martes, 6 de mayo de 2014

CRUZ DE MAYO EN GRANADA. 2014. AL MENOS TODOS PORTAMOS UNA CRUZ


                                   Cruz de Mayo del Centro de Día , Plaza de los Campos.
¿Quién puede decir que no tiene una cruz sobre sus hombros?
Todos, absolutamente todos, somos portadores de un duro madero, que no se ve, que nadie lo percibe sobre los hombros de los que nos rodean, pero que ahí está.


                                             La pesada cruz, entre otras, de los desahucios
Es la cruz del parado que día tras día soporta la angustia de no encontrar el elemento fundamental para poder subsistir; la de la madre que desea fervientemente la vuelta del hijo que marchó a otros países en busca del porvenir; la del hipotecado que le arranca de sus entrañas el techo, que con tantas fatigas ha ido pagando, y ahora se lo arrebatan por que no puede sufragarlo, como éstas otras muchas de pesada carga.

                                                  La pesada cruz de la envidia
Las hay más ligeras, a simple vista, pero que pesan y agobian mucho al que las lleva, hablamos de la cruz de la envidia, del odio, la mentira, la  prepotencia, soberbia, ira, venganza, la zancadilla traidora para escalar puestos destrozando al compañero que tienes al lado en el trabajo….



Hoy primeros de mayo de éste 2014, por unas horas, hemos dejado, cada uno, o por lo menos lo hemos intentado, aparcada nuestra cruz y hemos salido a la calle a gozar de estos días tan magníficos de la primavera, jornadas que más que de entretiempo parecen de pleno verano con temperaturas que rayan el límite de la treintena de grados.


                                                    Un día primaveral en Granada
Granada es así, bella por todos lados que la contemples, en el arte, en su naturaleza, en sus gentes, en su luz, pero también tiene su geniecillo, de pronto saca un día espléndido de sol y calor y otro te baja el mercurio del termómetro todo lo que le apetece. Pero ésta es nuestra Granada y se nos presente como sea la queremos y la amamos.



Visitar las cruces, a ser posible, en vísperas o a la mañana siguiente, antes que la aglomeración de la gente te impida caminar e incluso acercarte a primera línea para contemplar detenidamente la cantidad de elementos que en ellas se colocan.

                                                  Se pueden desgranadas en otros pequeños bodegones
Son las cruces verdaderas obras de arte creadas por el pueblo llano y sencillo, por los vecinos y vecinas de los distintos barrios que saben sacar del caletre de su imaginación las más variadas composiciones, son bodegones gigantescos vistos en conjunto que se pueden desgranar en infinidad de otros muchos que jamás el pintor más osado podría componer para realizar su creación pictórica.



Andalucía es la región por antonomasia que puede presumir de tener el azul más intenso de su cielo, allá por las alturas, y el salero y la gracia por abajo, por el suelo, de sus gentes, y no me explico el “San Benito” con el que se nos ha etiquetado a los "granainos", de “mala follá”, (perdón por la expresión)


                                                         Carnavales de Cádiz
                                                         Feria de Abril en Sevilla

                                  El caricaturista del periódico Ideal supo darle la chispa de  humor al Día de la Cruz
                                                                           en la década de los años cuarenta del siglo XX
El folklore tiene sus connotaciones especiales en cada una de las ocho hijas que componen nuestra Andalucía: Córdoba con sus patios a reventar de floridos atrios repletos de geranios y claveles; Sevilla con la feria de abril, Cádiz con sus carnavales, Málaga y su Semana Santa, Almería con la  romería a la Virgen del Mar; Jaén con la feria de S. Lucas; Huelva con sus fiestas colombinas. Granada con sus Cruces de Mayo. Todo esto por endosarle a cada una alguna, de las otras muchas fiestas, que durante el año se celebran.
                                                       El tren turístico de la ciudad
Día 2 de mayo la mañana ha amanecido espléndida, Granada rebosa por los cuatro costados de alegría, las calles están saturadas de gentes propias del terreno y otras que han llegado de distintos puntos de la nación y del extranjero, el trenecillo turístico de color verde, compuesto de tres grandes vagones, para lo que es un tren de ciudad no está mal del todo; me gusta verlo pasar por debajo de mi ventana por el barrio del Realejo. Hoy, cada vez que lo he visto transitar, iba completamente abarrotado de gente.

                                                   Fuente y jardín de la Plaza de los Campos
Son las doce de la mañana se hace la inauguración oficial de la Cruz del “Centro de Día de la Plaza de los Campos”, sitio al que me une cierta vinculación por la proximidad de mi vivienda.

                                               Edificio del Centro de Día de "Los Campos"
        La Plaza de los Campos es un lugar recoleto de la ciudad tiene un jardincito con sus flores y naranjos que perfuman el ambiente cuando el azahar, en este tiempo, está en plena floración, una  fuente de agua, no potable, que calma la sed nada más ver el juego del agua saltarina, junto a él los guardianes del entorno, “La Comisaría de la Policía Nacional”.
                                         Siempre será bien recibido por el personal que lo atiende.
         El edificio que alberga el hogar, no solo del pensionista sino de todo el que por allí se acerca, es bastante acogedor, aparentemente podría pasar desapercibido como una casa más del barrio del Realejo, quizás las banderas que ondean al viento en el balcón  de la primera  planta pueden indicar la oficialidad del mismo.


Después de subir tres escalones nos encontramos con una serie de carteles anunciadores de diversas actividades que nos indican que allí hay marcha, que es un lugar donde diariamente uno puede encontrar lo que necesite para satisfacer sus necesidades corporales y anímicas; al atravesar una puerta con bello cancel, nos encontramos con el típico y sencillo patio andaluz.


                                             El verde de las pilistras sobre níveo blanco de la fuente
 En el centro, el blanco níveo de una fuente de mármol ocupa el ombligo acompañándole un conjunto de pilistras que la rodean, como las hijas que quieren abrazar a la madre, esperando la caída del agua del surtidor para que les refresque sus sedientas y anchas  hojas.

                                         La señora concejal del Ayuntamiento inaugura el acto
En uno de los rincones la concejala de Bienestar Social, del Ayuntamiento de la ciudad, daba el pregón de inauguración de la Cruz que anualmente allí se celebra.







No había un hueco donde depositar el sostenimiento del cuerpo, y las cámaras fotográficas se alzaban por encima de las cabezas para dejar impreso la belleza de una Cruz de Mayo, así como el encanto atractivo y donaire de un grupo de bellas mujeres que con la distinción y estilo del que ellas son portadoras dejaban mover elegantemente sus cuerpos, ante los ojos desorbitados de los espectadores que llenaban el patio.


                                                         Niña asómate a la reja...




Todas conjuntadas de negro, vestido ajustado a la cintura, mantón de manila rojo, con encajes bordados que realzaban el fondo escarlata, acariciando el  esbelto cuello, pañuelo graciosamente anudado sin oprimir demasiado pero elegantemente colocado, falda voluptuosa para poderla agitar y desplegar al ritmo de la música que dejaba en el aire las notas de unas sevillanas o de una Reja, cuya letra  mentalmente pasaba por la imaginación de los presentes: “Niña asómate a la reja que te tengo que decir, que te tengo que decir, un recadito a la oreja, el recadito consiste que te quiero de veras, ese papel que me diste te lo vengo a devolver…., clavel bien plantado en la cabeza, de estas mujeres granadinas del castizo barrio de “los greñuos”, ojos brillando como luceros, sonrisa perenne en delicados labios, cuerpos plenos de hermosura, por cuyas cinturas  se dejaban deslizar delicadamente las manos varoniles de los bailaores que las acompañaban, cuando gentilmente hacían los giros oportunos. La vestimenta varonil se conjuntaba a la perfección, pantalón oscuro, camisa blanca, tirantes rojos enganchados en el cinturón del mismo color que abrazaba el contorno de sus cinturas, el mejor cuadro que Goya, en sus goyescas, hubiera deseado tener para pintar, todo este ambiente que se respiraba esta mañana allí.


El taconeado, el movimiento de los brazos alzados, los giros compasados, el deslizamientos de los zapatos sobre el enlosado del suelo, todo en perfecta conjunción arrancaron los aplausos del público presente.

                                                   Fuente de Aynadamar o de Las Lágrimas

                                                      Las ricas habas de Alfacar
No todo era contemplar había que alimentar y despertar el apetito con unas ricas habas traídas desde las alturas de Alfacar regadas con las cristalinas aguas de la acequia de Ainadamar o de las lágrimas, y una exquisita  sangría que gentilmente se nos fue ofreciendo.


                                        En el comedor nos espera el plato de habas con jamón y huevo.
Las dos de la tarde las ricas habas con jamón nos esperan en el comedor del Centro servidas con la maestría y experiencia del maitre Antonio y ricamente aderezadas por su esposa.


                                                          El maitre Antonio
El tufillo oloroso que salía de la cocina impregnaba la pituitaria de los que, ávidos, esperábamos el suculento plato, y la boca se iba haciendo agua y los jugos gástricos fluían con intensidad.

                                                      El gran acordeonista  D. Isaías  Castelnuovo
                                                          El Trevenque y los Alayos 
       El acordeón del genial maestro, Jesús Isaías Castelnuovo. oriundo de uno de los pueblos, donde la piel se curte con el aire que proviene de los Alayos de Dílar o del majestuoso Trevenque, el rey de la baja montaña, GÓJAR, comenzaba a deleitar a los comensales  con las notas que salían de esa caja de resonancia.

                                         El acordeón magistralmente tocado, embelesaba al auditorio
Jesús Isaías, doctor y catedrático en Literatura Inglesa del siglo XX, ejerciendo en la Universidad de Almería, es también un gran musicólogo con una maestría excepcional  en el manejo del acordeón.

                                                     Isaías, traductor de esta obra
Nuestro personaje irradia juventud por los cuatro costados y rápidamente se descubre su personalidad; de raíces pueblerinas, “pavero” (así se les apoda a los habitantes de Gójar) se le atisba con un corazón noble que se manifiesta en la sinceridad de sus palabras, con mirada elegante siempre fija en los ojos  del que con él conversa, con una gran capacidad intelectual, pero con una forma de manifestarse sencilla, acogedora, llana, tratable, sincera, honesta y campechana, sin prepotencia de intelectual pedante, sino todo lo contrario, frente amplia, mirada serena, cabeza bien poblada y musculatura bien trabajada. Escritor consumado, traductor, y pedagogo en sus clases universitarias muy estimado por su alumnado; entre sus últimas obras traducidas al español está, “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley.
Colocado sobre sus hombros, este minúsculo piano, que abarca todo el pecho del concertista y con la genialidad de un artista, y la agilidad de sus dedos va pulsando los botones que hay a ambos lados del acordeón para dejar en el aire un verdadero concierto musical.
Surgieron de aquel Luthier Crucianelli de fabricación Castelfidardo los sonidos de pasodobles, boleros, granainas… que no solo cautivaron al auditorio que doblemente saboreaba las ricas habas con huevo y jamón si no el sentimiento interior de cada uno.

                                                  Si tu me dices ven lo dejo todo....



“Clavelitos. Mi Huelva tiene una ría. Granada. Si tú me dices ven. Enamorado. Suspiros de España. Perfidia. Solamente una vez…,” hicieron mover de sus asientos al auditorio que dejó deslizar, sobre la improvisada pista del comedor, los nerviosos pies para bailar al ritmo que marcaba Isaías con su acordeón.
















Los aplausos se sucedían después de cada actuación; posteriormentre se trasladó al pie de la Cruz, donde éste comentarista tuvo que dejar rienda suelta a la emoción interior que le albergaba para marcarse un pasodoble junto a su compañera.




La tarde apetecía  continuar contemplando las cruces unas ya terminadas y otras a punto, esperando el juicio del tribunal que tendría que fallar para conceder los premios correspondiente.
                                                  Cruz de la Corrala de Santiago
Hacer una descripción de cada una de ellas, detenidamente, sería alargar demasiado este archivo que posiblemente nos uniría con la Cruz de Mayo del 2015, pero sí dar algunas pinceladas a “vuela pluma”.
Por justicia y proximidad había que deleitarse en las cruces del barrio, de éste barrio semanasantero por excelencia, de gentes abiertas y amables, con un corazón que irradia bondad.
                           La diversidad de mantones de manila  cubren las balaustradas de madera de los corredores
                                                                                dando un colorido especial al patio.
La Corrala de Santiago es la casa de vecinos del pasado cuyos espíritus aún deambulan por allí y sacan a relucir sus mejores objetos culinarios y mantones de manila para ir a la Procesión el Corpus o a los toros a ver a Frascuelo, y no tienen reparo en dejar en las pilas de lavar los trapos que han de jabonar, y no de hacer la colada palabra muy en boga hoy día.


                                       Detalle de la Cruz de la Corrala de Santiago, montada por la
                                                                                     Hermandad de María Auxiliadora

                                                         Corrala de Santiago
Las fuentes, lebrillos de Fajalauza de los Morales, peroles de cobre, la gran sartén para ir de excursión a la “Fuente de la Bicha”, un cálido día del mes de Julio, con la damajuana cubierta de esparto para guardar el frescor del agua traída del Avellano, las cornucopias que adornan el cuarto más lujoso, pero al mismo tiempo el más modesto; incluso, estas “almas en pena”, nos vigilan para ver si sabemos colocar la última ficha y cerrar el juego del dómino que han dejado sin terminar.



Las Comendadoras de Santiago, con la Hermandad del Señor de los Olivos, en ese atrio majestuoso donde en otras épocas he visto situarse para salir los pasos procesionales y la voz desgarrada de Enrique Morente y su hija Estrella, (por cierto, alumna mía en las Escuelas del Ave María) cantado una saeta  para poner el vello de punta a los espectadores.



                                                   Cruz de las Comendadoras de Santiago
Ese gran portón remachado de clavos y la Inmaculada en el centro; macetas en hilera colgadas en un rincón como si fueran nidos de golondrinas, en sustitución de las que hace años no vemos por estos contornos.

                                           Detalle en la Cruz de las Comendadoras de Santiago
Las flores del pato como auténticos animales nadando en medio de la fuente, vigilados por lo imprescindible, en toda cruz que se precie, el pero y las tijeras noblemente clavadas para que ningún desdichado se atreva a ponerle peros a una cruz, que no le falta absolutamente nada, con el peligro de cortarle la lengua, ¡para eso están las tijeras!



                                              Cruz del Colegio "José Hurtado" en Calle Molinos
Los padres de familia de los alumnos del Colegio Público “José Hurtado”, no solo saben preparar un suculento arroz para disfrute de los vecinos y allegados, si no también hacer su Cruz, con la cometa acariciándola, y los trabajos y juguetes de sus hijos realizados en el quehacer escolar.





                                                 Cruz del Campo del Príncipe
La Casa Blanca de los Acostas y el Hotel Alhambra Palas, desde lo alto de la colina miran hacia abajo contemplando ese Campo del Príncipe donde hace unos días la muchedumbre, junto a la Dolorosa, de José de Mora, hacía las “tres peticiones” al Señor,  acto que tradicionalmente todos los años  realiza.

                                              Detalle de la Cruz del Campo del Príncipe
                                           Cruz del Señor de los Favores en el Campo del Príncipe
Todo tirado sobre el empedrado del suelo, pero armónicamente colocado, la guitarra abrazada al traje de gitana o viceversa, bajo la atenta mirada de una de esta raza metida en un cuadro; allá al fondo el almiar de paja, sujetado por el bieldo, no sé si con ánimo de alimentar algún personajillo del ámbito cultural o político que se ha desmadrado con atentados en nuestra ciudad; el murmullo del chorro de agua de la fuente que lánguidamente cae sobre el pilar que lo sostiene, mientras otra cruz de piedra, la del “Señor de los Favores”, estará diciendo: ¡mira quien viene a este lugar a hacerme la competencia!

                                         El murmullo del chorro de agua de la fuente que lánguidamente cae...




                                     Nos vamos a los toros. Cruz de Mayo en la Plaza del Padre Suárez
Nos vamos ahora a los toros, sí, a esa plaza construida junto a las Mercedarias, la de “Los Tiros”, en la Plaza del Padre Suárez, con el tendido número dos entre sol y sombra, barrera y capotes como centinelas colocados delante de la valla esperando la salida del toro, que se retrae en deferencia a la cruz de claveles rojos que hay colocada en el centro abrazada por un vestido de gitana, mientras una Inmaculada mirando al Cielo, no sé si diciendo que bello día o que incongruencia cruz y toros.


                                        Cruz de la Asociación de la Prensa en el Escudo del Carmen
En el Escudo del Carmen, una linotipia nos saluda al entrar  en el atrio  del “Gremio de la Prensa”. Un gigantesco abanico con una ilustración de una plaza de toros, sujeta la cruz de claveles rojos, nos quiere recordar que efectivamente venimos de una plaza de toros pero ir a los toros sin abanico es como ir a Sierra Nevada, en pleno invierno, sin un buen forro polar.


                                                        Calle Navas


                                              Estufas gigantes que parecen robot
El Palacio del siglo XVI de los Navas, calle Navas, rúa  en la que a veces se hace imposible caminar, porque más que una calle es una travesía  de  obstáculos, terrazas de bares con mesas que prácticamente se están dando la mano, eso sí, muy calentitas por esos nuevos artilugios de estufas gigantes que parecen robot, y nos miran, con su llama ardiente, con envidia porque las tiene atornilladas al suelo, nos ven pasar dirección a la Plaza de Carmen; llegamos al Consistorio, el cuerpo respira a pulmón abierto porque ha encontrado la libertad.
De todas las cruces que se montan para este día, y que no entra en concurso, por el gran espacio que ocupa es la más grandiosa, pero siendo sincero y sin quitarle mérito, que lo tiene, me agradan las más pequeñas y recoletas.

                                               Cruz en la Plaza del Carmen. Ayuntamiento
En esta cruz por más objetos que le pongan se encuentran tan diseminados que prácticamente desaparecen, no tienen el encanto de las demás, porque creo les falta el cariño, el mimo, la ternura, la complacencia, que le suelen poner los vecinos de cada barrio aportando sus objetos personales.


                                               Detalle de la Cruz del Ayuntamiento
El reloj del Ayuntamiento, marca las ocho de la tarde al ritmo de aquella canción que nos dejó el mejicano Agustín Lara: Granada tierra soñada por mí, mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti… Hay gente contemplándola, un enorme tablado donde los grupos de baile se podrán lucir y las pequeñinas vestidas, con el cariño que sus mamás han puesto, intentarán imitar a las mayores dando traspiés y más de un golpe en el tablao, pero las mamás, papás y abuelos con la “baba caída”, como a todos nos ha pasado.
                                                Un gigantesco plato de cobre al pie de la cruz
Un gigantesco plato de cobre, una verdadera joya del arte de orfebrería al pie de la cruz y unas mesas con sus sillas correspondientes, sin ninguna característica que las avale como “granainas” o sevillanas, pisando el escudo empedrado de la ciudad sin ningún reparo.
Puede surgir la siguiente pregunta:
- ¿Animadversión a la cruz del Ayuntamiento?
- No.
Simple y llanamente, no todo lo grande cumple la misión de ser plenamente bello. Años anteriores han sido mejores las que se plantaron en este lugar.




                                                       Cruz de la Plaza de Bibrambla
La Plaza de Bibrambla quiere darle envidia a su hermana la del Carmen y ha instalado una cruz donde los gigantones de la fuente que ocupa perennemente la plaza se sienten agobiados porque le han quitado su protagonismo, solamente Neptuno con el tridente está amenazante desde lo más alto y la desmochada torre de la catedral con sus campanas al vuelo contemplan la escena.


Dos granadas gigantes, símbolos de la ciudad y dos grandes abanicos son los iconos más representativos mientras, en un escenario delantero, las danzas de los grupos atraen al numeroso público que por allí deambula.



                                               La espontaneidad para bailar en cualquier edad

No hay reparo de ninguna clase para bailar,  lo mismo lo hacen los coros de distintas agrupaciones en el escenario colocado delante de la cruz, que unas señoras cuya edad no quiero descubrir, por temor a equivocarme, o el vértice opuesto constituidos por una infantas que sin levantar apenas un pie del suelo saben ya mover el abanico con una genialidad extraordinaria.




                                                 Miembros del coro rociero "Al-Badul"
A la espera de entrar en escena se encuentra el Coro Rociero “Al- Badul” compuesto por unas elegantes y bellas  señoritas, con un refinado y atractivo vestido de faralaes, largo y entallado que les llega hasta el tobillo y adornado con enormes volantes en la falda y en las mangas,  típicos trajes con lunares, pañuelo rosa con flecos deslizándose sobre el pecho dejando entrever los encantos femeninos, y enorme flor en la cabeza como faro encendido  que realza la exquisitez de los cuerpos de estas féminas oriundas del Padul.  

     Seguimos caminando entre el bullicio y no falta el que entretiene a los chavales enseñándoles cómo se hacen gigantescas pompas con agua jabonosa, esperando el gesto generoso de unas monedas para seguir sobreviviendo; el grupo de jóvenes, quizás todavía alumnos del conservatorio Victoria Eugenia, dando un concierto de música clásica en la ancestral Plaza de las Pasiegas, mientras en la escalinata la gente escucha y descansa, a lo mejor el espíritu de Diego de Siloé y Alonso Cano deambula por la maravillosa fachada de la Catedral que ellos diseñaron y construyeron.


                                                        Cruz de la Alcaicería
Por las estrechas callejas de la Alcaicería nos trasladamos con la imaginación a cualquier Medina de Fez o Rabat en miniatura, con artículos de todo tipo traídos de allende el Mediterráneo, el olor a cuero impregna los sentidos, y se mezclan los lenguajes de todo tipo.

                                                         Cruz de la Alcaicería


                                                     D. Antonio Gallego Morell
En uno de los rincones de este mercado, laberinto de angostillos pasadizos, con reminiscencias del siglo XIV, nos encontramos con la cruz  donde casi por arte de magia se han podido colocar tantos objetos en un espacio tan pequeño. La cruz con un rosario, y la mesa del despacho del catedrático D. Antonio Gallego Morell, (Catedrático de Literatura y Rector Magnífico de la Universidad de Granada) con toda serie de objetos, hay un panfleto enmarcado que dice: Se cumplen 50 años desde que D. Antonio Gallego Morell rescatase y potenciase la fiesta de la Cruz de Mayo en la ciudad de Granada. Siendo la primera la ejecutada en la Casa de los Tiros por deseo expreso de él en el año del Señor de 1964.
Llama la atención dos cerámicas, con esmaltes tipo portugués, sobre dos rincones granadinos.




                                        Espectáculos callejeros en el traslado a las cruces del Albayzín
La venta callejera y la música con sonidos salidos de espacios siderales, tres cabezas decapitadas encima de una mesa moviéndose para reclamar un óbolo monetario al transeúnte, o poderte llevar en un pergamino, con letras árabes tu nombre, nos van acogiendo por los lugares donde pasamos para trasladarnos en el trasporte urbano a lo más alto del Albayzín.

                                             Magníficas vistas desde el Mirador de San Cristobal
Panorámicas sensacionales las hay por diversos lugares de la ciudad, nunca se pudo escoger un lugar con un decorado tan sensacional como el  Mirador de S. Cristóbal.


                                    El blanco mantón con el que se cubre la cruz natural de Sierra Nevada
En primer plano un bella cruz y al fondo en la lejanía, otra Cruz  perenne construida con piedras rocosas desde que el mundo es tal, con su cúspide en el Veleta y como elementos decorativos: los enormes peroles de cobre dorados por el sol del Cerro de Huenes, los gigantescos velones representados en los pinos, la joya de la sultana Alhambra, las murallas de la Alcazaba Cadima, el Palacio de Dalahorra, cubriendo su cuerpo con un blanco mantón de manila, cuyos flecos se expanden por su cuerpo serrano representado en la infinidad de chorreras y ríos que por allí se descuelgan: chorreras del Aceral y del Vadillo,  Ríos Valdecasillas, Valdeinfiernos, Real, Genil, San Juan,  ¡qué mejor cruz que ésta!, ganadora del primer premio emblemático de cruces, cuyo patrocinador es el Creador.


                                              Magníficas vistas desde San Cristóbal
Hay en Granada una serie de cruces que en este día pasan desapercibidas, cruces que soportan cotidianamente los embates climatológicos del sol, la lluvia, la nieve, que saben adornarse en cada estación del año con el vestido que se le ofrece, dorado en los atardeceres, blanco cuando la nieve las cubre en los rigurosos días del invierno, gris en los amaneceres otoñales; hoy ven a la gente pasar sin hacerles el menor caso, cruces que tienen que soportar diariamente la ornamentación a sus pies, que imponen los avances de la mecánica, deteriorando el paisaje donde se encuentran.



                                            Cruces con la decoración que impone la mecánica
Ahí están la de la Plaza de S. Bartolomé, la Plaza  Cruz de Piedra, que nos encontramos cuando vamos en dirección al Colegio del Divino Maestro.

                                 La cruz se ha subido al balcón engalanada por numerosas macetas de geranios
También la cruz se ha subido a los balcones y se ha engalanado con las macetas repletas de geranios y "claveles reventones".


Allá arriba, próximo al arco de Fajalauza, del Collado o del Otero de los Almendros, Bab-fayy al-Lawza, una de las seis que tuvo la muralla de D. Gonzalo, el Colegio Divino Maestro, ha recibido el primer premio a las cruces escolares.


 Hay un pequeño vehículo arrastrado por un poni que sirve de complemento para alegrar a la grey infantil.


                                El ambiente se engalana con el colorido de las balconadas de la Calle del Agua
El calor aprieta, pero el entusiasmo por seguir contemplando tanta sublimidad que enloquece, con el colorido de las flores en los balcones de la calle del Agua, el perfume de las frituras de pescado de Casa Torcuato, el sonido del parloteo de la gente que comenta  nos hace continuar.


                                                         Calle del Agua
Al entrar en la Calle del Agua siempre me viene al pensamiento aquel poema de nuestro vate de la Plaza del Salvador, Manuel Benítez Carrasco: Y por la Calle del Agua/ yo la veía pasar/ tan bonita y tan soltera,/ guapa hasta no poder más./ Hoy por la Calle del Agua/ he vuelto a verla pasar/ bonita, pero casada./ Casada, pero bonita./ Ser madre da la belleza/ que no el ser ya novia quita./ Pero lo que yo daría,/ callecita albaycinera,/ por verla otra vez pasar/ bonita, pero soltera.

                                                     Cruz de Plaza Larga, aljibe de San Nicolás
El mercadillo diario de Plaza larga, gentilmente, le ha dado paso a la campeona de la Champions League de las cruces de mayo, primer premio de calles y Plazas, donde se destapa la esencia de la imaginación albaicinera.
En mi recuerdo y en el de abril, cómo resuena mi voz de niño por los aljibes del Albayzín.



Allí se han trasladado por unas horas el grandioso aljibe de San Nicolás y dos más escondidos por las callejas, el de San Luis y el de Vieja.
El agua de los aljibes se muere de puro sola, hasta que por la mañana, las mujeres se le asoman y cubo a cubo le suben la canción íntima y mora.


                                                               Aljibe de la Vieja
                                                        Aljibe de San Luis
Cuánto me gustaba asomarme al brocal del aljibe de la Cuesta del Chapiz, Rabad al-Bayda, cuando mi madre me mandaba a por los mandados y entablar un diálogo con mi propia voz cuando decía:
- ¡Holaaaa! ¡Holaaaa!
Del fondo de aquella oscura cueva, misteriosamente alguien me respondía:
-¡Holaaaa!, ¡Holaaa!
Me faltaba cuesta para llegar corriendo a mi casa.

                                  Bernal Pérez Medina, albaicinero coordinador de la construcción de la cruz.


                                          Conchi, "la carnicera",  (izquierda) albaicinera colaboradora
Callejeando por Panaderos, Salvador, las Tomasas, Placeta del Comino, Aljibe de Trillo, Balcón de los Pintores, ¡cuántas veces mis pinceles se han deleitado en pintarte! Hoy subyaces malherido bajo el peso a tus pies del cemento que te ahoga y no te deja respirar, estás perdido, medio escondido.
He llegado a la Calle Zafra.


                                                             Cruz de la Calle de Zafra 10
-¿Ustedes han visto un jardín repleto de flores, de árboles frutales donde no hay una micra de espacio para plantar? este es el jardín, primer premio a la Cruz de la Asociación de Vecinos del bajo Albayzín, en la Calle de Zafra número diez.




Estanque, fuentecillas, plantas ornamentales de toda clase y especie, limoneros repletos de fruto, cuadros de pintura de famosos pintores, todos los objetos que usted haya podido ver en las demás cruces  potenciados, caminar costaba trabajo a través de una senda por la que había que hacer el recorrido, igual que en Navidad se realiza para contemplar los belenes, en fila uno detrás de otro.




                                     Cruz de la casa de Hernando de Zafra, Secretario de los Reyes Católicos
La casa donde vivió el Secretario, y descendientes, de los Reyes Católicos, Hernando de Zafra, también tenía su cruz. Casa restaurada con un sabor especial a las viviendas posteriores a la reconquista con reminiscencias moriscas, pasillos, artesonados, alberca central con surtidor y canalillo como en el patio de los Arayanes en la Alhambra, dejando caer lascivamente el agua del surtido sobre el estanque en un silencio solo interrumpido por el arrumaco de la cristalina agua; allí arriba tras la balaustrada de madera se podía contemplar la Alhambra.
Una mezcolanza de sentimientos arábico-cristianos allí se aunaban.



La Carrera del Darro repleta de gentes llegadas de todas partes, caballistas, vendedores de baratijas, el poeta improvisado sobre el puente de Espinosa, el tren turístico que quiere aplastar, sobre las fachadas de las casas, a los peatones, como el dragón que desea devorar a sus víctimas, que por cierto abundan en cantidad, para saciar el hambre.

No podía faltar el perfume oloroso de las cajoneras que han ido soltando los caballos de los jinetes que acaban de pasar.




                                                     Cruz de la Casa Los Pisas
La Casa de Los Pisas, sería nuestra última estación, el santo hincado de rodillas postrado ante la cruz; yacen a sus pies una multitud de ánforas, peroles de cobre de todos los tamaños como metáfora simbólica de un santo que sabe dejar a sus pies las riquezas terrenales para entregarse al servicio de los demás necesitados.
Había que refrescarse un poquito después del intenso calor de la mañana, el termómetro de Reyes Católicos marcaba treinta grados.



Grupos de jóvenes ataviados con vestimentas similares, llegados de diversos puntos, para celebrar despedidas de solterías, nos interrumpían nuestro camino.



Con la bolsa de los helados de la extraordinaria Heladería los Italianos, llegamos a casa después de una ingente jornada, plausible a pesar del calor soportado.
Una jornada intensa pero sumamente interesante que queda ya para el recuerdo.

                                     José Medina Villalba

11 comentarios:

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  2. Muy bonito este blog como todos los que hace, si que había cruces por toda Granada, la verdad que este año con la temperatura tan agradable que hacia para mi ha sido una delicia deleitarme con esa fragancia de flores por las calles y esa afluencia de gentes. Ahora desde aquí quiero agradecer a esa bailarina tan especial esos bailes que nos marcamos , a Jesus Isaias Castelnuovo por su música y a todos por haber compartido ese momento tan especial conmigo. Como siempre digo es todo lujo tenerlo y poder ver sus publicaciones y obras, un gran abrazo

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    1. Las celebraciones cuando se realizan en armonía y compenetración entre los que participan son más cautivadoras y halagadoras.
      Fueron unos deliciosos momentos, por un lado satisfaciendo la apetencia corporal con las habas con jamón y por otro con el deleite que impartían las notas musicales que emanaban del acordeón del gran maestro Isaías Castelnuovo.
      A alguna que yo conozco, desde hace muchos años, se le desató la vena de la danza que tenía enclaustrada y los pies, que en el caminar diario, son parsimoniosos y lentos, ese día se desplazaban a velocidad de vértigo. Gracias al comentario, Mari. Un abrazo.

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  3. Magnífico trabajo, un verdadero documento sobre el Dia de la Cruz. Felicidades.

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    1. Hubo en Granada, hace muchos años, un periódico que llevaba éste título, "El Defensor", nunca pudo usted escoger mejor anónimo para representar a su persona y al tenerlo por bandera se convierte en el paladín defensor de las raíces y valores de nuestra ciudad. Gracias por su comentario al archivo CRUZ DE MAYO EN GRANADA 2014. Saludos

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  4. Amigo Pepe, Amigo Pepe y Amigo Pepe: Después de leer, ver, oír y casi oler, el aroma de las habas con jamón, sentir la música cadenciosa de ese instrumento, que aunque solitario es toda una orquesta, observar con deleite los adornos florales y personales de la cultura granadina y sus oficios, disfrutar con deleite, las estrofas cargadas de ilusión y sentimiento, con las que engrandeces, realzas y embelleces esta intima fiesta, que une, anima y acerca a todas las personas de buena voluntad, dando realce y personalidad propia a nuestra tierra; por primera vez he encontrado un significado distinto, a la palabra confusión, porque así me encuentro yo en este momento, confundido, no sé cual es el truco para unir todos estos elementos y formar con todos ellos una sinfonía, con su obertura, su interludio y su apoteosis final; pero tu lo consigues, no sé como ,pero así es, debes de ir preparando un nuevo hueco en la pared de tu cacas para colgar el nuevo titulo, que con largueza mereces, " cronista oficial de las fiestas granadinas" Un lujo al alcance de muy pocos. abrazos para los dos, que os marcáis con estilo un pasodoble. y escucháis con pasión una media granaína.

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  5. Lamento el error cometido al teclear, he puesto cacas en lugar de casa, pido humildemente perdón.

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    1. Amigo Pepe, tu gentileza me otorga un nuevo título, como "cronista oficial de las fiestas", te agradezco esa generosidad tuya, jamás me ha pasado por la mente quitar el puesto a Tico Medina que actualmente desempeña este lugar. Bueno, ya sé que es broma, chanza muy digna de agradecer.
      Mi reconocimiento más sincero a tu extenso comentario. Un abrazo.

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  6. bonita manera de entender más la historia y todo lo que rodea al día de las cruces en Granada.
    Yo como estudiante de fuera de la ciudad me di una gran vuelta por las calles, coincidiendo con el sol de ese día bien calentito para empaparme un poco más del ambiente que en ese día envuelven a Granada, sin embargo....creo que todas estas explicaciones me han hecho apreciar más la historia, su gente y la ciudad en si misma.
    Enhorabuena por este blog que nos acerca un poco más a la ciudad a aquellos que somos de fuera...
    Un saludo desde el piso de arriba ;)

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    1. María, Siempre fue mi intensión, al abrir este bogg, dar a conocer nuestra ciudad, sus valores artísticos, naturaleza, luz, paisajes, gentes, a pesar del San Benito con el que se nos tiene etiquetado de "mala....", la grandeza y costumbres de sus barrios en especial del Albayzín, donde ejercí toda mi actividad profesional, sacar del enclaustramiento mi obra pictórica, escultórica y ceramista, al mismo tiempo darle rienda suelta a la vena literaria, que siempre la ejercí con mis alumnos y en diversidad de relatos que han obtenido premios en concursos literarios.
      Gracias María, por el mensaje hecho, en tu comentario, al archivo CRUZ DE MAYO EN GRANADA 2014, máxime si éste te ha servido para conocer un poquito más de esta ciudad y sus fiestas. Un saludo desde el piso de abajo.

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  7. Chari C Alonso. Hoy ha sido descomunal. Casi sin palabras me he quedado.
    Un día tan especial, del que guardo grandes recuerdos de mi niñez y adolescencia, el día de la Cruz, que se entroniza en mi corazón de mano de usted, mi querido amigo José Medina Villalba. Qué perfume se ha apoderado de mi, invadiendo todos mis sentidos, viendo y sintiendo por todos los rincones más hermosos de mi vida y de mi ciudad. No puedo expresar lo que siento, me emociono a cada momento.
    Ha sido un placer conocer a su querida esposa por este maravilloso reportaje, jamás deje de publicar estos reportajes, son pedazos del alma común de los nacidos y criados en ese singular lugar del mundo como es Granada.
    Quedo en deuda de agradecimiento con usted, porque jamás podré agradecerle lo suficiente lo feliz que me ha hecho.

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