lunes, 6 de junio de 2016

CARTA ABIERTA A D. JOSÉ MONTERO VIVES

Querido Pepe:


     Perdona que me tome esta licencia, al tratarte con excesiva familiaridad, pero sé que el lugar donde te encuentras, rodeado de gloria, no habrá nombres para designar a los que allí os encontráis; supongo que estás  junto al numeroso grupo de avemarianos que nos dejaron: Andrés Manjón, Manuel Medina Olmos, Diego Ventaja Milán, Pedro Manjón, Jorge Guillén, Rogelio Macías y un largo etcétera,  que no voy a nombrar porque la carta sería muy extensa. 
        

     
      He seguido durante estos últimos días el calvario que has sufrido para pasar a esa gloria que tan merecida tienes, por tu ejemplaridad desinteresada en todos los aspectos, hacia los demás, en el paso por este “valle de lágrimas”, que por tu forma de vida has hecho, no sea tal, para los muchos que te hemos conocido.
    Cuando esta mañana llegué a la Iglesia de la Magdalena, donde se iban a celebrar las “Pompas fúnebres”,
      -¡qué forma más extraña de expresar esta ceremonia!
     

     Mira que llegué antes de la hora prevista, pero el templo estaba abarrotado, tuve la suerte de colocarme detrás de los que te portaban y así llegué casi al sitio donde te colocaron.
    
                                     Maestros que había en Casa Madre, cuando D. Jose´llegó al Ave María
      
     Durante toda la ceremonia han pasado por mi mente una cantidad de escenas, en las que hemos estado presentes los dos, desde que llegaste al Seminario de Maestros del Ave María, allá por el año 1955.


     Derrochabas juventud, por todos lados, elegante con tu larga sotana, tus gafas de intelectual, pero sobre todo alegre, campechano, como soléis ser los motrileños.


                                                    Patio del Colegio (1950)
    
      Me diste clase de francés, en cuarto de bachiller, de aquel francés que se limitaba a conjugar verbos y a traducir, pero tú nos invitaste a dar un paso más, a hablarlo; para esto, a los que quisiéramos, durante el recreo, podíamos hacerlo, de una forma amena, paseando por el patio. Solamente Manolo Morón Mochón, que estará junto a ti, nos decidimos y, durante algún tiempo, nos hiciste dar un gran paso en lo más interesante, que era hablar el idioma.
      


     Nuestras clases de Didáctica, en tercero de Magisterio, nos las hacías agradables y amenas, e incluso, en más de una ocasión, hiciste referencia a una especie de test, sobre el aprendizaje de la Geografía Física y Política en el mapa de España. Los resultados daban, que los que habíamos hecho la experiencia, sobre el mapa en relieve, que tenemos en las Escuelas, los resultados eran superiores a aquellos que lo habían realizado en el libro de texto.

                                                   Colegio en Somosaguas
     
      Ya estando de maestro, en Casa Madre, siempre quisiste adaptar la Pedagogía Manjoniana, a los tiempos que corren. Recuerdo como nos facilitaste los medios para que fuéramos a ver como, unos, en Somosaguas, y otros en Alicante, se llevaba a cabo la enseñanza personalizada, allí estuvimos durante quince días.


                                      Maestros del Ave María en Benimamet, con D. José Montero
     
     ¿Te acuerdas cuando estuvimos en Benimamet, (Valencia) visitando las Escuelas del Ave María, que fundara Miguel Fenollera, buen conocedor de Manjón y su Pedagogía? La de chistes que contó durante el viaje Manolo Pino, e incluso te recomendó que no te fueras a equivocar, delante del obispo, al nombrar “Follonera” en lugar de Fenollera.
     Después con las regletas de colores, para las Matemáticas, cada niño con su bolsita llena de regletas, que se tardaba más tiempo en recoger los diversos taquitos, que la práctica con ellas.

                              José Montero con otros profesores del Colegio. (Jorge Guillén, Ricardo Villa-Real
                                                       José Cotes, Ignacio Correa, Emilio Garía)
      Siempre, siempre, con la inquietud de seguir actualizando nuestra Pedagogía, la Pedagogía Manjoniana, sin perder sus principios fundamentales.
Cuando algún maestro llevaba a cabo alguna novedad metodológica, igual que hacía D. Andrés Manjón, pronto procurabas que la conociera el resto del colectivo avemariano.


     Tal ocurrió cuando viste que utilizaba, el franelograma, en mi clase, como mateterial pedagógico y pronto convocaste a todos los maestros avemarianos, para que les explicara en qué consistía. En el Salón de Actos del Ave María de San Isidro, a través de estos materiales, el cuento de “Pedro y el lobo”, sirvió de motivación para explicar el nombre de todos los instrumentos de una orquesta sinfónica.


     ¡Cuántos recuerdos! han pasado por mi mente durante la ceremonia religiosa, mientras muy cerca tuya, contemplaba el féretro.
      

    
     Fuiste un fiel seguidor del Pastor Supremo, de Jesucristo, cuando en la Última Cena, una vez que hubieron comido, Jesús le dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?  Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.
Le dijo: Pastorea mis ovejas.


      Por tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo Apacienta mis ovejas.
    De cierto te digo: Cuando eras joven, te ceñías, e ibas a donde querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.
     
                                  D. Antonio Cañizares, fue un gran Pastor de la grey granadina, como otros anteriores
                                                              que amaron profundamente al Ave María, a su fundador, maestros, padres y alumnos.
     
     -Pepe, tú, dentro de la parcela que te ha correspondido en ese rebaño, has cumplido perfectamente tu misión. Has sido una oveja destacada, yo diría privilegiada, a las órdenes de otros varios pastores que han ido pasando por ésta archidiócesis.
     

    Te correspondía descansar junto a nuestro fundador, como lo hizo Pedro Manjón Lastra, sobrino carnal de D. Andrés Manjón, cuyos restos reposan en las Escuelas del Ave María de San Isidro, que él fundó.


      He visto llorar, al terminar la función religiosa, a varias personas, con lágrimas en los ojos.
 Realmente todos hemos llorado.
Nuestro amigo Miguel Carrascosa Salas, que nació el mimo día, mes y año, que tú, llorando, me preguntaba:
-Medina. ¿Por qué?
Ese ¿Por qué?  Y otros muchos, salían de la boca de los allí presentes.


     ¿Por qué, el que estaba obligado, en la homilía, sacar a relucir los grandes valores de D. José Montero, dentro de las Escuelas del Ave María, fiel seguidor de D. Andrés Manjón y de su obra, a los dos, los ha soslayado?
       Sería Marifrancis Gutiérrez, la que sin poder contener esa exasperación que se produce, cuando se está cometiendo un agravio injusto, con el que dio su vida, su saber, inteligencia y hacienda, por los más necesitados, bien reconocido por el pueblo llano y por las altas esferas, como lo fue y lo sigue siendo D. Andrés Manjón, en el momento de acción de gracias, subió al altar mayor y de forma improvisada, pero con la elegancia especial del que posee toda la razón y la verdad, propagó a los cuatro vientos las virtudes que honraron a D. José Montero, y los frutos que ha dado su trabajo cotidiano, en infinidad de generaciones, de niños, jóvenes y adultos, que tuvieron la suerte de encontrárselo en su camino.

                                                   Marifrancis Gutiérrez, en su elocución.
   
  " A D. José Montero todos le debemos un montón de agradecimientos. No quiero que en estos momentos nadie, se marche con el corazón vacío por no escuchar los valores que le enriquecieron.  Nadie de los que nos hemos acercado a él, se ha ido con las manos vacías, ha estado y ha sabido estar y ha sabido enseñar y transmitir lo que tenía en su corazón, un amor muy grande hacia su prójimo y un amor muy grande hacia las personas, hacia los niños, hacia los maestros, hacia los más débiles, una persona que ha sabido estar, que ha sabido permanecer, que ha sabido perdonar. que ha sabido compartir y en cada momento dar lo mejor de sí, que ha sabido esperar. 


      Es un momento triste para todos nosotros, en nuestro corazón albergamos ese agradecimiento a Jesús, por haberlo puesto en nuestro conocimiento, en nuestras vidas; este momento triste es por la separación, nuestro ojos ya no lo van a poder ver, nuestras manos ya no lo van a poder tocar, nuestros oídos ya no van a poder escuchar sus palabras, pero sí tenemos algo importante, los cristianos tenemos la esperanza, esa fe y esa alegría, de que lo vamos a poder ver, y ese corazón que tenemos todos aquí, ese corazón humano, Dios nos ha dado la capacidad de amar, y ese amor traspasa el tiempo, traspasa fronteras. 


Con este corazón, sí lo vamos a poder seguir viendo, todo lo que él nos ha enseñado, todo lo que él nos ha dado, todo lo que nos ha trasmitido, seguirá dando sus frutos; esta Institución del Ave María, que tanto él quería, que tanto él amaba,  para que siga aquí en la Tierra, desde el cielo la seguirá fortaleciendo, para que continúe dando sus frutos a través de lo que él nos ha donado, fortaleciendo a esta ciudad de Granada, fortaleciendo la Institución,  fortaleciendo la enseñanza, fortaleciendo los valores, estos valores cristianos y humanos que tenemos que estar todos con ellos. 

                                            Vídeo de la elocución de Marifrancis Gutiérrez.

Gracias a D. José, gracias a Jesús, por haberlo puesto en mi camino".


                                                       D. Andrés Manjón

      ¿Por qué?
      No se le ha dado sepultura en el lugar que le corresponde.

                                    Altar Mayor de la Capilla de la Casa Madre, donde está enterrado el fundador

      Se respiraba un aire de desilusión y desaliento, entre el numeroso público, que en un alarde de rabia contenida cantó, al salir, el himno de las Escuelas del Ave María, en la puerta de la Iglesia de la Magdalena, 


mientras, en vertical, desde uno de los balcones, se desplegaba una inmensa bandera con la frase siguiente: Spes Nostra, con el anagrama del Ave María.


      Ciertamente tú eres nuestra esperanza, y tu ejemplo será el faro, luz y guía, junto al de D. Andrés Manjón, en nuestra vida avemariana
      Sé, con toda seguridad, que desde el cielo, te estarás riendo, esa sonrisa que siempre llevabas en tu rosto, de estas cábalas y preguntas sin respuesta, que en esos momentos nos hacíamos, porque tu sencillez no era partidaria de alabanzas ni grandezas, fuiste sencillo y humilde, durante tu vida, y eso dejaste dicho en más de una ocasión refiriéndote a tu muerte.
Hasta pronto querido amigo y maestro.

                                          José Medina Villalba
          
      En épocas pasadas, eran los telegramas de pésame, los que llegaban a sus destinos, hoy día las redes sociales han sustituido este sistema.
         Se pueden contar por cientos, las condolencias que han invadido, los medios sociales, ponerlas todas sería imposible.
       A todos,  familiares, Patronato de las Escuelas, profesorado, personal de servicios y administración, alumnos, padres, feligreses y allegados y simpatizantes de la obra Manjoniana, nuestro más sincero agradecimiento.

        No obstante pondremos las condolencias de algunos:
Del señor Alcalde de Granada:
Buenos días Emilio. 
Estoy en un Congreso de Educación, inauguro la jornada a la misma hora. Traslada mis condolencias a la Comunidad del Ave María. Y te aseguro que he intentado cambiar para asistir. Un abrazo.

Emotivo y justo correo, del inspector del Colegio de Albolote, por la pérdida de D. José y manifiesta su gran trabajo por las Escuelas del Ave María.
Estimado David:
Conocía de diversas referencia, a José Montero Vives, pero desconocía todos los detalles biográficos publicados hoy en los medios de comunicación. Lamento profundamente su pérdida, tanto humana como profesional; el sistema educativo pierde a una persona que ha resultado imprescindible  para garantizar la equidad  en la educación, en la provincia ofreciendo, desde los Centros de las Escuelas del Ave María, una educación de constada calidad. Estos Centros hablan por sí mismos de su entrega apasionada a la Educación, a lo largo de su vida.
Un cordial saludo. 
Jesús Manuel Jiménez Cruzado.

Emotiva carta al Patronato de las Escuelas del Ave María, de la ex Delegada de Educación de la Junta de Andalucía y ex Senadora Dñª Ana Gámez Tapias.

Al Patronato de las Escuelas del Ave María y a todos los miembros de la Comunidad Avemariana.

Quisiera, a través de estas líneas, trasladarles mi sentimiento de pesar y tristeza por la muerte de D. José Montero Vives, un sentimiento que comparto con quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y beneficiarse de su generosidad y de toda una vida dedicada a los demás.

Nos queda su ejemplo, su testimonio, su entrega, a los más necesitados, siguiendo siempre las enseñanzas y el legado de D. Andrés Manjón para seguir haciendo de las Escuelas del Ave María una Institución educativa inclusiva, integradora, abierta siempre a quienes más necesitan las bondades de la educación. Gracias a personas como D. José, las Escuelas del Ave María son tan apreciadas y valoradas por la sociedad granadina.

Hoy, más que nunca, necesitamos el ejemplo vital de personas como Don José Montero, un ejemplo que nos orienta y nos guía, especialmente a los que se dedican a esa profesión tan generosa como es la docencia, que busca siempre la mejora de los alumnos y alumnas, esa fue siempre la vocación de D. José Montero. Su ejemplo nos acompaña ahora y lo hará con las generaciones venideras.
Con todo mi afecto.
Ana Gámez Tapias. 
En Granada 4 de junio de 2016

Carta a José Medina Villalba, de José Peña Martínez, avemariano. Jefe del equipo de Inmunología  del Hospital Reina Sofia de Córdoba, Académico de la Real Academia de Medicina de Sevilla, ex Rector de la Universidad de Córdoba. Premio Oro Averroes.

Gracias Pepe, por acordarte de mí y mandarme tu carta sencilla pero que diriges a una gran persona, José Montero, que tanto bien ha hecho por la educación de tantos niños humildes y abandonados pero que transformó en personas con valores, generosidad y cultura imprescindibles en una sociedad cada vez más materialista. 
Gracias y un abrazo.
Pepe Peña.

   De Gloria-CCOO-, en su nombre propio y en el de CCOO, ha llamado para transmitir su pésame al Patronato y a la Comunidad Avemariana, por la pérdida de D. José Montero.

Mensaje de D. José Medina Ocaña.
"Estimado Emilio, me uno a vuestros sentimientos ante la muerte de D. José. Ligero de equipaje se marchó de esta vida. Que el Patronato siga pasando con ilusión y empeño el testigo de su legado.  Un abrazo. José Medina Ocaña.

Remedios Sánchez, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Querido amigo:
Siento profundamente el fallecimiento de D. José Montero, me lo han dicho esta mañana pero estoy de viaje en Almería. Te ruego que transmitas al Patronato y a los avemarianos mi más sentido pésame. Un abrazo.

Emilio Atienza Rivero.
D. José Montero Vives. Personalidad clave para la educación española y muy especialmente para sus queridas Escuelas del Ave María.

Remedios Sánchez.
Coincido plenamente contigo, Emilio.
Es una pérdida irreparable para la educación de calidad, para Granada y para los que entendemos que la docencia es un servicio público. Espléndido tu artículo de hoy en ideal sobre su figura. Descanse en paz un hombre bueno y un maestro ejemplar que debe ser espejo para cualquiera que ame la docencia y mi pésame a todos los avemarianos, que eran (y son) su familia.

Emilio Atienza.
Gracias Remedios tu lo conociste y sabes de su calidad intelectual y humana. Su generosa entrega a las Escuelas del Ave María y a la formación de jóvenes, se ha evidenciado hoy con una despedida multitudinaria que no sólo ha emocionado a su familia y a la Comunidad Avemariana sino a toda Granada. Nos deja un rico legado humano e intelectual que ayudará mucho a seguir la tarea que iniciara D. Andrés Manjón. Gracias por tus palabras.

Juan José Gallego Trivaldos.
Amigo José Medina. Como no puede ser de otra manera siento mucho, muchísimo la muerte de D. José a quien siempre he valorado y apreciado. Impagable su aportación a la gran obra avemariana. Todos le debemos agradecimiento y en ese "todos" debe estar Granada y sus instituciones.

Joaquín Martínez Gonzalez, anterior Presidente de CECE.
Buenas tardes, Emilio. Se lo dije a Lendro, pero te lo quiero decir también a ti: he sentido mucho la muerte de D. José Montero. Transmítelo a la Comunidad Avemariana. Tu artículo en Ideal me pareció perfecto. Un abrazo. Joaquín. 

De Miguel Carrascosa Salas, que fue representante de la UNESCO en Granada.

Querido José:
Se nos fue con el Padre: ya en sus últimos meses de vida, lo deseaba ardientemente: Has hecho una crónica detallada de la densa y apasionada vida de José Montero ( q. s. g. h.). Debes difundirla a los cuatro vientos, para que la gente conozca, de qué modo este ejemplar y heroico sacerdote y educador de los pobres ha sido fiel de la palabra de Vida, como el propio fundador de las Escuelas, D. Andrés Manjón.
Esta tarde en la Iglesia de Santa Isabel la Real, le he ofrecido la misa, junto con el padre Serafín Castellano, que también fue alumno de vuestras Escuelas. Mañana, a las diez procuraré estar en la Iglesia de la Magdalena, para asistir al funeral. Un fuerte abrazo y a celebrar el retorno a la Casa del Padre de nuestro entrañable amigo y director, José Montero Vives.

Amelina Correa Ramón. Catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras. Lo siento mucho.
Magnífico y emotivo reportaje de despedida a quien supo ganarse la admiración y el afecto de tantos...
Mi agradecimiento a José Medina Villalba, por el espléndido reportaje que le tributa, y para D. José Montero Vives, quisiera recordar las palabras que los antiguos latinos utilizaban ante sus difuntos: "Sit tibi terra levis". (Que la tierra te sea leve). 
Mi más sincero agradecimiento a la Catedrática Doña Amelina Correa Ramón, por sus condolencias hacia la figura de D. José Montero Vives, del que pienso, según muy bien indican las palabras de los latinos, la tierra le será sumamente breve, y estará gozando, como en más de una ocasión me dijo, de la Casa del Padre.
José Medina Villalba.

Jesús Alarcón Robles. Que Dios lo tenga en su gloria. Me facilitó mi primer destino en Graus. D.E.P. Lo siento mucho. 

Honorio Salmerón Pérez.
Descanse en paz un hombre bueno, trabajador incansable que ha mantenido desinteresadamente, fuertes y presentes las acciones y legado de Andrés Manjón. Un pedagogo social entregado a la obra de Andrés Manjón desde una vida humilde e intelectualmente rica. Un gestor de la herencia social y patrimonial de las Escuelas del Ave María que no puso obstáculos a quién o quiénes la quisieran hacer más grande. Descanse en paz D. José Montero. Me gustó trabajar con usted. Usted honró y alabó mi trabajo. Yo lo mantendré en mi recuerdo como persona generosa que en algún momento me alentó para que descansara y dirigiera mis pasos hacia otros sitios más agradecidos. Opté por la Universidad de Granada. Ni un día desde que dejé de colaborar con el Ave María, ha estado fuera de mis recuerdos. Hoy me he enterado por este medio de su muerte y me confirman que ayer le dieron sepultura. Me hubiese gustado poder estar con usted. Hasta luego D. José.

Rosa Plaza.
Descanse en paz D. José Montero, mi director y director en la Escuela Universitaria del Ave María. Y sí que era una gran persona, comprensiva y amiga de sus alumnos. Siempre en el recuerdo.

Mari Lola Moreno González.
Un gran hombre entregado a los niños del Ave María, nunca tuvo bien material , todo era para sus niños... he sido afortunada por recibir sus enseñanzas. ¡¡¡Fiel seguidor de nuestro fundador!!! D. E. P.

María Isabel Quesada Alcántara.
Un padre para mi padre, y un ejemplo para muchos. Descanse en paz.

Juan Solera.
Se nos ha ido una institución del Ave María y un gran ejemplo. D. E. P.

Pepe Granados.
D. E. P. Tuve la fortuna de conocerlo antes de cantar su primera misa.

Pepe Mateos.
Estimado amigo Medina. Hoy quiero compartir contigo mi tristeza por la muerte de D. José Montero, aunque nos queda el consuelo de haber conocido un gran hombre y poder dar testimonio de su entrega, sin límites, para con los más desfavorecidos. No le olvidaremos. un fuerte abrazo.

Kina García.
Gran manjoniano, ¡GRAN HOMBRE! D.E.P.

María Luisa Gómez de la Tria Alabarces.
Muchas gracias por todas las enseñanzas. D. E. P.

Ana Román.
Gracias por todo lo que me enseñó. Dios lo tenga a su lado.

Grupo Andrés Manjón y Manjón.
Hoy es un día agridulce. Falleció D. José Montero Vives. Triste por no poder disfrutar más de sus enseñanzas y testimonio, es un momento de gozo al compartir la historia de la rehabilitación social de los más desfavorecidos de Granada.
Empeñado en contar las verdades de D. Andrés Manjón, construyó en nosotros el cuestionamiento constante de las cosas que hacíamos en el aula. Preguntarnos si lo que hacíamos era manjoniano o no, si fomentábamos la interioridad o no, si lo que conseguíamos de nuestros alumnos y alumnas era hacer hombres y mujeres completos, cabales...
Una lucha de años, un esfuerzo constante para hacer del Ave María una Institución referente educativa con los más pobres.
Ahora, el mejor regalo que podemos hacer, es retomar sus escritos y ahondar en el corazón las enseñanzas de D. Andrés. 
Gracias por tu esfuerzo. Gracias por tu entrega. Gracias por tu ejemplo de austeridad. Gracias por tu compromiso con el ser humano.

Carolina Quesada Alcántara.
Gracias D. José.

Juan Ocón León.
RIP et lux perpetua luceat ei!!!


 Mari Cruz Moreno Sabio. Carmen Samaniego Galán. Ángel Rodríguez Liñán. Francisco Javier Tapia Lopez. Juan Alcalá Martos. Manuel Márquez Palomino. Manuel Luis López Fernández. Antonio Montilla Molina. Luis Almagro García. Celia López Pablo. Mari Carmen Pérez Tejada. Mari Carmen García Huertas. Balti Quesada.  Rosa Carmona González. Antonio Jiménez.
Y una lista interminable de D. E. P.




                                               José Medina Villalba
                 
                                        REPORTAJE FOTOGRÁFICO











































































                                                  José Medina Villalba.

9 comentarios:

  1. Amigo Pepe Medina: Después de ver y leer esta carta que has colgado en tu blog, y oír las sentidas palabras que esta mujer ha pronunciado desde el hambón de la iglesia de la Magdalena, de una manera tranquila, reposada, pero cargada de sentimiento y rebeldía contra la injusticia innecesaria de quien debe dar ejemplo de caridad cristiana, me he dado cuenta que no hay grito más fuerte, más desgarrador, que el que surge de una manera silenciosa, desde lo más profundo del alma, en defensa de quien no se puede defender, ni lo necesita, porque su vida ha sido, una vida de entrega a un ideal, a una institución, sin esperar contrapartidas ni beneficios personales, solo con el afán de continuar, lo que otros comenzaron desde hace más de un siglo, y cuyos brillantes resultados, nadie puede ignorar por más interés que pongan en ello. He sentido a través de tu carta el sentimiento de rebeldía que te embargaba, por no poder escuchar, un merecido recordatorio a la obra de una persona, que ha empleado su vida en la ayuda a los demás. Creo que ese pretendido y premeditado olvido, le ha hecho más grande, porque el era enemigo de halagos y homenajes. Yo desde Sevilla me uno a ese grito desgarrador pero tranquilo y silencioso de tantos Ave Marianos, que sienten como propio, ese ideario que como un cordón umbilical invisible a todos nos une. Un fuerte abrazo para todos: A palabras necias oídos sordos. Vuestro siempre amigo Pepe Cuadros.

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    1. Querido amigo Pepe: La exasperación contenida, se mascaba esa mañana en la Iglesia de la Magdalena. Había un silencio generalizado entre todos los asistentes, como respeto al lugar, y al acto que en esos momentos se estaba celebrando. Se esperaba con cierta inquietud, las palabras del "pastor" en la homilía. Mascullaba sus manifestaciones, les daba giros y más giros, vueltas y más vueltas, ninguneaba al que en esos momentos era el protagonista, por no tener la gallardía de decir públicamente, las virtudes, capacidades y cualidades de dos grandes figuras del Ave María, D. Andrés Manjón y del que estaba allí de cuerpo presente, D. José Montero, -lo ha hecho en alguna ocasión más-.
      Había miradas entre los asistentes, de susceptibilidad y recelo, porque temíamos lo que realmente ocurrió.
      Todos los jefes eclesiásticos, que he conocido, desde el Cardenal Parrado, -cuyo secretario particular fue D. José Jiménez Fajardo vinculado al Ave María- pasando por D. Rafael García y García de Castro, D. José Méndez Asensio, D. Antonio Cañizares Llovera, los representantes del Papa, como fue monseñor Antoniutti, que visitó las Escuelas del Ave María, el granadino Antonio Montero Moreno, que fue obispo de Badajoz. D. Fernando Sebastián Aguilar, que fuera obispo de Málaga, y no digamos de nuestros beatos los Obispos D. Manuel Medina Olmos, y D. Diego Ventaja Milán, todos de una u otra manera muy vinculados con el Ave María, por eso se respiraba rabia contenida, que estalló cuando a la salida, la enorme concurrencia cantó el Himno del Ave María. Los interrogantes y por qués, salían de las bocas de la concurrencia, hacia unas personas ligadas a unos ideales netamente vinculados a las máximas del Evangelio y propagadores de ellas.
      Sin embargo hubo una persona que supo hacer realidad el adagio: "poner una pica en Flandes". Cuando menos lo esperábamos salió una mujer valiente, vinculada familiarmente con el Ave María, de forma serena, tranquila, pero con voz fuerte y firme, puso delante de toda la concurrencia, los valores de D. José Montero Vives, y dio gracias a Dios por ponerlo en nuestro camino.
      Gracias por tu epistolario, ahí llevas el mío.
      Un fuerte abrazo. José Medina.

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  2. Emotivo texto, tus sentidas palabras, dictadas por un gran corazón, reflejan un sincero afecto y créeme que en tu propósito de honrar la memoria de D. José te has honrado a ti mismo. Una vez más has hecho un gran trabajo para dejar testimonio del gran servicio que D. José hizo al Ave-María reconocido por ese pueblo con el que identificó siempre, ahí queda el titular de Ideal de ese triste sábado: "Granada conmocionada por el fallecimiento de D.José Montero", así fue, la comunidad avemariana y toda la sociedad granadina lo confirmaron en tu despedida, tu último servicio al Ave-María.
    Emilio Atienza.

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  3. Emotivo texto, tus sentidas palabras, dictadas por un gran corazón, reflejan un sincero afecto y créeme que en tu propósito de honrar la memoria de D. José te has honrado a ti mismo. Una vez más has hecho un gran trabajo para dejar testimonio del gran servicio que D. José hizo al Ave-María reconocido por ese pueblo con el que identificó siempre, ahí queda el titular de Ideal de ese triste sábado: "Granada conmocionada por el fallecimiento de D.José Montero", así fue, la comunidad avemariana y toda la sociedad granadina lo confirmaron en tu despedida, tu último servicio al Ave-María.
    Emilio Atienza.

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    1. El "pastor" no quiso, públicamente, ante una Iglesia de la Magdalena, a rebosar de gente, reconocer los méritos, de uno, de los dos grandes personajes, que han marcado la Historia de nuestra ciudad.
      D. Andrés Manjón, junto con San Juan de Dios, son las dos figuras señeras, en la preocupación por las clases más desfavorecidas.
      Ahora se les une, una tercera, D. José Montero, siguió a la perfección los pasos de nuestro maestro, D. Andrés Manjón.
      Emilio, mi agradecimiento, por tu comentario, exaltando a los avemarianos, a la ciudad de Granada que, a través de la prensa y de la presencia en el funeral, han dado testimonio de quien fue D. José Montero, dejando un tupido velo que ha puesto en la oscuridad, al que debió, y no lo hizo, ensalzar la figura de D. José Montero.
      José Medina Villalba.

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  4. Amigo José Medina. Apasionado y pleno de emoción el texto que acabo de leer, como son todos los tuyos. Un reportaje para evocar el funeral en memoria de un gran hombre fiel a su compromiso vital, pedagógico y religioso. Ciertamente no se puede entender cómo D. José Montero Vives, uno de los grandes propulsores y mantenedores de la obra avemariana, no descansa en la iglesia de la Casa Madre. No sé quién ha decidido esta injusticia. D. José merecía esa distinción. Un abrazo para ti y de nuevo mi recuerdo emocionado para D. José Montero con quien tuve la fortuna de compartir las jornadas del CONGRESO DE PEDAGOGÍA que en la Normal realizamos hace poco más de un año. E inolvidables las últimas visitas a D. José en la Residencia. Descanse en paz. Juan José Gallego

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    1. Estimado y muy apreciado amigo Juan José Gallego: Realmente ha sido una verdadera lástima, que la persona que tenía que haber puesto de relieve, en ese momento, las figuras de D. Andrés Manjón y de D. José Montero no lo hiciera, no es la primera vez que nos ha ninguneado, sin saber las causas ni los motivos.
      La rabia contenida por los asistentes, ante esta situación, dio rienda suelta a la salida, cantando el Himno del Ave María.
      Una Institución, que cómo tu muy bien sabes, siempre tuvo como ideal formar personas completas en lo corporal y espiritual, personas comprometidas con la sociedad. Eso hizo el fundador y sus seguidores, entre ellos nuestro querido D. José Montero, teniendo siempre por bandera las máximas del Evangelio.
      Siempre recordaré nuestro Congreso de Pedagogía, al que tu haces referencia en tu comentario, cuyo promotor y éxito logrado, se te debe a ti, donde se puso de relieve la figura de D. Andrés Manjón y su Pedagogía.
      Allí, y aunque ya se le veía, a D. José, algo mermado, expuso su última obra pedagógica sobre "El pensamiento del Ave María".
      Gracias, querido amigo, y lo mismo que tu esperas una contestación, a los por qués que esa mañana surgieron, los demás, algún día deseamos encontrar la respuesta que corresponda.
      Un fuerte abrazo.
      José Medina.

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  5. Magnífico y emotivo reportaje de despedida a quien supo ganarse la admiración y el afecto de tantos... Mi agradecimiento a José Medina Villalba, por el espléndido homenaje que le tributa. Y para D. José Montero Vives, quisiera recordar las palabras que los antiguos latinos utilizaban ante sus difuntos: "Sit tibi terra levis" (Que la tierra te sea leve).
    Firmado: Amelina Correa

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  6. Mi más sincero agradecimiento a la Catedrática Dñª Amelina Correa Ramón, por sus condolencias hacia la figura de D. José Montero Vives, al que pienso, según muy bien indican las palabras de los latinos, la tierra le será sumamente breve, y estará gozando, como en más de una ocasión me dijo, de la Casa del Padre.
    José Medina Villalba

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