martes, 5 de mayo de 2015

SAN ISIDRO EN LA CASA MADRE DEL AVE MARÍA



La Naturaleza, con todo el gran contenido que encierra, suntuosidad vegetal, animal, mineral y la investigación correspondiente a través de las ciencias que la estudian, Biología, Geología, alcanza su máximo esplendor en el ser humano y sobre todo si se trata del contexto que lleva englobado a la grey infantil, a la que me voy hoy a referir en este archivo.


Si al color variopinto de las diversas tonalidades que presenta la fronda del bosque, brillos intensos de verdes que resaltan, después de ser impregnados por la lluvia de abril, a través de la luminosidad de los rayos solares, junto a las familias de aves, con sus diversidad de trinos, que anidad por aquí y el murmullo de aguas, lo juntamos con la sana algarabía y el bullicio que derrocha la colectividad infantil habremos hecho el compendio más maravilloso que se podría pensar.

                                          Colegio del Ave María de San Isidro
Posiblemente algún lector habrá pensado al ver el título de este archivo que voy a hablar de San Isidro Labrador, máxime cuando el calendario nos señala la proximidad de esta fecha, el 15 de este mes de mayo; San Isidro Labrador y San Torcuato, el primero patrón de los labradores y el segundo de Guadix.
No, en absoluto, pero sí de realidad de un numeroso grupo de alumnos y alumnas, en número de cincuenta, acompañados de sus profesores, han llegado a la Casa Madre  del Ave María venidos de la parte occidental de la ciudad, en concreto de otra escuela hermana  que se llama Colegio del Ave María de San Isidro.

                                           Llega el primer grupo de alumnos

                                                 El primer grupo escucha el himno 
                                                   Llega el segundo grupo
Los visitantes, formados por dos grupos llegaron, haciendo uso del transporte urbano,  espaciados en el tiempo, mientras los primeros escuchaban el himno de las Escuelas del Ave María, en la sala de usos múltiples, entraba el segundo grupo.


¿Qué se les puede decir a unos chicos cuyas edades oscilan entre los nueve y once años para tenerlos motivados y atentos?


Cuarenta años de experiencia docente son más que suficientes para persuadirles, contándoles de una forma amena cual fue el fundador de las Escuelas del Ave María, poniendo cierto énfasis en la escuela y el maestro que tuvo D. Andrés Manjón para que comparando aquella, con la que ellos tienen ahora y sus maestros, vieran la gran diferencia.

Describirles a  D. Andrés montado en su borrica subiendo por las veredas del Sacromonte para encontrar, en una cueva, a aquella viejecita, la "Maestra Migas", que enseñaba a unas niñas lo poco que sabía.


Algunos alumnos hicieron sus preguntas y cuando el colectivo rompía el silencio, una tras otra, se iban levantando las manos de los alumnos hasta que todos se apercibían de la necesidad  de volver a la tranquilidad y el sistema daba resultado.

                                        Don Andrés Manjón montado sobre "La Morena"
Las burras que tuvo y alguna anécdota, tenían entusiasmados y muy atentos a los chicos y chicas.
Algún acontecimiento, de los muchos de su vida, para tenerlo como modelo ejemplarizador, sobre el concepto de la responsabilidad en D. Andrés Manjón, fue el siguiente:
El arzobispo de Granada, había oído hablar de la figura de D. Andrés Manjón y del gran prestigio que había adquirido, no solo en la ciudad sino fuera de ésta. Quiso conocerlo y un día fue a la Universidad a verlo.

                                        Facultad de Derecho de la Universidad de Granada
El rector lo llevó a su clase cuando éste iba a entrar.
-D. Andrés el arzobispo ha venido expresamente a hablar con usted, debe concederle un espacio de tiempo.
-Sí, respondió D. Andrés, pero primero tengo que dar mi clase.
Después del tiempo correspondiente a impartir su clase, lo dedicó a atender al arzobispo.
Cuando el visitante se marchó, el rector le dijo a D. Andrés.
-         Pienso que usted no ha estado lo suficiente amable con el señor arzobispo.
-         Por qué dice usted eso.
-         Pues porque tendría que haber dejado de dar clase y haberlo atendido.
-         Señor rector, lo primero es el deber y eso es lo que lo he hecho.
El rector no tuvo más remedio que decir, D. Andrés es usted un hombre extraordinario.


La mañana espléndida de luminosidad, y la belleza que encierra el Valle de Valparaiso, donde se encuentran enclavadas las Escuelas del Ave María, se verían cumplimentadas con el sano jolgorio de unos alumnos que querían devorar con los ojos y demás sentidos corporales, todo lo que iban viendo y percibiendo a través del paseo por todo el Colegio.


Un breve descanso en el patio de los párvulos donde el tren, el tobogán y otros objetos de divertimento fueron utilizados.

                                                  En el huerto escolar
Se dio rienda suelta a todas las energías concentradas cuando llegamos a la pradera donde se encuentra entre otras cosas, el huerto escolar.

                            D. Julio Hernández, les hace una introducción, sobre el huerto escolar
Previamente el profesor de naturaleza, D. Julio Hernández, que lleva gran parte del cometido que corresponde a esta zona, les hizo una introducción sobre lo que es el huerto, como se utiliza, plantas que hay criándose en estos momentos, insectos que pueden perjudicar y cómo se combaten; mientras él hablaba los niños atendían con interés y deseosos de bajar a la plantación, algunos disfrutaron del parque infantil y de la diversidad de columpios que allí se encuentran

                                         D. Julio les propuso un reto
Una vez en el huerto, dieron rienda suelta a la energía concentrada, D. Julio les propuso un reto, que buscaran insectos entre la diversidad de hierbas que por allí había. Mientras unos se dedicaban a buscarlos otros disfrutaban revolcándose en la hierba que hizo las delicias de todos.


Observando la plantación de habas que se encontraban bastante crecidas pudieron ver uno de los insectos que les ataca, el pulgón, y el profesor dio la correspondiente explicación para combatirlo, los cebollinos bastante crecidos, fueron motivos bastante elocuentes para que vieran la realidad de unas plantas que dan un producto que ricamente comemos, y tuvieron la oportunidad de verlos en el lugar donde nacen y crecen para después pasar a nuestras casas donde nos los comemos.


La charca con la diversidad de insectos y animales que allí se crían fue otro motivo de observación y aprendizaje de lo que es un ecosistema.


La hora se iba echado encima, mientras dábamos tiempo para ver la capilla y el museo, unos se tomaban ricamente el bocata que habían traído y otros iban a la cueva de las chucherías para deleitarse en algunas de ellas.


La capilla y algunas breves explicaciones sobre su construcción, cuadros y el sepulcro donde está enterrado el fundador darían paso al museo donde comprobaron la sencillez del despacho y dormitorio de D. Andrés, que para mayor asombro de todos, alguien lo había bajado de la burra y lo había sentado en el sillón.


Más de uno se atrevió a tocarlo y otros con asombro lo miraban con cierto recelo y a distancia.



(Tengo que aclarar que estos “ninot”, por llamarlos de alguna manera, permanecen en el museo como recuerdo de una Cruz de Mayo que, la asociación de vecino del barrio de San Pedro, hicieron y que después entregaron al colegio: D, Andrés, la burra,  y la "Maestra Migas", con sus alumnos.
Actualmente la burra, sobre la que siempre se encuentra montado el ninot que representa a D. Andrés, está en reparación, y ha habido que desplazarlo, de ahí el que se encuentre en este  lugar).
Sirva este archivo de recuerdo para los alumnos y sus profesores, D. Jesús Jiménez Martínez y la señorita Dª Elena Serrano Carrillo, que visitaron la Casa Madre del Ave María, el 24 de abril de 2015.
                          José Medina Villalba

                   REPORTAJE FOTOGRÁFICO


































































































2 comentarios:

  1. Muy buen reportaje! Magnífica la gran familia de educadores los de esa institución! Enhorabuena! JH

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  2. Mi agradecimiento por su comentario a la visita que hicieron los alumnos del Colegio del Ave María de San Isidro a la Casa Madre, al mismo tiempo la satisfacción al reconocimiento que JH hace a la labor que en esta Institución se realiza. Saludos afectuosos.

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