jueves, 24 de diciembre de 2015

LAS MIGAS





Eran las nueve de la mañana, una mañana de ilusión, de esperanza, para una cantidad de gente que anhela y desea ver resuelta la clave, de lo que entienden por felicidad, bueno, felicidad a medias, porque el “parné” no da la felicidad pero al menos hace la vida, si no más agradable, por lo menos más llevadera.


Por la pantalla de la televisión van pasando escenas de todo este montaje, que de soslayo voy contemplando, más con el oído que con la vista, mientras realizo las matinales exigencias corporales.



A mis oídos llegaban los primeros sonidos de unos bombos que recibían, en el Teatro Real de Madrid, la cascada de bolitas con los números impresos, para entrar prisioneras en unos gigantescos globos dorados que encarcelaban a las que poco después darían la alegría para unos pocos, y la decepción a una gran cantidad, que soñaban con ver hechos realidad su hipotéticos deseos.


 Rejas doradas de estas dos  cárceles, que darán rienda suelta a sus prisioneras, portadoras de millones de euros y de otras muchas que quedarán cautivas, teniendo que esperar un año más, para  poder tener la suerte de dar alegrías al dejar la cárcel que las aprisiona.

                                                El "gordo" de 2015

Ha terminado un trimestre, quizás el más duro, -el primero del curso 2015- 2016- con sus condicionamientos: acoplamiento a los nuevos alumnos, nueva asignatura que dar, estrenando la profesión… El profesorado de la Casa Madre del Ave María, ha cumplido perfectamente con su labor educativa, se han llevado a cabo los objetivos marcados, se han dado los últimos toques haciendo un análisis del trabajo, para ver los rendimientos a través de las evaluaciones correspondientes, y las clases destilan la emoción propia de estas últimas jornadas: 





belenes, villancicos que envuelven el ambiente en un anticipo de las fiestas que llegan y sobre todo del descanso bien merecido para profesores, alumnos, personal administrativo y de servicios. ¡Es el día de las MIGAS!



Todos los días son importantes en el quehacer diario, pero el 22 de diciembre tiene un espacio muy importante de fraternidad, alegría, alborozo, regocijo, regodeo y júbilo entre el profesorado de Casa Madre, acompañado por miembros de la Juntas Directivas de los Antiguos Alumnos que se aúnan a esta motivación.


Son breves horas pero las suficientes para intensificar, lo que durante las jornadas diarias no se puede hacer, por el ajetreo de las idas y venidas, de clases, de esa lucha diaria por cumplir con cada uno de los propósitos  marcados, de preparaciones fuera del horario escolar, que no se ven pero que ocupan una gran parte de laboreo cotidiano; este espacio de tiempo nos da la oportunidad para tener unos momentos de relajación, para poder compartir instantes con los demás compañeros…, en todo esto juega un papel muy importante las tradicionales MIGAS.


Para los granadinos la palabra migas es muy familiar, no tanto para muchos de mis seguidores, en diversas partes del mundo, pero que no se preocupen, porque poco a poco lo iremos aclarando.

                                            Hogaza de pan

El refranero español, que es muy sabio, nos dice refiriéndose al poder alimenticio de las migas: “Las migas, hasta la haza; las sopas hasta la plaza”. Además son muy baratas porque se utiliza el pan duro y unos ingredientes que nunca faltan en las casas andaluzas, pan cateto y asentado, (el que fue cocido hace varios días) aceite de oliva, sal y ajos.
Pero si a todo eso le agregamos el acompañamiento alimenticio que llevan, el escenario se desborda tomando tintes del majar más exquisito que puede colocarse sobre cualquier mesa.


De entrada unos buenos trozos de longaniza acompañados, en un casamiento íntimo, con unas buenas morcillas fabricadas artesanalmente por las diestras manos pueblerinas que hacen de la matanza del cerdo un arte, aceitunas aliñadas, criadas en buena orza con la boca abierta tomando el sabor del tomillo, del romero, cáscaras de limón y de media cabeza de ajos, le dan un sabor especial.


                                         Melón de la Mancha

Todos estos aditamentos llevados a la boca con unos trocitos de melón traído de la Mancha, que chorrea el dulce caldo jugoso, cuando nuestros molares hacen presa sobre ellos, dejando lentamente que el aderezo invada nuestra boca y se convierta en manjar celestial;


 boqueroncitos fritos, cascos de naranjas, pimientos verdes y rica panceta, e incluso algunos taquitos de jamón serrano traído de Trevélez, unas buenas lonchas de queso, y unos cogollos de lechuga aderezados con aceite de oliva y unos ajitos fritos, actúan de complemento indispensable para dar mucho más realce a este rico manjar.


“Las migas de pan a dos vueltas están, las del pastor cuanto más vueltas mejor”. “Donde pan pones migas quedan”.
Podría seguir citando más refranes que nos dan perfectamente a entender la importancia del pan, que juega un papel valioso en la confección de las migas, como elemento básico.


 Hay una frase que se suele usar cuando existe concordia, cuando las personas se llevan bien, cuando se consigue que haya una buena relación: “hacer buenas migas”.
Hoy he sacado la conclusión de que la finalización del primer trimestre, se haya realizado, como se viene haciendo desde hace muchos años, como no podía ser de otra manera, celebrando las tradicionales MIGAS, para hacer realidad este dicho popular: “hacer buenas migas entre todo el profesorado”.


Si las relaciones en algún momento se han visto atenuadas con los compañeros, con las migas de hoy, todo vuelve a la normalidad e incluso la hermandad, armonía, la concordia y las buenas relaciones se reconducen  al cauce de la serenidad, y la fraternidad vuelve a reinar entre toda la comunidad educativa.


Las migas es una comida humilde pero muy nutritiva y popular, hechas para las clases más modestas, que encaja perfectamente en el Pensamiento  en el que se basa nuestra pedagogía manjoniana; así comenzó en el barrio más popular de Granada, en el Barrio del Sacro Monte,

                                    El lugar más idílico de Granada

 se atienden a todas las clases sociales, sin discriminación de razas, creencias, nutriendo a través de una Pedagogía lúdica, activa por parte del alumno y del profesor, metódica, campestre, al aire libre, y potenciando los valores que hacen a las personas completas, corporal y mentalmente dignas de ocupar un puesto en la sociedad tan necesitada, hoy día, de este tipo de personas. 


Risas y carcajadas abiertas es el decorado que envuelve esta comida dentro del mejor ambiente que se puede dar, entre unos profesores que disfrutan de la conversación distendida, mientras este reportero intenta captar los momentos más significativos para que queden en el recuerdo histórico de unos instantes de laxitud, que forman parte anecdótica de la memoria de una jornada más, que ennoblece al cuerpo avemariano de la Casa Madre.



Los mantecados, hojaldrinas, bombones y demás dulces propios de estas fiestas, que en el día de hoy han dado el campanazo de salida, junto al complementos de los licores que les acompañan dan más energía, incluso para hacer una ola humana que arrancando de un extremo se desliza cogiendo de improviso a aquellos que siguen azorados en sus conversaciones más íntimas.


El cuerpo de las bellas señoritas educadoras, encabezado por Juanmi, y demás educadores, le dieron un color especial, en determinados momentos, a la celebración, con sus aplausos enfervorecidos, ante cualquier situación espontánea, que se presentaba, como la respuesta, de unos novios que están en capilla ante una petición del grupo, 


¡Que se besen! ¡Que se besen! No se hacían mucho de rogar para que se convirtiera en realidad.


Con las copas llenas de “champán”, levantadas al aire, haciendo chocar los vidrios, acompañadas por las palabras emotivas del director, D. Antonio Casquet Chacón 



con las que unía al numeroso grupo en una felicitación navideña, animando a que aprovechen estas vacaciones para relajarse y almacenar fuerzas para seguir con la trayectoria del curso.




Abrazos de despedida, a los que me uno con una enorme pancarta en la que aparece: FELICES FIESTAS, QUE LA PAZ, LA ARMONÍA REINE EN VOSOTROS Y EN VUESTRAS FAMILIAS PARA SIEMPRE.

               
                                José Medina Villalba

                    REPORTAJE FOTOGRÁFICO