martes, 22 de enero de 2013

LOS CÁRMENES DEL ALBAYZÍN EN GRANADA.

Vista parcial de los cármenes del Albayzín.
Vista parcial del Albaicín.

“El carmen es la vivienda típica en el Albayzín donde residen la mayor parte de las familias de este barrio”.
Patio de una corrala de vecinos.

Cierto es que existen numerosas viviendas, que son simples casas sin jardín, y otras varias que fueron corralas de vecinos; muchas de ellas, entradas en ruinas, fueron compradas por gentes de buen nivel adquisitivo y transformadas, juntando en algunas ocasiones más de una, en verdaderos palacios señoriales.
Carmen de Moraima.

Carmen de la Victoria.
Carmen de los Geranios.
 
Carmen del Granaillo.
Carmen de Aperley.
Carmen de S. Enrique.
Carmen de S. Juan.



Carmen de Santa María en las Escuelas del Ave María.
Podríamos citar algunos nombres tales como: El Carmen de la Victoria, (hoy residencia de estudiantes); el Carmen de los Patos, donde vivió el abogado y periodista, D. Julio Moreno Dávila, –hoy convertido en un restaurante-; El Carmen de la Media Luna; el Carmen de los Geranios, donde vivió el pintor belga que se afincó en Granada Max Moreau; el Carmen del Amor Perdido; el Carmen del Ciprés; los cármenes de los señores José Manuel y Miguel Rodríguez Acosta –este último pintor- y en general familia de banqueros; el Carmen de Bella Vista; el Carmen de Torres Molina, gran fotógrafo granadino; el Carmen de Moraima; el Carmen del pintor Aperley, en la Plaza de S. Nicolás; el Carmen de las Tres Estrellas, donde se reunía la cuerda de escritores granadinos de finales del siglo XIX, presidida por la figura del costumbrista Antonio Joaquín Afán de Rivera, carmen que inmortalizaría Manuel Fernández y González en sus novelas “Los monfíes de las Alpujarras” y “Martín Gil”; el Carmen de S. Enrique; los siete cármenes donde D. Andrés Manjón fundó las Escuelas del Ave María: Carmen de los Naranjos, de los Negros I, Negros II, de las Olivas, de Zapata, de Ayuso y de Salazar; etc.

Puerta de entrada al carmen.


El carmen albayzinero es, desde el más humilde hasta el más grandioso, aquella vivienda por la que se suele penetrar en su interior a través de un cancel fabricado artesanalmente por los artífices albaicineros, que en la fragua y  a golpe de martillo labraban con ricos adornos.

El zaguán posee una  alfombra que cubre la entrada; alfombra hecha con el empedrado típico granadino sobre un elegante dibujo alusivo a motivos heráldicos, florales…; es el medio para pasar al interior a través de un portón de madera ricamente tallado.

Cancel de entrada al carmen.
A veces, nos encontramos esta situación al revés, el portón de madera primero y el cancel de hierro forjado después; lo cierto es que el paraíso que allí se encierra queda vedado desde el exterior. Ya lo dijo el poeta albaicinero, Pedro Soto de Rojas, - que vivió en el Carmen de los Mascarones- “los cármenes del Albayzín son paraísos cerrados para muchos, jardines abiertos para pocos”

Callejas estrechas del Albaicín.
Las fachadas de las viviendas, en general, compuesta de bajo y primera planta, se encuentran encaladas y sus balcones ricamente engalanados con macetas esmaltadas, siguiendo la tradición árabe, en los hornos de Fajalauza, y que se ven repletas de geranios y claveles reventones.

Balcones repletos de claveles.
  Debido a la proximidad de las fachadas en las callejas estrechas que caracterizan el barrio, estos claveles son como piropos que unas casas se dirigen  a las de enfrente en un rendido homenaje de enamorados.

Pasado el zaguán de la casa nos encontramos con el patio, normalmente cuadrangular, también empedrado al estilo ya indicado, delimitado en todo su cuadrilátero por una serie de columnas, unas veces de madera otras de mármol o de piedra de Sierra Elvira, que sostienen la primera planta.

El frescor se respira en el patio.
 El frescor se respira nada más penetrar en el interior, sobre todo los días aciagos y calurosos del estío.

Numerosas macetas de pilistras –planta de hojas grandes y alargadas- se refrescan y refrescan al visitante al verse salpicadas por el agua de un surtidor que situado en el centro del patio y constituido por una fuente con forma de concha, de mármol blanco, deja caer el agua lánguida y sensualmente sobre la base de su pila. 


Si la vista se recrea y extasía en la contemplación de lo que allí se percibe, no menos es el olfato que se embriaga por el olor de otras diversas plantas que cuelgan en ricos soportes de las paredes del patio.

Todo es silencio y armonía.

Dejamos pasar nuestra miradas por el entorno y el lugar se va complementando con una serie de objetos que van a embellecer más la estancia: algún cartel de toros, o de Semana Santa, o del anuncio de las fiestas del Corpus Christi, algún mantón de Manila, algún gran abanico con motivos costumbristas, algún elemento en desuso de labranza…

 Nada perturba aquel romántico ambiente, solamente el crepitar de agua de la fuentecilla, que al romper sus gotas en la caída sobre el níveo mármol, junto con el gorjeo orquestal del canario que cuelga sobre el patio desde una de las vigas del artesonado del pasillo de la planta superior, hacen que el silencio que allí se percibe sea aún más encantador.

Poco mobiliario, a lo sumo y como pieza imprescindible, una mecedora tapizada con tela alpujarreña, será el mobiliario imprescindible donde el albayzinero, habitante de esta morada, pueda cumplir con el rito indispensable de la siesta, que siempre se hace más apacible por todos los aditamentos que en este ambiente se aunan.

El agua fresca de un pipo de La Rambla, será el que a nuestro inquilino le desperezará de la morriña que le ha acompañado en su plácida siesta.

En alguno de estos patios existen aljibes que contienen agua venida de la fuente de Aynadamar –Fuente de las Lágrimas- (Alfacar).

Algunas habitaciones o salas bajas, donde el albayzinero suele hacer vida durante los veranos calurosos de Granada, complementan el lugar.


Galerías que rodean el patio.

El primer piso, normalmente único piso, está rodeado de una galería, con artesonado de madera, con alguna zapata renacentista, con balaustrada de madera, y con habitaciones muchas de las cuales aún conservan artesonados mudéjares.


Los jardines del carmen con el decorado de la Alhambra al fondo.
Si abandonamos el patio, a través de un cancel salimos al huerto-jardín, donde las plantas trepadoras, la hierba buena, los rosales, los galanes de noche, los geranios, la madre selva, junto con los bojes en perfecta alineación formando pasillos estrechos dirigen nuestros pasos a glorietas, fuentecillas cantarinas, o bancos para reposar, meditar, o recrearse en el entorno que nos rodea, teniendo siempre este escenario como fondo a la gran sultana Alhambra.


Los toques de un convento al alba .
Los toques de la Campana de la Vela.
                                                                                      
Pasear por las noches del verano a altas horas de la madrugada por las callejas del Albayzín, cuando solo el silencio se veía quebrado por el crepitar de un grillo, o por los toques, al alba, de la campana de la Torre de la Vela, o por el tintineo de algún convento que llama a la oración a las monjas de clausura, es todo un deleite.

Acompañados por la luminosidad de una luna llena, exhalando el perfume embriagador que se percibe a través de la encalada tapia que rodea al carmen, como si fuera el estuche envolvente de este sagrado cofre, en nuestro caminar nocturno, vamos sintiendo sensaciones difícilmente de transmitir con el lenguaje escrito.”

                                                                                José Medina Villalba.

6 comentarios:

  1. Precioso !! Muchas gracias por compartir . Yo soy la ultima desendiente de los Moreno de Fajalauza y amo todo tipo de cultura que se refiere a mi albaicin .. Muchas Gracias

    Daniela Moreno

    Carmen de Alizarina

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  2. Una preciosa síntesis sobre lo maravillosos que son los Cármenes de Granada. Gracias por escribirlo.

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    1. Mi agradecimiento por su comentario, al archivo de mi blog, sobre los cármenes del Albayzín en Granada. José Medina Villalba.

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  3. José, Apperley con dos "p". Gracias. Un cordial saludo.

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  4. Soy hijo de G.O.W. Apperley. Si quieres te puedo enviar una foto del carmen. Enrique Riki Apperley. Saludos.

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    1. Buenas noches, Enrique, ha sido para mí una satisfacción enorme conectar con un descendiente directo, del pintor por el que siento una gran admiración.
      El pintor que vino a esta ciudad de Granada en 1914, que se enamoró de su luz que supo plasmarla magníficamente en sus lienzos.
      Por aquel tiempo conectó con otros pintores granadinos como Soria Aedo, López Mezquita y José María Rodríguez Acosta, el creador de la Fundación de dicho nombre, "La Casa Blanca", como se la conoce.
      Agradezco que me haya conocido a través de mi blog cuyo link es granadaluzcoloryliteratura.
      He sido profesor y director de un grupo escolar durante cuarenta años y siempre me he sentido atraído por el arte escultórico y pictórico, que continuamente inculqué en mis alumnos. Parte de mi obra la puede ver en los archivos de mi blog.
      Tengo publicadas algunas obras, sobre pedagogía y llevo actualmente la dirección de una revista literaria en la que participo con algunos artículos. Estoy jubilado, pero sigo unido al Colegio, Ave María Casa Madre, situado en la Cuesta del Chapiz, de la que soy guía y orientador pedagógico, acompañando a numerosos grupos que vienen de las Facultades de Formación del Profesorado, o de Pedagogía, de la Universidad de Granada y de otras ciudades.
      Acepto el ofrecimiento de la foto del carmen y me gustaría conocer algo más sobre él, quien es el propietario, como se encuentra actualmente...
      Cuando subo al mirador de San Nicolás siempre me fijo en la fachada y me viene a la memoria la figura de su padre.
      José Medina Villalba. Saludos.

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