sábado, 18 de junio de 2016

PASEO DESDE LOS MÁRTIRES, AL MIRADOR DE LA CHURRA

                                                       La primavera en Granada

      La primavera en nuestra ciudad, ¿es un enigma? o acaso, ¿la podríamos catalogar como un nuevo periodo meteorológico?
      

      Siempre se ha dicho: del amor, al odio un paso; con respecto a esta hipótesis, podríamos agregar, del invierno al verano solo un breve espacio de tiempo.
     Eso es lo que ocurre en Granada, también se suele decir, eres más raro que un carnaval, y es que esta estación reúne todas las facetas de las tres restantes, flores en los campos y alergias en los cuerpos, para lo que realmente tendría que ser, lluvias y vientos como en otoño, y frío a raudales e incluso nieve, como en invierno, que se lo pregunten a nuestra Sierra Nevada, hubo que usar cadenas, en pleno mes de mayo, para subir a Prado Llano, después de estar cerrada la estación de esquí, cayeron más de veinte centímetros de nieve en el mes, que se sitúa entre abril y junio.

                                                         Nevada en la Sierra en el mes de mayo
   
      La mañana que correspondía, al día veinte y dos de este mes, mes de las flores, mes de versos, en los colegios, aunque ya se estila menos, por no decir ha desaparecido aquello que cantábamos: “Venid y vamos todos con flores a María, con flores a porfía que Madre nuestra es”.
     Subido en uno de los microbuses rojos, el C3, que hace el recorrido Plaza Isabel la Católica-Alhambra, aterrizaba en el “Campo de los Mártires”.
     
                                                 Entrada al Auditorio, Manuel de Falla.     
      Las manecillas del reloj marcaban las diez y la cita para el paseo matinal, que nos esperaba, estaba previsto para los diez y media, así es que comencé, tranquilamente, mi camino hacia el punto de encuentro.
       Había que recopilar materia prima para después confeccionar lo que en estos momentos estoy haciendo.



        El Hotel Palas, obra del Duque de Galatino, la Cruz de los Mártires, que por cierto me costó trabajo encontrarla, arropada y vestida completamente de verde, por el follaje de la arboleda que la rodea, la entrada al auditorio Manuel de falla, fueron penetrando en el interior de mi pequeña Sony, e incluso alternándose con el Phone.
      
                                                   Los árboles lucían con más intensidad
     
     Se respiraba primavera, los árboles del bosque, recién lavados por las intensas lluvias, lucía con tal intensidad que las hojas parecían láminas plateadas, pon la brillantez que le daban los rayos solares penetrando a través del espesor del boscaje.


                                              Los vencejos con sus intrépidos vuelos      
      Abajo, en la ciudad, habíamos dejado el enérgico revoloteo de los vencejos que, en intrépidos vuelos, sorteando el recorrido de otros cientos, cubrían el intenso azul del cielo evitando, como en un gigantesco tío vivo de feria, chocar unos contra otros, como si fuera una batalla encarnizada. Sus chirridos característicos, a modo de gritos, se contrarrestaban con la paz y tranquilidad, que por estos campos se respiraba, solamente el canto de un cucú que aún no ha dejado su monótono sonido, durante la noche, se escuchaba allá por la Fuente del Tomate, 



o el de un jilguero que alegremente cita, en requiebros amorosos, a su pareja que la está esperando.


                                                   En pequeños grupos charlaban amigablemente
    
      Creía ser el primero, pero algunos se me habían anticipado; en pequeños grupos charlaban amigablemente. 



     Poco a poco fueron llegando los restantes; en esta deliciosa mañana primaveral, íbamos a disfrutar de una gira turística-cultural que tendría sus comienzos en este maravilloso Carmen de los Mártires, para terminar, después de recorrer el bosque alhambreño, con todos los aditamentos vegetales y estructurales que le arropan, en uno de esos bares que se adhieren a la fachada de nuestra Catedral, 



refrescándonos con unas ricas cervezas acompañadas de abundantes tapas, con el sabor que deja comentar la cantidad de historias y anécdotas, que nos han impregnado, salidas de la boca de nuestro guía y anfitrión, Manuel Martín Lafuente.  

                                                       Manuel Martín Lafuente, nuestro guía.

     Suena en el móvil, ese toque a modo de timbre de bicicleta que te inquieta por momentos, es un wasapt enviado al grupo, con un ruego a modo de súplica, del veterinario,  José María Vílchez, pide que lo esperemos.


                                                            José María Vilchez

     Nuestro guía-anfitrión, avemariano por los cuatro costados, licenciado en Historias y profesor de adultos en el pueblo de Pinos Puente, al que nuestro amigo, Manolo Pino, en plan humorístico, le llamaba “El anoréxico”, cuando realmente es todo lo contrario.


                                                   Nuestro Guía Manuel Martín Lafuente      
      Manolo Martín, hombre de mediana estatura, derrocha simpatía por los cuatro costados, que va implícita en un voluminoso cuerpo, de grandioso contenido intelectual y cultural, sabe hacer partícipe a todo el que tiene la suerte de escucharle, y de contagiar sus sonoras carcajadas a todos los acompañantes.


       Formado en el Ave María, durante el bachillerato, saca a relucir en cualquier momento profesores de su época que le marcaron tales como, D. Ricardo Villa- Real, profesor del Colegio y de la Facultad de Filosofía y Letras, autor de diversas obras relacionadas con Granada y el Ave María, o la señorita Mari Carmen Rodríguez, “La Rubia”.
     
                                             Manolo sabe sacar pronto la sonrisa al que está a su lado      
     Hablar con Manolo o escucharle, pronto se descubre la cantidad de cualidades que le arropan: abierto, dialogante, afable, culto, amable, con la sonrisa a flor de piel, ingenioso, sencillo, atento, generoso, receptivo, metódico, ecuánime…, un buen ejemplo de avemariano.




     Situados delante del elegante y majestuoso cancel que da entrada al Carmen de los Mártires, el grupo, no muy numeroso pero bien avenido de acompañantes, escuchamos la primera intervención de nuestro guía.

                                            Parte de la explanada del Campo de los Mártires
     
     Se refiere, mirando al gran espacio de terreno que se encuentra situado como gran vestíbulo, al destino y funciones  que en épocas pretéritas ocupó este lugar, dedicado a mazmorras para el personal, que durante años intervino en  la construcción de la Alhambra, generalmente cristianos prisioneros.


                                                 Manolo comienza a desempeñar sus funciones        
     -Este Carmen de los Mártires que a continuación vamos a visitar cuyo dueño y señor fue el Duque del Infantado, título nobiliario que concedieron los Reyes Católicos, en 1475, al primer duque Diego Hurtado de Mendoza, iría pasando con todas sus prebendas a los sucesivos Duques del Infantado.

                                                       Sor Cristina de la Cruz
     
       Con la última propietaria, Sor Cristina de La Cruz, hija del último Duque del Infantado, pasó a manos del Ayuntamiento. En el año 1972, se quiso cometer una de las muchas barbaridades, a la que nos tienen acostumbrados determinados políticos, convertir aquel vergel en un hotel, hubo varios intentos, siendo alcaldes, Manolo Sola, Pérez Serrabona, Morales Souvirón, pero se dio, ¡gracias a Dios!, al traste con el proyecto. Era la época de la “deocracia”, la elección a dedo de los alcaldes, lo mismo que se nombraban, se les daba una patada, y en su puesto otro nuevo.
    
                                             Estación de ferrocarril de la Avenida de Andaluces

      -Siendo alcalde, Antonio Morales Souvirón, hay una anécdota que apareció en el periódico Ideal, haciendo referencia al concepto que el pueblo tenía de determinados gobernantes.
      -Llegaba a la ciudad el alcalde, Morales Souvirón, procedente de Madrid. En la Avenida de Andaluces tomó un taxis, después de penetrar en el interior del vehículo, alto como era, chocando su cabeza con el techo, deslizándose por aquella calle maltrecha y mal pavimentada, el coche dando saltos, y el taxista rajando de los alcaldes que hasta entonces le habían precedido, por lo visto el chófer no conocía al pasajero.
     -Souvirón, sin hacer ningún comentario escuchó toda la serie de improperios que nuestro taxista iba lanzando.
     -Finalmente, el nuevo alcalde habló.
   -Bueno, amigo, ¿por qué habla usted así de los alcaldes de "Graná"?,  ¿no estarán ustedes descontentos con el nuevo, alcalde?
    Respuesta.
  -¿El nuevo alcalde? ¡Un bribón, como los demás!
(Ver vídeo nº 1)
    
                                                   Entrando en el Carmen de los Mártires
      
      Una carcajada de los asistentes dio paso a la entrada al recinto.
     El Carmen de los Mártires no es desconocido, para ninguno de los asistentes.¿Quién no fue más de una vez, a recorrer sus jardines, a gozar de la paz y tranquilidad que allí se respira, a observar las maravillosas vistas desde sus balconadas y miradores, a contemplar la serpentina plateada del Genil, y los diminutos edificios del poniente de la ciudad, que nos hacen creernos gigantes, ante una empequeñecida urbe y una extensa y rica vega?
     ¡Cuántos arrumacos amorosos de parejas, se han dado un sí, a la sombra de su arboleda!, e incluso a pasar una velada disfrutando de un concierto, o banquete como celebración de una boda.


                                         Paseando tranquilamente, penetramos en el Carmen de los Mártires
     
     Nuestra visita de hoy es completamente distinta, vamos a disfrutar de una mañana primaveral, degustando la sapiencia historicista de nuestro buen amigo Manolo, y de sus atesorados chascarillos, anecdotarios, refranes, proverbios, aforismos y dichos, recogidos del acervo de la “yaya”, del pueblo llano, o de los más escogidos sabios del lugar.

                                              Plataforma de Granada de Ambrosio de Vico
    
      Nuestro director de orquesta, muestra uno de los planos de la época del siglo XIX, de los viajeros románticos, como fueron Gautier, Lewis, Merimé, Doré, o Washington Irving, lo levanta en alto, casi tapándose la cara, para que viésemos como se encontraba en épocas pasadas aquella zona.


                                             Caminamos despacio, desde el primer momento hay que saborear el lugar
    
      El regio cancel de entrada, sobre cuyos pilares se encuentra sujeta, se adorna con dos artísticas farolas que la embellecen.
   Se nos abre un amplio espacio, sitio donde han tenido lugar grandes acontecimientos. Caminamos despacio, hay que saborear paso a paso el encanto del lugar.
      
                                              Delante de la escultura dedicada a Felipe V         
      Situados delante de una de las esculturales figuras regias, subido en un alto pódium, Felipe V, en postura altanera, como diciendo:
     -Aquí me tenéis, reinar para mí fue un verdadero latazo.
    -Eso le ocurría a la mayoría de los Austrias y de los Borbones, nuestro rey bastante locuelo; fijarse como resumía D. Gregorio Marañón la dinastía de los Austrias: Carlos V fue emperador; Felipe II, rey; Felipe III, medio rey; Felipe IV, hombre;  Carlos II, un desastre, cuando se juntaba con los ministros, en lugar de hacer otra cosa les contaba los botones de la guerreras.
      


                                                         Dñª Bárbara de Braganza

     Fernando VI tuvo un reinado muy pacífico, no se peleó con nadie, se casó con doña Bárbara de Braganza.
    El catedrático D. José Cepera, decía que era muy “engurruñio”, porque no tenía hijos.
   -Yo tampoco tengo hijos, y no soy nada, “engurruñío”, comentaba nuestro director.
     Entre bastidores y a modo de chanza, y con ánimo de guasa soterrada, se dejó escuchar, entre bastidores, “pendón, que eres el pendón de Pinos”.
    
                                                           Carlos III

      Fernando VI, murió joven y tuvo que venir a sustituirlo su hermano Carlos III, éste si reinó mucho más, sin embargo antes hubo un tal Ludovico, Luis I, que no llegó ni al año su reinado, casado con una francesa, con muy mala educación, en los momentos más solemnes eructaba, ¡bueno siempre ha habido de todo!, incluso en las clases más nobles.


                                                           Magnífica balconada
    
       Había que llevarse la belleza del entorno, y de la magnífica balconada que bordea, con una artística baranda, todo el poyete que circunda esta enorme explanada, desde allí la vista es impresionante, a pesar de los gigantescos pinos y palmeras que sobrepasan la rasante de este plano, donde nos encontramos.
       Todo el barrio del Realejo se rinde a sus pies, e incluso las torres de las Iglesias de la Patrona, y de los Escolapios con sus erectas torres, como verdaderas centinelas, se erigen vigilantes en la lejanía.

                                                           La Puerta de Alcalá
      
        Nos espera otro pedestal, y la de otro rey en el extremo opuesto al anterior.
Carlos III, fue el que mandó construir la Puerta de Alcalá, se pusieron de moda los grandes adornos en los parques, Cibeles, Neptuno, pero lo peor de todo y más horrible fue la expulsión de los jesuitas.



     No faltarían las referencias al Carmelo, a la forma de su escudo, haciendo alusión al Monte Carmelo, situado en la ciudad de Haifa, y el origen de la palabra carmen, que procede de la palabra árabe Karm, cuyo significado es viña, y aunque el korán prohíbe el vino, no quita para ver por Marruecos algún que otro beodo.

                                                      El Monte Carmelo
  
     -Posiblemente en el Albayzín moro, hubo viñedos y comerciaban con los cristianos, después surgirían las casa huerto con jardines.



   -En donde está el Monasterio del Monte Carmelo, hay una ensenada, muy curiosa, muy buena, y ahí los barcos cuando había tormenta, se refugiaban, de ahí la relación de la Virgen del Carmen con el mar.



      Algunas señoras, quieren dejar constancia de su visita, y en uno de los magníficos espacios de la casa palacete, es el lugar propicio para dejar plasmadas sus elegantes y bellas figuras.
     

       Subimos las escaleras, siempre que anduve por estos parajes, el pavo real ha sido la figura vigilante, que nos ha dado paso a los jardines románticos, con su pavoneo especial, luciendo su multicolor cola de manera elegante, con una jactancia y presunción digna de la mejor vedette que, con sus lentejuelas y plumaje, se exhibe en el escenario, acompañada de la luminosidad del cuadro artístico, como lo hacía Lina Morgan, cantando:




La luz se enciende,
sonó la orquesta,
todo es igual que ha sido ayer.
Todo es hermoso,
todo es alegre,
maravilloso fue volver
Agradecida y emocionada, solamente puedo decir:
Gracias por venir.



       Aquí hemos vuelto a contemplar a nuestro pavo real que hoy, no se por qué, no nos ha querido saludarnos, con su vestido de fiesta luciendo a los cuatro vientos su real y policromada cola.



    Al borde de la gigantesca fuente, donde se funden, en perfecta armonía, el azul intenso del cielo, con el verdor de la arboleda, vienen a calmar su sed, y recrearse mirándose en el espejo cristalino, con arrumacos amorosos, carantoñas zalameras, angulemas y embelecos, mientras nenúfares, golfanes, y escudetes, dueños y señores, de la acuosa fuente, los abrazan en perfecta armonía; el croar de una rana, escondida entre bastidores, invita a escuchar las poesías que salen por boca de nuestro piloto.


     Nos habla primero del poeta Zorrilla que fue coronado “Poeta Nacional” en el Palacio de Carlos V. Durante su estancia en Granada estuvo viviendo en este palacete, nos dejó una poesía con su primera impresión al estar en Granada.



Dejadme, que embebido y estático respire
las auras de este ameno y espléndido pensil.
Dejadme que perdido bajo su sombra gire:
dejadme entre los brazos del Darro y del Genil.


Dejadme en esta alfombra mullida de verdura,
cercado de este ambiente de aromas y frescura,
al borde de estas fuentes de tazas de marfil.
Dejadme en este alcázar labrado con encajes,
debajo de este cielo de límpidos celajes,
encima de estas torres ganadas a Boabdil.


Dejadme de Granada en medio del paraíso
do el alma siento henchida de poesía ya:
dejadme hasta que llegue mi término preciso
y un canto digno de ella entonaré quizás.
Sí, quiero en esta tierra mi lápida mortuoria;
¡Granada!..., tú el santuario de la española gloria:
tu sierra es blanca tienda que el pabellón te da,
tus muros son el cerco de un gran jarrón de flores,
tu vega un chal morisco bordado de colores,
tus torres son palmeras en que prendido está.


¡Salve, oh ciudad en donde el alba nace
y donde el sol poniente se reclina:
donde la niebla en perlas se deshace
y las perlas en plata cristalina:
donde la gloria entre laureles yace
y cuya inmensa antorcha te ilumina;
santuario del honor, de la fe escudo,
sacrosanta ciudad, yo te saludo!



     Mientras Manolo recita, el silencio es total, y entre suspiros entrecortados nos dejamos deleitar por los versos que dieron rienda suelta a Zorrilla para que, después de estar muchos días, pasada  su coronación, no había quien lo echara de aquí. El poeta no tenía donde caerse muerto y bien comido y halagado ¡qué mejor sitio para vivir!
    Con la edad de veinte años, nuestro poeta Federico, dejó este magnífico poema, un canto dedicado al agua.
Y la canción del agua
es una cosa eterna.


Es la savia entrañable
que madura los campos.
Es sangre de poetas
que dejaron sus almas
perderse en los senderos
de la Naturaleza.


¡Qué armonías derrama
al brotar de la peña!
Se abandona a los hombres
con sus dulces cadencias.


La mañana está clara.
Los hogares humean,
Y son los humos brazos
que levantan niebla.


Escuchad los romances
del agua en las choperas.
¡Son pájaros sin alas
perdidos entre hierbas!



Los árboles que cantan
se tronchan y se secan.
Y se tornan llanuras
las montañas serenas.
Mas la canción del agua
es una cosa eterna.


Ella es luz hecha canto
de ilusiones románticas.
Ella es firme y suave,
llena de cielo y mansa.
Ella es niebla y es rosa
de la eterna mañana.
Miel de luna que fluye
de estrellas enterradas.



¿Qué es el santo bautismo,
sino Dios hecho agua
que nos unge las frentes
con su sangre de gracia?
Por algo Jesucristo
en ella confirmose.


Por algo las estrellas
en sus ondas descansan.
Por algo madre Venus
en su seno engendrose,
que amor de amor tomamos
cuando bebemos agua.
Es el amor que corre
todo manso y divino,
es la vida del mundo,
la historia de su alma.


Ella lleva secretos
de las bocas humanas,
pues todos la besamos
y la sed nos apaga.
Es un arca de besos
de  bocas ya cerradas,
es eterna cautiva,
del corazón hermana.


Cristo debió decirnos:
“confesaos con el agua,
de todos los dolores,
de todas las infamias.
¿A quién mejor, hermanos,
entregar nuestras ansias
que a ella que sube al cielo
en envolturas blancas?”


No hay estado perfecto
como el tomar el agua,
nos volvemos más niños
y más buenos: y pasan
nuestras penas vestidas
con rosadas guirnaldas.
Y los ojos se pierden
en  regiones doradas.




¡Oh fortuna divina
por ninguno ignorada!
Agua dulce en que tantos
sus  espíritus lavan,
no hay nada comparable
con tus orillas santas
si una tristeza honda
nos ha dado sus alas.
  
     Mientras el recitador declama, se observa en los rostros, absortos, enajenados y estupefactos, la meditación serena de los que escuchan.
     

     Un aplauso sacaría del éxtasis en que se encontraba sumergido el grupo.
(Ver vídeo nº 2)
   Antes de dejar este apacible lugar, y teniendo como trasfondo el croar de nuestra rana, saldría a relucir las figuras de los pintores Velázquez y Goya.




    -Haciendo alusión al Velázquez, lo decían los críticos, cogía los dioses los zarandeaba y los echaba a escobazos fuera; porque la Fragua de Vulcano es buenísima, pero hay que entenderla.
     Llega Adonis el mensajero de los dioses y le está diciendo a Vulcano, que es un dios feo, fijaros, ¡la mala leche!. haberse casado con Afrodita, la diosa del amor, y le está mencionando en ese momento, que su mujer le ha sido infiel, le ha puesto los cuernos, por eso pone esa cara de asombro.
      

     -Goya en sus pinturas negras, el dios Saturno, es el dios cronos, dios del tiempo, lo representa con esa cara horrible comiéndose a su hijo, con esa cara  aterradora, 
      -¡anda que el tiempo no nos come a nosotros!
   

   Había que dejar constancia fotográfica de este bello lugar, rodeado de esculturas al estilo griego, junto a los enormes macetones, en consonancia con los bellos pedestales que los soportan.


                                                                                                                          Pío Baroja
                                                              Jacinto Benavente
       
      Como dato anecdotario, hace referencia a un maestro de Pinos Puente, que se enorgullecía de haber inventado “la ley de la divisibilidad del siete”; tuvo como discípulo, al dramaturgo granadino, Martín Recuerda, y conoció a Pío Baroja.
 En una visita que le hizo a Madrid, en los años cuarenta, D. Pío lo recibió, al preguntarle que de donde era, éste le contestó.
-De Granada.
-¡Ah!, la tierra de los maquis.
¡Qué quieren ustedes, si estamos rodeados de criminales y bandidos!
También conoció personalmente a Jacinto Benavente.

                                                 Seguimos caminando por un largo pasillo
     
     Nos deslizamos por un ancho pasillo y las anécdotas siguen animando el paseo arropados por el verde de los bojes que delimitan el camino.
     
                                                           Huevos a la flamenca

      -Cuando el príncipe de Gales nos visitaba, a la hora de comer entraba en la cocina del hotel, y le pedía la cocinera que le hiciera huevos a la flamenca, para que ésta lo entendiera, se tocaba los genitales y su figura se transformaba elevando los brazos en una imitación a una pose gitana.
     

  
      No faltaría el dato refiriéndose a Camila Parker Bowles, que le han puesto el nombre de la duquesa de Cornualles, y claro a los españoles eso de los cuernos…
    -Se dice que cuando Camila conoció en un partido de polo, al príncipe Carlos, la muy avispada le dijo:


 -¿Sabía que su tatarabuelo el rey Eduardo VII, fue amante de mi bisabuela Alice Keppel?
   

  -¿No le apasiona la historia?
   

     Esto le gustó tanto al príncipe Carlos, que primero la hizo su amante, 35 años después su esposa, y quien sabe si en el futuro su reina.
   
                                                    La sombra de la arboleda nos protegía    
     El sol comenzaba a hacer presión, pero la sombra del inmenso bosque era el mejor quitasol que nos protegía.



      Nos esperaba el inmenso lago, con su islote en el centro, con castillo y puente, para encumbrarse en él, y poder escribir el mejor cuento: la “princesita del bosque y su amigo el patito del lago”.


                                                                     Fina García Marruz

                                                                 Fina García Marruz
    
       Nos acompaña, en un mármol negro situado a la vera del camino, la poeta cubana, Fina García Marruz, con varios premios a su actividad creadora: “Pablo Neruda, 2007. Nacional de Literatura,1990. Reina Sofía de poesía iberoamericana, 2011. Deja grabado en la piedra esta bella poesía:
EL DÍA EN APARIENCIA
El día
en apariencia quieto
sereno,
inmóvil,
ha hecho abrir el grano,
caer el pétalo,
crecer el pensamiento,
madurar el amor
o la guerra,
y, en un mismo
instante, nacer
y morir.

El día, en majestad,
el serenísimo.

                                                         Pepe Peña y el pato
         Nuestro amigo Pepe Peña, quiere coger uno de los patos, pero todo quedó en buenas intenciones.


                                                           Al borde del lago      
      La mañana va pasando, entre conversaciones amistosas, mientras se sigue avanzando, el paseo tranquilo y reposado va haciendo sus descansos en los lugares apropiados.


                                                      El canal del acueducto      
     Nuestro piloto, ante una canalilla de agua, que transcurre mansamente, y junto a una columna maquillada por el tiempo, con voz queda y reposada, comenta:
   -Cuando se hizo la última reforma de este carmen, han dejado como recuerdo del monasterio, parte del huerto y este acueducto, para remembranza, y parece ser que el mismo San Juan de la Cruz, participó en la construcción,


                                                      Acueducto del monasterio

el hombre era muy completico, además de ser místico y demás atribuciones, trabajaba de albañil, hay una anécdota, de Santa Teresa, me la contó una amiga.




    -A nuestra monja, le decían la monja andariega, iba recorriendo caminos y pueblos en sus fundaciones de conventos, hacía auto-stop y no tenía reparo en parar al primer carro que pasaba, para aliviar sus cansadas piernas.
     Un día paró a un arriero, para que le permitiera subir a su carro. Santa Teresa era guapa y de buena compostura, “apañá”, como solemos decir aquí.
    -La expresiones salieron pronto por boca del acemilero, cuando la vio con los hábitos.
    -¡Digo, la de “palos” que le daba yo a usted, tan guapa y meterse a monja!
    

      -Ella se quedó con lo de los palos, que le venían muy bien para su convento, así es que, un día, fue en busca del mulero, para que le diera, los palos de madera que necesitaba.
    

   -Era una mujer muy ocurrente, a mí me encanta la máxima, que le oí a una modista, que la vida le había ido muy mal, y la tenía colgada en una pared de su casa: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencias todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta.



     -Tenía mucha gracia, para sus fundaciones, cuando poseía una campana, decía:
      -bueno, por algo se empieza, ya me falta menos para la iglesia.
      Las carcajadas, a través de las chanzas de nuestro lazarillo, van motivando al grupo, y haciendo el paseo más condescendiente.
    -En una de las procesiones, de un pueblo, el santo, sobre el trono, solo se presentaba de medio cuerpo. Un catetico le comenta a otro que había al lado.



     -¡Digo, el coño!, así es santo cualquiera, con medio cuerpo nada más, no tenía ocasión de pecado.
       

      Dejamos atrás el lago, bajamos las escaleras, Pepe Zurita quiere coger el fruto de uno de los árboles. Desembocamos en el huerto que cultivaban los monjes para el sustento.



    Hay que caminar por el estrecho sendero, que verticalmente delimita las diversas parcelas en barbecho, atravesar una glorieta adornada con lindas rosas rojas, para llegar al pie del cedro, donde San Juan de la Cruz pasó, meditando, muchas horas y en cuyo lugar, surgieron algunos de sus maravillosos poemas.


                                                     El cedro de San Juan de la Cruz

     -Una vez fui con unos amigos a Úbeda a los Carmelitas descalzos, allí murió San Juan de la Cruz, está enterrado en el Convento de los Carmelitas de Segovia.


                                                      Sepulcro de San Juan de la Cruz

     -Estando en el convento, me dirigí a uno de los monjes y le dije, vosotros sois los Descalzos, en ese momento, todos mis acompañantes, dirigieron la mirada, hacia el lugar, para ver si era cierta la afirmación.



                                                    Carmelitas Descalzas de Granada
      
       -El tema de Carmelitas Calzados, y Descalzos viene de una reforma que hizo Santa Teresa y que le ayudó mucho San Juan de la Cruz. Las Carmelitas Descalzas de Granada, las fundaron unas monjas que las mandó Santa Teresa, ella no llegó a Granada, se quedó en Jaén, en Beas de Segura, donde fundó un convento. 


                                                           El grupo bajo el cedro

     Bajo este cedro, que algunos botánicos dicen que no es un cedro sino una especie de ciprés, él lo plantó y cogió una rama, e hizo un báculo que se tiene como reliquia.



    - “Noche oscura del alma”. “La subida al Monte Carmelo”, es una cumbre de la mística, él se inspira en el “Cantar de los Cantares” de la Biblia, la amada que es el alma, busca al amado, que es Cristo.
     Recita la poesía de,  “Noche oscura del alma”.


                                                 Manolo recita, "Noche oscura del alma"
En una noche oscura,
con ansia de amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.


A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y encelada,
estando ya mi casa sosegada.


En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.


Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.


¡Oh noche, que guiaste;
oh noche amable más que el alborada;
oh noche que juntaste
Amado con amada,
Amada, con el Amado transformada!


En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.


El aire del almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.


Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

    -Os recuerdo que el Papa, San Juan Pablo II hizo la tesis doctoral sobre San Juan de la Cruz, del que era un gran devoto.
      Después de haber escuchado esta bella poesía, parece como si una especie de éxtasis nos hubiera entrado, que nos dejó casi hipnotizados, pero se impone la voz del monitor.
(Ver vídeo nº 3)
-¡Vamos! ¡Vamos!
No tardaríamos mucho tiempo en volvernos a detener.
-Manolo, el timonel, para, y con él, el grupo.
-Cuando me daba clase de Literatura, en la Facultad el famoso “ Chamorro, Chicharro”, me levantaba a las tres y a las cuatro de la mañana, estudiando a San Juan de la Cruz, para que me diera un notable.
  

     -Tiene algunos versos que son verdadera poesía, “y déjame quedando un no sé qué, que queda balbuciendo”, fijarse qué maravilla, ahora que estamos tan acostumbrados a los ripios, a los sonsonetes como decía Federico.



    
     Hay un pequeño homenaje a San Juan de la Cruz, dedicado por la ciudad de Granada, sobre un pedestal se puede leer: Mil gracias derramando
Pasó por estos sotos
Con presura
     



      Las sombras de la arboleda nos acompañan, y con ellas y su amparo, el paseo, junto con el enriquecimiento literario y anecdotario, se hace apacible.
      -¿Quieres conocer el relato que envuelve, a las vecinos y nombre del pueblo de Asquerosa y Valderrubio?


                                                        Valderrubio      
     -Pues no vas a tener más remedio que seguir leyendo.


                                                              Antonio Machado

      -Hay una frase buenísima de Antonio Machado, “si los españoles hablaran siempre de lo que saben, guardarían un silencio muy bueno, y un tiempo, que deberían aprovecharlo para estudiar”.
      -Pues eso pasa con lo de Asquerosa, el mismo Fernández Montesinos, sobrino de Federico, que ya ha muerto, (a mi me gustan mucho los temas lorquianos)  había leído "de Federico y su mundo", de Paco García Lorca, que la palabra Asquerosa venía del latín aquedosa; Falla decía que venía del árabe, acuerosa, pues bien, ¿sabéis lo que me dijo Fernández Montesinos?
      -¡Manolo eso se lo inventó mi tío!
   -Lo que pasa, cuando las palabras se utilizan de una determinada manera, pierden el sentido original, habrá cosa más fea que decir, Dolores, Angustias, sin embargo, cuando las decimos de una manera determinada, pierden el sentido original, Dolorcitas, Angustitas, cambia totalmente su significado.



    -Le conté una vez, a Luis García Montero, una anécdota graciosísima. En mayo de 1931, hacía unos meses que se había proclamado la República, todas las agrupaciones de los anejos de Pinos Puente, como Zujaira, Casanueva, y Asquerosa fueron con sus banderas a celebrar el acontecimiento de los cien años del ajusticiamiento de Mariana Pineda.



    Los de Asquerosa llevaron a Pinos Puente una bandera tricolor enorme, de la asociación de Asquerosa, que ponía: ¡Viva la República! y debajo, Asquerosa.
    No faltaron las carcajadas, de todos los que formábamos el cortejo de la visita.
   

                                        Pepe Peña, da su versión sobre el pueblo de Asquerosa
    
      Intervino nuestro amigo, Pepe Peña, para hacer su propio comentario.
  -Aunque los vecinos dicen Arquerosa, que viene de arco, no es cierto, su nombre es Asquerosa, debido a la existencia, en las casas, de pozos ciegos, cuando se llenan, como el terreno no deja por su impermeabilidad filtrar, el olor se deja sentir.


                                                    Iglesia de Valderrubio 
      
     En la fachada de la Iglesia de Valderrubio hay un letrero que dice: el día 15 de agosto de 1943, se le cambió el nombre de Asquerosa por Valderrubio, siendo arzobispo de Granada el Cardenal Parrado que asistió a este evento.


                                                    Pepe Zurita, San Juan de Dios y Gandul
   
    Las anécdotas se siguen prolongando, nuestro amigo Pepe Zurita cuenta que, antes de llegar a Sevilla, en la autovía, hay un letrero marcando una salida que dice: San Juan de Dios y al lado indicando otra población, con el nombre de Gandul, así es que se podía leer: San Juan de Dios Gandul. Después he pasado por allí, y el Gandul lo han eliminado. Al pasar por la rotonda que viene poco después, hay otra indicación que pone Gandul.


     En cadena van surgiendo otras anécdotas relacionadas con el significado de determinadas palabras, en función del papel que cumplen.
Manolo, nuestro timonel, comenta que en Italia hay un pueblo chico, que le llaman “La Polla”. 
      -García Lorca, en “Bodas de Sangre”, la madre dice, me voy a ir de esta tierra de pozos, refiriéndose a Asquerosa.
   

    
      En cualquier paraíso, y sobre todo en éste, en el que nos encontramos, la frondosidad del bosque, deja sobre el suelo su vestimenta convertida en sombra, en esta época primaveral, y en otras el tapiz pardo y crujiente de la hojarasca.



     No faltaría el momento para salir al exterior con la mirada, contemplando el inmenso paisaje, en espacio abierto, del Barranco del Abogado con algunos de sus inquilinos, marcados como trogloditas, las pequeñas casitas agrupadas de pueblos en lontananza, viviendo a expensas de la riqueza del agua que proporciona Sierra Nevada vestida aún de novia con su traje blanco.
  
                                               Magnífico mirador sobre el Barranco del Abogado     
    Vamos descendiendo, allá abajo las palmeras abrigan las tazas de una gran fuente, rodeada de pasillos limitados por bojes y bancos que invitan a descansar; 


en uno de éstos, que hace de palco sobre el inmenso jardín, acogidos a la sombra de los peines de las palmeras  que acicalan nuestros pies,  nuestro cicerone nos va a seguir recreando. El grupo se ha ido estirando, poco a poco, nos vamos reagrupando y la voz de Manolo incansable.



     -Fijaros en la placa que tenemos delante de nosotros, dedicada al poeta José Zorrilla que nos recuerda que fue coronado poeta nacional, ya la expresión indica cierta rimbombancia.



     -Hay anécdotas muy curiosas con la situación en que se encontraron determinados poetas, artistas y músicos que a pesar de las grandes obras que hicieron sin embargo, sus finales fueron tristes, Mozart por ejemplo fue enterrado en la caja que llamaban de “las ánimas”, la que se utilizaba para los que no tenían medios económicos. El Mismo Federico, estaba sin un duro y más de una vez le pedía dineros a su padre; Cervantes, terminando el Quijote, se le rompieron las gafas y no tenía para reponerlas



     Zorrilla, cuya economía no era muy boyante, después de la coronación en el Palacio de Carlos V, estuvo viviendo aquí; se “aplatanó” o se “apalmeró”, en este carmen, bien comido, regalado y en un vergel de esta índole, no había forma de que se marchara.


                                                                            Coronación como poeta nacional a Zorrilla, en el Palacio de Carlos V
    
      -Nuestro poeta, cogió la diligencia, loco de contento con la corona, una vez llegado a Madrid con su reluciente corona de poeta nacional, se dirigió al Monte de Piedad para empeñarla, porque no tenía un duro, no tenía ni para comer, y después de examinarla le dijeron, D. José, lo sentimos mucho, la corona no tiene valor alguno, es de latón.
     La corona del poeta
    
    Nuestro intérprete, como no podía ser menos, comenzó a recitar una de las poesías de Zorrilla, con motivo de su coronación.
     Después siguieron otras y aquello se convirtió en un gala poética, como la que va a continuación, que la declamó de memoria.



      Corriendo por la vega/ a las puerta de Granada/ hasta cuarenta gomeles/ y el capitán que los manda./Al entrar en la ciudad,/ parando su yegua blanca,/ le dijo éste a una mujer/ que entre sus brazos lloraba:/- Enjuga el llanto, cristiana,/ No me atormentes así,/ que tengo yo, mi sultana,/ un nuevo edén para ti./
    

      Tengo un palacio en Granada,/tengo jardines y flores,/tengo una fuente dorada/con más de cien surtidores./Y en la vega del Genil/tengo parda fortaleza,/que será reina entre mil/cuando encierre tu belleza,/ y sobre todo una orilla/extiendo mi señorío;/ ni en Córdoba ni en Sevilla/hay un parque como el mío./Allí la altiva palmera/y el encendido granado,/ junto a la frondosa higuera/cubren el valle y collado./

                                                                                                               Palacio de Alcázar del Genil

      Allí el robusto nogal,/allí el nópalo amarillo;/allí el sombrío moral/crecen al pie del castillo./ Y olmos tengo en la alameda/que hasta el cielo se levantan,/y en redes de plata y seda/tengo pájaros que cantan./ y tú mi sultana eres;/que desiertos mis salones,/ está mi harén sin mujeres,/mis oídos sin canciones/, yo te daré terciopelos/y perfumes orientales,/de Grecia te traeré velos,/y de Cachemira chales./ 



     Y te daré blancas plumas/ para que adornes tu frente,/más blancas que las espumas/de nuestros mares de oriente;/y perlas para el cabello,/y baños para el calor./y collares para el cuello;/para los labios…¡amor!-



     -¿Qué me valen tus riquezas,/respondióle la cristiana,/si me quitas a mi padre,/mis amigos y mis damas? Vuélveme, vuélveme, moro,/ a mi padre y a mi patria,/que mis torres de León/valen más que tu Granada.-


 Escuchóla en paz el moro,/y manoseando su barba,/dijo, como quien medita,/en la mejilla una lágrima;/-si tus castillos mejores/que nuestros jardines son,/y son más bellas tus flores./por ser tuyas, en León,/y tú diste tus amores/alguno de tus guerreros,/hurí del Edén, no llores, vete con tus caballeros.-/Y dándola su caballo/y la mitad de su guardia,/el capitán de los moros/volvió en silencio la espada.
     Las palmas crujieron después oír con verdadero ritmo y perfecta declamación, a nuestro monitor.
(Ver vídeo nº 4)


    Un maravillo alto relieve, en mármol blanco construido, tiene como motivo el monte Gólgota,  con señales evidentes de la barbarie, cabezas decapitadas, nos da paso a uno de los laterales del palacete,


donde se respira ambiente oriental, con una larga alberca, gruta con cascada y bellos arcos recubiertos con planteamientos de horror vacui, los arabescos cuya ornamentación con motivos repetitivos vegetales estilizados y entrelazados; 


mocárabes con sus alvéolos o nidos de abeja modelados en yeso, adornando la arquitectura en frisos, trompas, pechinas; la caligrafía, tan apreciada por los musulmanes; la sebka, una retícula de rombos y trazos lobulados y mixtilíneos.


                                                     Las celosías con su enrejado diagonal      
      Las celosías, con su enrejado diagonal; Manolo nos dice, que la palabra celosía viene de celo, el verbo celo en latín significa ocultar, por ejemplo tú tienes celos de tu mujer y los ocultas.
     

     Salidos de nuevo a la gran explanada, intentamos entrar en el palacete, pero, “nuestro gozo en un pozo”, no fue posible; nos contentamos con seguir disfrutando de las bellas vistas y dirigimos nuestros pasos hacia la salida, de este maravilloso Carmen de los Mártires, no sin antes haber dejado plasmado, para el recuerdo, una más de las varias fotografías, de todo el grupo en la gruta de la entrada.



     José María, exhibe en su camisa cuadriculada el símbolo de su patriotismo, muy pegado a su corazón.
     Se sucederían los chascarrillos y refranes: “Amigos y más amigos, y el más amigo la pega, no hay más amigo que Dios, y un duro en la faltriquera”.
    Alguien pide uno más, a lo que Manolo, que es rápido en reflejos contesta: “una madre y una hija, caben en una camisa, una suegra y una nuera, ni en una era”.
-Oye Pepe, te vendo a mi suegra.
-¿Cuánto pides por ella?
-¡Ya es tuya!


                                                 El grupo a la salida del Carmen de los Mártires      
      Manolo, es incansable, coge carrerilla y no hay quien lo pare.
     -Mi abuela tenía una memoria prodigiosa, y contaba que a principios del siglo pasado, pasaba la diligencia de Alcalá la Real, por Pinos Puente, y cantaba una copla que decía: quisiera estar separado de las mujeres, como están los santos de las paredes, y de mi suegra y de mi suegra, como estamos nosotros, ¡arre pastora!, como estamos nosotros de las estrellas.


    Con el pecho henchido, respirando el aire puro que, por estas alturas, desprovisto de contaminación abunda, paseo abajo nos dirigimos hacia la fuente del tomate y el monumento Ángel Ganivet.



    Había que seguir aliviando el camino con nuevas anécdotas.
    Manolo, por si algún lector lo duda, o no ha cogido bien el nombre,  es nuestro obeso y robusto guía, que si abundante y bien entrado está en carnes, no menos lo es en simpatía y gracia, lo mismo te narra un hecho histórico, te recita una poesía, te cuenta un chiste, un refrán, o te canta una canción. La palabra polifacético se queda pequeña ante la grandiosidad y el volumen de su cuerpo.

                                                           La Reina Victoria Eugenia
     
        -Decía mi mamá y mi abuela que cuando el rey, Alfonso XIII, venía a Pinos con su mujer, Victoria Eugenia de Watenber, que era de una belleza excepcional, pero que se llevaban muy mal, tenía que fumar a escondidas, de hecho cuando se exiliaron, él se fue a Roma y ella a Lausana, después vendría, ya muy mayor, al bautizo de su biznieto, el actual Rey Felipe VI; pues bien, cuando venía el rey a las cacerías, en Láchar, el duque San Pedro de Galatino, se despistaba con ella, mientras el rey estaba con la mujer del duque, corría la voz en el populacho: “mientras el rey caza en la dehesa, el duque monta a la inglesa".  
 El paseo bajo las sombras de los árboles, y de los chistes se hace liviano.

                                                               Piononos
     Hablando de los piononos de Santa Fe, el chico que se le ocurrió decir: ¡se han equivocado de Papa! -entonces estaba Pio X- .
     -Niño, calla, ¡cómete el pastel!, ¡qué más da!
      El paseo continúa, como continúan las chanzas y ocurrencias.
   -Un día, paseaba por Pinos, se me acercó una gitanilla con problemas de conciencia.

                                                      Pinos Puente   

     -Manolo, yo tenía que ir a tu escuela, el caso es que conozco todas las letras, pero no sé arrejuntarlas.
   -Sí, tu ven a mi escuela, que para eso me paga, “un dineral”, el Ministerio.
   -Otro día iba para mi casa y se me acercó un gitanillo.
   -Manolo, ¿ya te vas a acostar?
  -No, yo antes de dormirme siempre leo.
  -Y él muy serio me contestó.
  -¿Y tú, lees?,
  - ¡si tú ya sabes!
   Continúa la serie.


      El Teniente General Tejero, era Jesucristo, por que Jesucristo con cinco panes y dos peces, según el Evangelio, le dio de comer a cinco mil personas, y Tejero, con dos huevos, le dio la cena a toda España.
     Después de toda esta serie de chascarrillos, que aliviaron la marcha, creo que algunas de las carcajadas, tan sonoras que se dieron, debieron de escucharse en lo más recóndito del bosque alhambreño, juntándose al canto de los jilgueros que, debido a la época interrumpieron, su cortejo nupcial, dejaron la construcción del nido y se asomaron silenciosos por entre el enramado para acompañarnos con sus trinos.


                                           Casa donde habitó el cónsul de Inglaterra

     Mirando hacia donde se encuentra el Hotel Granada Palas, nos encontramos con una casa donde habitó el cónsul de Inglaterra, hizo mucha amistad con D. Manuel de Falla, que habitó en el Carmen del Ave María, en la Antequeruela, Cuesta del Caidero.

                                                        Azucena Fernández Manzano
                                                 Reynaldo Fernández Manzano
    
      Relacionado con la poesía “Preciosa y el Aire”, del Romancero gitano de Federico que, Manolo, iba a recitar, surgieron los nombres de Preciosa, Ninfa, Azucena, Reynaldo, actual director de la Alhambra, hijos de Antonio y Josefina, y algunas objeciones por parte del párroco cuando los fueron a bautizar.  
     No faltaría la pincelada de humor, cuando un pariente de Manolo, su mujer, iba a tener una niña y le pregunta:
_   -Manolo, qué nombre le pongo.
    -Ponle Preciosa.
    -¡Ese nombre le voy a poner!
   -Pues claro, si ahora no nacen los niños feos.
Preciosa y el Aire.
A Dámaso Alonso



     Su luna de pergamino/ Preciosa tocando viene/por un anfibio sendero/de cristales y laureles./El silencio sin estrellas, huyendo del sonsonete,/cae donde el mar bate y canta/su noche llena de peces./
En los picos de la sierra/los carabineros duermen/guardando las blancas torres/donde viven los ingleses./Y los gitanos del agua/levantan por distraerse,/glorietas de caracolas/y ramas de pino verde./Su luna de pergamino/Preciosa tocando viene./



    Al verla se ha levantado/el viento que nunca duerme./San Cristobalón desnudo,/lleno de lenguas celestes,/mira la niña tocando/una dulce gaita ausente./Niña deja que levante/tu vestido para verte./Abre en mis dedos antiguos/la rosa azul de tu vientre./Preciosa tira el pandero/y corre sin detenerse./El viento-hombrón la persigue/con una espada caliente./Frunce su amor el mar./Los olivos palidecen./Cantan las flautas de umbría/y el liso gong de la nieve./



¡Preciosa, Corre, Preciosa,/ que te coge el viento verde!/¡Preciosa, corre, Preciosa!/¡Míralo por dónde viene!/ Sátiro de estrellas bajas/con sus lenguas relucientes./Preciosa, llena de miedo,/entra en la casa que tiene,/más arriba de los pinos,/el cónsul de los ingleses./


     Asustados por los gritos/tres carabineros vienen,/sus negras capas ceñidas/y los gorros en las cienes./El inglés da a la gitana/un vaso de tibia leche,/y una copa de ginebra/que Preciosa no se bebe./Y mientras cuentan, llorando,/su aventura a aquella gente, en las tejas de pizarra/el viento, furioso, muerde./



     Llegamos a la fuente del tomate, esa fuente redondeada, semejando medio tomate, deja caer lentamente su jugo, convertido en agua, para acariciar sus paredes y perderse lentamente por su base, marcándola con el tatuaje de los colores ocres y verdes.


                                                      Fuente del Pimiento
    
      Aquel lugar, como todos los que hemos disfrutado esta mañana, rezuma silenciosamente, paz y tranquilidad, hay una música especial, de una gran orquesta sinfónica, donde juegan sus papeles, en perfecta armonía, la enorme vegetación de la arboleda, el vientecillo suave que viene de la fuente del pimiento, situada poco más arriba, mirándose eternamente,  con suspiros de agua.



      Hay una perfecta armonía entre el murmullo del agua, que mansamente corre por el arriate besando nuestros pies, el chorro altanero y arrogante que lanza por su boca el macho cabrío, lanzándose en parábola para romper el sereno y reposado cristal del agua que hay en la alberca.



     Los bancos que rodean esta recoleta plaza, saben mucho de palabras, galanteos y requiebros amorosos, de descanso para el caminante que parsimoniosamente sube caminando, exhalando el aire puro que sale de la espesura del bosque; hay un no sé qué  especial que, aprisiona y te absorbe de tal manera, cuesta trabajo arrancarse para seguir caminando.
     
                                                         Ante la Fuente del Tomate    
      Si a todo esto, después de una mañana cargada de historia, poesía salida de nuestro guía, anecdotarios, chistes, le unidos las explicaciones, que vienen a continuación, van a constituir la fuerza que nos haga querer seguir allí por más tiempo.

                                               Cuesta trabajo arrancarse de este romántico lugar

     Dejo el vídeo, de este momento para que escuches el lenguaje del agua, sucesos, personajes y la poesía que le acompaña.


      La cadena de recitaciones continua dedicada a los torreones de la Alhambra.
Mientras una chiquilla contempla extasiada el chorro del agua, y sus padres, extranjeros descansan.
     Tendríamos que perpetuar nuestro paso, como lo venimos haciendo en todos el recorrido, con sendas fotos ante el monumento a Ganivet y la Fuente del Tomate, para continuar nuestro paseo.


                                                                          Arco de las Orejas
                                                         Leopoldo Torres Balbás
   
       Entre sobras, claros de luz y sonido de aguas de cascada, surge la figura del mejor arquitecto que ha tenido la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás, que hizo se trasladará aquí, a este bosque, porque a finales del siglo XIX amenazaba ruina, el Arco que daba paso a la Plaza de Bib-Rambla, el Arco de las Orejas, llamado así porque los “choricetes”, a los que se les cogían “infragantis”, en alguna de sus fechorías y robos, se les cortaban las orejas y se colocaban en este arco, como ejemplo de humillación ante  los demás ladronzuelos y aviso para los futuros infractores de la ley.

                                                  Caminando en dirección al Pilar de Carlos V
    
     -La plataforma de Ambrosio de Vico, tiene un valor incalculable, es de principios del siglo XVII, pinta la Catedral y el Arco de Elvira con una serie de cabezas colgadas, porque efectivamente también se cortaban las cabezas y se colgaban.
    José Medina, que no ha parado en toda la mañana, de sacar fotografías y vídeos, cuenta la siguiente anécdota relacionada con la Puerta del Perdón.


                                                      Puerta del Perdón
     
       Estando en construcción la Catedral, la Plaza de las Pasiegas estaba llena de bloques de piedra y el golpeteo de los cinceles, por medio de los marros y martillos resonaba en alternancia a modo de orquesta, de instrumentos de hierro.
Por aquellos alrededores Alonso Cano, no hacía nada más que fustigar a Diego de Siloé, para que le dejara entrar a trabajar con arquitecto y escultor que era.
Tal fue el acoso al que lo sometió, con sus continuas peticiones que, Diego irritado, para que le demostrara que realmente era escultor le dijo enfurecido:
      -¡Déjame ya!, ¡haz un diablo!


      Al día siguiente se presentó delante de él, con la escultura de una magnífica cabeza que se encuentra colocada en la Puerta del Perdón. 

                                                          Descansando delante del Pilar de Carlos V
      
     El largo poyete donde se encuentra la Fuente Carlos V, sirvió de aposento para seguir escuchando, sobre la estancia de este rey en Granada, la fundación de la Universidad, y diversas anécdotas que surgieron sobre la pequeña estatura del rey Felipe II, que parece se concibió durante esta estancia en Granada, de los reyes, Carlos V e Isabel de Portugal, 


y los elementos que intervienen en la fuente, tres caños que, para unos representan  los tres ríos de Granada, el Darro, Genil y Beiro, y para otros, las estaciones de la primavera, verano y otoño.
    Una vez que Manolo contó todo lo referente al Pilar de Carlos V y aledaños, no faltarían las anécdotas relacionadas con la Reina Isabel II  y la corte borbónica. Escuchar a nuestro guía, y su forma de decir, lo que dice, tiene un no sé qué, especial.
Escúchalo a través de este vídeo.



                                                  Arco de las Granadas
      
     Parada en la escultura dedicada a Washington Irving, para después de atravesar el Arco de las Granadas de Pedro de Machuca, entre callejas estrechas desembocar en el Mirador de la Churra,


 para contemplar uno de las vistas más sensacionales del Albayzín. (que, por cierto, es desconocida para muchos granadinos) Da la impresión de encontrarse colgado en el espacio, bajo un intenso azul celeste, como queriéndose caer encima del que lo contempla.



     La fresca cerveza al pie de la Torre de la Catedral, acompañada de unas espléndidas tapas, rubricarían el fin de este paseo mañanero, en el que nuestro cuerpo se ha fortalecido, nuestros conocimientos han  aumentado, la carcajada ha originado la confusión mental en nuestras mentes, fortaleciendo nuestros músculos faciales, a través de las anécdotas y chistes, el espíritu se ha enriquecido con la poesía, los pulmones henchidos con el aire puro del bosque se han oxigenado, los lazos amistosos se han robustecido y llegado al final de este archivo lo damos por cerrado.

                                               José Medina Villalba

                            REPORTAJE FOTOGRÁFICO Y VÍDEOS






























































                                                                        VÍDEOS







                                               
                                                                   José Medina Villalba

8 comentarios:

  1. Amigo Pepe: hasta hoy no sabía ni sospechaba que era un verdadero dilema, porque tengo la mente en blanco, no se que comentar, que escribir, que decir,que añadir,! si aquí esta todo dicho y escrito,¡ no encuentro tema ni palabras que puedan aumentar o completar, lo que para mi ha supuesto, su lectura y la audición de los vídeos,sin estar presente físicamente en esta recorrido o maratón, que habéis tenido la suerte de realizar con el venturoso, entrañable y culto Manolo.
    Creo sin temor a equivocarme, amigo Pepe, que este blog, entre los numerosos blog que has publicado, se lleva la palma, por su contenido, por su brillantez,por el paisaje, por el perfecto encaje entre poesía y entorno, por la compañía, por el ambiente, por la amistad, por la simbiosis entre poeta y auditorio, por el sentimiento que se palpaba sin tener que explicarlo. por el rumor del agua entre los poemas tan bien recitados, por la cultura, por la sensibilidad, por todo lo positivo, bueno y brillante que la vida puede ofrecer de una manera gratuita, a quien reúne esa formación y esas cualidades especiales, que te permitan valorar lo que la naturaleza ofrece a los sentidos de una manera explosiva, o en otras ocasiones etérea o sugerida, para que el espectador la descubra, como una novia recatada que se insinúa a su enamorado.
    No se si después de este banquete que el alma ha disfrutado, con sus aperitivos entremeses y postres tan variados, se os ha abierto el apetito del cuerpo, que pueda completar este retablo de las maravillas Granadinas, con actores, publico y tramoya, y en unas condiciones que ya quisieran para sí,los Austrias y
    los Borbones. Hoy he descubierto la sana envidia por no poder acompañaros en tan brillante evento.
    Recibid todos mi más fuerte abrazo y felicitación desde Sevilla. Vuestro compañero y amigo Pepe Cuadros.

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  2. Querido amigo Pepe:
    Esta vez no voy a esperar a contestar a tu espléndido comentario, como ha ocurrido en otras ocasiones. Eres el primer adalid, con ojo expectante y previsor, estás atento desde la atalaya de tu refinada observación a los lanzamientos de mis archivos y a renglón seguido tus paráfrasis grandielocuentes de las que no son dignas mi persona, por lo que no tengo expresiones verbales, ni escritas para agradecerte.
    Qué pronto sonó el móvil, cuando aún no lo habías terminado de explorar, con aquella expresión, que me impactó: "Menudo reportaje Pepe!!!" Viva ESPAÑA coño!!! muy bueno. Mi carcajada sonora no se hizo esperar.
    Mi interés es simplemente enriquecer, en lo posible, a los demás, mis vivencias personales y las del grupo que compartimos aquella, en no lejana fecha, de un paseo matinal extramuros de la ciudad, intentando meter al lector, (que sea capaz de leer, mis largos relatos, qué no todo el mundo suele ser avezado leyente para realizar) intentando hacer vivir, en lo posible, los pasos que se van dando, en ese caminar mañanero: el murmullo del agua de la fuente, el suave aire del bosque, el canto perdido entre el follaje de la arboleda, de un cucú adormecido, el croar de la rana, con ojos saltones detrás del nenúfar del estanque, escuchando a Manolo recitando uno de sus espléndidos versos, pero sobre todo que se sienta unido al grupo, como si fuera uno más y al mismo tiempo fortalecer los lazos de amistad en los participantes.
    No me cabe la menor duda de que tu, por tu manifestaciones has participado y vivido esta excursión, pero, ¡se te echó de menos tu presencia! que la esperamos para la próxima salida cultural.
    Aquellas cinco horas de recorrido, entre historia, poesía, anécdotas, refranes, chistes..., que se hubieran completado con tu atesorada experiencia y sabiduría,nos parecieron breves.
    Agradezco tus indicaciones fundamentales, sobre algún desliz histórico, que pronto entró en la mesa de operaciones fidedignas, para que ocupase su verdadero y auténtico lugar.
    Si tu disfrute, lo crees conveniente hacer partícipe a alguna de tus amistades, para que conozcan la magia de los rincones de nuestra Granada, sin ánimo de halagos de ninguna clase, sé el portador.
    Mi agradecimiento más profundo, de nuevo, a tu grandioso comentario. ¿Qué sería de estos archivos, si no se vieran refrendados por tus sabias reflexiones, de maestro consumado, y por las complementarias de este discípulo? ¡Qué duren por mucho tiempo!
    Un fuerte abrazo.

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  3. Amigo Pepe: Después de leer las inmerecidas felicitaciones literarias, que a mis escritos dedicas, te diré que si alguna virtud tengo, es más consecuencia de la experiencia adquirida de la vida, que de mi propia iniciativa. La verdad es que he aprendido en los últimos sesenta años a no meterme en camisas de once varas, porque las mangas te pueden quedar largas y los puños taparte la mitad de la mano, el cuello no ajustar bien el gaznate, y la nuez libre de obstáculos, pueda subir y bajar a modo de ascensor descontrolado.
    Siempre he procurado seguir e imitar al maestro, pero nunca sustituirlo, ya que eso supondría un grave error de calculo, un injustificado y estéril atrevimiento, que sería de memos intentarlo, me doy por muy satisfecho al ir detrás de el chupando rueda, siguiendo la senda de las huellas que el campeón va dejando tras de sí. Nunca he sido conformista y siempre he tratado de avanzar y mejorar en todo aquello que me propusiera, pero nunca asumiendo riesgos innecesarios, que te pueden llevar directamente al fracaso o al ridículo más humillante.Así es que donde hay capitán no manda marinero, y a buen entendedor, pocas palabras bastan. Desde Sevilla con la mano extendida y apoyada en la sien derecha a modo de saludo al superior, queda pendiente de recibir la orden de descanse, para retornarla a su lugar de partida. Un fuerte abrazo de agradecimiento. El alumno Pepe Cuadros.

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  4. ¡Ay, qué recuerdos me trae este espléndido reportaje tuyo, querido Pepe, del Carmen de los Mártires, donde tantos, y tantos paseos dimos de niños!!! Nos llevaba mi padre muchos domingos a mis hermanos y a mí, y sus jardines nos servían de hermoso lugar de juegos. Todo eso, antes de que estuviéramos a punto de perderlo por la codiciosa especulación que por poco da al traste con un lugar tan maravilloso y cargado de historia.
    Y por cierto, ¡muy divertidas todas las anécdotas, tan variadas y diversas, que ilustran tu texto!
    Felicitaciones de Amelina Correa

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    Respuestas
    1. El Carmen de los Mártires siempre fue uno de los lugares preferidos para todos los granadinos, ir allí era el lugar soñado para niños, adolescentes, mayores, e incluso personas de edades avanzadas.
      Qué mal lo pasamos cuando nos lo cerraron, a cal y canto, y nos llegaban rumores reales, de la tala de árboles que se estaban haciendo para la instalación de un hotel.
      Aquello se paralizó, ¡gracias a Dios!
      Una vez que se hizo de nuevo la apertura, como una exhalación, corrimos a ver y comprobar su estado.
      Tengo escenas en diapositivas, y en papel fotográfico, del blancor de la nieve cubriendo el lago, de mi hija echada sobre el borde de la gran fuente del jardín romántico, y de otros momentos marcados en mi retina, y en lienzos pìctóricos, de rincones recoletos que se deben seguir potenciando, en un lugar privilegiado que es un corazoncito, verdadero pulmón de oxigeno, de belleza singular, de nuestra romántica Granada.
      Muy agradecido, a Amelina Correa, por su comentario, en el que ha plasmado sus recuerdos de infancia, acompañada por su padre y hermanos por estos lares, y la satisfacción de que le hayan divertido toda la "letanía" anecdótica.
      Pepe Medina.

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  5. Delicioso relato pletórico de humor, de literatura, de historia y arte. Un recorrido por los itinerarios que de adolescentes tantas veces recorrimos. Tiempos y vivencias lejanas que tu narración ha evocado. De Los Mártires al mirador de la Churra, (Almanzora). Gracias, amigo Medina Villaba y enhorabuena por tu ingenio para el relato, pleno de recuerdos y gracejo. Y a seguir con la tarea. Un abreazo.
    Juan José Gallego

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  6. Mi agradecimiento, a mi buen amigo Juan José Gallego, por su comentario a este archivo. La satisfacción de haberte hecho revivir épocas pasadas, que en el momento de describirlas, a través del texto escrito y fotográfico, también me han trasladado a un pretérito lejano que todos guardamos en nuestro subconsciente.
    Un abrazo.
    José Medina Villalba.

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  7. Magnífica crónica bellamente ilustrada por los comentarios literarios, poéticos e históricos de Manuel La fuente, un magnífico compañero para deambular por Granada.
    Felicidades Pepe por tu magnífico relato de una mañana primaveral en una Granada, que en cualquier estación del año nos sorprende con su luz, fragancias y música liada únicas.

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