viernes, 29 de agosto de 2014

ALBAYZÍN. DOS ALBAICINEROS DE PRO. ANTONIO FERNÁNDEZ MORENO Y JOSEFINA MANZANO VILLALBA.

Todos tenemos un baúl, de los recuerdos, donde evocamos, momentos del pasado, en su seno buscamos, cuando meditamos e incluso cuando soñamos, hechos trasnochados del pasado.
 Recordemos  alguna de las estrofas que cierta cantante puso en boga en tiempos pasados: “Buscando en el baúl de los recuerdos/ Cualquier tiempo pasado nos parece mejor/ Volver la vista atrás es bueno a veces/ Mirar hacia delante es vivir sin temor/

                                                           El desván 
Hoy he entrado en “el desván” de mi casa donde guardo y conservo, con cariño, muchas de mis obras tanto de pintura, escultura, fotografía, y cómo no, de literatura.
Entre los diversos escritos, sobre los que he ido lentamente pasando mis manos, algunos de ellos amarillentos por el trascurrir del tiempo, otros más lozanos y recientes, en un periodo de tiempo durante el que mis manos y mi mente, 


deslizaban el bolígrafo sobre la nívea textura del papel para dejar plasmado aquellos momentos trascendentes, que en el devenir cotidiano iban pasando, me ha llamado curiosamente la atención dos que titulé: IN MEMORIAM DE ANTONIO FERNÁNDEZ MORENO. TALISMÁN. Otro denominado, UN VACÍO IMPOSIBLE DE LLENAR.
Hay vates que han pasado a la historia por su riqueza poética, cuyos nombres son más que conocidos y que no voy a traer a colación en este momento, sin embargo hay y hubo otros muchos que dejaron su inspiración lírica plasmada, en su forma de vida, en cuartillas para satisfacción personal, la de sus familiares y de otros muchos.


                                                                                         Antonio Fernández Moreno, "Talismán".
                                                        Josefina Manzano Villalba
Este es el caso que, en estos momentos, he desempolvado para dar a conocer a la persona de Talismán, seudónimo con el que registraba sus poemas, Antonio Fernández Moreno, y la de  Josefina Manzano Villalba.
Han pasado algunos años desde que “Talismán” y Josefina nos dejaron, sin embargo me ha parecido prudente traer hoy a colación las misivas que les dirigí a sus hijos y demás familia en aquellos duros momentos, y no me motiva en este instante sacar a relucir aquellas situaciones de dolor sino todo lo contrario, la alegría de recordar a dos seres queridos que llevan tiempo gozando de las delicias de la eternidad.

                                                       Cante Jondo
Antonio, conocido con el sobrenombre de “Talismán” fue un escritor especializado en temas de la ciudad y de su barrio (el Albayzín) y un iluminado comunicador de las esencias del cante jondo, a través de una prosa poética a la que no eran ajenos Gabriel Miró, Juan Ramón Jiménez o Federico García Lorca de Impresiones y paisajes. Vivió siempre entregado al arte, inculcando a los hijos el amor hacia la cultura y haciendo de ellos, junto a su esposa Josefina Manzano Villalba –mujer de personalidad cautivadora, también poeta y además excelente rapsoda- el jardín familiar donde Ninfa, Preciosa, Azucena y Reynaldo supieron satisfacer el sueño de sus progenitores, muy especialmente con su amor a la música y el respeto a los valores éticos que en aquel hogar se hicieron llama y ejemplo.
                                                  Plaza Larga, un día de la Cruz
                                              Sacromonte. Óleo de José Medina Villalba
Su obra Teoría del cante jondo, es una joya de la que se han hecho varias ediciones e incluso con traducción al inglés. Licenciado en Teología recorrió los caminos líricos  aquellos para andar por el aire, entre plazuelas y jazmines de su barrio, como lo hicieran otros contemporáneos: Manuel Benítez Carrasco, Rafael Guillén y José G. Ladrón de Guevara. 
                                                    D. Andrés Manjón y Manjón
Dialogando en determinados momentos con San Juan de la Cruz, o con santos sin peana como Don Andrés Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María.


Su presencia en periódicos locales Ideal, Patria, Granada Hoy, en revistas de ámbito nacional como Bib-Rambla se convertirían para el lector en verdaderas reflexiones.
                                                                                             Reynaldo Fernández Manzano
Antonio y Josefina supieron transmitir a sus hijos, el amor a las bellas artes en especial a la música. Su hijo Reynaldo Fernández Manzano, Director del Centro de Documentación Musical de Andalucía y del Festival de Música Especial en Cádiz, sobradamente conocido por sus dotes musicales y labor de investigación en pro de la música de todos los tiempos, 
                                                Azucena Fernández Manzano
junto a su hermana Azucena, excelente pianista, profesora titular de música y directora de orquesta filarmónica, son un fiel reflejo de esos condicionamientos que Antonio Fernández Moreno y Josefina Manzano Villalba  supieron transferir con sus genes a sus descendientes.
A continuación la epístola que dirigí, en esos momentos trágicos, a la familia Fernández Manzano, con la que quiero rememorar la evocación de un albaicinero que dejó huella.
                                    Carrera del Darro, camino diario de nuestros dos albaicineros.
                                                                                                Acuarela de José Medina Villalba
Se nos ha ido nuestro amigo, nuestro socio, nuestro avemariano, nuestro poeta, nuestro enamorado de la esencia pura del Albayzín, de la Granada sin adulteraciones, de la naturaleza, de la belleza en una palabra.
                                           Cuesta del Chapiz, la calle de su residencia
                                                                                       Óleo de José Medina Villalba
        Se ha marchado al reino eterno para engrosar la lista de los bienaventurados, haciendo honor al seudónimo que en más de una ocasión utilizaba en sus poemas; porque si talismán es cualquier imagen o sustancia que tiene correspondencia con los signos celestiales a la que se le atribuyen virtudes portentosas, nunca pudiste escoger mejor amuleto para expresar el contexto de tu personalidad.
    

     
                                            Dos estrellas que brillan con luz propia. Antonio y Josefina
     Si tu correspondencia, como talismán, es la órbita celestial, son los astros, ya tiene nuestro universo otra estrella que brilla con luz propia. Allí arriba, junto a tu Josefina, tu otra estrella, escribiréis poemas que grabaréis en la elipse celeste, rubricados con la pluma de los estratos blancos  de las nubes  y la tinta refulgente de los luceros.

                                                                Luz de la primavera
      Fuiste la persona que supiste apreciar y  enriquecerte con las cosas esenciales de la vida, aquellas cosas que, la vida nos da gratis y por desgracia, la mayoría de los humanos las pasan desapercibidas tales como: el sol y la amistad, un sitio en la mesa y un abrazo cordial, la luz de la primavera, la sonrisa de un niño, la canción de un pájaro, el murmullo de un arroyo, 
                                                           El murmullo de un arroyo
la savia de los árboles, las olas del mar, el día y la noche, la tranquilidad y el silencio, el ser humano en el mundo, el calor de la familia.
                                   Una gran familia: Antonio, Josefina y sus hijos: Reynaldo, Azucena, Preciosa y Ninfa
     Lo que no se puede comprar con dinero, es lo que en tu vida has llevado con orgullo poseer: la bondad, el afecto, el calor humano, la benevolencia, la compasión, el reconocimiento, la amistad, el gusto por el arte, la belleza, la música, la poesía.

                                                          Rincones presentes en sus vidas
  Has estado siempre lleno de plenitud, pero no “la plenitud del vaso, cuando está lleno, que retiene y no da; no la plenitud del canal, que da  y no retiene, sino la plenitud de la fuente, que crea, retiene y da”.
                                                La plenitud de la fuente que crea, retiene y da

                                              Fuente de las Granadas. Óleo de José Medina Villalba
     Es difícil encontrarse con hombres-fuente, personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma, que reparten como la llama, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia, porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Dan sin vaciarse, riegan sin decrecer, ofrecen su agua sin quedarse secos. Tu espiritualidad y avemarianismo te han llevado a emparejarte con esa gran fuente que brota sin extinguirse, esa agua que calma la sed y da la vida eterna, la que le dio a beber Jesús a la samaritana. 
Tú has sido uno de esos hilillos que bajan chorreando desde lo alto de la gran montaña de la vida.
                                                   Cuesta del Chapiz. Óleo de José Medina Villalba                
      Te conocí cuando, yo, apenas era un niño, bajabas y subías por la Cuesta del Chapiz, cogido del brazo de tu amada, con aquel semblante especial que destilaba bondad a raudales. 
       Fueron muchas las horas que pasaste escribiendo a máquina los apuntes de Pedagogía que después habrían de servirme para mis oposiciones al Magisterio Nacional, allá por el año 1957, y que lo hiciste desinteresadamente por dos motivos, el primero por ayudarme y colaborar en el éxito de mis exámenes y segundo porque querías estar al día e informarte de las corrientes pedagógicas que se nos exigían en aquellos momentos.


                                                      Antonio Fernández Moreno. "Talismán"
      Tu modestia y sencillez y el hablar pausado daban tranquilidad cuando se conversaba contigo.
                                                                     La luz de la eternidad
    Sé que últimamente la vida no ha sabido pagarte bien lo que tú le has dado; la fractura de cadera  y tu última enfermedad, que te ha arrebatado de este mundo, han terminado cerrando el diario de tu caminar; me queda el consuelo, al hablar con tus hijos, que pasaste el túnel hacia la eternidad en un silencioso y reposado sueño.
      Ya te encuentras en el Paraíso, pero me consta que durante la vida siempre te has encontrado en las puertas de éste y quiero aclarárselo a todo el que lea esta misiva.
     La poesía y la música, de las que siempre estuviste enamorado, y sobre todo esta última, suele ser agridulce: dulce porque nos entreabre la puerta de regreso al paraíso.
     Desde un concierto de Mozart o una sonata de Beethoven uno se asoma a una ventana del cielo, entrevé el gozo de ser hombre, la maravilla de tener alma, el entusiasmo de estar humanamente vivo. Pero, al mismo tiempo, todo esto se percibe a medias, como algo fugitivo, pasajero; es un gozo al que no nos podemos aferrar. Uno querría sentarse en él, pero ya se ha ido cuando quieres darte cuenta. Es un vislumbre nunca saciado. Alguien nos entreabre una puerta por la que nunca podremos pasar en este mundo. Y nos quedamos ahí, asombrados, admirados, semifelices, pero sin poder cruzar esa frontera.

                                               El ángel nos tiende la mano que no podemos alcanzar
  Es agria, es como una melancolía, es como “un ángel” que nos tiende la mano, pero una mano que nunca logramos alcanzar, algo muy gozoso que pasa a nuestro lado y se va. Tú, ya has traspasado esa puerta y disfrutas de una música celestial que es gozo eterno.
                                            Reynaldo Fernández Manzano y su hija Eva Fernándz Barbosa
      Durante la misa de despedida, en el cementerio, Reinaldo, tu hijo, dejaba salir al aire las notas musicales de un adiós familiar, que nunca, y a pesar del dolor que existe en el corazón de los que nunca te olvidarán, se pudo hacer mejor que con las notas salidas de sus propias mano
                                           Nuestros poetas en la Casa Madre de las Escuelas del Ave María
     Con este breve panegírico, Antonio, quiero unirme a la tristeza de los tuyos e intentar amortiguar el desconsuelo que en estos momentos los embarga.
     Reinaldo, Preciosa, Azucena, Ninfa, nietos y demás familiares, recibid el abrazo de un amigo que os quiere.
Algunos fragmentos de la carta que envíe a sus hijos cuando nos dejó Josefina              
                                                                                                       Escuela de Estudios Árabes
      Eran las tres de la tarde, de uno de esos días primaverales del mes de mayo, cuando los rosales cuajados de bellas rosas parecen descolgarse de los tapiales de la Escuela de Estudios Árabes, cuando el olor penetrante del ciprés recién cortado embriaga con su perfume exhalante toda la Cuesta del Chapiz. Corrían los días del año cincuenta y un grupo de alumnos externos de bachillerato, esperábamos, en la puerta del Colegio, Seminario de Maestros del Ave María, para entrar en clase. 
                                                               Cuesta del Chapiz
   Con su figura esbelta, espigada y elegante, subida sobre sus elevados tacones y haciendo alarde de un equilibrio excepcional –del que siempre supo hacer perfecto uso- bajaba la calle acompañada de su pareja, de Antonio Fernández Moreno.
                                                   A los muchachos que aguardábamos....         
     A los muchachos,  que aguardábamos nuestra hora académica, nos admiraban dos cosas: una, la forma tan diligente con que Josefina caminaba y dos el perfecto acoplamiento de aquella pareja de enamorados.
                            A continuación del Carmen de la Victoria, primero a la izquierda, está la casa de nuestros poetas
Y es que, Josefina y Antonio, siempre formaron una pareja ideal. A través de la poesía se enamoraron y a través de ella se amaron. Los poetas no caminan sobre las estrellas, sino que son seres diariamente curvados sobre la tarea terrestre. De ahí que tanto Josefina como Antonio -“Talismán”- han sabido perfectamente aunar su sentido poético con su quehacer cotidiano, como excelentes y ejemplares padres. 
                                                     Los poetas no caminan sobre las estrellas
     Supieron perfectamente compaginar trabajo laboral con trabajo de hogar. Responsabilidad en la oficina y responsabilidad educativa con sus hijos. Cuando la belleza de la composición lírica impregna y corre por la sensibilidad de las personas, esos genes se trasmiten a la descendencia con suma facilidad, ya que el ambiente que se respira continuamente dentro del hogar va impregnado de arte, de inspiración poética, de sublimidad bella, que fácilmente supieron captar sus hijos, que dentro de la música han sabido brillar como excelentes pianistas.
                                             Las niñas trabajan al aire libre en las Escuelas del Ave María
      Josefina, ya desde su infancia, desde que correteaba y saltaba a la comba bajo los parrales, - en las Escuelas del Ave María- o lavaba los trapitos de sus muñecas en los albercones ,
                                                   La belleza que se contempla desde el Colegio
o se extasiaba contemplando la belleza que se respira bajo las nopaleras, al contemplar la hermosura del paisaje, de ese panorama que a cualquiera impregna de sentido poético, la seducción del sentir lírico iba día a día creciendo en ella. No fue la primera vez que, como alumna aventajada, estando en la clase mayor con la maestra Dñª Dolores Gómez Barrios, 
                               Una lección de Geografía en el mapa en relieve, con la maestrea Dº Dolores Gómez Barrios
maestra siempre seleccionada para dar lecciones manjonianas antes las personalidades y visitas que pasaban por el colegio, Josefina aquella alumna avispada, despierta e inteligente, se luciera recitando poemas, muchos de ellos de su propia cosecha. 
                                          José Medina Villalba y Conchita Arroyo Guerrero, se unieron en matrimonio
                                                                                         en la Capilla de la Casa Madre del Ave María (12-7-1963)
                                             Acompañantes de la boda: Reynaldo Fernández Manzano, sus hermanas 
                                                                                                                  y su medre Josefina Manzano Villalba
        Josefina, a la que  el apellido Villalba me  vincula con lazos de parentesco, supo sacar siempre adelante su familia; colaboró con su tío Antonio, primo de mi madre, en las tareas del estanco y desempeñó fielmente su puesto de administrativo, durante muchos años, en la Oficina de la ONCE. 
                                                          Antiguo edificio de la ONCE
    Aunque su responsabilidad en el trabajo fue modélica, sin embargo supo renunciar a él y dejarlo en manos de su esposo, cuando las tareas y obligaciones de madre le hicieron dejar la ONCE , para entregarse en cuerpo y alma a las tareas del hogar y a la educación de sus hijos.

   Esta epístola dirigida expresamente a vosotros, a los seres queridos que quedáis aquí, va destinada también a todos los que formamos parte de la familia avemariana para que nuestro sentir se una al de ellos, sabiendo que las filas del avemarianismo han engrosado en el Cielo una figura más.
                                                          Josefina Manzano Villalba
  Quisiera con esta carta, querida familia, mitigar un poco el dolor, que nadie más que vosotros sabéis y padecéis, pero simplemente deciros, si esto os puede consolar, aunque vosotros lo tenéis perfectamente asumido, que nada hay en la vida como sentir el orgullo de una gran madre, como fue la vuestra, Josefina Manzano Villalba.
                                                                             Descansen en paz.

       Sirva este recordatorio, sacado del baúl de mis recuerdos, como homenaje a dos poetas albaicineros, desconocidos para muchos pero muy estimados y apreciados por un sinfín de personas.


                                                           José Medina Villalba

8 comentarios:

  1. Muchas gracias por ese cariñoso y bien escrito recuerdo a mis queridos padres, un fuerte abrazo, Reynaldo.

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    1. Todos los humanos, durante la trayectoria de cada una de nuestras vidas, vamos sembrando hechos, realidades, pero no todos echan en el surco que va creando el arado del esfuerzo en el caminar diario, la simiente que después, en el trascurso del tiempo, produzca frutos a nivel familiar y artístico.
      Para mí ha sido un reto, que venía desde hace tiempo queriendo acometer, el poder lanzar a la "nube", algo de la vida, hechos y aconteceres, de dos personas queridas, que dejaron grabados sus nombres en los anales de la poesía, para conocimiento del orbe entero. Un abrazo

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    2. Azucena Fernandez Manzano querido José, con lágrimas en los ojos por la emoción q me ha producido leer tu articulo, quiero agradecerte de todo corazón este entrañable ,poético y cariñoso recuerdo a mis padres, tu, como persona sensible y artista q eres, siempre has sabido apreciar y valorar su arte, enhorabuena! y muchas gracias, en nombre de ellos tambien!!! un abrazo muy muy grande con mi cariño y admiración siempre

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    3. Querida Azucena, mi agradecimiento por tu comentario que también me ha emocionado al sentir que tu fibra sensible ha considerado la conmoción de mi palabra escrita. Los artistas con esa sensibilidad especial que poseen se les eriza inmediatamente la afectividad y el sentimiento, ante cualquier hecho estético y no podía ser menos en una virtuosa y genial pianista como eres tú.
      Recuerdo, Azucena, por traer a la memoria alguno de tus magníficos conciertos, aquel que nos diste en el Auditorio Manuel de Falla en un homenaje a las Escuelas del Ave María, hace bastantes años, organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Casa Madre, fue una velada sensacional cuando tus manos se deslizaban de forma magistral sobre el teclado de aquel piano de cola, creo que aún flotan en el espacio las notas musicales de aquel concierto, porque los bello se esculpe en el firmamento para la eternidad. Este homenaje a tus padres ha sido una espina que tenía clavada y que llegó el momento de arrancármela. Ellos se merecían ésto y mucho más. Que todo el mundo conozca que en nuestro querido barrio del Albayzín, hubo magníficos artistas en todas las facetas del arte, en el cante, en el baile, en la pintura, en la música, en la poesía, pensadores, escritores, filósofos y ellos están, sin la menor duda, a la cabeza, como poetas y rapsodas. Un fuerte abrazo.

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  2. Ohhh!!! que bonitos y emotivos recuerdos has compartido!!! Gracias por tu sensibilidad y cariño!!! Nosotros también te queremos!!! Besosss

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    1. Querida Ninfa, mi agradecimiento a tu ¡¡¡Ohhh!!! admirativo que engloba la emoción de tu persona que le ha llegado a lo más profundo de su ser la palabra escrita de éste que sentía en lo más recóndito de su pensamiento, el encandilamiento que produce la actitud de vida de dos personas que se amaron durante toda su vida.
      Del amor profundo, como el que practicaron tus padres, fue fuente y nacimiento del derroche poético que surgió a raudales de sus creativas mentes.
      El amor lo puede todo, ejemplo y prueba de ello está en estas dos personas que desde allá arriba brillan como estrellas y seguro, seguro, que en los atardeceres granadinos ellos ponen algo de magia especial en esa fantasía que a raudales desprende nuestro querido barrio del Albayzín.
      Ya suenan sus nombres por todo el orbe, este blog tiene seguidores en todas las partes de globo terráqueo, para satisfacción del que suscribe, pero sobre todo para que todos vosotros, hermano y hermanas, sintáis, cosa que me consta, la satisfacción y el orgullo de proceder de ese gran manantial que se llama, Talismán y Josefina. Un fuerte abrazo.

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    2. Hola José, soy Preciosa. Me uno al agradecimiento de mis hermanos, aunque darte las gracias es muy poco por el homenaje tan hermoso que has dedicado a mis padres. Siempre tendrás un lugar especial en nuestro corazón. Un abrazo

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    3. Querida Preciosa, agradezco sinceramente tus muestras de gratitud, como mi complacencia y satisfacción al saber que ocupo un lugar especial dentro de tu vida, y en las de toda tu familia. Has de saber que también hay un lugar singular, de todos vosotros, en la mía. Son muchos los comentarios de reconocimiento que me están continuamente llegando de diversos lugares. ¿Qué mejor premio puede sentir el que ha intentado que las dos vidas ejemplares de tus padres, sean conocidas en todo el mundo? Gracias de nuevo. Un abrazo.

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