lunes, 11 de febrero de 2013

GRANADA EN LA PEDAGOGÍA


D. Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María.
Universidad de Granada. Facultad de Derecho.
En el último archivo de este blog, (UN BRILLANTE EN LA CIUDAD DE GRANADA. 9-2-2013.) manifestaba la existencia, en esta ciudad, desde hace 124 años, de las Escuelas del Ave María y de la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario de Maestros del Ave María que cumple ahora 39 años. Dejaba una puerta abierta para dar a conocer algo más, en próximos archivos, sobre su fundador y Pedagogía. Sin dilatarme más, hoy, presento los pilares fundamentales sobre los que se basa, la Pedagogía Manjoniana.

Patio de la Facultad de Derecho.

En el año 1897, el señor rector de la Universidad de Granada, encargó a D. Andrés Manjón, el discurso inaugural del curso universitario, en él tocó dieciocho puntos fundamentales, que deben formar parte en toda labor educativa.
Durante muchos años he dirigido visitas guiadas a profesores, alumnos, agrupaciones diversas…, que han llegado para conocer nuestras Escuelas y les he expuestos estos elementos resumidos en cinco puntos básicos.

Una clase de Geografía al aire libre en la época de Manjón.
Los fundamentos de la Pedagogía de las Escuelas del Ave María, están recogidos en: “Condiciones Pedagógicas de una buena Educación y cuales nos faltan”. Discurso que D. Andrés Manjón pronunció en la Universidad de Granada con motivo de la inauguración del curso universitario en el año 1897.

Clase de Anatomía en plena Naturaleza.

Nuestra Pedagogía, es la que nos dejó D. Andrés Manjón, basada principalmente en la Educación. Las Escuelas del Ave María tienen por lema: Enseñar haciendo para educar enseñando. Es decir, para educar enseñando, hay que educar haciendo.



Entrada a las Escuelas del Ave María, Casa Madre.
Los espacios son grandiosos.
Educar por tanto es cultivar y desarrollar cuantos gérmenes de perfección física y espiritual ha puesto Dios en el hombre; es intentar hacer hombres perfectos con la perfección que cuadra a su doble naturaleza, espiritual y corporal, en relación con su doble destino, temporal y eterno. Conseguir hacer de los niños y de las niñas hombres y mujeres cabales capaces de ocupar un puesto en la sociedad actual tan necesitada hoy día.


La Alhambra como vigía contempla el Colegio.

Además de sus jardines, otros contiguos le acompañan.

No es, pues, mejor maestro el que más sabe, ni siquiera el que más instruye, sino el que mejor educa, esto es, el que tiene el raro don de hacer hombres dueños de sí y de sus facultades, el que asocia su trabajo al de los alumnos y les hace partícipes de las delicias de la paternidad de sus conocimientos, el que se baja y allana hasta los últimos, y les ayuda y levanta de modo que les pone a su altura, y hasta en disposición de recorrer por si nuevos horizontes.


Uno de los jardines del Colegio.

Las bases de nuestra Pedagogía, es decir los pilares fundamentales en los que se cimenta podríamos resumirlos en los siguientes:

 

1.- Es una Pedagogía Eminentemente Activa.

Activismo por parte del alumno y del maestro. (Manjón es el precursor de la Pedagogía Activa). Una idea que domina toda su concepción es que el alumno es un ser activo y por lo tanto el maestro al enseñar no debe hacerlo todo. “La enseñanza supone una inteligencia en acción y al maestro toca excitarla y ayudarla, no suplantarla ni sustituirla, sino guiarla” (VI, 52).


El Colegio en general es un verdadero vergel.


El alumno trabaja, el maestro guía y orienta.

Los alumnos construyen un mapa en relieve.


El alumno elemento activo en una clase de Geografía.
Los maestros que se contentan con transmitir fórmulas el que todo lo hace por los discípulos, enseñar de una manera totalmente pasiva es desconocer la naturaleza del educando e ignorar que la verdadera educación consiste en dar al alumno un papel más activo en su propia formación. Que el alumno aprenda por su cuenta, “el maestro como educador está al lado del niño para guiarle y enseñarle el camino, pero yendo a su paso y sin anticiparse a los años y al desarrollo de sus facultades: es en eso un verdadero pedagogo” (V, 70)

Los alumnos hacen mediciones en el campo.

Comentando textos literarios.


Preparando una obra de guiñol y creando los personajes.
El principal agente de la educación es el educando, que no es tabla que se pinta, cera que se funde, barro que se modela, ni fonógrafo que se graba, sino un ser activo, inteligente, moral, libre; con facultades propias, que Dios le ha dado para que las use; con destino propio, que nadie más que él puede cumplir; con genio, fisonomía y carácter suyos, que no permiten confundirle con los demás; y la educación debe ayudar, dirigir, suplir y corregir al educando, pero no debe ni puede suplantarle ni sustituirle, sino respetarle tal cual Dios le hizo y para los fines que Él sabe.
La música y el teatro ocupan un papel importante en la educación.

Si se nos preguntase por la característica principal de la didáctica manjoniana  no dudaríamos un instante en afirmar que la actividad es lo principal en ella.



Banda de cornetas y tambores

La acción es la clave de la educación, “la acción, mediante la cual ya hacemos aquello que decimos , ya redactamos lo que hemos oído o estudiado, ya representamos, jugando o sin jugar, aquello que estudiamos, es un medio de enseñar y educar al cual nadie se resiste” (I, 27)

2.- Es una Pedagogía Metódica.

El maestro didáctico, el maestro que sabe enseñar, el maestro metódico, es el que se asocia con el niño para guiarle y conducirle y no para suplantarle. El maestro que no tenga método al enseñar no sirve para tal.
Círculos gramaticales para el análisis sintáctico.


El Sistema Planetario.








El maestro que es amante del método procura enseñar mirando siempre más al desarrollo de las facultades que a la adquisición de conocimientos, pues con facultades desarrolladas siempre se pueden adquirir nuevos conocimientos. (VI, 302)

El método es para el que enseña y para el que aprende. “El método, en cuanto abarca lo que se ha de enseñar, quien lo ha de enseñar, a quiénes y el modo cómo los sujetos docentes y discentes han de enseñarlo y aprenderlo, abarca toda la educación e instrucción en el sentido más amplio” (VI,50).

Clase de Matemáticas en la época de Manjón. El triángulo rectángulo.
 
Todo debe, pues, ir encaminado a proporcionar al educando un método de trabajo, un instrumento con el que pueda adquirir nuevos conocimientos por su cuenta.

El maestro, al enseñar, no debe “ignorar que para enseñar hay que proceder al revés del saber de los sabios, y más tratándose de niños” (VI, 47).

“Saber, es poseer la fórmula general de los hechos o las normas reglas y causas de los fenómenos, mientras aprender es ir de lo particular y concreto a lo general y abstracto, de los hechos a las reglas y definiciones, de los efectos a las causas” (VI, 46).

Geografía al aire libre, sobre los mapas que los alumnos construyeron.

3.- Es una Pedagogía lúdica.

En íntima conexión con la actividad está el juego. Para el Fundador de las Escuelas del Ave María el juego es fundamental en la escuela. “El juego es la única asignatura del niño hasta los cinco años; la principal de los seis a los nueve años; la indispensable, de los diez a los catorce; y la más saludable e higiénica hasta los veintiún años; y el educador que de ella no se ocupe y preocupe, no sabe ni vale para educar” (VI, 351).
Jugando a la rayuela se aprende la Historia de España.

Y esto no vale solamente para el juego en cuanto recreo, sino también como medio de enseñanza. Así lo firma él: “Siendo la primera y casi única ocupación del párvulo el juego, hay que respetarle y ayudarle; y a pasar de la infancia a la puericia, se le debe enseñar jugando, o entre juego y juego, pues así lo pide la naturaleza y la higiene, la moral y el bien del niño” (VI, 349-350).
Los gráficos juegan un papel importante
 como elementos didácticos.

También es verdad que no todo será juego ni tampoco siempre. Hablando del cultivo de la inteligencia y de cuando debe comenzar dice: “Empecemos a enseñar: 1º Sin orden predeterminado, desde que el niño nace. 2º Con un método y plan determinados por el juego, desde los cinco a los siete años. 3º Con más seriedad desde los ocho a los diez años y más aún de once a doce… Y a esta edad, en el supuesto de que haya de seguir estudiando, dese a los estudios la orientación de la carrera o profesión a que aspira el educando” (IV, 391)-

Íntimamente ligados con el juego están las representaciones o personalizaciones de las materias a enseñar y aprender.

La arboleda del bosque proporciona sosiego, paz y tranquilidad.

4.- Es una pedagogía moralizante, religiosa y de valores.

Nuestra Pedagogía tiene como objetivo hacer hombres y mujeres cabales, esto es, sanos de cuerpo y alma, bien desarrollados y en condiciones de emplear sus fuerzas espirituales y corporales en bien propio y de sus semejantes; en suma, hombres y mujeres dignos del fin para que han sido creados y de la sociedad a que pertenecen, hoy tan necesitada de hombres cabales. El gran medio, el que compendia todos los medios es la educación. La enseñanza no es sino un instrumento ordenado a formar hombres bien educados, esto es, inteligentes, laboriosos y honrados.
Los valores éticos, morales y religiosos ocupan un papel
importante en la educación.
 
Para formar hombres y mujeres cabales en el Ave María nos proponemos desarrollar:

- los valores de justicia, libertad y responsabilidad;

-preparar progresivamente para el uso responsable de la libertad;
Los alumnos en la clase de Naturaleza, guiados por sus maestros,
se dedican a plantar árboles.
-facilitar a los niños la creación de hábitos democráticos de aceptación y respeto a las opiniones y derechos de los demás;

-conseguir un ambiente de convivencia y comunicación tal que se tome conciencia de que el ejercicio de nuestros derechos y libertades tiene un límite: los derechos y libertades de los demás;

-desarrollar la personalidad de cada uno, descubriendo y resaltando lo positivo;

-crear un ambiente de trabajo, respeto, alegría y cordialidad.



Educar a los niños para vivir en paz, en una sociedad democrática y pluralista; se proponen capacitarles para discernir lo bueno y lo malo a la luz del Evangelio y que sean consecuentes de sus actos, con un respeto a las diversas creencias religiosas.


-Crear una atmósfera que favorezca la solidaridad, la cooperación y la convivencia integradora;

-capacitar al alumno para que se integre en una sociedad pluralista y democrática.

5.- Una Pedagogía campestre.

Es decir, al aire libre, en pleno campo, donde el sol, la luz, el color múltiple de los innumerables árboles y plantas que cubren el suelo escolar junto con la musicalidad del gorjeo de infinidad de pájaros y aves que por allí anidan y el murmullo orquestal de aguas que corren, sean el escenario donde diariamente se desarrolle esta pedagogía.
Educar en plena Naturaleza.
“El ideal de las Escuelas del Ave María es aproximarse todo lo posible al templo de Dios, que es donde mejor se vive, mejor se está, mejor se educa y mejor se enseña: que es en medio de la Naturaleza”. (X, 268).

El campo y su atmósfera están siempre presentes.
 


Las vistas son inigualables.

Estos son los cinco pilares fundamentales de la Pedagogía Manjoniana, no obstante como pilares que refuerzan a los anteriores podemos citar los siguientes también a tener en cuenta:

-La educación debe ser tradicional e histórica.


Arriba en la montaña, la Abadía del Sacromonte.

-La educación debe ser orgánica y armónica.

- La educación debe ser sensible o estética.

Grupo escultórico del profesor Emilio Carmona.

- La educación debe formar caracteres.

- La educación además de artística debe ser manual.

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