lunes, 14 de enero de 2013

EL PILAR RENACENTISTA.


Siempre sentí una admiración por el mundo clásico, de ahí que quise tocar este terreno basándome en las composiciones artísticas del Renacimiento, construyendo este pilar que hoy pongo en esta página de mi blog.

Tuve la gran suerte de desarrollar mis aficiones artísticas en la “Escuela de Artes y Oficios de Granada”, durante muchos años, de niño, con D. Gabriel Morcillo, que creó escuela pictórica, y de mayor en diversos talleres, en una época, en la que  sus talleres, estaban dirigidos por grandes maestros; la práctica estaba a la orden del día, y el ambiente, de relación profesor- alumno, era extraordinario; desde el momento  que se entraba por la puerta del edificio se palpaba y respiraba el mundo clásico.

Estatuas, al estilo del mundo greco-romano, de grandes dimensiones, adornaban los patios, el golpeteo del cincel en el taller de piedra, haciendo surgir, del bloque de piedra, la figura artística que dormía en su interior; el olor a fragua y el sonido penetrante del martillo sobre el yunque para doblegar la fuerza del hierro a la voluntad del artista construyendo rejas y adornos, en la clase del maestro  Antonio Salazar; el tórculo imprimiendo grabados, con los maestros Julio Yuste y José Lomas, bajo la mirada atónita de los alumnos, las grandes manos del maestro Adolfo Muñoz, en el taller de cerámica, levantando la pella de barro para construir un ánfora; el olor a escayola en la clase de vaciado con el maestro Jesús García Ligero, donde se desarrollaba a la perfección la técnica del vaciado con la realización de moldes a la italiana, la francesa o el que con más frecuencia se ejecutaba, el molde perdido, para positivar lo que se había modelado en arcilla. Los maestros José Castro Vílchez y Juan Antonio Corredor dirigiendo, orientando, y modelando el barro, el orfebre José  Moreno, la clase de pintura con Miguel Lozano y Marisa Castilla, el imaginero, Aurelio López Azaustre, en la talla de madera; los jóvenes maestros Gonzalo Cano Castilla y José Miguel Fuentes, actuales profesores en la Facultad de Bellas Artes de Granada, portadores de una pedagogía arraigada en la esencia que recibieron de éstos y otros grandes maestros; laboratorio fotográfico, restauración árabe, marionetas…, y el excelente profesor de Historia del Arte, Carlos Cano Piedra. Quiero reseñar al gran maestro, Vicente Arroyo Valero, licenciado en Bellas Artes, que tuve la enorme suerte de conocer en esta Escuela, fuente inagotable de conocimientos, del que recibí: guía, orientación y enseñanza en su taller, todos marcaron un hito en el arte. Otros extraordinarios artistas dejaron su huella en otros tiempos como, Emilio Olalla Navarrete, Nicolás Prados, Rafael Latorre, Miguel Moreno, Miguel Ruiz Molina…
 
Visión frontal del pilar.
 
El pilar consta de tres partes bien diferenciadas:

1ª. La taza o fuente. 2ª. El mascarón con su caño de agua. 3ª. Mural. 4ª. Volutas.

La taza o fuente, está realizada en poliéster, para ello se construyó un molde;  se utilizó la arcilla que se había empleado para modelar el mural. La forma se le dio arrastrando sobre la plancha de barro una plantilla metálica construida con la forma que después tendría el pilar.
 
El mascarón, terminado de modelar.
 
2ª. El mascarón, (medio relieve) realizado en piedra artificial. Primeramente modelado en arcilla y obtenido el molde, sacar el positivo. La piedra imitó al granito dándole una pátina de óxido para emular al que deja el agua sobre la piedra.
 
Mural, en medio y alto relieve.
 
3ª. El relieve realizado en piedra artificial, con un proceso igual al del mascarón.

El mural se compone de los siguientes elementos: dos ángeles, uno sostiene una guirnalda de frutas y el otro toca un violín. Una coraza, los escudos de las familias Arroyo y Medina, en la base, el libro de la música, con una granada en el centro, y a ambos lados las máscaras de la risa y la tristeza.

Coronan el conjunto arquitectónico dos volutas construidas en piedra artificial.
 
 
El autor con sus nietos Antonio y María.



Visión lateral izquierdo.



Visión lateral derecho.

 
 
 
Contemplando la obra.

Óleo sobre lienzo de un rincón del pilar.

La yedra enamorada del pilar se funde con él en un abrazo.


 


 



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