a vista de los vecinos, las lucía en la puerta de su pequeño establecimiento. 

              Lugares donde estaba "El Cafetín", "la lencería de Angelicas"
               "Las aceiteras" y la tienda de comestibles de Leonardo.
En la esquina de la calle del Agua, donde actualmente se encuentra un Covirán, estaba el “Cafetín” de Rafael, rico café y buen precio.
Angelicas la viuda, vendía en su establecimiento de lencería, desde un ovillo de hilo a unas medias, pasando por ropa interior de hombre, mujer y niño, más  todo cuanto se le encargaba por las albayzineras, tenía un hijo, Antonio Estévez, que estudió en el Colegio del Ave María y fue funcionario de prisiones en Córdoba. ¡Lo que hace el paso del tiempo! en estos momentos existe una droguería-perfumería “La Estrella”.
Colindando “Las aceiteras” donde se podía comprar al por mayor y detall el “oro dorado”.
                                                    Cafetin "La Porrona"
El bar “la Porrona” donde lo mismo te puedes comer una ración de morcilla, un pescadito frito, o saborear el plato del día, acompañado de una fresquita cerveza,  sustituyó a la tienda de comestibles de Leonardo. Sobre el mostrador del establecimiento de  ultramarinos, el dueño hace girar una enorme rueda, para moler los granos del café que en forma de polvo se va depositando en un cajón, para volcarlo en el papel de estraza, dejando un perfume en el ambiente que embargaba los sentidos.

                                                 El Bar Aixa
Una rubia inmensa sentada junto a la caja registradora controla las ventas en el bar Aixa, es Angelicas “La Moya”, esposa de Ángel Bueno, dueño del negocio.


Este negocio, con el mismo nombre, pasó al siguiente propietario cuyo nombre figura en una placa situada en la fachada que dice: aquí vivió D. Miguel Laguna Morales que regentó el bar-café Aixa, desde 1968.
Todos recordamos a Juan, el de las novelas, que en un minúsculo kiosco situado al lado del cuartel de la guardia civil, donde casi por arte de magia apenas si cabía el dueño, cosa que pudimos observar cuando se tuvo que trasladar, dejando el minúsculo hueco al descubierto, a una tienda de objetos de regalo que montó al lado del Café-Bar Aixa.

              Lugar donde se encontraba el cuartel de la Guardia Civil.

                                                   Calle Panaderos
Continuando nuestro recorrido, alrededor de la plaza, haciendo esquina con la calle Panaderos, Enriquito el hijo de “la Socorro” la del establecimiento de comestibles en la calle del Agua, puso una tienda de abacería, siguiendo la tradición familiar. Después vendría la madre del bailaor Mario Maya y montaría un comercio de ropa y tejidos.


                                      Bodega de "LAS TRES MMM"
Ver salir haciendo eses a los que se habían tomado algunos tiestos de vino blanco, era una cosa habitual, de la bodega, “LAS TRES  MMM”. Este establecimiento era una sucursal más de los varios que había por toda la ciudad. Se caracterizaba por sus enormes odres de cerámica, color rojo, que a las espaldas de los dependientes, y frente al consumidor, podía observar cómo se llenaban los vasos a través de las espitas que pendían en la parte baja, bajo la atenta mirada del que las iba a consumir.
                                     El tintorero, Pepe Pérez Amigo y su esposa Encarnita Medina García
Una figura esbelta, de alta talla, elegante, albayzinero de pura cepa, generosos, sociable, comunicativo, muy estimado y apreciado entre sus convecinos, desemboca en estos momentos en la Plaza, viene de la calle Mentidero, a espaldas del cine Albayzín, allí tiene Pepe Pérez Amigo su obrador de limpieza de ropa.
Su taller es modesto,  allí pasa muchas horas del día en un patio cubierto por una simple uralita, pasando fríos y calores para sacar a su familia adelante, formada por su esposa Encarnita Medina García y sus cinco hijos; carece de las sofisticadas máquinas de limpieza y tinte que existen en la actualidad pero su profesionalidad es tal que sus trabajos, en perfección, no tienen que envidiar en nada a las moderna maquinaria actual.

                                  Los hermanos  José y Juan Pérez Medina, hijos del tintorero
                                  del Albayzín, en la moderna tintorería "Martinez Campos". 
                     
Sus manos, cuando cogían una prenda, después de acariciarla, sabía a la perfección como tratarla. Manos estilizadas, agrietadas, marcadas por la huella que dejan los tintes y el frio de la estancia, amante del deporte, aficionado al fútbol y al equipo de su alma el Granada Club de fútbol.

                                        Antiguo estadio de fútbol de los Cármenes

                                   Sistema ancestral de tintar la ropa

Pepe, trae colgando de varias perchas algunas prendas, recién limpias, como nuevas, y dispuestas a colocarlas en el despacho que tiene en la plaza, para poderlas entregar a sus clientes.



Este despacho, del tinte de Pepe, actualmente se ha convertido en un establecimiento de Lotería y Apuestas del Estado. Lo regenta uno de sus hijos, Bernab, (Bernabé, como recuerdo de su abuelo materno) gran deportista y gloria del Granada Club de Fútbol donde militó en sus filas como extremo, cuando el equipo estaba en segunda división, contribuyendo a los triunfos que en ese momento se lograron. 

                      Bernab, en la puerta de su negocio en Plaza Larga.


El famoso Maradona en alguna visita realizada a la ciudad se interesó por las habilidades futbolísticas de nuestro Bernab.



Patricia Guerrero, hija de Bernab, ha surgido como  una gran artista en el arte del baile flamenco logrando grandes triunfos a nivel internacional. A pesar de su juventud, Patricia Guerrero ha dejado de ser una promesa para convertirse en una brillante realidad, tiene una gran trayectoria y una enorme proyección de futuro.


Patricia ha bailado desde que tiene uso de razón, su madre la ponía a bailar junto a las alumnas de su academia y pisó el primer escenario con sólo tres años.


En su formación han participado algunas figuras fundamentales del baile flamenco, entre las que se cuentan Maite Galán, Manolete o Mario Maya, y, a su edad ha despuntado en los escenarios, siendo merecedora de reconocimientos, como el codiciado “Desplante” del Festival Internacional de Cante de las Minas de la Unión, o el Giraldillo de Oro a la Artista Revelación de la Bienal de Flamenco de Sevilla.

                              La gran bailaora, del arte flamenco, Patricia Guerrero
Recientemente ha presentado en su ciudad de Granada el espectáculo titulado “Latidos del agua”,  con música de Ángel Barrios, gira en torno a la Alhambra y es la directora y coreógrafa  de todo el espectáculo.

                                                Cruz de Mayo en Plaza Larga. 
                                                Óleo de José Medina Villalba
Hay una placa en este lugar dedicada a Rafael Piquero, restaurador de diversas obras de arte del museo situado en la Iglesia del Salvador en el Albayzín, diseñador de la Cruz de Mayo, escenario que todos los años se ha llevado el primer  premio en el Concurso de Cruces que se celebra el 3 de mayo.
La placa tiene la siguiente dedicatoria: placa dedicada a Rafael Piquero, hijo del Albayzín, por el arte y  genio que regaló cada primavera a su plaza. Asociación Cultural Cruz de Mayo. 2 Mayo de 2005.

Dejamos a mi primo Bernal para continuar con establecimientos que han desaparecido sustituidos por otros nuevos tales como: la tienda de ropa y mercería de Conchita Agrela, al lado del despacho del tinte y limpieza, así como la tienda de Encarna la de la fruta.


La tienda de prensa y papelería ha sustituido a la de ropa de Juan el gitano.

                           El sonido del pungi, la flauta del encantador....
En el centro de la plaza siempre ha habido mercadillo desde la época árabe hasta nuestros días. Soñando un poco, me veo en el siglo XIV, uno de esos días cuando la plaza se ve abarrotada de gentes, escucho el sonido de un pungi, la flauta de un encantador de serpientes, con precaución me acerco; cubierta la cabeza con un turbante blanco, una larga chilaba, se sienta junto a la puerta del Arco de las Pesas, entrecruza las piernas, coloca una cesta de esparto delante de él, comienza a tocar mientras va lentamente destapando la cesta, la gente se va  acercando, moviendo de un lado para otro la flauta, vemos como asoma la cabeza una cobra que se eleva, siguiendo el movimiento del instrumento. 


                     Arco de las Pesas, en el pasado y en la actualidad.
El espectáculo pone la piel de gallina a los que le estamos observando.

                                El cordero, el animal preferido por los musulmanes
Más allá  están asando un cordero, mientras unos moriscos, escudilla en mano, esperan saborear el producto, recipiente que después de utilizado pasa a otros clientes sin el menor escrúpulo de limpieza e higiene.

                                                            El barbero
                                            Olor a diversas clases de especies...
 Un barbero afeita a un anciano de luenga barba, hay un olor especial que trasmina los sentidos, olor a diversas clases de especies traídas de Oriente, puestos de frutas, de verduras, una casquería donde se venden vísceras, sangre, hígado, orejas, lengua, y otros despojos, sobre unos malolientes sacos de esparto sanguinolentos. 

                              La casquería donde se venden los despojo de los animales...

                                         Diversos puestos de frutas...

                                       Recitando las Suras del Corán...

Un predicador del Corán recita las suras, mientras un grupo, sentados alrededor, las escucha y balbucea al mismo tiempo, unos chiquillos corretean entre medio de la muchedumbre y unos burros cargados de leña se abren paso entre la gente.
Los siglos han pasado pero la costumbre sigue perenne, Plaza Larga es un lugar de encuentros, de mercado y de gentes.

                                "Las marranicas", vendían los ajos y las
                                   verduras traídas de la huerta...
              Pepe "El marranico" vendiendo sus productos...
Pero mi mente sigue en el pasado, cuando era niño, paseo por la plaza uno de esos días del principios de la segunda mitad del siglo XX veo a “las marranicas” vendiendo las ristras de ajos y las verduras traídas de la “Huerta la Alberzana”, junto a ellas su hermano Pepe, presenta las enormes calderas donde, en las matanzas navideñas se han de cocer las morcillas. 

                                          "La Victoria, la churrera"

En una de las esquinas de la plaza, “La Victoria la churrera”, manguera en mano, sobre la sartén repleta de aceite humeante, va haciendo magistralmente la rueda de churros para irlos vendiendo a sus cotidianos clientes que esperan para compartirlos con el café en Casa Pasteles.
                                           "Juan el de los jamones"

En medio de la plaza “Juan el de los jamones” está dando a probar una loncha de una de las piezas que orgulloso exhibe, traídas desde el mismo Trevélez en el corazón de la Alpujarra granadina.

                               "El Mijica", reparte las barras de hielo
“El Mijica” montado en un carro-moto reparte las barras de hielo por los diverso bares del barrio, “El Chispa” pregona los ricos boquerones llegados esta mañana desde Motril, una marujas comentan el horror del “exorcismo casero” que ha causado la muerta a una joven en el barrio. 

                              Las bordadoras de mantillas, chismorrean 
                                           los sucesos del barrio.
El semanero, el marido de Trini la que ofrece tul para bordar las mantillas en los bastidores colocados en los patios de las casas albayzineras, gruesa libreta bajo el brazo, va cobrando la semanería de sus clientas.

                           Los gitanos danzan alrededor de una mesa...

“El Paletas”, vende la carne traída del matadero, mientras un grupo de gitanos y gitanas danzan alrededor de una mesa repleta de dulces, de botellas de vino, aguardiente y coñac, cantando los típicos villancicos navideños, “que ya estamos en Pascua, ole, ole, la Nochebuena, los gitanitos cantan, al lado de la cazuela, dame un buchito de aguardiente, para que yo me caliente…” con sus trajes repletos de billetes, haciendo alardes de una riqueza imaginaria.

                                                    Las rifas del "Madrugas"
“El Madrugas” va pregonando la muñeca que llora y hace pipí, que es el regalo de la rifa que hoy se sortea, diariamente lo hace ofreciendo a los albaicineros un regalo cotidiano bajo sorteo.
                               "Salvaora", la dueña de la zambra la Rocío,
                              madre del "bailaor" Juan Andrés Maya Heredia

                                      Mi alumno. en las Escuelas del Ave María,
                                                  Juan Andrés Maya Heredia
                          
He tenido, en esta mañana soleado de 24 de enero de 2014, la oportunidad de conversar con las gentes del barrio, en esta famosa Plaza Larga, saludar a antiguos alumnos como Paquillo Heredia, José Manuel Heredia Fernández, recordando sus anécdotas de niños en las Escuelas del Ave María, a otros que por allí pasaron en épocas pasadas, tales como Paquillo el marido de “la Salvaora” madre del bailaor Juan Andrés Maya Heredia,  de la Cueva la zambra de la Rocío, Antonio Ramírez, el guía para la visita a la Abadía del Sacromonte, La Pichela con sus vaquerías, Juan el cerrajero hijo de Manolo, “Niño de Osuna”, el cantaor flamenco. 

                                 El cantaor flamenco, "Niño de Osuna"
y sobre todo “Tita Pepita” que me ha recordado y ha traído a colación tantos, y tantos recuerdos del pasado, y en este momento me ha reconocido como un sobrino más, de los muchos que tiene en el Albayzín, porque para eso ha sido nombrada “Tita Pepita”.
Sirva este archivo de homenaje a los personajes citados del pasado, y a las maravillosas gentes del barrio del Albayzín.
Pasos seguidos en la pintura que he realizado, al óleo, sobre uno de los rincones de Plaza Larga.
                                          Primero.Boceto a lápiz 

                                   Segundo. Comenzamos a manchar.

                                         Tercero. Segunda mancha.
                                          Cuarto. La obra terminada.
                                                               José Medina Villalba